nota movimiento indignados

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¿Hacia dónde apuntan las recientes protestas en Honduras?
Las protestas contra las políticas de gobiernos poco transparentes se extienden
por todo el mundo.
La última década ha dejado experiencias en Oriente Medio con la Primavera
Árabe, las protestas en Europa contra la recesión, luego con el movimiento de
indignados en Estados Unidos, las luchas estudiantiles en América del Sur, y
ahora en América Central con las protestas populares en Guatemala y
Honduras.
Los procesos coinciden en el descontento hacia las autoridades
gubernamentales, en nuestro país el contexto no cambia y factores como la
corrupción, impunidad y falta de aplicación de justicia han ocasionado masivas
protestas en casi toda Honduras.
El robo de más de siete mil millones de lempiras en el Instituto Hondureño de
Seguridad Social (IHSS), generó descontento en la población, quienes exigen
castigo para los principales responsables de los actos de corrupción.
Jóvenes indignados
El movimiento de jóvenes Indignados surgió desde hace varios meses, estos
chavos y chavas decidieron hacer una experiencia que aglutine a distintos
espacios para rechazar los abusos que ellos creen comete este gobierno.
En primera instancia los plantones convocados en Tegucigalpa contra temas
como la reelección no tuvieron la respuesta que ellos esperaban, pero al pasar
los días y ante las políticas erróneas y corruptas las cosas fueron cambiando.
Roberto Rivera, quien forma parte del Partido Anticorrupción y también del
movimiento, dice que la idea es luchar contra la impunidad, corrupción e
injusticias.
“Los motivos por los que estamos en las calles es porque nos cansamos de la
corrupción y de las políticas erróneas del gobierno. No es una lucha política
partidaria, acá están todos los sectores y son bienvenidos todos los que se
indignen contra lo que ocurre en nuestro país”.
“Uno de los objetivos que persigue este movimiento es la instalación de una
Comisión Internacional contra la Impunidad, así como la que existe en
Guatemala. Este es un proceso positivo, iniciamos pocos en redes sociales,
luego avanzamos en cantidades y ahora somos miles en las calles; es decir
este movimiento sigue creciendo”, concluyó Rivera.
Audio: Roberto Rivera
Juan Carvajal, otro de los jóvenes que se moviliza dijo que buscan visibilizar el
descontento de la población ante las injusticias que se dan en Honduras.
Algunos analistas políticos ven el surgimiento de este movimiento como algo
positivo, teniendo en cuenta la desmovilización a la que fue sometida el
movimiento popular producto de la participación en el proceso electoral recién
pasado.
Para el caso Tomas Andino dice que: “es un gran progreso, este movimiento da
la cara para reivindicar las conquistas del pueblo hondureño. Expresa el sentir
de los jóvenes y del pueblo para defender una conquista como social, además
de repudiar la corrupción que impera en el país”.
Por su parte el analista Domingo Godoy habló sobre el tema y afirmó que: “es
un espacio desde las bases, desde la juventud que busca la movilización como
alternativa de presión contra el gobierno”.
¿Hacia dónde se dirige el movimiento?
Las protestas toman fuerza cada vez más en las principales ciudades del país,
municipios que han sido políticamente conservadores como La Ceiba
registraron una de las protestas más nutridas evidenciando el descontento de
la población ante las autoridades gubernamentales.
Para el sociólogo Julio Navarro, “este movimiento tendrá más fuerza, esas
condiciones se darán por la causa que se persigue que es el combate a la
corrupción y la exigencia de justicia, por lo tanto puede que obtenga más
simpatía de la población inconforme”.
Navarro hace la caracterización retomando las acciones del Partido Nacional,
quienes son los principales sospechosos del descalabro en el IHSS y han
desatado el crecimiento de un descontento popular.
El docente Allan Núñez manifiesta que “son positivas las acciones que se están
desarrollando, me parece que todo es importante siempre y cuando se den en
el futuro inmediato pasos más contundentes”.
Audio: Allan Núñez
En ese sentido Roberto Rivera dirigente de jóvenes Indignados en El Progreso
cree que: “si Juan Orlando Hernández no toma las decisiones correctas y no
hace caso a nuestras peticiones, cualquier día de estos podemos amanecer a
buen siete de la mañana en toma de carreteras y paralizando al país. No
estaría sorprendido que el día de mañana se hagan paros cívicos nacionales,
porque el grado de inconformidad de la gente nos lleva hacia ese camino”.
Asimismo Juan Carvajal dijo que: “si esto no funciona vamos a tener que tomar las
calles para ejercer mayores medidas de presión contra el gobierno.
Avanzaremos de a poco y dejamos como una última opción tomas de
carreteras pero está en cuenta y todo dependerá de las respuestas
gubernamentales, así demostraremos que la población ha despertado”.
Audio: Juan Carvajal
El director del Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación (Eric) Ismael
Moreno cree que “en este momento yo no descartaría nada, porque cuando la
indignación llega a estos puntos puede romper todas las trancas. El peligro es
la respuesta represiva que se puede dar en los próximos días en la medida que
las acciones se fortalezcan”.
Allan Núñez es del criterio que el nuevo movimiento debe dar paso para
presionar más y eso se da mediante acciones de lucha que pongan en aprietos
al gobierno. Es decir, desde paros cívicos nacionales que también tengan y
formen parte de una organización donde participen todos los sectores
descontentos”.
