REUNIÓN «AUMENTAR EL ATRACTIVO DE LA ENSEÑANZA

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REUNIÓN
«AUMENTAR EL ATRACTIVO
DE LA ENSEÑANZA SUPERIOR EN EL MUNDO,
EN EL MARCO DEL G8/G20»
INTERVENCIÓN DEL MINISTRO DE ESTADO Y MINISTRO DE
ASUNTOS EXTERIORES Y EUROPEOS,
ALAIN JUPPÉ
(París, 10 de mayo de 2011)
(Extraits)
Señora ministra, querida Valérie
Señor presidente,
Señora y señores representantes de Alemania, Australia, Canadá, China, Estados Unidos,
India, Japón y Reino Unido,
Señoras y señores directores generales y directores,
Señoras y señores estudiantes,
Señoras y señores,
Queridos amigos,
Es un placer recibirles esta mañana en el ministerio de Asuntos Exteriores y Europeos con
motivo de esta reunión de las agencias de los países más abiertos a los estudiantes extranjeros.
Quisiera agradecer a nuestros anfitriones que, en algunos casos, han venido desde muy lejos
para participar en este acto y, en especial, a los jóvenes venidos de todo el mundo, una
pequeña representación de los 278 000 que se mencionaban antes y que, con su presencia, dan
testimonio de la riqueza y la proyección de la que goza nuestra enseñanza superior. Gracias
también a Béatrice Khaïat y a todo el equipo de Campus France, que han puesto todo su
empeño para hacer que estas dos jornadas sean un éxito.
Por mi parte, me complace que este encuentro, que constituye una primicia, haya podido
celebrarse aquí, en Francia, en este país tan comprometido con su tradición de acogida y tan
firmemente convencido de la necesidad de ofrecer a la juventud el acceso a la enseñanza
superior.
[…] En una economía del conocimiento cada vez más globalizada, nos enfrentamos a un
mismo desafío: el del aumento permanente de la movilidad estudiantil.
Desde este punto de vista, las cifras hablan por sí solas:
De aquí a 2015, la población mundial de estudiantes se habrá multiplicado por dos en relación
con el año 2000 para alcanzar los 200 millones de estudiantes, de los que las dos terceras
partes provienen de los países emergentes.
La movilidad de los estudiantes, que se ha multiplicado por tres en el transcurso de los treinta
últimos años, atañe en la actualidad a tres millones de personas.
De aquí a 2025, el número de jóvenes que prosiguen su escolaridad fuera de su país de origen
oscilará entre 4 y 6 millones.
He aquí una hermosa revolución en comparación con lo que yo conocí cuando era estudiante.
No teníamos esa suerte de irnos a vivir y a estudiar seis meses o un año a otro país.
Hoy en día, la naturaleza de esta movilidad internacional de estudiantes ha cambiado
profundamente. Mientras en el pasado, dicha movilidad dependía considerablemente de las
relaciones geopolíticas y culturales entre países, hoy los gobiernos la consideran una palanca
de desarrollo económico y los centros de enseñanza, como una ventaja competitiva […]. Para
nuestras escuelas y universidades, la movilidad constituye un elemento esencial de acceso a la
excelencia: independientemente de los defectos que presentan, las clasificaciones
internacionales nos revelan cada año la necesidad de promover los intercambios científicos
para aspirar a estar entre los mejores.
Debemos dar respuesta este reto. Porque la movilidad de los estudiantes es un recurso
formidable.
Es un recurso para vosotros, señoritas y señores, que sois los beneficiarios. Estudiar en el
extranjero es, por supuesto, ampliar la visión del mundo. […] Es también prepararse para
trabajar en entornos multiculturales en un contexto en que la internacionalización de las
actividades y la importancia creciente que adquieren las tecnologías ligadas a Internet otorgan
un papel cada vez más importante al trabajo multilingüe y multicultural en la empresa. […]
La movilidad internacional de los estudiantes es también una ventaja para los países de
origen.
[…] Los estudios o la formación en el extranjero permiten a los futuros ciudadanos
sensibilizarse con los retos del desarrollo sostenible, adquirir el saber-hacer y saber-ser
indispensables para adaptarse a los cambios en el mundo, y ser protagonistas, en algunas
situaciones políticas, de la democratización de sus países. La movilidad internacional es
fundamental para formar a los dirigentes del futuro, que contribuirán a un mayor respeto de la
diversidad, así como a una cooperación activa entre países y a un mundo más pacífico y
estable.
