Alimentación de Cerdas Gestantes

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ALIMENTACION DE LA CERDA GESTANTE
Dr. CARLOS CAMPABADAL
CONSULTOR
ASOCIACION AMERICANA DE SOYA
LATINO AMERICA
La cerda moderna se le puede considerar como una máquina productora de lechones por
lo que los rendimientos productivos de esa cerda en el período de gestación son de vital
importancia en el desarrollo eficiente y rentable de una porqueriza. Las estrategias de
manejo y alimentación están influenciadas por factores como son el genotipo, el número
de parto, el ambiente, el estado sanitario y la duración de la lactación; sin embargo,
Aherne (1999) establece que aunque existe un acuerdo general en que los programas de
manejo y alimentación deben producir una cerda con una ganancia moderada de peso y
una mínima pérdida de condición corporal durante la lactación, estos programas son
propios de cada granja y muchas veces específicos para cada cerda, dependiendo de la
condición corporal con que terminó el periodo de lactación.
Cuando planeamos desarrollar un sistema de manejo y alimentación de la cerda gestante,
tenemos que tener presente, que la cerda moderna es más joven y magra al momento de
la monta, presenta un bajo apetito, es más fértil y produce más leche que las cerdas hace
5 o 10 años. El problema que existe es que la alimentación y el manejo de la cerda
gestante es una práctica problemática en la mayoría de las granjas porcinas en Latino
América. El porcicultor pone poco interés a esta etapa y suministra a las cerdas una dieta
de baja calidad. La razón del poco interés por la cerda en este período, es debido a que el
porcicultor ignora la importancia de esta etapa. Por otro lado, existe mucha información
con datos confusos sobre el uso de alimentos y sobre el requerimiento de nutrimentos y
de sistemas de alimentación y donde se evalúa un solo el primer período gestante y no el
efecto para futuras gestaciones.
La alimentación de la cerda gestante sea joven o adulta debe de estar perfectamente
balanceada para proporcionar todos los requerimientos de nutrimentos necesarios y
optimizar los rendimientos productivos. El efecto negativo de una alimentación deficiente
repercute en los rendimientos reproductivos dos o tres partos posteriores, dada la
capacidad que tiene la madre de sacrificar sus propias reservas corporales sin afectar el
desarrollo prenatal de los lechones. Así, las granjas porcinas que utilizan sistemas
deficientes de alimentación durante la época gestante, presentan tasas de reemplazo
mayores al 50%. Además, el número promedio de partos de esas cerdas fluctúa entre los
2.5 y los 3.0 partos.
El alto costo que significa el desarrollo, manejo y alimentación de un reemplazo,
especialmente con los nuevos sistemas de separación por sexos y que comprenden el uso
de dietas más sofisticadas, representa una pérdida económica. Hollis (1993) establece que
1
el costo total de alimentación de una porqueriza, entre un 25 y 33% se gasta en el
mantenimiento del hato reproductor. Colateralmente, Pond y Maner (1984), establecen
que la mayor productividad de una cerda se logra entre el tercer y quinto parto.
La alimentación excesiva durante este período, también produce un efecto negativo en los
rendimientos reproductivos de la cerda. Las cerdas que son sobrealimentadas después de
la monta y durante la gestación presentan una mayor mortalidad embrionaria y producen
camadas menores que las cerdas alimentadas correctamente. Además, las cerdas
sobrealimentadas en la gestación y que llegan gordas al parto, sufren de una depresión en
el consumo de alimento durante la lactación, resultando en una mayor pérdida de peso y
grasa dorsal.
El porcicultor que quiere obtener el máximo rendimiento productivo, deberá manejar y
alimentar a una cerda adecuadamente, para reducir la mortalidad embrionaria, mejorar la
eficiencia reproductiva, aumentar su longevidad y garantizar que no haya ningún efecto
negativo en el desarrollo del lechón. Una forma eficiente de alimentar a las cerdas y
garantizar que no haya ningún efecto negativo en el desarrollo del lechón, es controlar su
ganancia de peso y el grosor de la grasa dorsal. Hollis (1993), establece una ganancia de
entre 34 y 38 kilos de peso durante la gestación. Los componentes de esta ganancia de
peso se detallan en el Cuadro 1.
Cuadro 1. Componentes de la ganancia de peso durante la gestación.
Componente
Kg
Lechones 1.0 a 1.3 kg/lechón
Membranas
Fluidos
Útero
Ubre y sangre
13.80
2.50
2.00
3.20
3.40
24.90
Ganancia de peso cerda, kg
(Primero al cuarto parto)
Ganancia total en gestación
10 -14
34 - 38
Whittemore (1988) concluye que la alimentación de la cerda gestante, especialmente su
consumo de energía debe ser calculada, en términos de un valor mínimo de grasa dorsal
al momento del parto y se recomienda como valor mínimo el de 18 mm. P2., lo que se
alcanza con consumos ligeramente superiores a 2.5 kg/día. En el Cuadro 2, se presenta el
nivel óptimo de grasa dorsal al final de la gestación, según el número de parto de la
cerda.
2
Cuadro 2. Nivel óptimo de grasa dorsal al final de la gestación
Número de parto
m.m. P2
Primer
Segundo
Tercer
Mayor de cuarto
22.0
20.00
18.00
15.00
Existen tres factores importantes en la alimentación de las cerdas gestantes. Estos
factores son: I)- Requerimiento de nutrimientos, 2)- Sistemas de alimentación y 3)Utilización de materias primas.
1- Requerimiento de nutrimentos.
