DISCURSO INAUGURAL JOSE GIMBERT ROURA

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Articulo 45 del Beglamento
La Academío no se hace solidaria
de los opíniones científicas expuestas
en sr¿s publicacíones, especificdndose
de
esta normo en la contraPottoda
las mismas.
DISCURSOINAUGURAL
por el Muy lltre. Sr. Dr.
JOSE GIMBERTROURA
Académico Numerario
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Excelentísimo Señor Presidente,
Excelentísimose Ilustrísimos Señores,
Muy Ilustres SeñoresAcadémicos,
Señorasy Señores:
EXORDIO
Varios han sido los temas que nos hemos ido proponiendo, considerando la conveniencia de desarrollarlos en este momento. Hemos ido desechando, uno a uno, aquéllos exclusivamente científicos por ver en ellos algo que no encajaba en la plena naturaleza
de esta Sesión Inaugural. El tema científico, en ocasionesdemasiado árido, con lenguaje algo arcano, con su semántica propia, pertenece más bien a sesionesde estudio o trabajo, que núcleo central
de este Solemne Acto. Acto que, por considerar que es tanto social
como académico,mereceun tema de trascendenciasocial,es decir,
con proyección a l¿ Sociedad a ler que servimos y tr:rscendente al
bien común, esencia y raz6n de cuantas actividades ejerce el farmacéutico a las que aplica su formación y la suma de su quehacer
vocacional.
Hasta que hoy, 4 de julio -hoy, cuando escribimos estas líneas-, al leer en la prensa que la anunciacla reforma adminístrativa comporta la creación de un Ministerio de Sanidad clue no dudamos abordará con óptica nueva diversas facetas de nuestro ejercicio profesional, decidimos acometer el tema que da título a nuestras palabras, con la esperanza que se pone en lo nuevo, con el
margen de confianza que debe otorgarse a los buenos propósitos
manifestados en tal ocasión. v con el obieto de destacar unos hechos y situacionesy, a través áe eilos, apo.ta., en lo que cabe, nuestras opiniones para un tratamiento más racional cle esta figura y
para un mejor aprovechamiento de sus posibilidacles, así como
para una mejor visión legal de este cargo que es posición clave en
la Industria de especialidadesfarmacéuticas.
Hemos titulado este Discurso rEl Director Técnico-farmacéutico)), v a varios aspectosy a diversas problemáticas del tratamiento
de esta figura vamos a referirrros, pero como el erróneo tratamiento legal, la minusvaloración de esta ffgura desde el punto de vista
legal, puede ser raíz y origen de otros errores y de otras minusl3
valoracir¡nes,al tratamiento 'egar cledicaremos
Ia mayor partc cre
las c'onsideraciones
que hoy soinetemosa una opinión
profesronal
que hemos de creer áltatnente r"r.rilririru.ru
po,. ér I corlgreso r{acional de Farmacéuticos en la Inclustria y por
ras JornaclasFarmacéuticas orga'izadas..po: el coregio .[:úr;á;ii'q.,'"1'á,,
ir momerl_
to de escribir estas ríneas, están inunciados
para ros meses cle oc_
tubre y noviembre de este Ig77.
Y, finalmente, decimos ahora en este preámbulo
que pretende_
remos poner de relieve c,¡uela
u' Iu
figuraclelDirectorTécnicono ",r"rgío-pái;;;i;i;;?irt"
pu",i"" i;iJ"ü;; áJJo"ia","rraIa
Administración, el destinatal'io ,r" o.,"rt.o,
esfuerzos: hombre dohente o qrre aspir.a
y-lo, int*.";;; J;'1"'iropia tn_
?
T:j'salucl,
dustria' Iin suma, ni del¡e ni pueclá ,r"rp;;¡l;i;*";;;ri"
patr.ia.
RESPONSABILIDAD Y SALUD
PUtsLICA
Podríamos referirnos brevemente
a Ia responsabilidad como ra
obligación,y 'ecesiclacl.
implícita, que tiene er hombre
de responde¡.de sus actos,
"ñi"i,;;
de su .o,rd-u"t"..Í,r,;;;;;;;U",i,¿o¿
¿"_
rivada del ¡nedicanlerrtoatie'cre
priircrpatmente a ra protccción
del destinatariofinal-g"1 .1r-",
, fi; ello se refiere a l.osactos v
corrductasde cruienesintervieneir'eri
-"t"i,rilel cicro cresu producción,
dis_
y dúpensación; rirr
lr!':ó"
comunes
-responsabiridades
con
otras pr.ofesion.es
en las.,ju.",r".p""¿_ ií"rlri;';;
mo_
me,to de este ciclo de Ia activicra<r
";]qrierIa esenpero,
t¿r.macétrtica.
¡ror
ciadesuprofesió",
tn.r"rpo,rroürlüil
i.;";;;;;i;:ffi
in"aa"t
tarmacéutico emana aur ir""rrá'il;'"
quien
compete
en
forma
exclusiva Io relaciona¿o
io¿u'.I roi'to""tas clel medicamento.
"o"
El farmacéutico,,
var.ios aspectos de su ejercicio,
9.1_lo-s
puede
incurrir en responsabihdad
.lrii é* Í" oulig*;
,#*;r,
r.eparar
o rndemrizar u' nerjureio
causadó, n
.".ñá"rrlrliij.r.á# penales
y disciplinarias dLrivad;
"l
J;;;ñ;rt
d'oloro,
o negligenres.
Pero siempre creeremos
que
tes, como guía de su actuacib", el farmacéutico no tiene presen_
ores sanciones.Le 'asta
lri p"+les irrculpaciones ni posi_
su ,",.,ii.Io iráf"sionrt ;áq;;;ü;
oel paso por urla Facultad,
a través
l" lrrrtu i,r"
y-el propiodecálogo
ái"i"-r" .i';"t'",1^1l.tu,lu,-numanismo
q,"T"üq.i"i;r"J;
; :i!#li,Tni:'h
li'::"'i"ni,iÍ
: h",xxl
esto compori3,
a""i., ,Jbüio
::it^ q"
.¡rr" este ejc,rciciosol¡re_
pasa
el rna.co personal y"-s
ha de t"nJr
el entorno óiuclaclano.No
pretendemor, clo' Iu.9,r".
