Oh pobre perro - Gimnasio Femenino

Oh! Pobre perro
Había una vez un perro que era callejero llamado Max, él vivía con un habitante de la calle, el habitante de
la calle lo maltrataba, le pegaba, mucha gente veía como lo hacía, pero a nadie le importaba solo pensaban
que era un perro y no valía la pena ayudarlo, el perro no se iba, ya que dependía de la comida que le daba el
su amo. Un día Max salió a dar un paseo y en el camino vio a una persona con su perro dando un paseo, al
ver el cariño que se tenían el uno al otro y como la persona cuidaba el perro, Max sintió tristeza al ver esto y
sintió que él nunca iba a ser amado de esa manera.
Un día un señor que pasaba por ahí todos los días camino a su trabajo, vio que lo que estaba pasando con
Max, no lo soporto más y decidió adueñarse del perro. El señor tenía una hija y ella siempre había querido
un perro, pero él nunca había estado de acuerdo con esa idea, hasta ese día que vio aquel perro, y ya que su
hija cumplía años decidió dárselo de regalo. En el cumpleaños de su hija el señor sacó una caja muy linda, la
niña al ver la caja le empezó a preguntar a su padre que había en ella, su papá le dijo que la abriera y al
hacerlo vio un pequeño perrito con cara de temor y nervios.
La niña empezó a gritar de emoción, cogió al perrito lo alzó y le empezó a dar muchos besos. El perro al ver
que no le iban a hacer daño se sintió muy feliz, porque al fin iba a tener una familia donde le iban a brindar
mucho amor.
Pasaron los años y el perro ya estaba mucho mejor, más sano, más gordo y más feliz. El señor y la niña le
daban mucho amor y felicidad, el señor creó una fundación para perros sin hogar que eran maltratados,
para así poder darle a un perro una familia llena de amor y felicidad.
Reflexión:
Todos los seres vivos necesitamos un hogar, que en éste se nos respete y podamos crecer, de
esta manera estaremos construyendo un mundo en paz, justo y amoroso, por eso es importante
que todos nos tratemos bien, que cuidemos la naturaleza, cuidemos a nuestros familiares,
amigos y por sobre todas las cosas que recordemos que lo malo puede volverse bueno.
Por: Isabella Rosales, Isabella Rocha y Sarah Valenzuela