En la alimentación de la cerda gestante, los nutrimentos se utilizan para satisfacer los
requerimientos de mantenimiento y de gestación. En el caso de las cerdas primerizas
estos nutrimentos también se utilizan para el crecimiento. Durante la gestación el período
más crítico en el requerimiento de nutrimentos es el último tercio de la gestación, donde
los lechones alcanzan su máximo desarrollo prenatal. Aherne (1999) establece que los
requerimientos de nutrimentos especialmente los de energía y proteína dependen del
tamaño de la cerda, cuanto peso ganará durante la gestación y lo que necesita para el
desarrollo de la nueva camada.
Existen una gran variedad de requerimientos de nutrimentos que han sido desarrollados
por universidades y centros de investigación de países desarrollados. Los más usados son
los del N.R.C. (1998) y los del A.R.C. (1981). Sin embargo, es importante considerar que
los animales no consumen porcentajes en una ración sino gramos y calorías diarias. En el
cuadro 3 se presentan los requerimientos de nutrimentos recomendados por
investigadores de las Universidades de Purdue, Ohio State y Michigan State para cerdas
tradicionales y de alta prolificidad (Tri-State, 1998).
Cuadro 3 Requerimiento de nutrimentos para cerdas gestantes
3
Primerizas
Tradicionales
Adultas
Prolíferas
Tradicionales
Prolíferas
Energía Metabolizable
Mcal/kg
3.08
3.08
3.08
3.08
14.00
15.00
12.00
13.00
Lisina %
0.65
0.75
0.55
0.60
Triptofano %
0.10
0.11
0.08
0.09
Treonina %
0.42
0.48
0.31
0.36
Metionina + cistina
0.39
0.45
0.32
0.35
Calcio %
0.90
0.90
0.90
1.00
Fósforo aprovechable %
0.42
0.42
0.42
0.45
Sal %
0.50
0.50
0.50
0.50
Proteína %
Tri-State (1998)
En el período de gestación para obtener un máximo rendimiento reproductivo, todos los
nutrimentos son importantes; sin embargo, en el balance de una dieta, se le da más
importancia a los nutrimentos esenciales que son limitantes en el alimento. Los
nutrimentos más críticos son, la energía, la proteína y los aminoácidos, los minerales
(calcio y fósforo) y las vitaminas. Algunas explotaciones han dado por incluir también
algunos aditivos.
Energía.
El requerimiento energético para cerdas gestantes se puede expresar en términos de
energía digestible (E.D) o de energía metabolizable (E.M). El requerimiento energético
de las cerdas durante la preñez está afectado por su genotipo, el peso de la cerda, por su
ganancia durante este período y por el manejo y las condiciones ambientales (N.R.C
1988). Aherne and Kirkwood (1985), sugieren que una cerda gestante en los primeros 3 o
4 partos deben consumir y ser manejada para que obtenga un ganancia de peso durante la
preñez de 25 kg. El aumento en peso de la placenta y otros productos de la concepción es
de aproximadamente 20 kg, para hacer una ganancia total de 45 kg (Verstegen et al.,
1987).
Durante la preñez el requerimiento de mantenimiento representa un 80% del total
energético que necesita las cerda, un 15% se necesita para la ganancia de peso materno y
un 5% para el desarrollo de la nueva camada (Aherne, 1999). En término de valores
cuantitativos, el requerimiento de energía digestible para mantenimiento fluctúa entre 4.5
y 5.5 Mcal/día; equivalente a 110 kcal/kg de peso metabólico. El requerimiento total para
4
ganancia de peso en gestación es de 1.2 Mcal/día, siendo 1.10 Mcal para la ganancia de
la madre y sólo 0.19 Mcal/día, para el desarrollo fetal, por lo que el porcicultor deberá
proporcionar entre 5.8 y 6.8 Mcal totales de energía a fin de satisfacer todo el
requerimiento energético de la gestación.
Cuando se quiere calcular el requerimiento energético para mantenimiento se puede
utilizar la ecuación presentada por Aherne (1999) descrita como:
“13 + 0.2(peso de la cerda a la mitad de la gestación (kg) x 0.11 Mcal de E.D/kg”
Por lo tanto si tenemos que una cerda peso al inicio de la gestación 150 kg y queremos
que ella gane en toda la gestación 30 kg, el peso que tendrá a la mitad de la gestación
deberá ser 165 kg (150 + 30/2), por lo tanto el requerimiento de mantenimiento será de:
“ 13 + 0.2(165) x 0.11 Mcal/kg = 5.06 Mcal de E.D/ día”
Si queremos conocer que cantidad de alimento se deberá suministrar a esa cerda para
satisfacer ese requerimiento energético, necesitaremos conocer el contenido energético de
la dieta. Por ejemplo si la dieta contiene 3 Mcal/kg de energía digestible, la cantidad de
alimento para satisfacer ese requerimiento de mantenimiento es de 1.69 kg/día (5.06/3).
Como se explicó anteriormente el requerimiento de energía para la ganancia de peso
maternal es un 15% y la de un 5% para el desarrollo de la nueva camada, por lo que el
consumo total de alimento será de (5.06 x 20/100/3 + 1.69 kg) 2 kg por día.
Una forma más simple y práctica para estimar el consumo alimento para mantenimiento
de una cerda gestante, es calcular el 1% del peso de la cerda a la mitad de la gestación.
En el caso anterior de 165 kg, el consumo será de 1.65 kg valor muy similar al calculado
de 1.69 kg/día
Como se explicó anteriormente, el nivel de grasa dorsal al final de la gestación es un
criterio muy importante para determinar la ganancia de peso óptima maternal durante la
gestación. Dependiendo del número de parto y el nivel de grasa dorsal al momento de la
monta, la ganancia de peso óptima maternal puede variar de 10 a 40 kg. Aherne (1999)
establece que por cada 5 kg de ganancia de peso maternal se produce al día 100 de
gestación 0.75 m.m de grasa dorsal a P2, por lo tanto si queremos una ganancia de peso
maternal de 30 kg esto aumentará la grasa dorsal en 4.5 m.m P2.
