El auge y la caída de Salomón

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Lección 1
30 de diciembre al 6 de enero
El auge y
la caída
de Salomón
«A todo el que se le ha dado mucho, se le exigirá mucho; y
al que se le ha confiado mucho, se le pedirá aun más».
Lucas 12: 48
Despertando con el olor
del chocolate mañanero
Sábado
30 de diciembre
INTRODUCCIÓN
Eclesiastés 1
Mi tía me obsequió una vez un diario
como regalo navideño. Esto fue para el
tiempo que yo cursaba el segundo año de la
escuela secundaria. Recuerdo que era algo
que deseaba. También me acuerdo que escribir en aquel pequeño libro me costó mucho más trabajo de lo había pensado. Pasaba meses sin redactar nada, mientras que a
veces lo utilizaba todos los días.
Hoy lo abro de vez en cuando para releer algunas de aquellas impresiones. Sin
embargo, noto que me causa nostalgia y lo
cierro rápidamente. La mayor parte de sus
anotaciones son bastante melancólicas y hablan de frustraciones relacionadas con la
amistad de algunos jóvenes que me agradaban; de los momentos en que trataba
de encontrarle un significado a la vida; o de
aquellos días en que ponderaba mi papel
en el gran plan de Dios.
Por momentos, se me ocurre que debo
quemar todas esas páginas. Me sentiría muy
avergonzada si alguien se enterara de lo inestable que era en aquella época, o de la inseguridad que me aquejaba. Además, no
poseo el carácter tan reservado que dichas
anotaciones parecieran mostrar, las cuales
únicamente representan algunos momentos de mi vida, y por lo general registran las
circunstancias difíciles que me afectaban.
Al comenzar el estudio esta lección recuerda que también Salomón escribió respecto a los momentos más relevantes de su
vida. Él disfrutó una existencia colmada de
bendiciones espirituales y materiales. Sin
embargo, llegó un momento en que lo desechó todo con el fin de experimentar lo que
había “al otro lado de la vida”. Al leer de su
experiencia, nos daremos cuenta que tenemos muchas cosas en común con él.
Sin embargo, hemos de tener cuidado de
no ir más allá de lo que el libro de Eclesiastés nos dice. Según afirma Ray Steedman:
«Este libro no es tan solo una recopilación de
filosofías antiguas, ya que aborda temas de la
máxima actualidad y relevancia. En el te encontrarás con los mismos temas que se ponen de manifiesto en las telenovelas, en los
discursos políticos, y en los foros de las agrupaciones contemporáneas ya sean extremistas o conservadoras. En sus páginas aparecen
las expresiones que se escuchan en las aulas
universitarias, o en las calles de cualquier
ciudad. En este libro se ponen de manifiesto,
y se examinan las filosofías de quienes intentan vivir la vida. Por eso el Eclesiastés resulta
tan práctico y actual».*
La lección de esta semana nos proporciona una oportunidad de evaluar la importancia de las cosas que consideramos valiosas, y
de analizar aquellas que hemos pasado por
alto durante mucho tiempo. En un momento
en que quizá pensabas que el Antiguo Testamento era algo pasado de moda y diferente
de la idea que tenías de la Biblia, surge Salomón y nos dice que debemos despertar y
comenzar a: ¡Disfrutar del olor del chocolate
mañanero! La Biblia es un libro con el cual
podemos realmente relacionarnos, y Salomón nos muestra lo mucho que puede significar para nosotros.
_______________
* Primera parte de un sermón sobre el libro de Eclesiastés, presentado por Ray C. Stedman en el año
1982, en la iglesia Península Bible Church de Palo
Alto, California.
Amanda Anguish, Thousand Oaks, California.
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Domingo
31 de diciembre
LOGOS
La última palabra
1 Reyes 3: 16-28; 11: 1-43;
2 Crónicas 6: 1-48; 7: 1-4
confirma la confianza de sus mayores y la
decisión divina de colocar la corona sobre
la cabeza del joven Salomón.
