UN CANTO AL LIBERTADOR SIMON BOLIVAR POR EL ESCRITOR

UN CANTO AL LIBERTADOR SIMON BOLIVAR
POR
EL ESCRITOR: JULIO M. BARREIRO RIVAS
CONDECORACION. HONOR AL MERITO
UNICA CLASE
GUARDIA NACIONAL
“SINTESIS DE UNA HISTORIA”
Mientras seas un egocentrista con un egotismo “Yoyero”, un
policastro bocata y, un militar trasnochado, con armas y sin
arados. Mientras que siendo un veguero, y sueñes con un
imperio... “Olvídate de la unión de esos pueblos”. Puesto que
aunque somos semejantes, nos separa la igualdad.
El Libertador Simón Bolívar con todo su prestigio no pudo
lograr el objetivo de mantener la unidad de la Gran Colombia,
es obvio que ninguno de sus sucesores lo pueda lograr.
Por mucho que cante el gallo, “…Si es pataruco, nada
podrá cristar…”.
En el Congreso “Anfictiónico” del
Istmo de Panamá que Simón Bolívar
instaló el día 22 de Junio de 1.826. Se
convino la creación de una conferencia
perpetua para sostener en común, la
soberanía y la independencia de los
pueblos de Hispanoamérica, en contra del dominio extranjero.
Este convenio fue letra muerta, por no corresponderse con la
capacidad real de las antiguas colonias españolas, al no
lograrse con ello las ambiciones de los primeros caudillos y
jefes militares de segunda fila, surgidos al calor de las guerras
y golpes de estado.
Estas masas anónimas formadas por:
Pardos, zaramullos y castas criollas, como
la del zamarro neogranadino Santander y
el venezolano José Antonio Páez, que
consumaron el proceso de desintegración, alzándose con los
reinos, como si se tratara de un botín medieval.
Centralistas, federalistas, conservadores y liberales, todos se
desencadenaron en constantes peleas por el control del
gobierno, como una verdadera rebatiña, para tener el
privilegio de ponerle las manos al tesoro público.
Cada uno de estos caudillos, se
transformó en un “Héroe Nacional”,
erigiendo sus propias estatuas y su culto
en su nación. A partir de allí, la América
española se disparó en guerras y golpes
de estado y, surgieron los más insólitos
personajes “Egómanos”.
El General Páez, expulsó al libertador
Simón Bolívar de su patria. El General
flores, conspiró contra el Mariscal
Antonio José de Sucre en Ecuador. Y el
General Francisco de Paula Santander, le
pateó la tumba a Simón Bolívar en Santa
Marta en Colombia. Al único hombre que les dio el gentilicio
y el espíritu de libertad.
El maestro Pedagogo Simón Rodríguez
el “Robinsón” con el libro “Emilio” de
Jacobo Rousseau, hizo de un hombre
rico, a un hombre pobre, para darle la
libertad a América Latina “Simón
Bolívar”: Padre de cinco naciones:
Colombia, Perú, Ecuador, Bolivia y Venezuela.
Algún día llegará a Venezuela otra
distinguida gallega, como Petronila de
Ponte Andrade, que parirá otro criollo
como lo fue: Juan Vicente Bolívar y
Ponte, que engendrará otro libertador
como Simón Bolívar.
En Santa Marta (Colombia) en
la
hacienda
San
pedro
Alejandrino, el hidalgo español:
Joaquín de Mier, escucha al
libertador que dice: “…El
Quijote, Jesucristo y yo, somos
tres majaderos…Yo aré en el
mar
y
sembré
en
el
desierto…Esta gente no me quiere…Vámonos, vámonos,
vámonos de aquí…”.
Se dice que Jesucristo “El
Eccehomo” estaba esperando por
Simón Bolívar en la hacienda San
pedro Alejandrino en Santa Marta
(Colombia) para llevarlo al cielo y
sentarlo a la diestra de su Padre.
Pero bolívar antes de partir,
escribió el siguiente mensaje.
¡…Colombianos, habéis presenciado mis esfuerzos para
planear la libertad…he trabajado con desinterés,
abandonando mi fortuna…dejé el poder cuando me
persuadí que desconfiabais de mi…mis últimos votos son
por la libertad de la patria…! “Si mi muerte contribuye
para que cesen los partidos y se consolide la unión…yo
bajaré tranquilo al sepulcro”.
Fue así, como un día 17 de
Diciembre del año 1.830, a la una y
media de la tarde, desde la
hacienda San pedro Alejandrino,
partieron para el cielo los tres
majaderos de la historia: El
hombre de la triste figura “Don
Quijote
de
la
Mancha”.
“Jesucristo, el Eccehomo” y don “Simón Bolívar Palacios”
el Libertador.
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