Caracas, 14 DE JUNIO DE 2014 Buenas tardes, personal directivo, docente, administrativo, familiares, amigos y amigas, gracias por acompañarnos. Es un verdadero honor para mí tomar la palabra en nombre de todos mis compañeros y compañeras. Hace cinco años iniciamos estos estudios y hoy compartimos la satisfacción de culminar una etapa de ellos ya que aún tenemos mucho por aprender. Cinco años como mínimo cargados de esfuerzos, sacrificios, responsabilidades, compromisos y entrega. Si alguna palabra define a este grupo es perseverancia y por eso nos merecemos estar aquí recibiendo nuestro reconocimiento como Animadores Bíblico de Comunidades Cristianas. Este diploma no nos otorga valor, nosotros somos los que les otorgamos valor ya que cada vez que llevemos la Palabra de Dios estaremos haciendo uso de las enseñanzas que adquirimos a través de este diploma. El camino que nos toca recorrer es mucho más duro ya que debemos hacer efectivo este aprendizaje como diría nuestro fundador Santiago Alberione: “llevando la palabra de dios a los hombres de hoy con los medios de hoy”. En el tiempo que nos ha correspondido vivir está lleno de cambios, en la ciencia, en la tecnología, en las humanidades y en las artes. Estos cambios nos abren espacios infinitos, más sin embargo en medio de todos estos cambios sabemos que el futuro es de los que conservan su integridad, su ser, de aquellos que viven con convicciones fundadas en el conocimiento y en el amor por Jesús. Recordaremos con cariño todos los días de estudios, exámenes, trabajos pero que hoy lo vemos como obstáculos superados. Es por ello que los graduandos manifestamos nuestro profundo agradecimiento en primer lugar a Dios por cada nuevo despertar, por cada nueva experiencia, por darnos la oportunidad de conocernos y de concluir una etapa importante de nuestras vidas. Por permitirnos reunirnos hoy con todos los que nos apoyaron a lo largo de todos nuestros estudios. Agradecerles a nuestros familiares por la comprensión y el apoyo que nos brindaron cuando los dejamos solos en algunos momentos, y por asumir algunas de nuestras responsabilidades mientras estudiábamos. Darle gracias a la Fundación SOBICAIN por habernos abierto no solo las puertas de la escuela, sino las puertas del conocimiento bíblico. Esta escuela nos ha formado para ser animadores de comunidades cristianas y pueden estar seguros que la ejerceremos con excelencia, integridad y entrega hasta que logremos impregnar nuestra sociedad de un espíritu solidario, con valores fundamentados en el amor al prójimo. El conocimiento y el amor por las Sagradas Escrituras lo reforzamos a través de los profesores de SOBICAIN, quienes nos acompañaron en este proceso entregándonos parte de sus conocimientos. Sus enseñanzas no fueron solo por ejercer su trabajo de profesores, sino más bien de orientación, quienes gracias a sus experiencias y vocación se dedicaron a proveernos de herramientas necesarias para el aprendizaje bíblico. Son un ejemplo a seguir y fuente de inspiración. Agradecemos la amistad que nos han brindado. Creemos que somos afortunados por haber recibido clases con ustedes a quienes admiramos, respetamos y queremos. Una mención especialísima al padre Rafael Ortega quien con su sabiduría nos puso a pensar con cada texto bíblico que estudiábamos y cada vez que teníamos clases con él queríamos que estas no terminaran. Cada encuentro con usted es una experiencia llena de conocimientos. Gracias por ser nuestro profesor. A nuestra profesora, siempre querida y admirada Rebeca Cabrera, quien estuvo a nuestro lado en muchas ocasiones cuando la necesitamos y por habernos mostrado el rostro oculto de la mujer en la Biblia. Al Hermano Bernardo quien nos hizo duro el aprendizaje ya que tuvimos que desprendernos de prejuicios e ideas preconcebidas sobre los textos bíblicos, pero el resultado supero las expectativas. Con el hermano aprendimos que estudiábamos o estudiábamos no había de otra. Admiramos su valentía por creer en lo que hace, porque cuando otros no sueñan usted se atreve a soñar. Sabemos que es un hombre bendecido con la inteligencia, la posibilidad de soñar y la fortaleza necesaria para hacer realidad esos sueños. Por último permítanme expresar unas breves palabras a título personal. Mi agradecimiento al grupo al cual pertenezco, por el compromiso, entrega, humildad e integración que cada uno de nosotros demostramos en estos años que compartimos. Estoy segura que nuestros lazos de amistad continuaran. La vida me enseño que la única manera de vivir una vida plena es amando los aciertos y desaciertos del prójimo. Recordemos que como animadores de comunidades cristianas estamos llamados a iluminar, animar y recrear la fuerza originaria de los textos bíblicos para producir alguna novedad en la vida del creyente. Somos triunfadores porque hay un ser maravilloso que nos ha acompañado en toda nuestra vida y es Dios. Quiero compartir una frase de platón “el que aprende y aprende y no practica lo que aprende, es como el que ara y ara y nunca siembra”. Así que no dejemos de poner en práctica con mucha creatividad y responsabilidad los conocimientos adquiridos durante estos cinco años de estudio. A todos y a todas infinitas gracias. Graduanda: Maira Yasmira Zerpa Guzmán