La movilidad constituye también una ventaja en materia de desarrollo económico.
Ciertamente, la falta de perspectivas en algunos países de origen puede incitar a los
estudiantes a quedarse en sus países de acogida. No obstante, estamos decididos a contribuir,
a través de la formación de formadores y el desarrollo de escuelas y universidades en el
extranjero, a reforzar las estructuras locales que formarán, ellas mismas y con el personal
suficiente, a los dirigentes que estos Estados necesitan. […] Pienso, en concreto, en la
creación de una Oficina Mediterránea de la Juventud, que es una de nuestras prioridades,
destinada a multiplicar los intercambios y la solidaridad entras las dos riberas del
Mediterráneo y con la que Francia está muy comprometida […].
Por último, la movilidad internacional de los estudiantes constituye también una ventaja para
el que recibe. Dicha movilidad es fundamental para abrirse al otro, para el diálogo de culturas
y la construcción de una sociedad del conocimiento. La movilidad refuerza asimismo la
excelencia científica, que supone interacciones entre estudiantes e investigadores a nivel
internacional, y permite la intensificación de la cooperación entre laboratorios de
investigación de diferentes países y la constitución de redes internacionales de investigadores.
A ello añadiría que un estudiante extranjero que viene a pasar seis meses o un año en Francia,
salvo casos excepcionales, se convierte en amigo de Francia para siempre.
La recepción de estudiantes extranjeros representa, de este modo, un importantísimo reto
económico, de influencia y de solidaridad para cada uno de nuestros países.
Junto a todos los países europeos, Francia ha tomado plena conciencia de este reto.
Fiel a su tradición humanista, la Unión Europea se ha fijado como objetivo promover Europa
en su conjunto, como centro mundial de excelencia para los estudios. Como prueba de ello,
citaré iniciativas como la Estrategia de Lisboa y el Proceso de Bolonia, que han permitido
iniciar la armonización de los grados universitarios (Diplomatura-Máster-Doctorado) y
favorecer así la emergencia de un espacio europeo de enseñanza atractivo.
Paralelamente, desde los años 2000, la mayoría de países europeos han iniciado reformas y
lanzado políticas voluntaristas para mejorar la calidad de sus sistemas de enseñanza superior.
Estas iniciativas están fundadas en tres principios: autonomía, reunión de competencias y
prioridad dada a la articulación “formación-investigación-innovación”. En este punto, quisiera
rendir un especial homenaje a Valérie Pécresse, por su valentía, su compromiso, su tenacidad.
El mundo de la enseñanza superior es un mundo complicado, donde los egocentrismos son
frecuentes, como es normal tratándose de gente que ha adquirido grandes conocimientos y
grandes experiencias. Pues bien, Valérie Pécresse ha logrado en unos años cambiar
profundamente este universo de nuestra educación superior a través de reformas de calado
como la trayectoria LMD, pero también la ley LRU, la aportación de dinero fresco en
abundancia, además de proyectos como el Proyecto Campus. Personalmente también he
contribuido, en el marco del préstamo global, a hacer que la enseñanza superior y nuestras
universidades, la investigación y la innovación sean consideradas como prioridades. Debo
decir que Valérie Pécresse ha sabido llevar a término con éxito todas las reformas, gracias a
las cualidades de las que hablaba antes […].
Francia, que con más de 270 000 estudiantes extranjeros matriculados al inicio del curso
2010-2011, se sitúa entre los tres primeros países de acogida, se organiza también para
reforzar la influencia y la notoriedad de su educación superior. Quisiera insistir en las cifras
porque se oyen cosas, por aquí y por allá, como que Europa es una fortaleza protegida que no
deja entrar a nadie que venga del exterior, y que Francia es una de las pioneras de esta
autoprotección. No es cierto. Acogemos a 278 000 estudiantes extranjeros y estamos entre los
tres primeros países de acogida. Y pienso que es algo que nos honra como país.