"i
á""d""ir,
afi'nar que el haber
"""lr"r.rá,
urra profesión,tmpltca,'
r"I*"ri^mcnte,
:,Ygl1"
vocáción previa
para Ia misma. puede halrérse
ártuJi"Jo Farmacia por muchas
v
14
diversas razones, y de eto co.ocemos muchos
casos. pero
bemos de nadie que, una vez recibicl" I; f";";i;i"i",.-n"éutica,no s¿runa vez penetrado
,y eserrcia,una vez conocicla.no se hava
:n
sentido atraído por Ja
misma y, ,i d"rp.,¿; I" ;;;;ü
" U fl,ü",
nos atreveríamos a decir, casi óon ve.didera-;";i¿;,''
""
ciñéndonos concretame.te a la responsabiricrad
del crirecto¡
técnico, diremos que ésta r" t.ná"""
er
orden
penar
y disciprí.en
nario, en tanto que- ra sociedad propietaria
clel Laboratorio es civihirente
contenida en er De-t=rponübr", unl-u"J""t"ii."-"rt"
creto de 10 de agosto cle rg68 (), ,.Los
p."pi"iuriár^á" to, laboratorios serán civilmente ,."rporr.uÉr"s
cle r'as i"ti"¿"á*
que en ros
mismosse desarrollencon aireglo a Ias'orm¿rs
del derechocomúnr.
No nos extenderemos en más consicleraciones
sobre la respon_
por cuanto su estudio es objeto de una ponencia
que ha
1lb1lidad,
de
ocuparse exhaustivamente del temá
i óJ"grárJ xn"io,rul
de Farmacéuticos en la Induriiiu.---'
"" "r
Podríamos decir que er clirector técnico-farmacéutico
icreal se_
t1u
l,t.profesional sin.derecho o
poseeclorde ciencia
sin fallo, de técnica sin defecto "i"i"o"orse,
procluctos, de exactitud sin error er sus
""'iu
"l"bo;;.1¿;;;;
co'trores,
,;rr;;rd;";;ompiurar.
a sus etaborados de una explicació"
;;;;;;;tfie
cle sus
posibles inconve.ientes, .lei.i,ru,lor--ésto,
"i;;;-; de i'compatibilidades,
efectos secunclarios,contraindicacio'es,
etc., con objeto cle evitar
cualquier uso indebido de ros misrr¡os-que
pocrría serle irnputaclcr
si no ha sabido preverlo- y clar co'ocimierto
cle ello a los médicos
que prescriben, a los colegas que dispensan,
y núrr,
a tr.lvés del prospecto infórmaiivo, ai propio
usuario"r"rr"tamente
de Ia mecricación.
como u'eiemplo del poro opuesto,
de lo que no clebehacerse,
de lo que puede reportar?r ,-,o;,;pl;.
correc,tamenteco, ros de_
beres inherentesa ra direcció' técnic^¿,
,""o.á"-á, i,,.
ti"*_
po' tristemente célebre especiaridad
"n"'i,,, que
farmacéutica osÍalinonr),
por los años cincuenta proiocó e'Francia
un centena. .i" -r"rt"r,
y en cuyo asunto el rribunal pudo
hacer lor rigui""i"r
"árgor,
- No haber estudiado suficie'teme.te
ras propiecraclesde ros
componentesv su interacción. y,_a pesar
cre lnr- inTor-".i,,n", ,"_
cibidas sobre ieaccionestóxica, obr"iuo.tos,
no haber
--- estudiado
--'*-l
ras
causa.sde la variabilidad de los ."r,.ltu.lor.
- Elaboración de, la fonna
de disperxación por procedimiento
"rá!
rudimentario, conllevando una clistribición
ir."girtr. i-e
principios activos. utilización de instrumentr.,
a"-pJiuli'##i".,u¿or.
(")
Decreto Z46.tilS6S, ¿rtículo 7.,, p/rrrafo
4.u
-
Obtención cle principio activo por técnica imprecisa.
- Modificación arbitraria y no autorizada de la presentación
para disimular un defecto de fabricación.
- Control imperfecto y fragmentario de las materias primas.
-
Ausencia de análisisde l¿respecialidadacabada.
Ciertamente, no podían darse juntas un mayor cúmulo de faltas. Pero no es necesarioque concutran todas ellas para causar perjuicios irreparables.En el asunto de los polvos nBaurnol,, también
franceses,no pudieron hacerse más cargos eue : irregularidacles en
el trmodusoperanclir, control incompleto de las materias primas y
ausenciade control de la especialidad acabada. Bastó esto para que
debiclo, al parecer, a la presencia de anliídrido arsenioso,se produjeran setenta y tres muertes, la mayoría de ellas en niños cle corta
edad.
Vemos, pues, que el hornbre doliente no puecle menospreciar
la figura del director técnico; ltr salud pública no puede dejar de
tener en cuenta cuanto significa la garantía de la presencia, junto
al medicamento,cle un profesional responsable,y mejor cliremos:
con conocirniento v con sentido de lo que entraña, de lo que comporta, su responsabilidad.
EL TRATANÍIENTO LEGAL
Encontramos muy acertada l¿rreferencia al director técnico hecha por el doctor Alfonso García Anclújar, Director del Centro N¿rcional de Farmacobiología, en su conferencia del t4 de mtryo de
1976,en Barcelona (o): aEl Director Técnico es un apéndice importante de la Aclministración, en quien recae la responsabilidacl
del bien hacerr. Estas palabras,al publicarsedicha conferenciaen
nCiencia e Industria Farmacéutica, (oo), encontraron la siguiente
traducción escrita: uEn repetidas ocasioneshemos manifestado
nuestra intención de que el Director Técnico sea, en cada Laboratorio, una especie de representante de la Administración, factor
importantísimo de la calidad de nuestrosmedicamentos.Sobre él
descansatoda la problemática clel bien haceru. Y termina: uComunico a este efecto a los Directores técnicos mi convicción cle la
(-) Aula Magna de l¿r Facultad de Fannacia, dentro del I Seminario
<Aspectos b¿isicos cle la Inrlustria Farmacéuticii,, organizado por la Cátedra de Farrnacia Grlénica y la Vocllía de Farmacéuticos en la Industria
del jr'{.I.C.O.F.