Alguien a quien Dios amó
(2 Sam. 12: 24, 25; 1 Rey. 1)
Lo primero (2 Crón. 6:1—7:4)
De acuerdo con las leyes vigentes, Salomón no tenía que haber heredado el trono
de Israel (Deut. 21: 15). Absalón el tercer
hijo de David había dado muerte a Amnón
el primogénito, por haber violado a su hermana Tamar. Más adelante el mismo Absalón, luego de rebelarse contra su padre, es
abatido por Joab. Esta situación dejaba a
Quileab, el segundo hijo de David y la prudente y generosa Abigail, como heredero del
trono (1 Sam. 25). ¿Por qué Dios pasaría por
alto a Quileab?
Mientras David yacía en su lecho de
muerte, Adonías su cuarto hijo reunió a un
grupo de seguidores y se coronó rey por
propia iniciativa en compañía de sus hermanos Quileab, Abital y Eglá. Salomón,
el menor de ellos, fue el único hermano a
quien no invitaron a la celebración.
Adonías se autoproclamó rey; sin embargo Salomón era el elegido de Dios (1
Crón. 22: 9, 10). En 1 de Reyes 1 se nos
dice que también había sido señalado por
su madre Betsabé, por el profeta Natán,
por el sacerdote Sadoc y por su padre
David.
Buena elección (1 Rey. 3: 3-28)
Los cuentos de hadas están llenos de
personajes jóvenes que al encontrarse con
un mago, o frotar una lámpara, se les concede la oportunidad de expresar tres deseos.
En dichos relatos casi siempre el protagonista escoge el deseo menos apropiado. Sin
embargo, en 1 Reyes 3: 3-28, el joven monarca toma la decisión acertada, y con ello,
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En 2 de Crónicas 6, el nuevo rey ofrece su testimonio. Salomón le sirve a Dios
porque el Señor es fiel y cumple sus promesas (vers. 4), porque es el redentor de
Israel (vers. 5), porque escogió a Israel y a
David para dirigir a su pueblo (vers. 6),
porque lo escogió para que llevara a cabo
sus designios (vers. 9). La convicción de
que la Providencia lo había llamado al trono hizo que Salomón reconociera su dependencia de Dios.
Más adelante Salomón ora a Dios no
solo por la congregación, sino también por
todos los futuros creyentes y por la imprescindible misericordia divina. Su oración reconoce la debilidad de los presentes (vers.
36). Debido a que Salomón era un ministro de la gracia divina, su oración transmite la idea de salvación.
De hecho, ¡aquella fue la oración de un
hombre de fe!
Y luego, ¿qué? (1 Rey. 11: 1-7)
La Biblia no prohíbe explícitamente la
poligamia. Eso sí, presenta varios ejemplos
de hogares con problemas debido a que el
marido tenía más de una esposa. En tiempos antiguos, los reyes sellaban los pactos
con otras naciones tomando casándose con
la hija de un rey aliado. Para el rey de una
pequeña nación no aceptar a esa esposa
podía ser algo peligroso y muy poco diplomático.
En primer lugar, Salomón se amoldó a
las costumbres del lugar y el momento, pasando por alto los consejos de Dios. Luego
se enamoró, y el amor se transformó en
muerte. Aunque no existe un registro escrito de que Salomón haya sido culpable
de infanticidios, sí sabemos que construyó
altares dedicados a Moloc, un dios que exigía sacrificios infantiles.
La moraleja es obvia: ¡Evita tener setecientas esposas y trescientas concubinas!
Aunque no me parece nada probable que
ninguno nosotros pueda llegar a cometer
semejante desatino, piensa, sin embargo,
que tener más de una esposa es una de las
trampas que Satanás pone en nuestro camino. Salomón describirá en el libro de Eclesiastés las filosofías que pueden distraernos
de nuestros objetivos. ¿Nos harán mella sus
palabras?
La última palabra (1 Rey. 11:9-43)
Debido a que soy canadiense no me
corresponde votar en las elecciones de los
Estados Unidos. Sin embargo, Bill Clinton
me defraudó porque lo consideraba un cristiano que compartía muchos de mis valores.
Su relación con Mónica Lewinsky puso
seriamente en entredicho la credibilidad de
esos valores. También le hizo daño a las
reputaciones de algunos destacados cristianos que apoyaban al presidente Clinton.
Después del fracaso de Clinton, muchos
norteamericanos deseaban elegir a alguien
que poseyera principios morales más sólidos, y asumieron que el presidente Bush podría restablecer el orden en la Casa Blanca.
