MISCHA MAISKY & LOS SOLISTAS DE TEL AVIV 12 SEP_ 20:00 H DIRECTOR BARAK TAL VIOLONCHELO MISCHA MAISKY MISCHA MAISKY & LOS SOLISTAS DE TEL-AVIV PROGRAMA DE SALA DIRECTOR Barak Tal AUDIENCIA +8 años VIOLONCHELO Mischa Maisky Ludwig van Beethoven Sinfonía N° 1, Op. 21en Do mayor I. Adagio molto – Allegro con brio II. Andante cantabile con moto (Fa mayor) III. Menuetto. Allegro molto e vivace IV. Finale. Adagio – Allegro molto e vivace ORGANIZA MEDIOS ASOCIADOS 96.5 FM COLABORAN Pyotr Ilyich Tchaikovsky Nocturno en Do menor para violonchelo y orquesta Solista: Mischa Maisky Max Bruch Kol Nidrei para violonchelo y orquesta, Op. 47 Solista: Mischa Maisky INTERMEDIO PROGRAMACIÓN ACOGIDA A LA LEY DE DONACIONES CULTURALES Serguéi Prokófiev Sinfonía N°9 “La Grande”, D.944 Sinfonía Clásica I. Allegro II. Intermezzo. Larghetto III. Gavotte. Non troppo allegro IV. Finale. Molto vivace Joseph Haydn Concierto para violonchelo en Do mayor I. Moderato II. Adagio III. Allegro molto Solista: Mischa Maisky MISCHA MAISKY & LOS SOLISTAS DE TEL-AVIV NOTAS AL PROGRAMA Por Gonzalo Cuadra Hay muchas maneras de percibir cómo se van entrelazando las obras de un programa de concierto. Es como el menú que elegimos en un restaurante, cómo decidimos combinar ese zapato especial o ese pañuelo. Depende del ánimo, de lo que queramos decir o del punto de nuestra vida que estemos demostrando. Un programa de concierto como el de hoy es un viaje de apertura y cierre de la sensibilidad del sigo XIX, un derrotero de poco más de cien años que ha sabido encerrar lo más significativo de los programas sinfónicos, una apertura a la sensibilidad romántica que deseamos inaugurar y un cierre a ese mismo pasado romántico que luego necesitaremos reposar. Vamos por parte. BEETHOVEN Y SU SINFONÍA N°1 Sin duda que las nueve sinfonías de Beethoven significan la eclosión afectivaestilística más trascendente de la primera mitad del siglo XIX. Compuestas a lo largo de 25 años, recogerán lo mejor de la tradición clásica y serán fermento para la nueva sensibilidad romántica. ¿Habrá pensado el mismo compositor todo lo que significarían ese año de 1800, cuando terminó su Primera Sinfonía, Op.21? ¿Qué percibió el público vienés del estreno? ¿Era una sinfonía menos bien portada que las de Haydn y ciertamente menos caleidoscópicas que las de Mozart? Algo así, pues la definieron como ruidosa y poco amable, incapaces de percibir que el siglo XIX se les venía prácticamente encima. Con un orgánico orquestal heredado de Haydn, esta primera sinfonía ya presenta algunos rasgos característicos del maestro Beethoven: la osadía armónica de su inicio mismo, armónicamente disonante e incómodamente largo, el extenso desarrollo del primer movimiento, el uso del timbal en el segundo movimiento, la sutil trampa de su tercer movimiento que -alejándose del modelo haydiniano del minué- ya es un verdadero scherzo, y el empuje rítmico del movimiento final. ¿Se iba poco a poco rompiendo la forma? ¿La música pura y estructurada iba perdiendo credibilidad y confiabilidad? Una segunda sinfonía vendrá sólo tres años después, marcando ya una diferencia con la vehemente rapidez de composición de aquellos músicos predecesores, como queriendo decir, calma, lo que yo deseo no es necesariamente lo que a ustedes agrada, pero ciertamente es lo que yo siento, y lo que yo siento es lo que necesitan. Ese expresar la esencia misma del afecto, del alma en cada creación es un ideal romántico que, ya avanzado el siglo XIX, no se ponía en tela de juicio. ¿Cómo dudar de que aquel o tal poeta sufría por ese imposible