(")
Cicn. & Ind. Farm.. 8, 245-251 (1976).
t6
conveniencia cle efectuar contactos periódicos con el Centro Nacional de Farmacobiologían.
Mejor proposición no cabe ("). Veamos ahora lo que dicen los
textos legales.El Decreto de l0 de agosto de 1963, en su artículo 15,
responsabilizaal director técnico de la vigilancia y control del ploceso de elaboración. Mny cierto r esta responsabilidad está en la
esencia de su misión. Y en ella residen su servidumbre y su grandeza: ya lo hemos visto, la salud pública, el bien común, están
en buena parte en manos farmacéuticas.
Siguiendo con el mismo Decreto, el artículo ll dispone que los
Iabolatorios se relacionarán con las autoridades sanitarias a través
de sus correspondientesrepresentantesjurídicos. Concede a continuación que, no obstante, el director técnico finnará toda clase
de documentos de carácter técnico-sanitario. No hay duda de clue
este texto coarta, minimiza y limita la figura del director técnico:
el director técnico frente a las auto¡idades sanitarias, y según este
Decreto, no es más que un firmante carente de personalidad para
relacionarse con ellas. Es decir, es ffrmante. no interlocutor válido.
Y tanto lia debido ser así, habrá sido tal la compalecencia ds ((representantes jurídicosn pretendiendo exponer, plantear y resolver
(") Entendemos deberia est¿¡blecerseuna norma que prefijase la forma
y frecuencia de dichos
-contactos periódicos. No debemos dejar que esta
pro¡>osición quede en el saco cle l¿rs buenas intenciones, ni debe- dejar.se
que los contactos se efectúen írnicamente cuando surge un problema, una
petición, la necesidad de una aclaración o la diffcultad de una interoreración. Estos contactos deben tener como fin la tarea común de mejoiar el
medicamento y encontlar, por lo tanto, caminos comunes, unificando criterios, buscando dentro de este deseo de mejora -que
existe en el ánimo de
todos- qué_es posible y qué es utópico, qué es- lo que puede hacerse y
renunciar a lo que no podría llevar.se a cabo.
Creemos es conveniente organizar grupos de trabajo -cada
uno con
par-ecido -número de directores técnicos- que se reuniesen con periodicidad con los cargos directivos del Centro, de modo que en un detirminado
espacio cle tiempo hubiesen pasado por el Centro N¿c'ional de Farmacobiologia todos los directores técnicos. En modo alguno puede admitirse lo que
se manifiesta en un inforrne de uFarmaindustriao ("El Registro de Espec:iaIidacles Farmacéuticas. Aspectos prácticos actualesu, edición provisionái, junio 1976), en el cual se afirma que en el Centro n... se han celebrado reuniones informativas con los Directores Técnicos de los principales Laboratorios con el fin de info¡nrarle.sadecuaclamente...r. Si lós contactos oeriódicos auspiciados por el Director del ce'tro Nacional de Farmacobiolosí; han
de llevarse _a la priictica, deben ¿brirse a todos sin excepción, a prlncipales, a grandes, a medianos y a pequeños. cualqtrier djsóriminacjóir a este
respecto-no es- c-on-structiva: el grande, por el hecho de serlo, goza en su
trabajo de facilid¿des que no tienc el pfqrreño. Y el pequeño, tlmbión por
el hecho.de serlo. merece que se le facilite la senda para que pueda ha^cer
su andadura camino de convertirse en qrande.
t7
asuntos en el Centro Nacional cle Farmacobiología, que éste, con
muy buen criterio, ha comunicado (.) que l:rs relacioues de los
laboratorios con el Centro deben efectuarse a través del director
farmacéutico o de personas que ostenten responsabilidadestécnicas dentro de la Empresa.El Centro Nacional de Farmacobiología,
Centro que tiene autoridad sanitaria, sí reconoce al director técrlico como su interlocutor válido. Totalmente lógico, absolutamente
coherente.
Pero este artículo 1l arrastra a la Administración a contradicciones e incongruencias; dirige, por ejemplo, instrucciones al representante legal, y personifica Ias responsabilidadessoble análogo
tema en el director técnico; sobre temas en los que no le ha otorgado ninguna autoridad, ni le ha concedido ninguna atribución, ni
le ha asignaclo competencia alguna. ¿Cómo pueden exigirse responsabilidades si no se dan facultades para intelvenir ni para impedir una transgresiónsi ést¿rse produjera? Así tenemos que en
1." de agosto de 1975 dirige una Circulat ("") a los representantes
Iegales de los laboratorios farmacéuticos na fin cie unificar y completar la normativa que la Dirección General de Sanicladha venido dictando sobre diversos aspectosrelacionados con la inform¿rción y promoción de las especialidades farmacéuticas en los nrcdios de difusión esclita,, resumiendo y refundiendo dicha nolm¿ltir.'a en la citada Circular. Parece que de esto deba clesprenderse
que las comunicaciones punitivas relacionadas con infracciones cometiclas en cualquier aspecto de la publicidacl farmacéutica se
tenclríanque dirigir, igual que se hace con la nolmativa, a los rerpresentantesjurídicos. Pero no es así: los destinatariosde cuauto
ésté rel¿rcionadocon transgresionesen esta mateda son los directores técnicos.
Séanospermitido citar un caso demostrativo, ya que un director
técnico intentó hacer ver la mencionacla incongruencia: cuarenta
días después de la precitada circular, el l0 de setiembre de 1975,
el Juzgado Instructor de la Subdirección Gene¡al de Farmacia dirige oficio al director técnico de un laboratorio comunicando su
constitución para entender en expediente por anormalidades en
la publicidacl de una especialidad farmacéutica. Este director técnico coincide con el criterio antes dicho e interpreta que las responsabiiidadesen clue podía haber incurrido el laboratorio por anomalí¿rsen la publicidad debían personificarsey notificarse a través
del representantelegal cle la empresa,ya que los laboratoriospue-
(-) Carta del Dircctor del Centro Nacional de F¿r¡m¿rcobiologítral Presidente del Sindicato N¿rcional de Industri¿rs Qrrímicas, 20 cle setiembre 1976.