Todos estos cálculos nos permiten poder determinar cuanta grasa dorsal la cerda debe
ganar para estar en óptimas condiciones al momento del parto y que nivel energético y
que cantidad de alimento se deberá suministrarle a la cerda durante la gestación.
Se ha establecido un nivel de 18 m.m P2, como óptima al momento del parto, por lo que
conociendo el valor de grasa dorsal al inicio de la gestación, se puede calcular cuanta
grasa dorsal y cuantos kilogramos de ganancia de peso maternal se requieren para que el
nivel final sea de 18 m.m P2.
5
Por ejemplo si la grasa dorsal inicial es de 15 m.m P2, y queremos tener una final de 18
m.m P2, la cerda deberá ganar en la gestación 3 m.m P2, equivalentes a 20 kg (3x
5/0.75) de ganancia de peso maternal. Por otro lado cada kilogramo de ganancia de peso
maternal requiere 5 Mcal de energía digestible, por lo que la cerda para obtener esa
ganancia de peso maternal deberá consumir 100 Mcal de energía digestible de la monta al
día 100 o el equivalente de 1 Mcal//día. Ese valor se suma al de mantenimiento y al de
desarrollo de la camada.
La mayoría de los experimentos han demostrado que el peso de los lechones al nacer
aumenta progresivamente al incrementar el consumo de energía durante la gestación.
Pero con un consumo mayor de 6 Mcal/día, el aumento ya no es significativo. El aumento
en el consumo de alimento en el último tercio de la gestación puede incrementar el peso
de los lechones en 50 gramos (Crowmwell et al., 1982). Por esta razón muchos
investigadores recomiendan el consumo por etapas durante la gestación, suministrando
5.7 Mcal/día desde la monta hasta el día 75 de gestación y 8.9 Mcal/día hasta el final de
la gestación.
En las cerdas jóvenes, el máximo desarrollo de la glándula mamaria ocurre entre los días
70 y 105 de gestación. Durante este tiempo se triplica el desarrollo mamario, medido
como contenido total de ADN mamario. Trabajos realizados por Weldon et al (1991)
demostraron que incrementar los niveles energía de 5.75 a 10.5 Mcal de energía
metabolizable/día durante este período reducen el contenido total de ADN parenquimal
mamario y el número de células de la glándula mamaria (Cuadro 4) y como
consecuencia la cantidad de leche producida durante la lactación. Thacker (1999)
recomienda evitar incrementar el consumo de alimento entre el día 75 a 105 de la
gestación de cerdas jóvenes.
Cuadro 4
Efecto del consumo de energía entre los días 75 a 105 de
gestación en el desarrollo de la glándula mamaria
Parámetro
Energía adecuada
Alta Energía
5.76 Mcal/día
10.5 Mcal/día
Total AND (mg)
3.22
2.48
Total ARN (mg)
4.07
3.09
Total de proteína (g)
0.16
0.10
Peso tejido parenquimal (g)
1.12
0.88
Existe controversia en cuanto al nivel de energía que debe estar presente en el alimento
de gestación. Los valores fluctúan entre 3.0 y 3.4 Mcal/kg. Lo importante es garantizar el
consumo diario de energía según el peso de la madre, y relacionar el contenido de energía
del alimento con el consumo en esta etapa. Así, si el requerimiento promedio es de 6.5
Mcal/día y la cerda consume 2 kg de alimento, este deberá tener 3.25 Mcal de energía
digestible por cada kg de alimento. El N.R.C (1998) recomienda un nivel de energía
digestible y metabolizable en la dieta de 3.400 y 3.265 kcal/kg, respectivamente. Los
6
requerimientos diarios de energía para diferente peso corporales, ganancias de peso
materno y producción futura de lechones están presentes en el cuadro 5
Cuadro 5
Requerimientos de energía diaria kcal/día
Peso de la cerda a la monta, kg
125 150 175
Ganancia de peso cerda, kg
55
45
40
No. cerdos anticipados
11
12
12
200
35
12
Energía digestible
6.660 6.265 6.405
6.535 6.115 6.275
Energía metabolizable
6.395 6.015 6.150
6.275 5.870 6.025
200
30
12
200
35
14
En relación para los requerimientos de energía para las diferentes líneas genéticas, la
línea genetiporc recomienda para cerdas gestantes y valor mínimo de 2.900 kcal/kg y uno
máximo de 3.050 kcal/kg para la energía digestible y para la metabolizable los valores
mínimos y máximos son de 2.800 y 2.930 kcal/kg, respectivamente. La Línea genética
PIC recomienda un valor de 3.223 kcal/kg; sin embargo, ellos presentan requerimientos
diarios según el peso corporal, el número de parto, la ganancia de peso maternal y el
consumo de alimento (Cuadro 6) (PIC, 1999)
Cuadro 6 Requerimiento diario de energía metabolizable para la cerda PIC
Peso
# Parto
Ganancia neta
Monta, kg
kg
Consumo
Energía
alimento kg
kcal/día
127
1
34
2.15
6885
150
2
34
2.30
7325
175
3
25
2.30
7275
190
4
20
2.25
7205
200
5
16
2.20
7070
210
6
14
2.20
6930
220
7
12
2.20
7035
Proteína y aminoácidos.
Existe mucha variación en el requerimiento de proteína y aminoácidos para la cerda
gestante. El A.R.C. (1981) presenta valores de 312 g y 470 g de proteína diarios al inicio
y al final de la gestación. Esta misma institución recomienda consumos diarios de lisina
de entre 7.46 y 10g, y 1.3 g de triptofano y 7.2 g de treonina. Lo importante es satisfacer
ese requerimiento de proteína y de aminoácidos con fuentes de alta calidad y
disponibilidad de aminoácidos. En los Cuadros 7 y 8 se presentan los requerimientos de
7
aminoácidos recomendados por el N.R.C (1998) para cerdas gestantes en porcentaje de la
dieta y cantidad de nutrimentos diarios, respectivamente.