Acciones de este tipo son parte del menú de opciones que el nuevo movimiento
tiene como agenda ante la agudización de la nueva crisis política.
Entre tanto Domingo Godoy agrega que es importante mantener el carácter
popular de todos los sectores que están en la lucha contra la corrupción. Todos
los sectores populares deben incorporarse a la lucha, desde gremios,
sindicatos, organizaciones y no quedarse al margen. La desconfianza de la
juventud en los liderazgos políticos refleja un vacío de dirección del movimiento
popular quienes no estuvieron a la altura de encarar este tipo de acciones en el
pasado”.
“Se puede correr el riesgo que esto se diluya, por eso es necesario que todos
los sectores se unan al movimiento que servirá para sostener una lucha
unificada y coherente contra el régimen”, dijo Godoy.
En ese sentido, el dirigente magisterial Carlos Lanza en representación del
Taller Pedagógico “Paulo Freire” realizó un escrito donde hace referencia al
tema citando varios elementos:
“Estas movilizaciones se caracterizan hasta ahora por la poca identidad de la
gente con sus “banderas políticas, parece que la lucha contra la corrupción une
a todos: derechista e izquierdistas, resistencias y golpistas.
Esta lucha hace olvidar que quien protesta a nuestro lado, hace seis años se
sumó al acto de corrupción institucional más sonado de la últimas décadas: el
golpe de Estado a Manuel Zelaya Rosales”.
“Las antorchas son una clásica protesta de clase media pero si éstas sirven
para movilizar a un pueblo que fue sometido a una descarada desmovilización
porque le prometieron el “paraíso electoral”, entonces bienvenidas sean. Las
antorchas solo podrán incendiar los intereses de la oligarquía si se combinan
con un paro cívico, de lo contrario terminaremos con un chispeante juego de
luces artificiales que no le va a chamusquear el saco al gobierno”.
Las bases rebasan los límites desmovilizadores
Honduras vivió uno de los puntos más altos en protestas durante el periodo del
2006 al 2011, años donde el movimiento popular a través de la Coordinadora
Nacional de Resistencia Popular y luego mediante el FNRP se movilizó en
defensa de los intereses de la población.
Ese proceso que avanzó sustancialmente fue dirigido hacia un descenso
abismal a través de las transiciones beligerantes hacia proyectos electoreros.
Para nadie es un secreto que la transformación del FNRP en un partido político
como Libertad y Refundación (Libre) significó el inicio de la desmovilización,
desprestigio y pérdida de la beligerancia del movimiento popular hondureño.
Analistas hablaron sobre el tema y en este caso el director del Eric, Ismael
Moreno afirmó que: “fue un error político que el FNRP haya sido captado por lo
partidario electoral, ese error se ha pagado muy caro porque, de un avance
importante en la movilización, hemos pasado a un proceso de desmovilización”.
“Se está pagando las consecuencias del error político de no saber interpretar
los signos políticos de los tiempos”.
Los siguientes acontecimientos reflejan la crisis del movimiento popular que se
expresan en la pérdida del poder de convocatoria, desmovilización, asambleas
amarradas por la cúpula y la escaza confianza de la gente en la dirigencia
actual.
Por su parte Tomas Andino piensa que: “la dirigencia del movimiento popular
no ha sido capaz de superar las formas tradicionales de asociación y los
jóvenes aglutinados en este movimiento de las antorchas han mostrado que se
pueden hacer las cosas distintas, pero siempre y cuando haya voluntad para
hacerlo”.
La nueva situación que se abre a partir de las protestas recientes, muestra que,
a pesar de las políticas timoratas de la cúpula del movimiento popular, existe
en la población hondureña, en su mayoría jóvenes, el deseo de movilizarse en
defensa de los intereses de la ciudadanía.
Pero las manifestaciones se han caracterizado por el impulso de la juventud,
quienes poco o nunca habían participado en protestas y en un gran porcentaje
no quiere saber nada de los políticos tradicionales.
El surgimiento del movimiento que protesta es uno de los avances más
importantes de los últimos años en materia de organización popular, pero no
deja de mostrar un problema histórico de los procesos sociales: la falta de
dirección y claridad política.
Ismael Moreno se refirió a ese tema: “en una sociedad con un bajo nivel
educativo y con un rasgo alto de cultura patrimonial, el peligro del caudillismo
está siempre presente. Las movilizaciones a través de su base han desbordado
las políticas pasivas de los dirigentes históricos”.
“El FNRP como estructura dejó de tener vigencia y ahora han sido rebasadas
por las movilizaciones que se dan y lo que nos queda es con alegría asistir al
surgimiento de nuevas instancias populares y sociales donde nos podamos
insertar y aportar sobre propuestas de luchas de políticas populares. Hay que
aprender y estar cerca de los nuevos liderazgos que surgen de la juventud y
también acompañarnos”, dijo Moreno.
El futuro de este nuevo movimiento se conocerá al calor de los acontecimientos
de los próximos días, donde no se descarta el fortalecimiento de la protesta, la
represión o en el peor de los casos la canalización política que diluya los
intentos de lucha iniciado por la juventud indignada.
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