el director de escena y el escenógrafo, relaciones y procesos de

EL DIRECTOR DE ESCENA Y EL ESCENÓGRAFO,
RELACIONES Y PROCESOS DE CREACIÓN.
Vamos a acercarnos en este artículo a una de las relaciones más complejas
que existen en el campo del teatro, y más concretamente en el montaje de una obra
de teatro, es el de las que se establecen en trabajo, ideas, y planificaciones por parte
del director de escena y el escenógrafo o creador del espacio escénico.
INTRODUCCIÓN
En las enseñanzas de Arte Dramático en Andalucía, entre sus varias y diversas
especialidades, existe la de Escenografía. Esta especialidad se oferta en las Escuelas
Superiores de Arte Dramático de Córdoba y de Sevilla. Y dado que he impartido
clases a lo largo de varios cursos en esta rama es por lo que, aparte de mi práctica
profesional como director y escenógrafo, puedo hablar con la experiencia pedagógica
que me han dado estos años.
Es importante que los estudiantes de Escenografía (sobre todo aquellos que
concluyen estas enseñanzas y se lanzan al mundo profesional), sepan con claridad
cuáles son sus pautas laborales en el ejercicio de la profesión. Conocer sus funciones
como escenógrafo y la relación profesional que deben establecer con el director de
escena. Suelen existir algunas confusiones en las responsabilidades y funciones que
han de asumir los escenógrafos en la producción de un espectáculo.
Y aunque las diferentes personalidades del director de escena y
escenógrafo (y sus jerarquías culturales - laborales) varían a veces el marco
vamos a trazar, siempre es imprescindible que exista una relación laboral
cuestiones generales que han de ser inmutables. De todo ello es de lo
hablaremos a continuación.
del
que
con
que
ALUMNOS ESCENÓGRAFOS
Los alumnos que llegan a estudiar la especialidad de escenografía proceden
de enseñanzas varias: directamente del bachillerato, algunos de Bellas Arte y los
menos de otra especialidad de Arte Dramático.
Lo que sí es cierto, es que exceptuando algún caso aislado nunca han tenido
relación con el mundo del teatro, y por lo tanto desconocen cómo es o funciona un
teatro por dentro tanto físicamente como interprofesionalmente. Y lo que es más
preocupante, han visto muy pocas obras de teatro.
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Las enseñanzas que van recibiendo a lo largo de los cuatro años de estudios
les llevan primordialmente por un mundo de conocimientos teóricos. Donde se percibe
que en este tiempo tienen un escaso desarrollo del aprendizaje en el plano técnico y
sobre todo en el práctico.
Se piensa que la especialidad de Escenografía es una enseñanza artística y no
técnica. Pero el conocimiento del medio te dice: si no hay técnica sobre la que
apoyarse la parte artística se evapora.
La mayoría de alumnos tienen confusiones básicas que divergen de la realidad,
de lo que ocurre en el mundo laboral, teatral, y una de ellas es: ¿que es un
escenógrafo en relación con el director de escena y con el resto de los responsables
artísticos del espectáculo? Y estas confusiones surgen desde las mismas enseñanzas
que reciben. Porque no están entroncadas en el conocimiento de la experiencia
práctica.
Los jóvenes alumnos de escenografía imaginan su futura profesión de
escenográfo como si ellos fueran los auténticos responsables y dioses del espacio
escénico. Se imaginan que ellos son el centro y origen de ese espacio, creadores en
la soledad, partiendo del texto dramático o incluso de la nada.
Esto hace que se encuentren alejados de la profesión y la enseñanza se quede
en sombras de quimeras. Un aprendizaje encastrado en libros y en teorías que en el
acto final es ajeno a la realidad profesional. Lo que hace un flaco favor a aquellos
estudiantes de esta especialidad. Sobre todo cuando se encuentran en el entorno
profesional y despiertan del sueño del estudiante.
Es necesario darle más importancia a los estudios técnicos y a la práctica en la
especialidad de Escenografía, ponerlos a la misma altura de las teóricas y de los
campos artísticos.
Y sobre todo falta el perfeccionamiento sobre experiencias prácticas, y de
trabajos continuos para que el futuro escenógrafo se desarrolle plenamente.
EL DIRECTOR DE ESCENA
El director de escena es el primer responsable de trasladar el texto al
escenario. De pasar la palabra escrita al espacio tridimensional de un escenario. Es él
el que realiza la lectura dramatúrgica para la puesta en escena.
