cuando interfieren con el funcionamiento normal de la sociedad <<orgánica>>, que viene a constituirse como una enfermedad o patología. Correspondiéndole al estado la redistribución de los recursos conforme a las necesidades de la población, de la desproporción de las necesidades y las posibilidades de respuesta o atención a estas, nace la alienación, lo que conlleva a la producción de conductas que no son bien recibidas por la generalidad como el alcoholismo, prostitución, vagancia y delito, las cuales deben ser reguladas o mermadas por el estado para evitar que estos individuos alienados se conviertan en delincuentes. Por esta razón esta teoría entiende que el delito es una enfermedad social, de la cual es responsable el estado. Los obstáculos para el proceso social se situaban tanto en los desajustes de tipo individual como en el mal funcionamiento institucional95. Teoría de la desorganización social. Situadas dentro del interaccionismo simbólico, las conductas delincuenciales, drogadicción, alcoholismo y enfermedad mental, son problemas que en comunidades pequeñas pueden ser manejadas como patologías sociales. En grandes centros urbanos influenciados por la migración, la industrialización y la urbanización se crean condiciones indeseables de vida, creándose el caldo de cultivo para el surgimiento de la orientación de la desorganización social96 (RUBINGTON Y WEINBERG – 1981). 95 96 SORIA VERDE, Miguel Ángel Et Al. Ob. Cit. p. 53 Ibid. p. 52 68