138 — — concurrir a- los actos conmemorativos del 54.° aniversario -de nuestro Coinforme legio, que es un capítulo más de la gentileza característica de los caballerescos colegas del Uruguay. ^'^ ^^ "El segundo es un volumen de 64 tes de reputadas firmas, ^ ^1 "^ "^ recepción y estada noviembre ppdo. la Asociación de de páginas, y contiene trabajos importantrayendo, además, la crónica de la' inolvidable las delegaciones de escribanos argentinos que en trasladaron se a Montevideo, gentilmente invitados por aquel hermoso país, "Publica asimismo el meditado trabajo dé nuestro dignó y activo eonso- ^^ " líscribanos de cío el Escribano don Eusebio E. "' greso "Son, ^^ que lleva por título "El Con- decirio para deben faltar El Giménez, Notarial de Montevideo" en en una palabra, dos volúmenes la biblioteca de ningún Notario," espléndidos, que no Concejo de Administración Departamental no tiene facultades para vender, sin autorización de la Asamblea Representativa, sus bienes inmuebles. Por equívoco de su autor, el distinguido colega Barbot, se publicó en el número anterior de la Revista, un trabajo sobre facultades de los Conce jos de Administración Departamental, que no era el un don Raúl escrito para publicarse eí'ror, ese taba nos en complacemos estas en columnas. Subsanando publicar el que nos es destinado. N. de R. Considerando que nue.stra titulación sobre tierras municipales ps en la actualidad, en general, algo más -que deficiente, a pesar "de los preceptos cla ros de la ley de 1912 en vigor, ya sea por defecto de criterio del intérprete al estudiar la vasta y complicada legislación, o por el conocimiento incom pleto, o insuficiente del origen histórico de las leyes' sobre tierras municipales. conceptúo oportuno hacer un examen de la situación legal en que han que dado las referidas tierras los gobiernos locales, a algunos que, al cemos cia de criterios, a un o relación la ley últimamente sancio^uada sobre fin de prevenir posibles errores, de los qué ya cono-' seguir, pueden llevarnos nuevamente, por discrepan verdadero tes de la sanción de la Los defectos con ley de a caos como el en que nos encontrábamos 21 de octubre de 1912. vicios que encontramos en ano las escrituras públicas de solaras, — 139 — huertos, otorgadas por las Juntas Económico-Administrativas, tie origen, en su mayoría, en la falta de facultades legales de esa.s corpora ciones para adjudicar las tierras a los solicitantes, y por eso creo conveniente hoy, estudiar la capacidad de los nuevos organismos que recién empiezan a actuar dentro de nuestra Comuna, a fin de no ser inducidos a error. chacras o nen Una interpretación racional dada al artículo 56, inciso 2.°, de la ley que los Gobiernos y Administraciones Departamentales, conforme a las la de hace menester clasificar los bienes municipales en dos leyes materia, a determinar con grupos, para llegar precisión la facultad de los Concejos organizó que derivan de] artículo 56 citado. A saber: "tierras res'' En el primer disponibles" grupo están y tierras en "uso y posesión de particula comprendidas aquellas tierras que, habiendo al patrimonio del Municipio, o uso público, han vuelto pertenecido a particulares, han vuelto por compra o por cual quier otro contrato traslativo" de dominio, y también aquellas que nunca sa lieron de su patrimonio, ni aún de su posesión, y en el segundo grupo están comprendidas todas aquellas tierras, que las sabias leyes de las Indias, con fin de colonización, dividía en solares, huertos o chacras para asiento de los pueblos y ejidos de los -mismos, que son, por consiguiente, las que j^a tienen un destino fijado claramente por la ley y están en poder de los particulares. El artículo que se comenta dice que queda prohibido al Concejo enajenar o hipotecar bienes raíces, salvo lo que disponen las leyes especiales sobre so lares, quintas o chacras. Sin embargo, agrega, podrán enajenar cualquier bien departamental, aun los incluidos en el artículo 23 de la ley de