La lectura dramatúrgica del director es el alma sobre la que se asienta un
montaje escénico. Por ejemplo, ante una obra como La casa de Bernarda Alba el
director puede leerla desde la lucha por la libertad, o desde un retrato costumbrista y
añejo, o desde la opresión carcelaria, etc. Y al tiempo desde la luz, o desde las
sombras, o desde luces como cuchillas, etc. Y hasta puede emplazarla en una
Andalucía de preguerra civil, o en un barco carcelario, o en la taiga siberiana, o en una
nave espacial si queremos exagerar.
Después de esta lectura dramatúrgica que realiza el director para el montaje de
La casa de Bernarda Alba el resto de los creadores artísticos de la obra de teatro
como son el escenógrafo, iluminador, diseñador de vestuario, músico, etc. (y por
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supuesto los actores), deben acoplarse y seguir el camino por él marcado. Ése hacia
donde quiere llevar el timón de La casa de Bernarda Alba.
No quiere decir que el director de escena sea responsable, y decida cómo tiene
que ser la escenografía, luces, vestuario… No. Cada creador es responsable de su
parcela, pero todos van por la línea trazada por el director. En la etapa de
preproducción del espectáculo es en el que se va ajustando el trabajo de cada uno de
los artistas, para que el todo forme una unidad y tenga sentido para la puesta en
escena.
EL ESCENÓGRAFO
El escenógrafo es el encargado de crear el espacio escénico acorde a la
lectura dramatúrgica de el director de escena. Es lógico, que la escenografía la
diseñará de forma diferente si tiene que colocar la Casa de Bernarda Alba en un barco
carcelario, que si se trata de un retrato costumbrista andaluz de los años treinta.
A partir de las primeras ideas espaciales el escenógrafo deberá estar en
permanente contacto con el director para ver si lo que le va proponiendo o avanzando
sirve para el espectáculo. Este proceso es mejor que trabajar en la soledad del estudio
y llegar un día con la escenografía terminada ante el director, puede ser que no le
funcione para la puesta en escena y todo el trabajo haya que empezarlo de nuevo.
Lógicamente este trabajo se hace desde la dramaturgia de la puesta en escena
que plantea el director. Es en este punto, donde por las interrelaciones de creación
entre ambos, pueden surgir visiones diferentes, o discrepancias dependiendo de la
personalidad e intereses de cada parte.
El escenógrafo, además de diseñar el espacio escénico, tiene otras
responsabilidades que veremos y concretaremos más adelante.
Importante es que desde el principio el escenógrafo tenga en cuenta la relación
del espectador con el espacio – espectáculo, para así crear desde la claridad en los
planos que tiene que moverse: uno, el ficticio (el que ocurre sobre el escenario) y otro,
el de la realidad (el de los espectadores que contemplan el espectáculo).
EL DIRECTOR ANTE EL ESCENÓGRAFO
El director, así como el productor, deben poner en manos del escenógrafo todo
el material y datos necesarios para que desarrolle su trabajo con normalidad.
El director dará al escenógrafo el texto original de la pieza, también la
dramaturgia sobre la que va trabajar, y si hubiera, textos accesorios fundamentales en
los que se basará.
El escenógrafo conocerá y comprenderá la lectura que va a realizar el director
de la obra. Y que es la que sirve para todos los creadores. También recibirá el tema o
temas fundamentales sobre los que se va desarrollar el montaje. Así como el género
dramático en el que va a trabajar el director.
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El director si tiene líneas referenciales estéticas o estilística se las debe
comunicar al escenógrafo. Referencias visuales de imágenes, fotos, pinturas,
películas, etc.
El escenógrafo debe saber desde el principio el espacio donde se estrenará. Si
la escenografía es de un solo uso, o si el espectáculo va a realizar gira.
Todo lo que crea que le puede servir al escenográfo.
La parte presupuestaria, que es fundamental, la conocerá por parte de la
producción. También el medio de transporte que tiene la empresa por si se hace gira.
Etc.
EL TRABAJO DEL ESCENÓGRAFO Y ANTE EL DIRECTOR
El camino del trabajo del escenógrafo podría resumirse y concretarse en:
Conocer el texto original, y la dramaturgia finalizada si la hubiere.
Documentarse sobre referentes del texto, autor, históricos, sociales, etc. Y también
sobre otros montajes que haya podido tener la pieza.