('o)
Circular n." 33/75 de l¿r Subdirecci<in General de Farmaci¿r.
18
clen clear y difundir sus textos publicitillios sin itrtetwenciótrdc I¿r
dirccción técnica, pues rlo existe disposiciónalguna que obligue a
los deptrrtamentosde propaganda a someter al visto bueno del clirector técnico los textos que redacten, y ni siquiera a darlos a conoccl al misr¡o (o). Por ello, el fal'macéutico aludiclo se personó
en el procedimiento, al ampalo del artículo 23 de la Ley de Procedimiento Administrativo. Carecerí¿rtotalmente de sentido, clecí¿r
entre otras cosas,que al comunicar disposicioneséstasse dirigiesen
fuese
al replesentrinte legal y a la hor¡r cle erigir responsabilid¿rclcs
el director técnico el receptor de las mismas. Y destacarldoque si
a él se dirigían las notificaciones relativ¿rsa ese_expediente -v también él tenla crue recibir', en su día, el pliego de cargos y la plopuesta de resolución podía resultar afectaclo su buen nombre p_rofesional si del expedienteinstruido se deducía la existenciade hecho culposo ("").
éstos, y no oltstante toclos los razonamientos clue
No obst¿'Lnte
expuso, al director técnico se dirigió la plopuesta de resolución.
¿'Porqué? No se nos oculren otr¿lsrazonesque las que cliera nuestro clásico:
uCuide siemPre en acertar
el honrado v PrinciPal,
m¿issi yerra Y obra mal
sostenellaY no enmendalla.,
Y nos falta decir" a mavol' y a total abuuclanlie'to' riLte cn tlrli]
Circular'(o"o) anterior a la quc hemos comentaclose inclica(llre pol'
derivaclas de las relaciones entre los labor'¿tlas resnonsabiliclades
-v
torios los facultativos (v entle clichas relaciones se señala lo re-
(*) El clirector técnico es únicamente responsable del prospecto informativo contenido en el acondjcionarrtiento de la espccilllid¿rcl,pues é:^te, I'
sol¿rmente í¡ste. ha debido someterlo a la trprobación de la autoridad s¿rnitaria.
Annque estri legislado (art." 68 clel Decreto 2464/L963 de 10 de .rgosto)
que Ios lextos cle propaganda deben ¿riustarselr io expresado en las Nlemotias q,r" han scrvido pai,r cl registro de li'r especialid¿d, nad,r hirl' scñirlado
sobre la cornprobacitin, por parte clcl director técnico, del cumplimiento dc
esta disposicirin.
('o)
El mencionaclo artículo en su ap¿lrtado c) prevé la posibilidad de
personarse cn el proceclinticnto ¿rdministr¿rtivo (en tanto no hirl'¿ rec¿rído
iesoluciíxi definitiva) a uaquellos cttyos interescs legítimos personales y clirectos pueclrrn resultar ¿rfectados por Ia resolución,.
n." 35/74 de la Subdireccirin General de Farmacia. transloor) Circ'r¡l¿rr
crita por el Sindjcato Nacion¿rl de Industrias Quírnicas en l6 de abril
de 1974.
19
ferente a la información) : nel expediente se abrirá y las sanciones
se impondrán a la representación legal del Laboratorio, y precisamenle a ella en todos los supuestossancionadoso'
j.sucede esto solamente en lo referente a los textos de propasanáa? ¿.Setrata de un hecho aislado? No. Sucede también en
ótras facótas en las que el director técnico no tiene ni autoridad
ni posibilidad de intervención. Aunque no tenga autoridad, aunque
no-pueda intervenir, aunque no pueda evitarlo, el nSeñor Director
Téc^nicodel Laboratorio Taln será también destinatario de lo relacionado con el expediente que se abra al nlaboratorio Taln si el
tal laboratorio ha infringido lo dispuesto en otras materias, por
eiemplo: cauces de venta. El director técnico será quien conste
lot escritos relativos a dicho expediente, desde la comunicación
"í
de la constitución del juzgado Instructor hasta la notificación de
la resolución.
¿Es éste, quizás, el criterio único, solitario, de un determinado
Juei Instructoi? No es así, porque fallecido, infortuladamente, el
que lo fue del expediente que antes hemos comentado, se continúa
en idéntico sentido.
¿Por qué nuestra crítica? No sólo porque nuestro espíritu es
constructivo, sino porque pretendemos y creemos que ha de resultar constructiva. Hemos dicho que en el estado actual de la Legislación el director técnico no puede tener ninguna responsabilidad
ni sobre Ia propaganda ni sobre la venta. Pero entendemos que si
debiera teneila, y para ello son necesariaslas disposicionesque impongan su inter-vención.Desde aquí las solicitamos, desde aquí las
reclamamos,desde aquí intentamos hacer ver su conveniencia. Este
problema es el que ahora planteamos: imprescindible necesidad
de mayores atribuciones para cumplir con más responsabilidad.es.
El estado actual de la cuestión es que únicamente, por Circular
de la Dirección General de Sanidad. fecha 20 de febrero de 1975 ("),
los laboratorios vienen obligados a que el director técnico supervise un libro-registro en el que deben reflejarse las muestras que
se elaboran y el destino de las mismas. Acaba dicha Circular con
el párrafo siguiente: nA todos estos efectos se reitera la importancia de la funiión del Director Farmacéutico como responsabletécnico y administrativo del correcto funcionamiento de los laboratoriosr. No comprendemos,no tiene sentido, este ase reiterar, ya
que hasta entonces no había aparecido en ninguna disposición oficial la responsabilidad de tipo administrativo por parte del direc-
(.)
macia.
20
Transcrita con el n!
10/75 por la Subdirección General de Far-
tor técnico. Tanto es así que la Subdirección General de Farmacia
tuvo que dirigir un escrito (o) al Presidentede "U.C.I.F.)) aclarando en qué consiste tal responsabilidad, deiándola limitada, según
los puntos 4 y 5 de dicho escrito, a la (responsabilidad del control
de la distribución por los canales, cauces y condiciones legales establecidas,.
