Críticas desde dentro - Jueces para la Democracia

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"El sistema actual ha llevado a un fracaso y a un desprestigio del
poder judicial difícilmente superable en las repúblicas más
bananeras del mundo."
Críticas desde dentro
El magistrado de la Sala Segunda de lo Penal del Tribunal Supremo, D. José
Antonio Martín Pallín, decidió renunciar a la presidencia de la Sala de lo Penal
del Tribunal Supremo y se atrevió a denunciar el "mercadeo" en el CGPJ.
-El procedimiento seguido para la elección de los vocales del CGPJ se hace por cuotas de partido. Usted
denunció que los nombramientos de los jueces se negocian en los pasillos. ¿Se trata de un abuso de los
políticos? ¿Se trata de una falta de dignidad por parte de los jueces para rechazar ese nombramiento con
determinadas "condiciones", como usted llegó a hacer?
-Ese procedimiento es incorrecto por mucho que digan que la elección por los jueces es corporativa y que no está
legitimada. Se ha demostrado que la elección por parte de los representantes legitimados de la soberanía popular es
todavía peor que la elección por los jueces, porque se ha convertido en un reparto de cuotas y en un reparto de
puestos en función de valores que no tienen nada que ver con lo que es la función judicial. El sistema actual ha llevado
a un fracaso y a un desprestigio del poder judicial difícilmente superable en las repúblicas más bananeras del mundo.
-¿Cómo tendrían que ser las cosas para garantizar un poder judicial independiente e imparcial?
-En primer lugar es importante que los políticos se crean que tiene que haber un poder independiente e imparcial en el
sentido de que comprendo que ellos están revestidos de la legitimación de los votos y nosotros no. Y que nosotros
tenemos la facultad de anular algunas resoluciones, algunas leyes y plantear cuestiones de inconstitucionalidad, etc.
Pero las reglas del juego son así, están dispuestas en la Constitución y nadie puede renegar de ellas. Creo que es
preciso un cambio en la conciencia de los políticos para que vean que es preferible un poder judicial independiente a un
poder judicial indiferente o servil. Y por otro lado, serían necesarios y deseables los debates entre los jueces y las
elecciones internas, ambas cosas pondrían al descubierto las fragilidades humanas y políticas de muchos candidatos.
"Me parece
asombroso que una
persona que tiene
formación jurídica diga
que autorizar o no un
matrimonio es una
función jurisdiccional.
Temo por la seguridad
de los ciudadanos en
manos de ese juez o
esa jueza, porque
demuestra una
ignorancia
inexcusable"
-Un sector del Consejo cuestiona la constitucionalidad de los juzgados de violencia
doméstica y el matrimonio entre homosexuales, al tiempo que expresa su malestar
por la reforma de la Ley del Divorcio. ¿Cuál es su visión sobre este tema?
-Respecto al primer tema creo que nadie cuestiona la legitimidad de los juzgados, lo que
se cuestiona es la diferencia de penas en relación con una bofetada del marido a la mujer
o de la mujer al marido. Y eso lo comparto. Además creo que estamos de acuerdo todos
los sectores desde una visión puramente técnica. Se trata de un principio de igualdad
ante la Ley y por tanto eso habrá que corregirlo. Pero no se cuestionan los juzgados ni
tampoco todas las medidas de acompañamiento de la Ley Integral, que me parecen
positivas (asistencia social, protección económica, etc.). Con lo único que estoy en
desacuerdo es con la desigualdad de penas. En relación con el matrimonio entre
homosexuales, sí es un problema político sustancial que afecta a la nación española pues
los representantes de la oposición deberían tener el valor de dar el paso adelante y
presentar con cincuenta senadores o cincuenta diputados un recurso de
inconstitucionalidad. Entonces ya veríamos lo que decía el Tribunal Constitucional. Me
parece asombroso que una persona que tiene formación jurídica diga que el autorizar o
no un matrimonio es una función jurisdiccional. Temo mucho por su formación jurídica y
por la seguridad de los ciudadanos en manos de ese juez o esa jueza porque demuestra una ignorancia inexcusable. Y
por otro lado, el que lo haga por otros motivos ¡allá él!... No entro en otras motivaciones y me gustaría pensar que no
existen.
-Se refiere usted a ese grupo de jueces que se niegan a aplicar la Ley amparándose en la objeción de
conciencia.
-Pues sí, más o menos... Eso es absurdo, ancestral. Hace treinta años que la Dirección General de los Registros es la
que tiene la última palabra sobre estos matrimonios y por tanto que ahora se plantee esto me causa asombro,
perplejidad y preocupación porque pueda haber intereses no muy dignos debajo de esas posturas.
-¿Y respecto a la reforma de la Ley del Divorcio?
-No lo considero una cuestión crucial.
-¿Cree usted que la sociedad española tiene la justicia que se merece?
-No creo ser el más indicado para decirlo. Eso habría que preguntárselo a la sociedad española. Creo que funciona
dentro de los parámetros de la UE y es mucho más aceptable que lo que los catastrofistas e interesados dicen en los
medios de comunicación. Pero prefiero que se lo pregunten a la sociedad española.
"Es preciso un cambio en la
-Se acaba de inaugurar el año judicial, ¿cuáles cree que son los asuntos
conciencia de los políticos para
más importantes para este nuevo curso?
que vean que es preferible un
-Uf!!! Necesitaríamos mucho tiempo para enumerarlos. Por poner alguno, creo
poder judicial independiente a
que es necesario reformar el recurso de amparo, que no es una cuestión
exclusivamente del poder judicial, sino una decisión política. El recurso de
un poder judicial indiferente o
amparo habría que encomendárselo al auténtico poder judicial, que son los
servil"
Tribunales de justicia. El Tribunal Constitucional no es poder judicial, es otra
cosa. Habría que hacer una reestructuración del Tribunal Supremo y también una reestructuración de las competencias
de los Tribunales Superiores de Justicia.
-He leído varios artículos de opinión suyos en la prensa. No es frecuente ver las opiniones de jueces en los
medios, menos aún las críticas. ¿Se siente obligado a decir lo que piensa?
-Me siento obligado a decir lo que pienso y tengo una norma de inexcusable cumplimiento y es que nunca he emitido
una opinión sobre un asunto que dependa de mi decisión. He hablado sobre la eutanasia, reacción ante el 11-S, sobre
la dialéctica del terror y la seguridad, sobre problemas incluso de carácter filosófico como la libertad de amar... Hay
medios que consideran que mis opiniones son interesantes para sus lectores. Pero repito, nunca opinaré sobre asuntos
que dependan de mi decisión.
-¿Y cómo son recibidas las críticas por parte de sus compañeros de judicatura?
-Frecuentemente vienen a mi despacho a apoyarme y felicitarme por mis opiniones. Me imagino que no todos y no en
todas las ocasiones. En ningún caso me considero poseedor de la verdad universal. ?
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