Evidentemente, no se trata de incitar a una inmigración descontrolada, clandestina o una
movilidad estudiantil alejada de su objetivo. Por ello, el ministerio de Asuntos Exteriores y
Europeos ha confiado a sus inspecciones respectivas una misión de investigación sobre la
movilidad de algunos estudiantes que se han dedicado al tráfico ilegal de diplomas. Pero, por
supuesto, este ejemplo no debe ensombrecer el éxito que registra globalmente la movilidad
estudiantil en Francia.
De lo que se trata hoy en día es de desarrollar la movilidad de los estudiantes internacionales
en un marco mejor seleccionado. De conformidad con nuestros seminarios gubernamentales
de 2005 y 2006, nuestra ambición es, desde ahora, animar a los jóvenes extranjeros que
vienen a estudiar a nuestro país, ofrecerles unas condiciones materiales serenas y ayudarles en
su orientación.
El ministerio de Asuntos Exteriores y Europeos está totalmente movilizado en este sentido, y
se ha fijado varios objetivos que quisiera enumerar rápidamente:
El primero es atraer a estudiantes con un gran potencial, en especial, de los países emergentes,
en una serie de disciplinas […], centrando nuestros esfuerzos de forma prioritaria en los
niveles de máster y doctorado.
El segundo objetivo es intensificar la promoción de nuestra oferta de estudios en colaboración
con la Agencia Campus France. Nuestro ministerio y su agencia trabajan realmente de forma
conjunta.
Tercer objetivo: ofrecer un mejor apoyo a los estudiantes, movilizando a los 300
colaboradores de la red Campus France, financiada por el ministerio de Asuntos Exteriores y
Europeos, esto es, 150 espacios en 97 países, y estableciendo una carta de calidad para la
recepción de becarios del Gobierno francés. Asimismo, debemos velar por que los estudiantes
que no respetan la obligación de asistir a clase o que suspenden sus exámenes de forma
regular, sean objeto de un seguimiento especial.
Cuarto objetivo: simplificar los trámites de preinscripción de candidatos extranjeros en los
establecimientos de enseñanza superior – queda aún mucho por hacer–, en particular, a través
de la creación de un procedimiento desmaterializado, e incluso suprimir dichos trámites
cuando sea posible.
Quinto objetivo, para terminar: respaldar una política ambiciosa en materia de becas.
Alrededor de 16 000 becas se atribuyen cada año a los estudiantes extranjeros que optan por
venir a Francia. Algunos de ellos disfrutan en la actualidad de prestigiosos programas como
EIFFEL y MAJOR, sin olvidar los programas de excelencia coordinados por nuestros cargos
diplomáticos. Nuestras embajadas están plenamente movilizadas para desarrollar aún más
estos programas buscando activamente alcanzar acuerdos de colaboración con empresas,
entidades territoriales y gobiernos extranjeros, pero también impulsando y animando las redes
de antiguos estudiantes en Francia. Esto es algo que no hacemos del todo bien. Los
estadounidenses practican mucho la técnica de los «ALUMNI», puestos en contacto. Y bueno,
es preciso que nosotros también seamos capaces de hacerlo. Este año, el ministerio de
Asuntos Exteriores y Europeos, consciente de la importancia estratégica de recibir y formar a
estudiantes extranjeros, ha optado por mantener el importe en becas que se le asigna, a pesar
de las limitaciones presupuestarias que se aplican a todo el mundo.
Esto es, señoras y señores, lo que quería decirles para convencerles de que mi administración,
aquí, está plenamente comprometida con ustedes.
La movilidad internacional de los estudiantes debe enmarcarse en un círculo virtuoso que
permita realizar vuestros proyectos personales y, a la vez, des respuesta a las necesidades de
vuestros países de origen y vuestro país de acogida.
Por todo ello, estamos decididos a proseguir nuestros esfuerzos para apoyar a los estudiantes
extranjeros, permaneciendo especialmente atentos a su aptitud, su motivación y a la
pertinencia de sus proyectos académicos en una perspectiva profesional. Es tanto más
indispensable cuanto que, como les he dicho, estos estudiantes extranjeros, después de haber
pasado por nuestro país, por nuestras universidades, son en la mayoría de los casos amigos de
Francia para siempre y embajadores incansables de nuestro país y nuestros valores. Eso es lo
que deseo, en todo caso, al dirigirme a ustedes y agradecerles su atención./.
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