No obstante, algunos consideran que las acciones guerreras, y el uso inapropiado de información relacionada a armas de destrucción masiva son también actos inmorales. Al
mismo tiempo, culpan a Clinton por crear la
atmósfera política apropiada para que Bush
permanezca en el poder durante ocho años.
Cuando un dirigente actúa de forma impropia, las consecuencias de sus actos y sus
decisiones pueden afectar a varias generaciones. Lo mismo sucedió con Salomón. No
sabemos si él se arrepintió y fue perdonado
antes de morir. Sabemos, sin embargo, que
las consecuencias de su apostasía estimularon a generaciones de israelitas para que
adoraran a dioses paganos, en vez de observar las verdades bíblicas. Por otro lado, también sabemos que, como el joven Salomón
mencionó en su oración, Dios continuaría
manifestando su misericordia y su espíritu
perdonador (2 Crón. 6: 36-39).
Tengo la sospecha de que las afirmaciones respecto a temas políticos estadounidenses podrían ser un motivo para que
algunas personas se incomoden. Sin embargo, ¿qué harías si Bill Clinton “llega al
cielo”? ¿Qué harías si George Bush aparece
también por allá? ¿Te mantendrías aparte,
distanciado de la gran recepción de bienvenida, para luego ir a quejarte ante el Señor?
La Biblia sugiere, sin embargo, que es
posible que nos encontremos allá con Salomón. Después de todo, ¿no perdonó Dios
al hijo pródigo? (Luc. 15: 11-31).
PARA COMENTAR
1. ¿Se saltó Dios sus propias normas cuando escogió a Salomón como rey?
2. Tomando en cuenta que Dios perdona a
los apóstatas que se arrepienten, ¿piensas que Salomón se aprovechó de la
bondad de Dios? ¿Cómo sustentarías tu
respuesta?
3. Si alguien apostata en su edad madura,
¿borra este hecho el testimonio manifestado durante su juventud?
4. ¿Cuál fue el pecado de Salomón: poligamia, idolatría, orgullo, rebelión? Motiva
tu respuesta
5. ¿Deberían los dirigentes recibir un castigo mayor, o menor, que los laicos cuando apostatan?
Jennifer Morgan, St. Johns. Nueva Escocia, Canadá.
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Lunes
1° de enero
Salomón. Un ejemplo
para que nos cuidemos
TESTIMONIO
Lucas 12: 48
Salomón heredó el trono de Israel por
ser hijo de David. Y «el Señor su Dios estaba con él y lo hizo muy poderoso» (2 Crón.
1: 1). En un primer momento, Salomón oró
con humildad a su Padre celestial, pidiendo
sabiduría y conocimientos, algo que el Señor en su grandeza le concedió. El Señor le
dijo: «Ya que has pedido sabiduría y conocimiento para gobernar a mi pueblo, sobre
el cual te he hecho rey, y no has pedido riquezas ni bienes ni esplendor, y ni siquiera
la muerte de tus enemigos, o una vida muy
larga, te los otorgo. Pero, además, voy a
darte riquezas, bienes y esplendor, como
nunca los tuvieron los reyes que te precedieron, ni los tendrán los que habrán de
sucederte» (1 Crón. 1: 11, 12).
¿Cómo un hombre que
había sido tan bendecido
pudo darle la espalda a la
fuente de su poder?
Años después, Salomón fracasó al no
consultar a Dios. De allí que se desviara al
establecer numerosas relaciones impropias
con su cientos de mujeres.
«Las mujeres lo engañaron y lo arruinaros. ¡Qué gran lección para que nos cuidemos! ¡Qué lección para que nos mantengamos despiertos! ¡Qué testimonio del
hecho de que necesitamos la fortaleza divina, hasta el mismo fin!
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»En la batalla contra la corrupción
interna y la tentación externa, hasta el mismo sabio y poderoso Salomón fue derrotado. No es seguro apartarse en lo má mínimo
de la más estricta integridad. “Absteneos de
toda especie de mal” (1 Tes. 5: 22). [...]