amor expresado en sus versos? ¿Acaso ese pintor no retrataba su propio cuarto y a su propia amante? ¿Acaso Tchaikovsky no aprovechaba la música para expresar lo inefable? ¿No creaba su propia Rusia, melódica, intensa, anhelante y a veces trágica? ¿No se han fijado en esa nueva manera de nombrar las obras como Escenas, Fantasía o Nocturno? Tchaikovsky terminará sus Seis piezas para piano, Op.19 en 1873 y es pródiga en títulos semejantes: Ensoñación de la tarde, Caprichoso… y, como decíamos, Nocturno. Esta última sección la orquestará para violonchelo y orquesta de cámara en 1888, basándose a su vez en otro arreglo hecho para violonchelo y piano por Wilhelm Fitzenhagen. La breve pieza de no más de seis minutos descansa toda su efectividad en un trabajo melódico expuesto ya desde el inicio mismo de la pieza, con un violonchelo que aprovecha su registro más central como si de una plegaria o una confesión se tratara. No hay virtuosismos vanos. Es esa Rusia tamizada por su propia sensibilidad de la “SIN DUDA QUE LAS NUEVE SINFONÍAS DE BEETHOVEN SIGNIFICAN LA ECLOSIÓN AFECTIVA ESTILÍSTICA MÁS TRASCENDENTE DE LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XIX...”. que hablábamos. Si se emociona, dele, que no es el único. MAX BRUCH Y KOL NIDREI Solicitada por el violonchelista Robert Hausmann, compuesta en Londres en 1881 y publicada en Berlín al año siguiente, Kol Nidrei es una serie de variaciones melódicas sobre temas tradicionales judíos, también descrita como una suite para violonchelo y orquesta, cuyo primer tema melódico proviene de la oración misma que da título a la obra. Aunque Max Bruch era de religión protestante trabó una estrecha amistad en Berlín con la familia Lichtenstein, MISCHA MAISKY & LOS SOLISTAS DE TEL-AVIV cuyo jefe de casa era el cantor principal de la ciudad. Fue él quien le presentó las variadas facetas de la música ceremonial judía, en especial el trabajo melódico del cantor que es aquí la influencia más directa para la parte instrumental del solista. Sin embargo, es sólo el punto de partida para la creación de Bruch, un empedernido melodista, admirador de Brahms y cuya producción musical también se vio influenciada por el folklore escocés, galés y alemán. En el fondo seguimos hablando de la expresión individual: un mundo que se ve y se oye sólo a través del tamiz del propio creador, como aquellos paisajes que describimos a ojos semi cerrados, y muchos años después. ¿LA FORMA SONATA EN DESUSO? ¿Qué hacer con este siglo XIX que se iba proyectaba casi sin competencia y oponentes sobre el siglo XX? La orquesta crecía cada vez más, la armonía ya no tenía más terceras que superponer, la tonalidad hacía tiempo que se rebalsaba y se arrancaba por derroteros cercanos a la angustia y la locura, la expresión privilegiaba la emoción en un camino cada vez más exigente; el compositor como artesano, lloviera o hiciera sol, con pena o con alegría, hacía un siglo que se había perdido. Ante tal panorama algunos músicos vieron en aquel 1800 antes de ser revolucionado por Beethoven una escapatoria clara y precisa como un cincel. Volverían las obras con títulos meramente musicales (como sonata, minué), las danzas, las siempre confiables e impersonales figuras de acompañamiento, la seguridad de la forma musical y la tonalidad como andamio y cimiento, lejos del corazón como única regla y cálculo. Rigor y prolijidad, confianza en la música sin más, sin literatura ni paisajes. ¿Alguien creía que la forma sonata estaba en desuso? Un joven compositor ruso de veintiséis años ciertamente no lo creía y se