Cuadro 7
Requerimientos de aminoácidos según el N.R.C. (1998)
Peso de la cerda a la monta, kg
125 150 175
200 200 200
Ganancia de peso cerda, kg
55
45
40
35
30
35
No. cerdos anticipados
11
12
12
12
12
14
Proteína %
12.90 12.80 12.40
12.00 12.10 12.40
Aminoácido
Aminoácidos Total %
Lisina
0.58 0.57 0.54
0.52 0.52 0.54
Metionina
0.15 0.15 0.14
0.13 0.13 0.14
Treonina
0.44 0.45 0.44
0.43 0.44 0.45
Metionina+cistina
0.37 0.38 0.37
0.36 0.36 0.37
Triptofano
0.11 0.11 0.10
0.10 0.10 0.11
---------------------------------------------------------------------------------------------------------Aminoácido
Digestible ileal verdaderos
Lisina
0.50 0.49 0.46
0.44 0.44 0.46
Metionina
0.14 0.13 0.13
0.12 0.12 0.13
Treonina
0.37 0.38 0.37
0.36 0.37 0.38
Metionina+cistina
0.33 0.33 0.32
0.31 0.32 0.33
Triptofano
0.10 0.10 0.09
0.09 0.09 0.09
Aminoácido
Digestible ileal aparente %
Lisina
0.45 0.45 0.42
0.40 0.40 0.42
Metionina
0.13 0.13 0.12
0.11 0.12 0.12
Treonina
0.32 0.33 0.32
0.31 0.32 0.33
Metionina+cistina
0.30 0.31 0.30
0.29 0.30 0.31
Triptofano
0.08 0.08 0.08
0.07 0.07 0.08
Cuadro 8
Requerimientos de aminoácidos en g/día
Peso de la cerda a la monta, kg
125 150 175
Ganancia de peso cerda, kg
55 45
40
No. cerdos anticipados
11 12
12
Proteína %
12.90 12.80 12.40
200 200 200
35
30
35
12
12
14
12.00 12.10 12.40
Aminoácido
Aminoácidos Total g/día
Lisina
11.4 10.6 10.3
9.9
9.4 10.0
Metionina
2.9
2.7
2.6
2.6
2.4
2.6
Treonina
8.6
8.6
8.3
8.2
7.8
8.2
Metionina+cistina
7.3
7.0
6.9
6.8
6.5
6.9
Triptofano
2.2
2.0
2.0
1.9
1.8
2.0
---------------------------------------------------------------------------------------------------------
8
Aminoácido
Lisina
Metionina
Treonina
Metionina+cistina
Triptofano
Aminoácido
Lisina
Metionina
Treonina
Metionina+cistina
Triptofano
Digestible ileal verdadero g/día
9.7 9.0
8.7
8.4
2.7 2.5
2.4
2.3
7.3 7.0
6.9
6.9
6.4 6.1
6.1
6.0
1.9 1.8
1.7
1.7
Digestible ileal aparente g/día
8.9 8.2
7.9
7.6
2.5 2.4
2.3
2.2
6.3 6.0
6.0
6.0
6.0 5.7
5.7
5.6
1.6 1.5
1.4
1.4
7.9
2.2
6.6
5.7
1.6
8.5
2.3
7.0
6.1
1.7
7.2
2.1
5.7
5.3
1.3
7.7
2.2
6.1
5.7
1.4
Un problema práctico es decidir cuantos gramos de proteína requiere una cerda gestante
con una determinada ganancia de peso maternal. Aherne (1999) establece que los
requerimientos de proteína de una cerda gestante están basados en un gramo por cada kg
de peso de la cerda y 2 gramos por kilogramo de ganancia de peso maternal y productos
de la concepción (camadas y placenta). Por lo tanto una cerda que pesa 150 kg, y debe
ganar 30 kg de peso y sus productos de la concepción pesan 20 kg el requerimiento diario
de proteína será:
150 kg x 1 + (30 +20) x 2 = 250 gramos por día
Bajo condiciones Centroamericanas, un consumo de 230 g de proteína y 9 g de lisina
para el último tercio de la gestación son adecuados para obtener un máximo rendimiento
reproductivo. Cuando se utiliza una alimentación de una sola etapa, un consumo de 260 g
de proteína y 10 g de lisina son suficientes para obtener buenos rendimientos. Estos
requerimientos de proteína y lisina se pueden satisfacer con una dieta que contenga 13%
de proteína y 0.50% de lisina, ajustando el consumo de alimento.
En el caso de la lisina, este mismo autor (Aherne, 1999), recomienda un requerimiento de
2, 1.75, 1.5 y 1.3 gramos de lisina por mega caloría de energía digestible para cerdas que
tienen ganancias de peso maternal de 25 a 30 kg, de 20 a 25 kg, de 15 a 20 kg y de 10 a
15 kg, respectivamente. La compañía Degussa (1998) recomienda las siguientes
relaciones lisina: energía metabolizable (Cuadro 9). Los requerimientos de aminoácidos
también pueden expresarse en términos de proteína ideal, ya sea el requerimiento de
aminoácidos totales o digestibles. En este sistema los requerimientos de los diferentes
aminoácidos están basados en el requerimiento de lisina, el cual se toma como un 100%
de los requerimientos. En el cuadro 10 se presentan los valores presentados para los
cerdos PIC (1999).