»Recuerde a Salomón. Ante muchas
naciones no había un rey como él, amado
por su Dios. Pero cayó. Fue inducido a apartarse de Dios, y se corrompió como resultado de la complacencia de las pasiones las
pasiones carnales. Este es el pecado que
prevalece en nuestros, y su progreso da
miedo».*
Salomón permitió que sus flaquezas lo
dominaran. También desobedeció la orden
divina: «No tendrás otros dioses fuera de
mí» (Éxo. 20: 3-5, NRV). «En efecto, cuando Salomón llegó a viejo, sus mujeres le
pervirtieron el corazón de modo que él
siguió a otros dioses, y no siempre fue fiel al
Señor su Dios como lo había sido su padre
David» (1 Rey. 11: 4). Si nuestros corazones no están realmente consagrados a Dios,
y si no estamos cabalmente preparados para ponerlo en primer lugar en todo, estaremos arriesgando nuestras vidas. Comencemos cada nuevo día pidiéndole que guarde
nuestros corazones de las pasiones y la lujuria de este mundo que no es nuestro hogar.
PARA COMENTAR
1. ¿Cómo podemos asegurarnos que no
vamos a caer en el mismo pecado de Salomón?
2. ¿Qué importancia debemos adjudicarle a
la obediencia a los Diez Mandamientos
hoy en día? Motiva tu respuesta.
_______________
* Testimonies for the Church, t. 2, pp. 274, 275.
Heather Pérez, St. John, Nueva Escocia, Canadá
Martes
2 de enero
Consolados en medio
de la total debilidad
EVIDENCIA
1 Reyes 3: 16-28; 11:1-13;
2 Crónicas 9: 9-14
Se ha dicho y repetido que «el poder corrompe, y el poder absoluto corrompe absolutamente».1 Salomón quizá no disfrutara de
un “poder absoluto”, pero el Señor le concedió un elevado grado de poder, influencia
y grandes riquezas.
Aun cuando era muy sabio, Salomón era
un simple mortal. El agudo discernimiento
de Salomón pudo penetrar toda una serie de
engaños y mentiras con el fin de restituir su
hijo a una atribulada madre. Salomón, sin
embargo, parece haber perdido su buen juicio al tratar con asuntos más personales. Su
falta de objetividad y discernimiento parecen
haber tenido un papel importante en su camino a la idolatría, a la poligamia y a la adoración de dioses falsos.
Reyes, reinas y príncipes venían de lejos
y de cerca para beber de la fuente de sabiduría que representaba Salomón. A cambio
traían a las arcas del rey presentes de metales
preciosos, finas telas, armas, especias y animales. Y mientras ellos se sentían atraídos
por su sabiduría, él se interesaba en las hijas
de ellos. Sus setecientas esposas de ascendencia real, y sus trescientas concubinas incluían egipcias, moabitas, amonitas, edomitas, sidonias e hititas. El Señor le había advertido a Israel que no se uniera en matrimonio con aquellas naciones para evitar
que llevaran a los israelitas a la idolatría. Y
como siempre, el Señor tenía razón.
Pero en la historia de Salomón también
encontramos esperanza. Si en alguna circunstancia, mediante la gracia de Dios, adquirimos sabiduría, poder y prestigio como
Salomón, podremos examinar el registro bíblico de su historia para que nos ayude a
mantenernos en la senda angosta. Sin embargo, si no logramos una gran sabiduría, si
vivimos nuestras vidas haciendo lo mejor
que podamos con el conocimiento que Dios
nos ha dado, habremos de consolarnos con
dos cosas: 1º Quizá nunca caigamos en las
trampas que él cayó. 2º Quizá haya algo de
Si Salomón solamente
hubiera recibido sabiduría
sin el añadido de riquezas,
poder y prestigio, quizá le
habría ido mucho mejor.
verdad en la interrogante que plantea el actor
Harry Shearer: «¿Si el poder absoluto
corrompe en forma absoluta, te purificará la
2
absoluta falta de poder?»
La falta de poder por sí sola no va a hacer
a nadie puro. Ahora bien, cuando no buscamos alcanzar poder, o procuramos no aferrarnos al poco o mucho que podamos tener,
es evidente que evitaremos la mayoría de las
tentaciones que asaltaron a Salomón y ante
las cuales sucumbió.
PARA COMENTAR
1. ¿Por qué podemos ver tan fácilmente el
más mínimo error en las vidas de los
demás, pero no siempre reconocemos
nuestras inmensas faltas?
2. ¿El poder absoluto siempre corrompe?