aferraba a la tabla de este neoclasicismo con una seguridad magnífica: Serguei Prokófiev, cuya Primer Sinfonía es un paso dado atrás, pero con el salto bien rebotado hacia el futuro. Compuesta en 1917 y estrenada al año siguiente en San Petersburgo, aquí volvemos a una orquesta que en cantidad de instrumentistas e instrumentos pedidos bien podría haber sido aquella de un compositor de fines del 1700; volvemos a escribir movimientos, aquí cuatro, a la vitalidad exuberante del primero que por una parte no rehúye a cierta experimentación tonal “EL CONCIERTO PARA VIOLONCHELO EN DO MAYOR DE HAYDN ES UNA MEZCLA DE SEGURIDAD Y COMPOSTURA CON CALMADO LIRISMO Y UN VEHEMENTE ARREBATO RÍTMICO QUE NO SE COHÍBE DE LOS APLAUSOS...”. pero cuya melodía principal se basaba en un simple arpegio de acorde. También a recuperar danzas, aquí una gavotta, devenida la parte más célebre de esta sinfonía y que ciertamente inspiraba a Prokófiev a través de su precisión rítmica. ¡Y la forma rondó sonata del último movimiento! Efervescente como el primero, aquí llega a utilizar el empolvado bajo de Alberti tal como si se tratara de una sonatina para piano de Clementi. La recepción de esta sinfonía fue clamorosa y puso al compositor no sólo a la cabeza de sus coterráneos, sino de toda la nueva vanguardia neoclasicista. EL PERDIDO CONCIERTO PARA VIOLONCHELO EN DO MAYOR Finalizar con Haydn, como les comentaba en el primer párrafo, es un cierre lógico y puro. Ha cesado sin duda el transitar por el valle del sentimiento individual y recuperamos la técnica. ¿Hablábamos de revivir la labor del compositor como un artesano? Y qué mejor ejemplo de compositor de oficio y encargos que el ya nombrado Joseph Haydn. La seguridad de la forma, la rapidez de composición, el resultado previsto. Hablando específicamente del presente Concierto para violonchelo en Do, se le consideró perdido por mucho tiempo y no fue sino hasta 1961 que fue hallado en un archivo del Museo Nacional de Praga. Compuesto alrededor de 1769, quizá fue dedicado a Joseph Wiegl, solista de la orquesta Esterhazy, noble señor para el que todos estaban contratados. Especulaciones. Lo que es más comprobable es que estamos ante una obra es mezcla de seguridad y compostura (primer movimiento), calmado lirismo (segundo movimiento) y un vehemente arrebato rítmico (tercero) que ciertamente no se cohíbe de los aplausos. Con esta obra se cierra este viaje de ida y vuelta, razón y corazón, del presente programa de concierto. MISCHA MAISKY & LOS SOLISTAS DE TEL-AVIV MISCHA MAISKY SOLISTAS DE TEL-AVIV Merecedor de cinco premios Record Academy Prize en Tokio y de los premios Echo Deutscher Schallplattenpreis, Grand Prix du Disque en París y Diapason d’Or of the Year, así como de varias nominaciones al Grammy, Mischa Maisky es uno de los violonchelistas más reconocidos en la escena internacional, presentándose en los principales escenarios de Londres, París, Berlín, Viena, Nueva York y Tokio. Aclamada tanto por la crítica como por la audiencia por su alto nivel interpretativo, Solistas de Tel-Aviv fue fundada en 2001 por el director Barak Tal con el deseo de crear una orquesta de cámara israelita que estuviese formada por jóvenes músicos del más alto nivel. Es así como entre sus 30 integrantes, se cuentan directores de cámara, solistas y ganadores de importantes competencias, quienes han hecho posible que la orquesta sea merecedora del premio de excelencia de Buchman-Heyman Foundation y que se haya presentado en los mejores escenarios del mundo como es el caso del Carnegie Hall, Nueva York; y