octubre de 1912, previa autorización de la mayoría absoluta de la Asamblea, A estar a la letra de los artículos 56, inciso 2,°,. y 54, inciso 39, de la ley de 23 de diciembre de 1919 especialmente y a la últim,a que se cita, y a lo que disponían los decretos de 25 de octubre de 1859 y 23 de septiembre de 1867, transformados en ley por el artículo 803 del Código Rural y ley de 21 de octubre de 1912, el legislador sólo ha facultado a los Concejos para otor gar las escrituras de adjudicaciones definitivas sobre los solares, quintas o chacras, a todos los que tuviesen títulos legítimos de la enajenación proviso ria, de una data no menor de cuatro años, o vicioso con antigüedad no me nor de treinta años, vicios que no quedan subsanados por esa antigüedad, si el solar o huerta ha sido concedido a título de donación, después d.el decretoley de 23 de septiembre de 1867, rigiendo cn este caso las disposiciones re ferentes a la ocupación sin título, y estos ocupantes sin título tendrán tam bién derecho al reconocimiento, toda vez que prueben la ocupación pacífica y continua del inmueble, desde antes del decreto-ley de septiembre de 1867, sido destinadas al que, habiendo 140 — la ocupación si y cinco Ja ble o avos posterior es dicho a del valor del inmueble — decreto-ley pagarán como tantos cuarenta y años enteros faltaren para posesión hasta aquella época, probando "todos, previamente, está.oha estado poblado o cultivado, completar que el ya fuese terreno urbano o inmue de huerta chacra. Como se desprende Departamentales por .Representativas, para de lo sí expuesto, la ley no ha facultado a los Concejos solos, sin la autorización expresa de las Asambleas „; transferir los bienes inmuebles municipales, ni gra- :'; varios; sólo los ha facultado para reconocer el dominio de aquellos que ya'..-estaban en poder de los particulares. En lo concerniente a tierras, la Ley Orgánica de los Gobiernos Departañientales, ha dado a los Concejos facultades puramente administrativas y no dispositivas, con la simple excepción que señala el artículo 54, inciso 28, apartado A. Y tanto es así, que sólo se les ha facultado para otorgar las es ' crituras de reconocimiento sobre los bienes a que nos referimos en el párrafo anterior (en posesión de los particulares), los. que si bien fueron dados a título provisorio, fueron operaciones aquéllas traslativas de dominio, , cuanto el ocupante tenía el inmueble - por ánimo de dueño, por haberse reci con bido de él por la tradición real. Los contratos de reconocimientos de otorgar los Concejos, de Son contratos solares, huertos innominados, con o chacras, que pueden todas las característi- I acto declarativo, desde que los .ocupantes los adquirieron,- si bien bajo algunas condiciones resolutorias, en el momento de la enajenación pro- ,í visoria, antes del decreto-ley de septiembre 23 de 1867, hasta cuya época se '' pudo enajenar a titulo gratuito con la cláusula resolutoria de que si no se poblaba o cultivaba el terreno o huerta, volverían al patrimonio del Munici pio y lo mismo los posteriores con título vicioso, a que se refiere la ^ ley de ,' 1912, sobre los cuales pueden otorgar contratos reconociendo también simple cas un mente el do.minio. Los terrenos del de octubre de primer grupo, o sean los disponibles (artículo 23, ley 21 1912), no están comprendidos entre los que determina el ar tículo 1.° de la misma ley, .que tienen con lo que ya disponían las leyes de un destino fijado por ella, de acuerdo ;. que si bien entusiasm.aron por su Indias, espíritu liberal y progresista desde que decían: "Es nuestra voluntad que puedan repartir y repartan casas, solares, -tierras, caballerizas peonías, á y todos los que fueren a poblar, haciendo sú morada y labor aquellos pueblos cuatro años, les concedemos facultad para adelante los y que residido de allí en en puedan vender y hacer de ellos a su voluntad libremente, como propia, hoy no por su falsa aplicación, pues es-as leyes, y ¡sus de rivadas -han sido interpretadas por Juntas incompetentes, de cuya ignoran cia o negligencia han aprovechado los especuladores y retardatarios de los cosa suya 4 — pueblos para obstaculizar su conquista. 