Cuadro 9 Relación lisina: energía metabolizable para cerdas lactantes
Aminoácido
g/MJ-E.M
g/Mcal E.M
9
Lisina total
Lisina Digestible (Ileal)
Cuadro 10
0.58
0.49
2.40
2.10
Patrón de requerimientos de aminoácidos para la proteína ideal
Aminoácido %
Primerizas
Total
Digestible
Lisina
Metionina
Metionina+cistina
Treonina
Triptofano
100
28
66
74
20
100
29
67
71
18
Adultas
Total
Digestibles
100
27
70
80
20
100
29
71
76
19
Cuando la alimentación de cerdas gestantes es restringida, no es recomendable la
utilización de aminoácidos sintéticos, pues al ser estos absorbidos en forma más rápida
que los aminoácidos de las proteínas, se afecta su utilización metabólica (Easter, 1993,
Tri-State, 1998 y Aherne, 1999).
Minerales.
El N.R.C. (1998) establece como necesario para obtener un máximo rendimiento
productivo la presencia de 13 elementos inorgánicos. Estos elementos se satisfacen por
medio de fuentes propias como son el carbonato de calcio, los fosfatos (mono y di
cálcico), el cloro y el sodio (sal), o en forma de una premezcla de minerales traza.
Aunque todos los minerales son importantes algunos de ellos deben ser añadidos a la
dieta, pues los ingredientes que la forman no los contiene en suficiente cantidad. El
N.R.C. (1998) recomienda un consumo diario de calcio de 13.9 g y 6.5 g de fósforo
aprovechable. Estos requerimientos se satisfacen con 0.75% de calcio y 0.35% de fósforo
aprovechable en la dieta de gestación. La calidad de las materias primas afecta
considerablemente la cantidad necesaria que se debe proporcionar diariamente de estos
dos minerales. Cuando se utiliza una sola etapa de alimentación se recomienda 16g de
calcio y 8g de fósforo aprovechable; mientras que con alimentación de dos etapas el
consumo debe ser de 14g de calcio y 7g de fósforo aprovechable en la primera etapa (0 a
75 días) y de 22g de calcio y 11g de fósforo aprovechable para el último tercio de la
gestación. Estas cantidades se satisfacen con una dieta de 0.80% de calcio y 0.40% de
fósforo aprovechable, y ajustando el consumo de alimento.
Problemas de pezuñas y patas de las cerdas están muy asociados a cantidades no
adecuadas de minerales, particularmente de calcio y fósforo, aunque existen otros
minerales y vitaminas que son esenciales para el desarrollo esquelético y la formación de
las pezuñas. Investigadores de las Universidades de Purdue, Ohio State y Michigan (TriState, 1998) concluyen que durante la última parte de la gestación la demanda
reproductiva por la transferencia de la madre al lechón es muy alta, por lo que la cerda
10
sino recibe una adecuada cantidad de calcio y fósforo, ocurre una desmineralización del
esqueleto, especialmente en las vértebras y las costillas, ocurriendo un debilitamiento.
Conforme el peso de la camada aumenta puede ocurrir un desplazamiento de las
vértebras y se punza la espina dorsal, causando el problema llamada “Síndrome de caída
de la cerda”.
El requerimiento de cloro y sodio no está bien definido; sin embargo, el N.R.C. (1988)
establece un valor mínimo de 0.35% de cloro y de 0.15% de sodio, lo que se satisface con
un nivel de 0.50% de sal en al dieta para el período gestante. Es muy importante que esta
materia prima este bien seca y sea lo más fina posible, para evitar una mala distribución
en el alimento.
Los minerales traza se adicionan en la dieta en forma de premezcla a niveles de entre 0.1
a 0.5%, dependiendo la recomendación de la casa fabricante. La cantidad que debe estar
presente en esto minerales se presenta en el Cuadro 11.
Cuadro 11. Nivel de minerales traza en la premezcla.
Mineral
Cobre
Hierro
Manganeso
Iodo
Selenio
Zinc
mg/kg
10.00
100.00
10.00
0.20
0.30
150.00
Vitaminas.
Las vitaminas liposolubles y del complejo B se adicionan al alimento de la cerda gestante
en forma de premezcla de vitaminas. Esta puede estar sola o en combinación de
minerales traza, cuando las vitaminas están protegidas. En el caso de la colina, como el
requerimiento es más alto (1.25 g/kg), esta se puede agregar como ingrediente separado,
en forma de cloruro de colina. Además algunas fuentes son higroscópicas y pueden
afectar la calidad de las vitaminas. El valor de estos nutrimentos está presente en el
Cuadro 12.
Un consumo no adecuado de biotina está asociado a un pobre desarrollo del casco y
problemas de patas durante la gestación. Sin embargo, como el desarrollo de los huesos y
cascos ocurre anteriormente, la suplementación debe empezar desde las primeras etapas
de vida de la cerda. (Tri-State, 1998).
11
Cuadro 12. Nivel de vitaminas en la premezcla.
Vitamina
UI/kg
Vitamina A
Vitamina D
Vitamina E
8000
400
30
mg/kg
Vitamina
Biotina
Acido fólico
Niacina
Ácido pantoténico
Riboflavina
Vitamina B12
3.00
0.50
0.50
15.00
20.00
6.00
25.00
Aditivos
Existe una práctica rutinaria en el uso de antibióticos en la dieta de cerdas gestantes. Los
antibióticos más utilizados son las tetraciclinas a niveles de 50 a 100 gr/ton. Numerosos
trabajos de investigación han demostrado que el uso de antibióticos en cerdas gestantes
aumenta el tamaño de la camada entre 0.5 y 1.4 lechones por cerda (Campabadal, 1990).