Pero el director técnico no puede cumplir con esta responsabilidad porque carece de atribuciones y no existe disposición alguna
exigencia de
en qué se le otorguen facultades para realizarla (p.
".,
facturas,
etc')' Para
albaranes,
su visto bueno en órdenes de salida,
especídebe
obligarse
efectividad
tenga
que esta responsabilidad
B." del
al
V'"
la
distribución
de
operatividad
la
a
Jometer
fi-camente
director técnico. Insistimos: mientras la normativa legal no otorgue y concrete las facultades de intervención que permitan fiscalizar-si se cumplen las condiciones establecidas,no se -puede exigir
responsabilidad. Y, lo mismo, mientras la norma-tiva legal no impotigu su intervención en la propaganda, no-pueden exigírsele resionlabilidades en esta materia. Y que sería lógico responsabilizarle nos lo demuestran las palabras del profesor Josep Laporte, Rector de la Universidad Autónoma de Barcelona, oue transcribe el
nButlletí Informatiu de circular Farmacéuticar (**) : rr...referente
al contenido de la propaganda que de sus especialidadesllevan a
prepáradotei... s" recurre en ocasionesa imácabo los laboratorio^^s
genes o a expresiones
^gt"rr": que merecen el califfcativo de dolosas,' La
si hay dolo, hay intención (o*") El de destaácusación
"t óbstante, algunos laboratorios, r)or libre decisión de
car que, no
sus departamentos de propaganda, someten sus textos al comentario y visto bueno de la dirección técnica.
En el estado actual de la legislación el director técnico es responsable de la fabricación y control. Nada más. Porque ¿para qué más
se ha señalado su intervención en el funcionamiento de los laboratorios? No tiene, no se le han dado facultadespara más. Y la cosa
es ya muy peligrosa,pues en un proyecto de Real Decreto (oooo)
(.)
Escrito de 3 de julio de 1975.
(o") Butlletí Informatiu de Circular Farmacéutica, n.o 86, enero 1977,
p á g s . 3 7 y 3 8 . T o m a d 6 d s l u D i a - r i od e B a r c e l o n a , , 5 d i c i c m b r e 1 9 7 6 .
(rt+)
Sentencia del Tribunal Supremo de 24 setiemb¡e 1969: n...la
línea que conceptualmente diferencia el dolo y la culpa penal radica en el
primero en la concurrente malicia como vohrntad conscicnten.
(ü"q+) Desconocemosla fecha exacta de su redactado, pero, como punto
de refercncia, podemos señalar que la Subdirección General dc Farm¿rcia lo
remitió el 8 de setiembre de 1976 al Presidcnte de la Agrupación Sindical
de Industrias Fannacéuticas para que emitjese el informe previsto en el artículo 130.4 de la Ley de Procedimiento Administrativo.
2l
sobre regulación de todo lo referente a publicidad farmacéutica
se llega a señalar en el capítulo de sancionesla uinhaltilitaciónctr
cuanto al ejercicio de la profesión cle Directores Técnicos F¿rrrnasilr quc eü tocloel texto proprrestofigure tri
céuticoso facult¿rtir.'os),
ctr nitrinterveución
clel clircctor técnico farm¿rcéutic'o
la más leve
guno de los aspectosconteurplildos.Queda dicho (lue en el moñrento de escribir estas líneas esto es sólo un pt'oyecto,llero, en
este punto, un incoherentey peligroso provecto. Séanos;pormitido
insístir una vez más: ¿,Cómose puede sancional por aquello en
lo que no se otorga intervención? ¿Cómo se pttede llegar a la inhabiliiación por algó en lo que no se habrá tenido (ni arte ni parte,?
gratuito, de los medicamentos,así como la publicidad de los rnisuna
ñros. Vemos, pues, que a la misión de vigilancia s_oltreañacle
debía
entenclery
que
creemos
lógica
misión de orgánización,cosa
se implícita én las anteriores referenci¿slegales (no podemos suponer que el acto farmacéutico haya terminaclo porqtte ha terminado la'elaboracióndel medicamento.Sigue siendo acto f¿rmracéutico procurar que el medicamento esté debidamente acondicjonado, ügilar qn" s.t almacenaie se efectúe en las debiclas condiciones, procurar que rro sufra daños en la expedición a su.destinatario)--El mismó texto indica que el farmacéutico_responsabledebe
participar en el programa de investigaciónv estudio de la Empresa.
Y es, en ctrmbio, muy cierto clue se debe aprovechar al mhrimo
la profesionalidaddel director técnico. Erigirle todas las responsabilidades que está preparado pala asumir; pero otorgrinclole,concretánclole, {as facult¿rdesnecesarias para poderlas cumplir. De
nada sirve afirmar en un escrito (el antes mencionado) dirigido a
administlativa-sanitalia,si esta
U.C.I.F. que tiene (responsabiliclacl
responsabilidaclno se perfila en unas cleterminadas funciones de
supervisión e inspección. A este respecto nos parece excclente la
consideración del director técnico-f¿rrmacéuticocomo ínteruentor
sanitario del laboratorio, clenominación que nuestro admirado y
auerido amigo, y académico electo de esta Real Colporación, el
doctor Tosél-osana,introclujo en las strgerenciasque elevó nara el
proyecto de Reforma Sanitari¿r,con cuyo título el clirectortécnicofarmacéuticotendría que conformaL,folzosamente,tocl¿rla operativa del laboratorio.
Asimismo especificaque debe señalar ¿rlos restautes calgos clirectivos cle la Sociedad si se encuentra con díficultacles (tle ol)stirculicen el ejercicio de sus funciones. Se trata, evidentt-mente,cle
un derecho, pero, sin duda, muy plincipalmente, de una ol)li{¡ación. Si el farmacéutico, por omisióu, se conforma con ellas, no
podría valerse de dichas dificultades l)ara excusar una falta crue
éntrañaseresponsabilidad.Por el contrario, si las ha puesto de reliieve, si ha éxigido solución para las mi¡rya,s,_siha, puesto de su
parte cuanto le"era posible, su responsallilidadserá exonerad¿ro
itenuada. El repetidó texto prevé que el farmacéutico respons¿lble
debe informar á la correspondiente inspección regional en cl c¿rso
de gue clificultadesen el cumplimiento de Ias reglas oue ¡rrotegen
la salud pública lo enfrenten a cualquier órgano de gcstirin. administración o dirección de la empresa.