141 — el progreso que deseó España para los pueblos de ley de 21 de octubre de 1912, nos habla de las tierras las que dice en él se dictarían lej^es especiales, y el artículo Bl artículo 23 de la disponibles, para de la 56, inciso 2,', , el concepto, Ley Orgánica de los Municipios, viene dividiendo a nuestro modo de ver, a las tierras aclarar aún más en dos grupos, particulares", las que, los de estas a benefi.cios la no al últimas, acogerse, ley de octubre de 1912, no así ser denunciadas por terceros, las y disponibles, que son las podrán al en Municipio ; los solares y huertos posesión y propiedad pertenecen que a los la se beneficios de citada tomarían el carácter de no ley acojan que baldíos merced a los que de nuevo fue que hagamos "quedan para baldíos, ran a poblar", por lo que la ley (artículo 14 de la ley 21 de octubre de 1912) perm.ite la denuncia dé terceros sobre esas parcelas ciue ya habían sido destinadas para el acrecimiento de los pueblos. tierras "disponibles" y tierras en "uso y posesión de " Las tierras ley de los Gobiernos lo podían enajenadas especiales; pero esta disposición ha quedado derogada por dicha ley, (lue faculta a los Concejos para venderlas, con la autorización previa de las Asambleas Re presentativas, cales no disponibles antes de la sanción de la ser hasta tanto no se dictaran leyes ligero estudio juzgo conveniente determinar también la capa cidad legal dé los Concejos Auxiliares, para quienes se ha legislado eu forma restrictiva, con relación a las antiguas 'Comisiones Auxiliares, puesto que sobre bienesi aquel nuevo ente no puede en absoluto realizar ningún contrato artículo 62i el la Asamblea, pues inmuebles, ni aún con la autorización de último este dice cuerpo representativo de la ley de los Gobiernos locales, que de la Comuna puede encomendar a los Concejos Auxiliares la facultad enu merada en los artículos 54 y 55, entre las que no están las comprendidas en el artículo 56 sobre enajenación de bienes y reconocimiento de dominio. Hecho este Concejos próximo (ley de 26 'En síntesis: los ciembre de Administración de diciembre de podrán, 1918) hasta el 31 por sí solos de di otorgar es- 142 enturas de reconocimiento sobre los solares, huertas o chacras. Asimismo podrán adjudicar dichos terrenos sin limitación de tiempo a los denuncian tes u ocupantes 1912, desde que a que es se refiere el artículo 14 de la ley de 21 de octubre de al solo objeto de regularizar Con la autorización de la Asamblea los bienes inmuebles disponibles, Y los Concejos Auxiliares, gravar los bienes los poseedores a inmuebles a gar las escrituras ni que con los títulos. Representativa enajenar la venia de la administra, la ley de octubre Asamblea, y ni aún hipotecar o enajenar o el dominio reconocer que se refiere de 1918. Sólo puede otor-' de reconocimiento que le ordene el Concejo D. de Admi . nistración. Tales son, en mi concepto, las facultades sultan de las conclusiones inequívocas a legales de los Concejos, que lleva la y armónica de las leyes sobre tierras municipales que que re interpretación racional rigen en la actualidad. ■ ¿ Colonia. Raúl Barbot. Las segundas copias, ¿son títulqs perfectos? f Sobre el tema que nos sirve de epígrafe, ha sido contestada por la Comi,sion Directiva de la Asociación, la ¿onsulta que a continuación transcribim.os : Montevideo, 4 de mayo de 1921. Señor Presidente de la Asociación de Escribanos de la R. O, del Uruguay, Escribano don Alberto J. Martínez, Presente, Mi estimado conipañero: Debo autorizar uña escritura de compraventa, de una propiedad situada esta ciudad, para lo cual -el vendedor m.e presenta como título, una se en gunda copia expedida de m.andato judicial, y después de llenados los requi sitos exigidos por las leyes vigentes, más elcertificado del Registro de Ven-