Razona tu respuesta.
_______________
1. John E. E. Dalberg Acton (historiador inglés 18431902).
2. Harry Shearer (actor norteamericano, n. 1943).
Jason C. Cole, St. John, Nueva Escocia, Canadá.
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Miércoles
3 de enero
¿Puede Dios
guardarme del pecado?
CÓMO ACTUAR
Salmo 119: 11; Mateo 14: 23;
1 Tesalonicenses 5: 16-18
Si los grandes personajes bíblicos, que
como Salomón en la cumbre del favor divino, pudieron caer de sus sitiales bajo el asedio de la tentación, ¿cómo podremos nosotros protegernos? Por un lado tenemos los
ejemplos de aquellos personajes del pasado: sus pecados, las consecuencias que sufrieron, su arrepentimiento, y la restauración de su fe. Para ser restaurado hay unas
cuantas pautas a seguir, que básicament
son:
1. Mantén la comunicación diaria y de
manera continua con nuestro Señor
(Sal. 119: 11; Mat. 14: 23; 1 Tes. 5: 1618). Esta es aparentemente una frase
bastante gastada. Sin embargo, es una verdad tan vigente como en los tiempos de
Salomón. Debemos dedicar tiempo para
comunicarnos con Dios cada día mediante el estudio personal de la Biblia y
la oración, para fortificarnos contra el inevitable asalto de la tentación. Incluso Cristo, cuando estuvo en la tierra, necesitó
esa comunión personal con su Padre para resistir al pecado.
2. Obedece la voluntad expresa de Dios
(Sal. 19: 7; Eze. 36: 27). Al acercarnos
a Dios, aprenderemos más acerca de aquellos requisitos que son aplicables a nuestras vidas. Obedecer su ley no significa ser
legalistas, como algunos quisieran sugerir; más bien debemos estar motivados a
confiar en ella por amor y mediante una
creciente confianza en él. «En su juventud Salomón hizo la misma decisión que
David, y durante muchos años anduvo
12
con integridad y rindió estricta obediencia a los mandamientos de Dios […]. Durante muchos años la vida de Salomón
quedó señalada por su devoción a Dios,
su integridad y sus principios firmes, así
como por su estricta obediencia a los
mandamientos de Dios».1 Lamentablemente, Salomón comenzó a confiar más
y más en sus propias ideas. Finalmente,
«se desvió del culto de Jehová para postrarse ante los ídolos de los paganos».2
3. Rechaza el egoísmo y el materialismo
(Luc. 12: 22-34; 1 Cor. 10: 31). Salomón, al irse apartando de los principios
divinos, se identificó cada vez más con el
materialismo y el endiosamiento personal.
«Al procurar glorificarse delante del
mundo, perdió su honor e integridad».3
Nuestras vidas deben estar tan consagradas a la gloria de Dios, que obtener lo
material y la gloria personal ha de estar
supeditado a honrarlo y a dar cumplimiento a sus planes para nuestras vidas.
PARA COMENTAR
1. ¿Cómo debemos reaccionar si algún destacado miembro de la iglesia, o algún
dirigente, es sorprendido en un grave
pecado?
2. ¿Por qué el verdadero arrepentimiento y
el perdón no son un motivo para que se
borren las consecuencias del pecado?
_______________
1. Profetas y reyes, p. 19.
2. Ibíd., p. 36.
3. Ibíd., p. 39.
Linda K. Ramos, De Pere, Wisconsin
Jueves
4 de enero
Un Dios amante
y celoso
OPINIÓN
2 Crónicas 6: 14, 36-39
Salomón en su edad madura demostró
una alarmante falta de sentido común,
según podemos apreciar en el número y en
la nacionalidad de sus esposas. Al mismo
tiempo exhibió una nefasta influencia capaz
de llevar a la nación entera a la apostasía,
mediante la diseminación de las diferentes
creencias religiosas de sus esposas.
Tenemos la tendencia a considerar a
Salomón como un caso especial. Nos maravillamos cómo alguien tan sabio pudo dedicarse a coleccionar cientos de esposas.
Quizá consideremos casi con envidia, la
forma en que Dios hace prácticamente llover sobre algunas personas una excepcional
fortuna, influencia o discernimiento. Sin embargo, erramos al formular este juicio. La
diferencia entre los dones de Salomón y
los nuestros es sencillamente algo que tiene
que ver con la intensidad, o cantidad, de
los mismos.