También existe información limitada del efecto del cromio en incrementar el número de
cerdos nacidos vivos y un aumento en la tasa de concepción de las cerdas (Tri-State,
1998). Sin embargo, trabajos de Lindemann et al (1995) encontraron que las cerdas
jóvenes que había consumido cromio durante su desarrollo y engorde y se les continuaba
suministrando 200 mg/kg produjeron 2.2 cerdos más por camada y esta fue 8 kg más
pesada a los 21 días de destete.
2) Sistemas de alimentación.
El sistema de alimentación consiste en las diferentes formas, tipos de alimentos y
cantidades de ellos que se suministran a la cerda durante el período gestante. Se cuenta
con diferentes métodos de alimentación para cerdas gestantes, todos ellos utilizan un
sistema de alimentación restringida y la cantidad de alimento depende de la composición
de la dieta y de la etapa de gestación en que se encuentre la cerda. Existen tres métodos
generales de alimentación que son:
A. Uso de alimento balanceado.
12
El alimento balanceado de las cerdas está compuesto de una combinación de granos, de
fuentes de proteína, de subproductos agroindustriales, vitaminas, minerales y aditivos. La
cantidad de alimento que se proporciona es restringida y fluctúa desde 1.5 a 3.5 kg/día,
según la etapa de gestación, siempre tratando de satisfacer el requerimiento diario de
nutrimentos. Existen tres formas de utilización:
1.- Uso de una sola etapa.
2.- Uso de dos etapas.
3.- Uso de tres etapas
El dividir en una, dos o tres etapas es principalmente para realizar una mejor distribución
del alimento con el fin de que se utilice más eficientemente, se evite una mayor
mortalidad embrionaria, se recupere el tejido corporal perdido y se obtenga un lechón de
un mayor peso al nacimiento. En cada una de estas divisiones existen numerosas
modificaciones que dependen del genotipo de la cerda, peso a la monta, condición
corporal, ganancia de peso materno y número de parto.
Una de las más recientes razones de dividir en diferentes etapas de alimentación es lo
relacionado a la mortalidad embrionaria al inicio de la gestación. Diversas
investigaciones han demostrado que aproximadamente un 30% de los embriones
potencialmente viables, mueren en los primeros 25 días de gestación (Thacker, 1999).
Niveles altos de alimentación después de la monta han sido asociados tradicionalmente a
un aumento en la mortalidad embrionaria. Como consecuencia, se recomienda restringir
el consumo de alimento a no más de 2.3 kg después de la monta. El mecanismo que
controla el desarrollo de los embriones y su subsiguiente sobre vivencia, es producto de
la secreción de unas proteínas uterinas específicas. Estas estimulan la producción de
hormonas esteroides, particularmente la progesterona. Un aumento en la progesterona al
inicio de la preñez mejora el ambiente uterino y en un mejor ambiente el embrión
sobrevive mejor. Dick et al (1980) demostraron que al incrementar el consumo de
alimento al inicio de la gestación este se asocia a una reducción de la concentración de
progesterona en el plasma y como consecuencia se de una reducción en la supervivencia
de los embriones (Cuadro 13).
Cuadro 13
Efecto del nivel de consumo de alimento al inicio de la gestación
sobre la concentración de progesterona en el plasma y la
sobre vivencia embrionaria
------------------------------------------------------------------------------------------------------Nivel de consumo
Sobre vivencia embrional Progesterona en el plasma
Kg/día
%
ng/ml
------------------------------------------------------------------------------------------------------1.50
82.80
16.70
2.25
78.60
13.80
3.00
71.90
11.80
-------------------------------------------------------------------------------------------------------Trabajos recientes descritos por Thacker (1999) sugieren que las primeras 72 horas
después de la monta son de una importancia crítica para determinar el efecto del consumo
13
de alimento en la pérdida embrionaria. El incrementar el consumo de alimento de 1.8 a
2.5 kg por día en las primeras 72 horas de gestación aumentó significativamente la
mortalidad embrionaria y esto fue asociado a un retrazo de 10 horas en subir el nivel de
progesterona en el plasma. Por lo tanto es importante restringir el consumo de alimento a
no más de 2 kilogramos por día, de la monta hasta 3 días después de ella. También, es
importante tener presente que el disminuir el consumo de alimento al inicio de la
gestación no resulta en camadas más grandes. Existe evidencia reciente que sugiere que
la práctica de reducir el consumo de alimento después de la monta con el fin de reducir la
mortalidad embrionaria, no necesariamente resulta en un aumento en la tamaño de la
camada (Thacker, 1999). Este autor basado en las investigaciones de den Hartog y van
Kempen (1980) concluye que el aumentar el consumo de alimento, produce un aumento
en la tasa de ovulación y este aumento por si solo está asociado a una mayor mortalidad
embrionaria. Por lo tanto, una alta tasa de ovulación, seguida de una mayor mortalidad
embrionaria, produce un número similar de embriones que los de las cerdas que
recibieron un nivel bajo de alimentación posmonta. (Cuadro 14)
Cuadro 14 Influencia del consumo de energía después de la monta sobre la
supervivencia embrionaria en cerdas jóvenes.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------Parámetros
Baja energía
Alta energía
(22.9 MJ/día)
(40.5 MJ/día)
Tasa de ovulación
12.30
13.80
Número de embriones
9.70
10.10
Supervivencia embrionaria (%) 78.30
73.20
El efecto negativo sobre la sobre vivencia de los embriones es más marcado en cerdas a
primer parto, que en cerdas adultas (Toplis et al., 1983). Aherne (1988) atribuye esta
diferencia a que las cerdas adultas después del destete continúan en un ajuste hormonal y
metabólico por venir de una fase de pérdida de peso y de grasa dorsal. En cambio la
cerda primeriza está en una fase de ganancia de peso y el consumo alto de alimento al
inicio de la gestación tiene también una influencia sobre el nivel y la tasa de producción
de progesterona plasmática.
