Nota a los medios de Diego Fischer por demanda judicial

Anuncio
1
Montevideo,11demayode2016.
Estimados colegas y amigos:
Sorprendido por la difusión que alcanzó la información acerca de la
audiencia de conciliación celebrada con los señores Ariel Sosa y
Marcelo Vilariño, director y letrista respectivamente del conjunto de
Carnaval Los Zíngaros, y por la serie de falsedades, inexactitudes e
improperios que ha expresado el titular de la agrupación
carnavalera en distintos medios de comunicación, decidí romper mi
silencio y dar mi versión sobre los hechos a través de esta carta.
El 28 de enero pasado y por dos medios de prensa me enteré que
Los Zíngaros harían una parodia sobre Juana de Ibarbourou,
basada en mi libro Al encuentro de las Tres Marías. Grande fue mi
sorpresa, ya que en ningún momento persona alguna de ese
conjunto se comunicó conmigo para pedirme la autorización que
exige la ley. Opté entonces por comunicarme telefónicamente con
el señor Sosa a quien, le pregunté por qué no me había llamado. La
respuesta que obtuve fue: “Sí, debí llamarlo”, y luego de un cortés y
breve monólogo del señor Sosa, en el que habló de las bondades y
éxitos de su agrupación, me invitó a ver el espectáculo el lunes
siguiente en el Teatro de Verano, comentándome que las entradas
ya estaban agotadas pero que él me conseguiría tres. Confieso que
finalizada la comunicación, no tuve claro si el señor Sosa estaba
hablando en serio o estaba bromeando.
Un par de días más tarde accedí al libreto de la parodia titulada
Juana de América y debo decir que mi indignación fue muy grande,
al comprobar que escenas, diálogos y la sucesión de la historia fue
tomada -muchas veces- textualmente de mi libro.
Quiero comentar lo que Al encuentro de las Tres Marías. Juana
de Ibarbourou más allá del mito (ese es el nombre completo del
libro) representa para mí. Fue el libro que marcó un antes y un
después en mi carrera profesional como escritor. Está basado en
una profunda investigación periodística que me llevó más de dos
años y en la que descubrí a una Juana muy distinta a la que nos
habían enseñado en el colegio. Sin destruir el mito y con gran
respeto narro allí su vida tal como fue. Vida en la que no faltaron la
2
adicción a las drogas, la violencia doméstica y las grandes penurias
materiales. También muestro a la mujer que, con un enorme talento
y fuerza, se reponía de las durísimas pruebas a la que la sometió la
vida, para luego escribir versos entrañables y prosas memorables.
La primera edición salió en agosto de 2008 y a la fecha lleva
vendidas unas 28 reediciones y más de 30 mil ejemplares. Un año
más tarde, en 2009, Al encuentro de las Tres Marías tuvo su versión
teatral y con un elenco y dirección magistrales, logró dos premios
Florencio.
Le debo también a Al encuentro de las Tres Marías el haber
recorrido casi todo el Uruguay, ya que no solo de las capitales
departamentales, sino de pequeños pueblos me invitaron a
presentarlo. En esas giras pude aquilatar cuánto caló en las
personas el haber mostrado a Juana como lo que fue: una mujer,
una gran mujer. El libro también sirvió para que la obra de Juana
fuera reconsiderada por muchos intelectuales que la ignoraban y
sus poesías volvieron a ser estudiadas en Primaria y Secundaria,
luego de largos años de olvido.
En enero, me encontré que sin mi autorización Los Zíngaros hizo
una parodia con mi libro. La idea a priori podía resultar muy buena,
ya que llegaría a un público muy grande que asiste a los
espectáculos de Carnaval. Pero se avasallaron mis derechos, que
no son ni más ni menos que los de un trabajador.
Desde un comienzo solicité asesoramiento legal y se me sugirió
que ejerciera mi derecho de levantar la parodia. Me negué. ¿Por
qué? Porque sabía que si tomaba esa resolución, afectaría a
muchas personas que nada tenían que ver con la vulneración de
mis derechos como autor y que –seguramente- habían trabajado
muy duro para la temporada de Carnaval. También me sugirieron
que denunciara la situación ante el jurado del concurso de
Carnaval, lo que podría haber producido la inmediata
descalificación de los parodistas.
Opté por el único camino que siempre he transitado: el del diálogo.
Solicité un ámbito de negociación, para llegar a un acuerdo en el
que se reconocieran mis derechos vulnerados. No fue posible. El
silencio fue la respuesta. Mis abogados reiteraron el pedido y
llegaron a plantear fórmulas para un posible acuerdo. Nada. La
respuesta por parte del libretista Vilariño y a través de un abogado,
3
fue el pedido de una mesa de negociación, que llegó a mis
asesores legales -vía mail- el viernes 26 de febrero a las 18 y 10.
Para entonces el concurso de Carnaval había finalizado y se
aguardaba el falló del mismo el domingo 28.
Es muy llamativo que en estas horas, luego de que se produjera
la audiencia de conciliación la semana pasada, en la que el señor
Sosa y el señor Vilariño concurrieron, al igual que quien esto
escribe y a través de su abogado manifestaran que “no tenían
ninguna propuesta para hacer”, se haga esta campaña de
difamación. ¿Por qué no hablaron en febrero?.
La tergiversación de los hechos, la descalificación de las
personas, la prepotencia y el desprecio por el trabajo ajeno, nunca
han sido mis herramientas para manejarme por la vida. Yo, sigo
apegado a mis principios y continúo transitando con serenidad el
camino de la ley y de ahora en más, aguardaré el veredicto de la
justicia.
Diego Fischer
Descargar