Esta es la situación por lo que a nuestra Patria respecta. No
es por francofilia excesiva que hare,mosmención de los tertos legales franceses. Si volvemos a inciclir en ello -ya lo hicimos en
el Discurso de Ingreso- es para tomar como punto de cornparación el país geográficamentemás prcirimo.
Sin hacer referencia a los calgos de dirección no técnica clue
según la legislación francesadebe ocupar el farmacérrtjcoresponsable,las funcionesde éste como tal farmacéutico responsabler¡uedan así configuradas: antes de la reforma de 1967 t del Decieto
de 2 de enero de 1969 la indicación más precisa mencionabala vigilancia efectiva cle los actos farmacéuticos. El texto de 2 cle ener.o
de 1969 (artículo R 5113-2) mantiene la idea funclamental clc esta
misión, pero la perfila y desarrolla añacliéndole un cierto númcro
cle atribuciones v, consecuentemente,de responsabiliclades
(siernpre el concepto de atribución precediendo al de responsabilidad).
Así, dicho texto legal hace mención de q.ue el farm¿rcéuticoresponsable debe organizar y supen'isirrla fabricación. el control, el
acondicionamiento,el almacenaje y la salida, a títrrlo oneroso o
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Pero clespuésde haber señaladocuanto antecede,clestaqucmos
que la figura del farmacéutico responsable,en Francia, no es paralela con la de ntrestro director técnico-falmacéutico. El f¿rrmacéutico responsablees algo más, bastante más. Dice así el artículo
L. 596: oTodo establecimientode preparación, venta o clistribrrción al mayor cle medicamentos, productos y objetos a (rlrc se refieren los artículos L. 511 y L. 5I2 debe ser propiedad cle ttn farmacéutico o de una Sociedaden cuva gestión o en cuya dirección
general participe un farmacéutico. Estc farmocéutico es personalmente responsable de la aplicación de las normas emanadas del
rnterés de la salud pública, sin perjuicio, en su caso, de la rerponsabilidad solidaria de la Sociedadr. Vemos que ahí, por Ia natttraleza de los cargos que debe ostentar el farmacéutico responsable (*), le es posible una misión de control, de supervigilancia,mucho más amplia, directa y efectiva, y con mucha mavor autoríclacl
que la que en el estado actual de nuestra legislación puede clesa-
lo) El artículo R. 5ll3 concreta cuáles son los cargos de gestión o dirección generai que debe ostentar el farmacéutico resoonsable.
ZJ
rrollar en España el director técnico-farmacéutico. Vemos también
clue las infracciones cometidas en cualquier materia que afecte a
Iá salud pública, aunque no exista autoría por su parte, son siempre imputables al farmacéutico responsable. No cabría excusarse
én que el acto culposo hubiese sido cometido por otra persona
afecta a la Empresa. Pero fijémonos que en esto hay disposiciones
que dan atribuciones precisas, claras y concretas al farmacéutico
risponsable para evitar tales infracciones. Séanos permitido repetir una vez más que si no hay atribuciones, si no hay autoridad,
no hay -no puede haber ni puede exigirse- responsabilidad alguna.
DIRECCION TECNICA Y EMPRESA
Y no queremos que se interprete la palabra catribucion€sr corrro
conllevando, por el hecho de tenerlas, competencia o enfrentamiento con otros cargos. Por el contrario, al sifuar al farmacéutico responsable a nivel del equipo con total capacidad decisoria, aparte
de obligar a contactos y facilitar diálogos muy necesarios y que
no siempre se tienen, proporciona al seno de dicho equipo una calificada opinión profesional para informar, asesorary aconsejar sobre muchas decisiones. Obliga al comentario, al conocimiento cle
la problemática mutua que en tantas ocasiones se olvida que es
interdependiente y no puede resolversesatisfactoriamente con criterios unilaterales. Por una parte, es imprescindible que la dirección técnica conozca el interés económico general de la empresa
y las líneas maestras de su actuación financiera; si no es así sus
proyectos pueden carecer del realismo necesario y su actuación
puede ser divergente en relación al movimiento global. Por otra
parte, el equipo de dirección general debe conocer, valorar y ponderar la problemática que concierne a la dirección técnica, y tro
sólo las cuestionesespecíficasde dirección técnica, sino también las
del especializado grupo humano que colabora con la misma; de
modo tal que el conocimiento de las dificultades, la evaluación de
las proposiciones y el estudio de soluciones excluya cualguier carácter de unilateralidad. Todo el equipo debe ser el crisol en que
Ios esfuerzoscomunes se fundan armónicamente para que en estos
momentos, en que es muy cierto que cada vez hay clue invertir
más para obtener menos, pueda garantizarseen Ia medida de Io
factible el mayor éxito posible en relación con los gastos proclucidos.
Hoy día no existe ningún aspecto en la marcha de un laboratoria que no tenga que teñer presente el trasfondo profesional. No
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hay duda de que la función social de la industria farmacéutica:
restablecer la salud y prevenir la enfermedad, las medidas normativas y cautelares de la Administración, la vara de medir más y
más corta que se aplica al medicamento, inciden cacla día más y
más en Ia marcha clel laboratorio fa¡macéutico. Ell restttren: no
puede concebirse un equipo de dirección general de una empresa
en la que sus manufacturados son meclicamentos,sin que en este
equipo figure la presencia del profesional del medicamento ("). Ett
ef eslado actual de la Sanidad es muy difícil, por no decir imposible, que sin un conocimiento profundo de lo que es, de lo que
representa y de lo que comporta el medicamento, se pueda llevar
a buen puerto una industria del medicamento.
(.)
Creemos, y creemos firmemente, que el farmacéutico, ademiis cle
otras especializaciones que puede adquirir, es el profesional y el científico
del medicamento, y por ello no estamos de acuerdo con las manifestaciones
de nuestro colega doctor Juan Esteva de Sagrera en su conferencia pronunciada el 24 de marzo de 1977 en el Colegio Oficial de Farmacéuticos de
Murcia y publicada en el uButlletí Informatiu de Circular Farmacéutica,
(n." 90, mayo 1977), en la que afirma que existe un peligroso vacío sanitario al no haber un auténtico científico del medici¡mento. Al no reconocerle esta calidad, no aboga otra salida al farmacér¡tico que aspirar a iograr
convertir.se en médico, umédico especializaclo en In problemática del medicamentou (op. cit., pág. 28).