La apostasía en la que Salomón cayó es
muy similar a la que predomina hoy; si no
la misma que afectaba a los antiguos, aun
cuando los contemporáneos nuestros no
dancen alrededor de un altar de piedras y
madera dedicado a Moloc.
No fue que a Salomón le faltara un claro
conocimiento de la importancia de la fidelidad a Dios. En su oración para dedicar el
Templo (2 Crón. 6: 14-42), el joven rey habló de las consecuencias de la idolatría, profetizando de manera inconsciente lo que le
sobrevendría al reino que en poco tiempo
habría de dividirse.
Estas consecuencias incluirían derrotas
ante los enemigos de Israel (vers. 24), falta
de lluvias (vers. 26), el sitio de ciudades
llevado a cabo por enemigos (vers. 29) y la
cautividad en tierras extrañas (vers. 36).
Aun así Salomón reconoció la buena voluntad de Dios para perdonar los pecados de
su pueblo (vers. 39).
La apostasía en la que
Salomón cayó es muy similar
a la que predomina hoy
La caída de Salomón de su condición
de talentoso dirigente espiritual y gobernante de una nación, hasta llegar a ser un
impenitente y desvergonzado idólatra, nos
recuerda lo intensamente depravada que es
la naturaleza humana. ¿Duda alguien que
podríamos actuar como lo hizo Salomón?
¿Nos hemos preguntado alguna vez: ¿Por
qué es Dios tan celoso al requerir una lealtad total? La respuesta está ilustrada en la
vida del rey más promisorio de Israel, cuya
búsqueda de todo placer «debajo del sol»
lo dejó vacío y angustiado. El Dios que nos
creó para que estuviéramos en comunión
con él, sabía que esto era lo único que habría de satisfacernos.
PARA COMENTAR
1. ¿Cómo pueden convertirse en tentaciones algunas bendiciones como la riqueza, la inteligencia y el don de gentes?
2. ¿Qué tipo de personas admiramos: a los
altamente dotados, o a los sencillos y fieles? ¿Por qué? Explica por qué crees que
los dones de Dios no siempre se excluyen mutuamente.
Tim Swensen, Sunnyvale, California
13
Viernes
5 de enero
Un gozo extremo
de origen divino
eso es lo que nos proporcionará una felicidad imperecedera.
EXPLORACIÓN
Salmo 16: 11
CONSIDERA
PARA CONCLUIR
Seguir a Cristo es lo único que puede
concedernos un gozo único, transformador
e impactante. Salomón poseía todo lo que
el mundo podía brindar, pero al concentrarse en todo aquello se apartó de la única
fuente de verdadera felicidad: Dios. No nos
Seguir a Cristo es lo único
que puede concedernos
un gozo único,
transformador e impactante.
diferenciamos mucho de Salomón. Buscamos la dicha persiguiendo las cosas que este mundo nos brinda. Al igual que Salomón, descubrimos que eso no funciona.
¿La verdadera solución? La misma consiste
en permanecer en diario contacto con Dios,
obedecerlo según él nos va revelando su
voluntad, abandonando el egoísmo y el materialismo. Dios nos creó para que estemos
en comunión con él, y sabe que solamente
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• Preparar una gráfica de tu experiencia
cristiana, donde se muestren los puntos
altos y los bajos.
• Comparar o contrastar tu vida con la de
Salomón. ¿Qué puedes aprender de su
experiencia?
• Componer un poema, un cántico o una
oración escrita de alabanza hablando del
poder redentor y del amor de Dios.
• Redactar un diálogo simulado con Dios,
como si tú fueras Salomón. ¿Qué le pedirías a Dios?
• Compartir con algunos amigos, o conocidos, el relato de algunas de las formas
en que Dios te ha bendecido.
• Preparar un diario donde anotes la forma
en que el materialismo afecta tu vida. Pídele a Dios que te encamine hacia el sendero correcto, de forma que te concentres en las cosas celestiales. Anota cómo
aumenta tu paz al Dios cambiar el enfoque de tu vida.
PARA CONECTAR
✓ Profetas y reyes, cap. 3.
Christy Yingling, Battle Creek, Michigan
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