poemas andrés sánchez robayna A THOMAS TALLIS A José Ángel Valente, in memoriam 1 Otra vez esas voces, ese cántico, claro y oscuro aun tiempo. ¿Cómo, sin extraviarse, pueden regresar las voces a su centro, a la alegría ilimitada? Lo que escucho, de nuevo, es el Spem in alium, un canto alzado hasta la transparencia de la voz, como si el solo hálito contuviera el fervor de las criaturas, como si ya las voces se entregaran a su solo fluir, y pronunciasen cielo y tierra, fundidos en la sonoridad. Sabes, pues, que la música puede llevarte, como herida irrestañable, hasta la ola de lo perpetuo, hasta el centro de ti mismo y del mundo, ya fundidos. Y como heridos quedan los mundos impalpables, la ola sobre el cielo, que desciende hasta la tierra, desde donde se alza la música de nuevo, inextinguible. II ¿Puede extinguirse, acaso, el eco de estas voces? ¿Podría extinguirse el origen de toda claridad, de donde toda luz procede? Cuando poema de la grabación acaba, todavía resuena la ola sin estruendo, y nos parece oír el silencio de otro modo, un silencio más profundo en el cuarto casi a oscuras, 8 las olas del origen sobre el mundo. Sólo entonces, callado, sé decir: Gracias, voces palpables, indecibles voces celestes, gracias, ThomasTallis. xesús rábade TRISTE ABRIL Era un cuarto espacioso pero ahora muy frío. Una cama de hierro de alzada cabecera con puntas de metal. Y un retrato de boda (ambos: mi padre huérfano), amarillento y viejo, que me llamaba hacia algún regreso. Por la ventana norte punteó los cristales el laurel retorcido con sus dedos, acaso despidiéndote sin querer despertarte. Hosca, pasó la luna en una nube inundando de luz tu rostro lívido y clavando en mis ojos la imagen que persiste. poema de Santiago de Compostela, 1999 Era unha peza grande e arestora moi fría./ Unha cama de ferro de alzada cabeceira/ coas puntas de metal./ E un retrato de voda cos dous (meu pai xa orfo), marelo e avellentado./ que me chamaba cara a algún regreso./ Fronte á ventá do norte veu picar contra os vidros/o retorto loureiro cos seus dedos,/ ó mellor despedíndote sen querer espertarte./ Fosca, paseu a Iúa nunha nube/ para apousarche a luz na cara pálida/ e cravarme nos ollos a irnaxe que persiste. 9 julia otxoa poema de 10 LA CABEZA DE LA RES La cabeza de la res muerta no cabía en nuestra boca, recuerdo el olor y el silencio, también que había seda y carne cruda sobre las copas rotas. La comida derramada sobre la cama del enfermo. LA VIEJA PRIMAVERA helena villar janeiro Para Coral Vieja es la primavera, Coral. No están las manos ni suena la tocata en el piano de tu cuerpo y el silencio es sublime. Igual que el limonero que substrae de las rudas entrañas de la tierra perfumes ancestrales, como ese río oscuro que nos remoja el alma deshilachada y rota con la gran sinfonía de la música que no es ejecutada, pasa la vieja primavera poniendo en las miradas de tus crucificados palabras que florecen en los besos ausentes, colores que iluminan el silencio. poema de Ría de Arousa, primavera del 2.001 Vella é a primavera,/ Coral./ Faltan as mans,/ xa non soa a tocata no piano/ do teu corpo/ e o silencio é sublime.// Igual que o limoeiro que substrae/ das esgrevias entrañas do terreo/ perfumes ancestrais,/ como ese río escuro que pón a mollo a alma/ desfiañada e rota/ na grande sinfonía dunha música/ que endexamais será executada,/ pasa agora esta vella primavera/ poñendo nas miradas dos teus crucificados/ palabras que florecen entre os beixos ausentes,/ colores que iluminan/ o silencio. 11 PAISAJE INTERIOR poema de manuel jurado lópez “...la lámpara encendida, moribunda /señora...” (J.A.V.) 12 EXTRAÑA LA ARBOLEDA, los senderos, las fuentes cegadas, las rotondas con acacias, los rótulos de las calles con nombres desconocidos, viejos cafés vacíos, copas con restos de licor, estancias desoladas, libros perdidos, rotos cristales y fruteros con manzanas y esquelas mortuorias, mezcolanza de música y almíbar, retratos en penumbra, plumas, atlas, pastillas de olor desheredado, gasas, reposo, dudas y negligencias, sol cernido en el cuaderno con insectos de plata; animales secretos, de fábulas, películas mayores con reparo; y el tiempo, con un ojo vacío de pirata. ELEXÍA xulio l. valcárcel Callaba como si hubiese regresado de la muerte José Ángel Valente Esperamos, cando xa nada é posible esperar. As palabras vougas, os inúteis rezos, ningún consolo dan. Xorda e cega, implacable a morte apreta e crava en nós a súa tenaza. Resistimos sen que nada nos salve No ceo limpo de setembro é mais cruel a combustión da carne. Un paxaro incendia na fuxida as súas azas. poema de Leve nube de fume vaise esluindo no aire. Esperamos/ cuando ya nada es posible esperar// Las palabras vagas, los inútiles rezos,/ no dan ningún consuelo.// Sorda y ciega, implacable la muerte aprieta/ y clava en nosotros su tenaza.// Resistimos,/ sin que nada nos salve.// En el cielo limpio de septiembre/ es más cruel la combustión de la carne.// Un pájaro incendia sus alas en la huida.// Leve nube de humo/ se va diluyendo en el aire. (Traducción de la redacción) 13