Otras de las razones para tener diferentes etapas de alimentación son para incrementar el
peso de los lechones al nacimiento. Aherne (1999) establece que el requerimiento de
nutrimentos de la cerda se aumenta conforme avanza la preñez, seguido por el patrón de
desarrollo fetal y aumento de peso de la cerda. El peso fetal se duplica en el último mes,
siendo especialmente rápido en los últimos 10 días de la gestación. Por lo tanto el
recomienda que el consumo de la cerda se incremente del día 100 al parto entre 1.5 a 2.0
kg más de alimento por día. Este incremento en el consumo reduce la pérdida de grasa
dorsal, aumenta la retención de nitrógeno de la cerda y la camada y no necesariamente
incrementa la presencia de mastitis, metritis y galaxia, así como no disminuye el
consumo de alimento durante la lactación. Similarmente, Mahan (2000) concluye que si
el consumo de nutrimentos no se incrementa en el último tercio de la gestación, la alta
demanda de nutrimentos por el crecimiento final de los lechones, causará un balance
14
negativo especialmente de energía y proteína en la cerda antes de iniciar la etapa de
lactación. El recomienda que en un futuro para grandes explotaciones se deba utilizar
dietas diferentes en la etapa de gestación.
La movilización y el uso de grasas al final de la gestación es un tópico de importancia en
la alimentación de las cerdas gestantes. Close et al., (1983) reportaron que las cerdas
movilizan cerca de 50 g de grasa por día durante los últimos 10 a 14 días de gestación,
por lo que necesita un consumo de alimento de 2.5 kg/día para mantenerse en un balance
positivo de energía. Sin embargo, una forma de incrementar el consumo de energía al
final de la gestación es mediante el uso de grasas o aceites (7.5 a 10%). Seerley (1984)
encontró que esta práctica aumentó el contenido de grasa en la leche, el peso de los
lechones livianos (0.9 kg) y aumentó el número de lechones destetados en 0.3 unidades.
Sin embargo, otros trabajos más recientes (Coffey et al., 1987) han demostrado efectos
inconsistentes. Hollis, (1990) establece que el efecto positivo de adicionar grasa
(100g/día) en los últimos 10 días de la gestación funciona solo cuando la tasa de
sobrevivencia es menor al 80%.
A. 1. Uso de una sola etapa.
Este método consiste en dar una misma cantidad de alimento durante toda la gestación.
Con este método no existe una perfecta distribución de nutrimentos durante el período de
gestación, pero es el más utilizado por la facilidad en el manejo de los animales. Un
promedio de 2 kg/cerda/día es el valor más utilizado por los porcicultores. Esta
alimentación se puede dar en grupos, con el problema de que las cerdas más agresivas
comen más que las cerdas pequeñas y terminan la gestación con mayor peso que el
deseado, o bien suministrarlo individualmente, donde se tiene un mejor control en el
consumo de nutrimentos. El total de alimento se divide en dos partes, la mitad en la
mañana y la otra mitad por la tarde. Para evitar el sobre consumos algunos porcicultores
dan todo el alimento de una sola vez. De esta forma se da más oportunidad a las cerdas
más indefensas. Es importante que en este sistema se separen las cerdas adultas de las
jóvenes, o bien por tamaños.
Existen tres modificaciones al sistema de una sola etapa y son: Alimentación dejando
pasar un día, donde el animal come lo que quiera en 1 o 2 horas cada 2 días y
suministrando un buen espacio por cerda; Alimentación cada 72 horas, donde al animal
se le suministra de 5.5 a 7.0 kg durante 12 horas y alimentación sin restricción, usando
alimentos muy voluminosos, que limiten la capacidad gástrica del animal. Este último
método tiende a engordar mucho a los animales (Hollis, 1993).
Investigadores de las Universidades de Purdue, Ohio State y Michigan State, (Tri-State,
1998) establecen que existen numerosos métodos de alimentación (uno vez, dos, tres etc.)
pero que alimentar una vez en jaulas individuales o corrales desde el punto de vista de
manejo es la forma mas popular y los resultados de los rendimientos reproductivos son
comparables a alimentar más veces. Ellos recomiendan de acuerdo a una serie de factores
el siguiente programa de alimentación (Cuadro 15)
Cuadro 15 Consumos de alimento para cerdas gestantes
15
Parto
Ganancia
Peso
Kg
Peso
Condición
Parto Corporal
kg
Grasa
Dorsal
Consumo, kg
Tradicionales Prolíferas
m.m
1
40-57
160-180
3
20-25
1.80
1.95
2
32-45
173-193
3
20-25
1.95
2.10
3
32-45
190-205
3
19-21
2.05
2.23
4
32-40
205-220
3
18-20
2.20
2.36
5-7
32-40
220-236
3
18-20
2.27
2.50
A.2. Uso de dos etapas.
El uso de dos etapas de alimentación consiste en dividir el período en una primera etapa
de 0 a 75 días suministrando un consumo de 2.0 kg/cerda/día y una segunda etapa del día
75 al 110 de la gestación, con consumo de 2.5 kg/cerda/día. Este sistema trabaja
eficientemente donde existe un buen manejo y cada animal recibe los que necesita. Para
un uso eficiente de este sistema, es importante entender los cambios metabólicos que
enfrenta la cerda al inicio y al final de la gestación.
A.3. Uso de tres etapas
Este sistema es el más eficiente, pues toma en consideración los cambios que la cerda
sufre al inicio y al final de la gestación. Un sistema común que ha producido resultados
satisfactorios es suministrar de la monta al tercer día de gestación una cantidad de
alimento de 1.5 kg por día, luego del tercer día al día 80 suministrar 2. 0 kg y de ahí al
final de la gestación una cantidad de 3 a 3.5 kg por día.