Konzerthaus, Viena, y VIOLONCHELO Su técnica brillante mezclada con una exquisita delicadeza y gran temperamento, han hecho que sea invitado de importantes agrupaciones como la Orquesta Filarmónica de Viena, la Filarmónica de Israel y la de Berlín, la Sinfónica de Londres, la Orquesta de París, la Orpheus und Chamber Orchestra of Europe, entre otras. Con éstas y otras agrupaciones ha grabado más de 35 discos para Deutsche Grammophon. Dentro de los hitos de su carrera, se encuentran los más de 100 conciertos que dio en el marco de la gira mundial en homenaje a Bach el año 2000, dejando de manifiesto su gran admiración por este compositor. Además, ha tocado con directores de la talla de Leonard Bernstein, Zubin Mehta, Giuseppe Sinopoli, Vladimir Ashkenaz y Daniel Barenboim, por mencionar algunos. ORQUESTA en importantes festivales internacionales como Interlaken Classics, Suiza, y Arthur Rubinstein Festival, Israel, además de realizar transmisiones en vivo para radio y televisión en Europa e Israel. Solistas de Tel-Aviv se ha presentado con músicos de renombre internacional, como los violinistas Maxim Vengerov y Ida Haendel, la violista Tabea Zimmermann, el contratenor Andreas Scholl, el barítono Klaus Mertens, los claretinistas Giora Feidman y Chen Halevi, pianistas Itamar Golan, Ian Fountain y Boris Berman, y el fagotista Sergio Azzolini. BARAK TAL DIRECTOR Fundador y director musical de Solistas de Tel-Aviv, Barak Tal ha dirigido en importantes escenarios y ha colaborado con artistas internacionales como Maxim Vengerov, Tabea Zimmermann, Andreas Scholl, Klaus Mertens, Sol Gabetta, Itamar Golan y Giora Feidman, entre otros. Además, ha sido director invitado de la Orquesta Filarmónica de Israel, la Orquesta Sinfónica de Moscú, la Wroclaw Philharmonic Orchestra (Polonia), la Vaasa City Orchestra (Finlandia), la Sinfonietta Cracovia (Polonia), la Neue Philharmonie Westfalen (Alemania), y director musical de Haifa Youth Symphony Orchestra y de Matan Symphony Orchestra. Ha sido merecedor de importantes premios de Israel, tales como Oedoen Partos Award 2006, otorgado por el Ministerio de Cultura Israelí, y The Rosenblum Award 2007, entregado por el Municipio de Tel-Aviv. También recibió la beca de la Fundación Cultural America-Israel. Ha estudiado en Europa con los dircetores Kurt Mazur, Neeme Jarvi, Jorma Panula, Vladimir Ponkin y Zsolt Nagy, y se graduó de la The Jerusalem Music Academy y The BuchmanMehta School of Music, Tel-Aviv University, donde estudió dirección con los profesores Mendi Rodan y Evgeny Zirlin. PRÓXIMOS EVENTOS DANZA MATILDE SÁBADO 01 Y DOMINGO 02 DE OCTUBRE EXPOSICIÓN FOTOGRÁFICA GRANDES CONCIERTOS INTERNACIONALES ORQUESTA FILARMÓNICA DE HAMBURGO UNO DE LOS MEJORES DIRECTORES DEL MUNDO, KENT NAGANO Y LA VIBRANTE INTERPRETACIÓN DEL CELLISTA GAUTIER CAPUÇON 24 SEP_ DIRECTOR KENT NAGANO VIOLONCHELO GAUTIER CAPUÇON BRANTMAYER-MONTECINO CABALLERO SOLO Marcelo Montecino Curadora: Andrea Jösch MUCHEDUMBRE: GEOGRAFÍA DE LA PIEL Jorge Brantmayer Curador: Camilo Yáñez VIERNES 14 DE OCTUBRE AL DOMINGO 22 DE ENERO CONCIERTO GALA LÍRICA VOCES FEMENINAS + ORQUESTA SINFÓNICA DE CHILE MARTES 18 DE OCTUBRE 19:30 H ¿DÓNDE COMER? Cívico es el nombre del restaurant del Centro de las Artes 660 / CA660, ubicado en el Jardín de Esculturas, nivel -1. Su carta se caracteriza por ofrecer comida chilena, con un sello distinto y original. LOS INVITAMOS A HACER SU RESERVA PARA COMER DESPUÉS DE CADA ESPECTÁCULO. +56 2 2246 8987. De lunes a viernes de 10:00 a 23:00 horas. Sábados de 11:00 a 21:00 y domingos de 11:00 a 17:00 horas.