Si el farmacéutico no es el científico del medicamento, si el farmacéutico no es el írnico profesional capacitndo pnra preparar rnedicamentos, correctos. eficaces y seguros, iqué otra cosa es?
Transcribiremos Lrnas frases tomadas de la misma publicación que ha
dado cabida en sus páginas a dicha conferencia, y que traducen la opinión
de la Junta de Gobierno entonces rector¿l de nuestro Muy Ilustre Colegio
Oficial de Farmacéuticos: u ... para qué sirve el farmacéutico. Para cuidar,
para vigilar, para dispensar científicamente y con garantías 1' responsabilidad los medicamento s, de los que es único especialista, (Boletín Informativo de Circular Farmacéutica, 5 agosto 1970, pág. 15). "El farmacéuüco
siwe, como único especialista del medicamen.to para garantizar al paciente
sobre las condiciones en que le es dispensado, para prevenirle sobre su uso,
para ayudarle con su consejo de experto, llna vez que el médico h¿r prescrito, el farmacéutico sirve para investigar v para descubrir esos f¿irmacos
que han liberado a la humanidad de terribles plagasu (op. cit., prig. 16).
E isu¿rlmente estamos de acue¡do con tutas recientes frases de nuestro
ilustre compañero doctor Guillermo \/erdejo Vivas, que extraemos de un
reciente trabaio en uEl Monitor de la Farmacia y de la Terapéuticar. nítmero 2080, julio-agosto 1977: nel farmacóutico... experto clel medicamento por vocacirin y profesitinn (pág. 252), npara Hygea 2000 Ia farmacia, el
titular de la misma, es el punto focal en cttanto ¿rlmedicamento, (prig. !53),
(... su esriecializacióndcntro de trno dc los subsistemas,no va cn deterioro
del conocimiento básico, dei medicarneuto, en el cual ha de cimentar sus
sanienci¿rsu,(... un universitario en el cual el denominador común es el
sóiido conocimiento del medicamento" (pág. 256).
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Ante una Sociedad clue sabe que el derecho a la salud es un
bien ínalienable, cuyo deseo es inherente a la propia condición
humana, pero que cree que es un bien al clue puede y debe aspirar
sin <1uelecíprocamentesepa reconocerjusta compensacióna quienes contribuyen al goce de este derecho; cle rnoclo tal que vamos
camino de que la industria de especialidadesfarrn¿rcéuticassea una
industri¿r sin legítimo rendimiento. Ante lo tan controvertida que
est¿lla imagen de la Industria farmacéntica,incluso por parte de
otros profesionalesfarmacéuticos.¿quién meior rlue el director técnico-farmacéuticopara optimizal esta imagen externa? ¿Quién mejor que el director técnico puede fnndamentar la justificación de
los precios lícitos que con razót reclama v necesita nuestla Industlia, en las exigencias tecnológicasque comporta la elaboración
de medicamentos correctos, eficaces y seguros y, por ello, en el
alto y tan costoso nivel de tecnología alcanzado?
Pero parece qlre todo esto nuestra Industria no lo entiende de
esta forma, o por lo menos c¡u'enes representan a nuestra Industria. Así, en el primitivo proyecto del Centro Nacional cle Farmaque era nCocobiología,para constituir la comisión -y erntiéndase
rnisión Técnicao- clue había de dictaminal sobre las denominadas nDeclaracionesde Intención de Registron, figuraban udos Directores Técnicos de la Industria Farmacéutic¿ro.La industria de
por meclio cle oFarmaindustrian,hizo
especialidadesf¿rrm¿rcéuticas,
rectificar apresuradamenteen el sentido de clue no fuesen dos directores técnicos sino uclosreplesenttrntesde Ia Industria Farmacéutica, c¡uienesformasen parte de cliclia Comisión. Se negoció
despuéspara que figurase un clirector técnico y un (representanteD
de I¿rInclustria Farmacéutica.
¿Qué significado tiene lo que antecede? Nuestra Industria o
no valora debidamente el papel que el director técnico-farmacéutico debe desempeñar en toda la problemática del meclicamento,
o_quizirs interpreta que ha pasado ya a ser aquel <importante apénclice de la Administracióno v esto lo enfrenta a sus lesítimos intereses.Y si fuer¿rasí se dar'íaIa paradoja cle qrre el dirictor técnic.o
t's incom¡lrendiclopol ambos lados, pues tt'rremosque en un informe (") de I¿ralttes mencionada nFarmainclustri¿tn
(oo) titulado
nlnforme clescriptivo de la labor desarrollaclircn l¿rssesionescle la
Comisión Técnica N{ixta de la Industria Farmacéutica y del Cen-
(-)
el)efo
Estr: informe
Oe
lYl
no estli fechaclo, rrer.r¡ sitrramos srr elaboración en
Entendemos que en esto está la médula de la cuestitin, en lir
(profesionalidad de estos técnicosD,minusvalorada por unos (r1ue
se apresuran a eliminal su pr€sencia de una Comisión Técnictr) e
incomprendida (nno acaban de concebirr) por otros.
Debemos decir a los podeles públicos, si efectivamente no conciben la profesionalidadde estos técnicos, que ignoramos,no sabemos, si en el sector farmacéutico existe o no existe corrupción,
si ha existido o no ha existido. Pero no nos resistimos a transcribir
el comienzo de un artículo (.) del profesor Manuel Jiménez de
Parga, Rector, entonces, de la Ur-riversidadCentral de Barcelona
y Ministro de Trabajo cuando escribimosestas líneas; nEl presidente de un Sindicato Nacional, con una biografía repleta cle c¿rrgos oficiales, ha hecho en las páginas de La ooz de Calicia la siguiente confesión asombrosa: "Creo que aquí hay mhs corrupción
clela necesaria.Aunclue es consustancialcon la fragilidad cle Ia laturaleza humana, no puede pasar de niveles moderados...".Resulta sorprendente que personas con largo historial en el antiguo r'égimen efectúen en público estas manifestaciones, aunque tal vez
sería peor que no dijesen nada al respecto. La corrupción salt¿r
tanto a la vista que sólo los que interesadamente cierran los ojos
no la ven.r Hasta aquí los párrafos del profesor Jiménez de Parga.