Entender claramente la idea dramatúrgica de la puesta en escena que
pretende hacer el director. Comprenderla, asumirla, y a partir de aquí iniciar su
proceso de creación.
Conocer los presupuestos reales y posibilidades de construcción con los que
cuenta para plantear su trabajo.
Saber el lugar donde se estrenará, qué teatro, auditorio, plaza… Así como si la
escenografía es para un evento único o el espectáculo va a realizar gira. En este caso,
conocer en qué tipo de espacios se mostrará el espectáculo. Estudio de los espacios,
posibilidades y limitaciones.
Tener el calendario de fechas del montaje. Y también el calendario de fechas
particulares en las que se tiene que mover.
El escenógrafo inicia el proceso de creación. Cada uno con su propia
metodología o fórmulas. Una vez que se tenga una idea clara, es importante escribirla
realizar la lectura espacial del escenógrafo, después hay que explicar al director esta
propuesta. A partir de aquí, y después de recibir el visto bueno del director:
Elaborará los bocetos iniciales de su escenografía. Línea cromática general.
Medidas aproximativas. Tipos de materiales previstos.
(El escenógrafo nunca olvidará en su proceso creativo a los actores que son
los que se mueven, habitan y dan vida a ese espacio, así como a los espectadores
que son los que lo ven, sienten y perciben las emociones que transmite junto con el
drama.)
Reunión de trabajo de todo el equipo artístico donde el escenógrafo, con estos
bocetos previos, explicará al resto de los creadores la base y fundamentos de su
escenografía e intercambiarán dudas, ideas, problemas, etc.
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Después hará un anteproyecto en croquis, concretando medidas, materiales,
colores, tipos de acabado y acercamiento presupuestario.
En esta etapa es necesario construir una maqueta previa que sirva para
trabajar espacialmente tanto con el director, como con los talleres de construcción e
incluso valdrá para los actores en la etapa de ensayos.
A continuación el proyecto definitivo. Dibujo en perspectiva de la escenografía.
También, en dibujo lineal, plantas, alzados, perfiles, cortes y perspectivas que se
crean necesarias para la mejor comprensión. Mediciones, materiales y presupuestos.
Planos de detalles específicos para su construcción. Los colores y las diferentes
terminaciones y texturas.
Calcular el presupuesto general que estima el escenógrafo. (Toda la etapa
presupuestaria hay que estar en contacto directo con producción). Petición de
presupuestos a varios talleres de construcción. Elección del taller que la realizará y
encargo de construcción.
Dirigir y seguir muy de cerca la etapa de construcción de la escenografía.
Una vez concluida, el escenógrafo es el responsable de su colocación sobre el
escenario, lo que llamamos plantarla. Dar indicaciones a técnicos para su montaje. Así
como de todos los afores que lleve el espectáculo.
El escenógrafo quizá realice algunas últimas modificaciones antes del estreno
una vez que la vea sobre el espacio real teatral.
El escenógrafo mirará ahora su escenografía desde el ojo del espectador y la
sentirá desde el movimiento y acciones de los actores.
Traslado de escenografía. Si el espectáculo va a ser itinerante ha tenido que
tener presente a la hora de su construcción el despiece de elementos, las medidas del
transporte con que cuenta la empresa o compañía, (el camión) su cubicaje. Etc.
Suele ser habitual que el escenógrafo también se haga cargo de la utilería del
espectáculo, pues la utilería, establece un lenguaje que entronca directamente con el
espacio y que lo desarrolla. Esta razón hace que sea común que los escenógrafos se
responsabilicen de ella. Esto hay que saberlo desde la primera reunión de trabajo que
tengamos con director y productor.
TERMINANDO
El escenógrafo es parte de un equipo y debe mantener un diálogo permanente
con el director de escena. Aunque a veces nos encontramos con directores
dictatoriales que imponen los espacios a los escenógrafos. También lo opuesto, donde
escenógrafos impositivos fuerzan una escenografía alejada de la lectura que el
director está haciendo de la pieza. Estas posturas límites de directores y escenógrafos
siempre irán en detrimento del espectáculo y del conjunto de unidad que debe mostrar
en su conclusión.
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Muy ilustrativo de las relaciones entre directores y escenógrafos es el amplio
reportaje aparecido en la revista ADE (Asociación de Directores de Escena), donde
relevantes directores y escenógrafos de este país responden a tres preguntas básicas
sobre como establecen su relación y el proceso de trabajo entre unos y otros.
Alfonso Javier García Zurro
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