En cualquier sistema que se utilice, la calidad del alimento es de mucha importancia pues
no es lo mismo suministrar una dieta con 2.8 Mcal/kg que una dieta con 3.2 Mcal/kg. Los
consumos aquí presentados están basados en el requerimiento energético recomendado
por el (N.R.C, 1998) y es muy importante para cualquier consumo que se decida
suministrar a las cerdas, determinar el consumo diario de cada nutrimento esencial para
evitar deficiencias o toxicidades y afectar los rendimientos productivos.
El consumo de alimento durante la preñez esta altamente correlacionado (0.71) con la
ganancia de peso de la cerda durante la gestación y medianamente correlacionado con el
tamaño de la camada (Aherne, 1988). Lewis y Reese (1986) evaluaron el efecto del
consumo de alimento sobre el peso de los lechones al nacer, encontrando un incremento
de 0.02 kg por cada kg de consumo para cerdas primerizas y 0.05 kg para cerdas adultas
(Cuadro 16).
16
Cuadro 16 Efecto del consumo de alimento sobre el peso del lechón al nacimiento.
Alimento/día
(kg)
0.90
1.4
1.8
2.3
2.7
Aumento en
peso por c/kg
de alimento
Peso del lechón al nacimiento
Primerizas
1.18
1.21
1.23
1.25
1.28
(kg)
Adultas
1.12
1.18
1.24
1.29
1.35
0.02
0.05
De acuerdo con Hall et al., 1984, la importancia de un mayor peso de lechón al
nacimiento, está relacionada con su efecto sobre la sobrevivencia (Cuadro 17).
Cuadro 17 Efecto del peso al nacer sobre la sobrevivencia de los lechones.
Peso del lechón
Kg
0.45
0.68
0.91
1.14
1.36
1.59
Sobre vivencia
%
16
39
59
74
86
95
B. Productos energéticos altos en humedad
Una práctica común en zonas tropicales al alimentar cerdas gestantes, es la utilización de
productos energéticos altos en humada, más un suplemento de proteína. Los productos
más utilizados son el banano, la yuca y el camote y numerosas revisiones de literatura
han demostrado el valor nutricional de estos productos (Pond y Maner, 1984;
Campabadal, 1980: Campabadal, 1986; Campabadal, 1993).
La cantidad que se debe suministrar a las cerdas gestantes varía según el producto
(Cuadro 18) y esto se debe hacer con un complemento de proteína (Cuadro 19), que
proporcione además los minerales y las vitaminas. El consumo óptimo de este
suplemento es de 1 kg/cerda/día.
Cuadro 18 Consumo de fuentes energéticas altas en humedad.
17
Ingrediente
Banano vede
Banano maduro
Frutas
Yuca
Camote
*En base húmeda
Cantidad kg/día
8.00
10.00
6.00
5.00
5.00
Cuadro 19. Composición porcentual del complemento de proteína.
Nutrimentos
%
Proteína
Lisina
Calcio
Fósforo aprovechable
Energía digestible kcal/kg
30.00
1.20
1.60
0.80
3200
La utilización económica de estos productos depende de su precio y del costo del
transporte para su movilización. Normalmente, transportar estos productos más de 50
Km., los hace no rentables por su alto contenido de agua.
C. Pastoreo.
Una alternativa para las zonas en que el costo de la tierra es bajo, es el uso del pastoreo.
En este sistema las cerdas se mandan a potreros 30 días después de la monta cuando la
preñez ha sido confirmada y hasta unos 15 días antes del parto. Con este sistema las
cerdas adquieren una excelente condición física y puede ahorrarse 0.5 kg de alimento/día.
El consumo de alimento se fija en 1.5 kg/cerda/día.
Para evitar la destrucción de los potreros es recomendable utilizar un sistema de rotación
con un período de 4 días en cada potrero, suministrando un área de 15 m2 por cerda por
período.
En zonas calientes de mucha luminosidad es recomendable hacer unas casetas de
protección solar para evitar las quemaduras por el sol, especialmente en razas blancas.
Los resultados productivos que se obtienen son similares a los de confinamiento
(Campabadal y Solis, 1986); la diferencia suele ser económica, dependiendo del costo de
la tierra y de las instalaciones.
3) Utilización de ingredientes.
18
Durante el período gestante la calidad de las materias primas no es tan limitante como
para las cerdas lactantes y los animales de mercado. La limitante en el uso de algunas
materias primas, especialmente de los subproductos agrícolas, esta dada por su nivel de
fibra. Es recomendable que para evitar problemas de constipación se usen estos
materiales fibrosos, pero siempre y cuando se satisfaga el requerimiento energético.
El nivel recomendado de inclusión de las diferentes materias primas en la alimentación
de cerdas gestantes esta presente en el Cuadro 20 (Campabadal, 1986). Cuando se
combinen dos de las materias primas restringidas, se debe de utilizar la mitad del nivel
recomendado para cada una de ellas.
Cuadro 20 Nivel máximo de materias primas utilizadas en la alimentación de
Cerdas gestantes.
Materia Prima Nivel en dieta
Maíz
Sorgo
Subproductos de trigo
Subproductos de arroz
Coquillo de palma africana
Melaza de caña
Afrecho de maíz
Harina de yuca
Harina de soya
Harina de pescado
Harina de carne y hueso
Harina de algodón
Fosfato di-calcico
Carbonato de calcio
Sal
Grasa
(%)
libre
libre
30
25
20
15
20
30
libre
5
3
7
libre
2
0.50
5
En conclusión el cuidado en la alimentación de la cerda gestante es muy importante, por
su repercusión hacia la fase de lactación y su efecto sobre los futuros rendimientos
productivos.
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