Consustancialo no con la naturalezahumana, lo que sí sabemos,
lo que sí podemos asegurar es que esta profesionalidadctue (no
acaban de concebirr es lo menos parecido a la corruptela, que el
criterio del profesional del medicamento es el criterio cliáfano del
que sabe que se debe al medicamento y qrre el medicamento es
r'ínculo de salud de nuestro entorno social, y esto es lo que, por
encima de todo, debe tener y así lo tiene muy presente.Y a las
Empresas decimos que si el director técnico hubiese pasado a ser
aquel aapéndiceimportanter¡ esto no le haría olviclar r¡ue es también ético y justo y necesalioqrre el meclicamentoproporciorle estímulo a quienes -cualguiera que sea su categoría o su calgotienen sus intereses o su labor en la órbita del medicamento. Que
su profesionalidad no le hipoteca para saber y conocer c¡ue vive
/.
("*)
Nos rcfelirnos vari¿rsveces ¿r uFarmaindusf¡i¿r pol haber sido el
Servicio Técnico Sindical (Sindicato Vertical) cle la Industria de espccialidades farrn¿rcéuticasy portavoz dc I¿r mism¿.
¿o
tro Nacional de Farmacobiologíause dice en el punto 7.3 (páginas 11 v 12): nNo existe una voluntad auténtica del Centro Nacional de Fármacobiología de apoyarse en los conocimientos de los
técnicos de la Industria para estructurar un método de perfeccionamiento de la normativa. No acaban de concebir que la profesionalidad de estos técnicos se imponga sobre la conveniencia de los
interesesa que están vinculadosu.
( . ) u E l v o t o a la corrupción¡,
de 1977.
La Vanguardia Española, 11 cle marzo
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de su ocupación y que esta ocupación se desarrolla en el seno de
una Empresa que tiene sus necesidades,sus razones y sus derechos, los cuales está obligado a defender hasta el límite de sus
posibilidades. Que su presencia en cualquier Comisión, como ésa
de la que ha sido rechazado, en cualquier grupo de trabajo, es garantía de que allí donde se encuentre colaborará con toda su capacidad y con todo su leal saber y entender en resolver problemas
con equidad y en encontrar soluciones justas y ecuánimes.
DIRECCION TECNICA Y FACULTAD
Queremos, aun saliéndonosde la idea central de este Discurso,
referirnos finalmente a un interesante ministerio que entendemos
puede desempeñar la Dirección Técnica.
Es sabido_que en diversos países se viene insistiendo er que
la Industria de especialidades farmacéuticas debe ocuparse de la
ampliación de conocimientos de los postgraduados en Medicina,
en lo que se refiere a los progresosen terapéutica. Sería ciertamente de interés que las nuevas incorporaciones al arsenal medicamentoso fuesen objeto de detallada explicaci 6n, veraz y objetiva,
y subsiguiente controversia con rigor científfco y con imparcialidad, por contacto vivo y por comentario mutuo entre quienes han
contribuido a su descubrimiento y el cuerpo médico que ha de
prescribirlas. Téngase en cuenta no sólo el posible valoi terapéutico de un nuevo medicamento, sino también el hecho de que un
hallazgo en este campo puede comportar, a la vez, el conocimiento
de nuevos fundamentos fisiológicos o ffsiopatológicos.Pero vemos
difjcil -que esto pueda organizárse de un modo sistemático y para
todo el ámbito nacional.
trabajo. Esto: cuanto el equipo técnico de un laboratorio sea capaz de transmitir de sus conocimientos y de su práctica a los hoy
alumnos y mañana profesionales, puede ser la mejor manera de
plasmar el agradecimiento al Alma Mater que a toclos nosotros
ha proporcionado la formación, y un medio ideal para mantener
el vínculo con la Facultad.
Repetidamente se demanda que debe existir estrecha colaboración entre Universidad e Industria. La Universidad Ia ofrece en
la medida de sus posibilidades,en cuanto se la hemos pedido; pero
entendemos que no debe ser írnicamente a base de solicitar por
nuestra parte más o menos servicios a la Universidad -hasta ahora más bien menos que más-, sino que la Industria puede, y entendemos debe, aparte de un mutuo quehacer con fines científicos
y en planes de investigación, colaborar -aunque modestamenteen el objetivo prioritario de la Universidad: impartir. las convenientes enseñanzaspara la colación de un grado, en nuestro caso
la Licenciatura en Farmacia.
A lo largo de este Discurso hemos pedido un mejor tr.atarniento
legal y un mayor protagonismo para la figura del director técnico, y debemos aclarar ahora, antes de terminar, que no posfulamos
un protagonismo hierático, rígido, mayestático, que no pretenda
servir sino valerse. Pedimos, con voluntad de servicio, con conocimiento de nuestro deber, con conciencia de nuestras posibilidades,
las responsabilidadesque nos corresponden y, en consecuencia,las
facultades para cumplir con ellas.
Muchas gracias.
Sj, en cambio, creemos muy factible que nuestra Industria
_puedaser, en el aspecto a que vamos a referirnos, un eficaz colaborador de nuestras Facullades de Farmacia. Es evidente que
por exceso de alumnado la ímproba y meritoria labor de nuestras
cátedras no alcanza la necesariaformación práctica cle los futuros
técnicos. Entendemos que la Industria debe^abrir sus puertas para
que los alumnos complementen en ella su formación. i tros .eTerimos específicamentea los de Tecnolosía Farmacéuticá. asignatura
de reciente creación y par? la que no-ha sido consignada ñinguna
clase de dotación ni partida présupuestaria. corresiondería uÍ ¿irector técnico un papel fundamental, organizando y responsabilizándose del pase de los alumnos por los distintos depaitamentos
o secciones y tomando a su cargo las pertinentes explicaciones,
aparte de las que reciban en cada uno de los diversos ámbitos de
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