Los Poliedros - Web del Profesor

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TEATRO
Los Poliedros
Obra de Teatro sobre la enseñanza de la
geometría
Francisco Rivero
20/01/2012
Trabajo especial de evaluación para estudiantes del curso de Algebra II, para estudiantes de la
Licenciatura en Educación Matemáticas. Escuela de Educación. Facultad de Humanidades.
Universidad de Los Andes. Mérida. Venezuela.
Personajes.
El Gran Filósofo Platón
El Profesor Formularius
La Geometría.
La joven Carlota
El Joven Johny
Un Narrador
Un Tetraedro.
Un Cubo.
Un Octaedro.
Un Dodecaedro
Un Icosaedro.
El enredado
La difícil.
La imposible
El engaño.
5 estudiantes.
Escena I.
Es de noche. Un escenario a oscuras, que representa el cielo en donde se destacan algunas
estrellitas relucientes. Música sideral.
Entran en sucesión los cinco sólidos poliedros o Sólidos Platónicos. Se agrupan en un círculo.
Danzan en torno a este círculo, Luego giran en torno a sí mismos. Finalmente se detienen después
de algunos minutos. Entra luego el filósofo Platón con una túnica blanca y larga, tocándose la
barba con aire pensativo. Los poliedros empiezan a cantar notas extrañas. Platón se queda
mirándolos sorprendidos y reflexiona sobre todo aquello maravillado.
PLATÓN: ¡Qué maravilla! ¡Qué perfección! Lo que acabo de descubrir en esta noche no lo creen
mis ojos. Son cinco poliedros perfectos que se mueven en el espacio. Era justamente lo que estaba
buscando, el origen de la creación de nuestro Universo. Con estos cinco poliedros Dios hizo todas
las formas que nos rodean, el Eidos. Ellos son los elementos básicos de la materia, de la vida y el
espíritu.
LOS CINCO POLIEDROS: (Cantando en coro). Somos los cinco Poliedros Regulares. Poseemos una
forma simple y bella. Dios nos ha hecho Perfectos. Perfectos. Objetos muy Perfectos.
PLATÓN: Por supuesto, Ustedes son sólidos geométricos que poseen propiedades matemáticas
muy interesantes. Ah! La Matemática está en todas partes. ¿Verdad que si mis amigos? Ella se
expresa ante nuestros ojos en bellas formas geométricas, así como la música hecha también de
relaciones matemáticas, deleita a nuestros oídos.
Entonces cada poliedro empieza a hacer su presentación moviéndose de un lado a otro del
escenario.
El TETRAEDRO: Hola, yo soy un tetraedro. Me llamo así pues tengo cuatro caras. (Girando sobre sí
mismo) ¿Ves todas mis caras? Ellas son triángulos equiláteros. Además tengo cuatro vértices y seis
lados. Estoy hecho de manera muy geométrica. ¿Y tú quien eres?
PLATÓN: MI nombre es Platón. Soy un filósofo griego.
EL TETRAEDRO: Ah, ya veo (Exclama con alegría) yo también tengo otro amigo en Juan Griego, ya
sabes, allá en la Isla de Margarita, en el oriente de Venezuela.
PLATÓN: Bueno- responde Platón- Yo no soy de aquellas tierras hermosas, soy de otra parte
mucho más alejada, soy de Atenas, pero también me gustan las islas y la Geometría.
El TETRAEDRO: ¿Y que es un filósofo? ¿Qué hace? ¿Que come? ¿Cuánto mide?
PLATÓN: Vaya, como te gusta hacer preguntas. Un filósofo es un hombre que trata de entender el
mundo y la realidad donde estamos viviendo. Los filósofos también nos hacemos preguntas sobre
la vida ¿Quiénes somos? ¿De dónde venimos? ¿A dónde vamos? ¿Qué es la belleza? ¿Quién soy
yo? ¿Que es lo que existe?...
EL TETRAEDRO: Muy interesante. (Después de una pausa). Haciéndose uno preguntas se puede
aprender mucho. ¿Verdad Señor Platón?
PLATÓN: Claro que sí. Hay que preguntar, escuchar bien las respuestas, dudar, reflexionar,
imaginar…Quisiera conocerte bien, para lo cual voy a empezar a interrogarte.
EL TETRAEDRO: Espera, espera. No tan rápido. Primero debo decirte algo. Nosotros somos
cuerpos sólidos del a geometría. La geometría es parte importante de la matemática. Para poder
conocernos debes dominar esta ciencia ¿Que sabes de tu de matemáticas?
PLATÓN: Yo sé Muchiiiiisimo, Conozco bien a la Geometría. Ella es gran amiga mía.
EL TETRAEDRO: Ah! ¿Qué arrogante eres!
PLATÓN: (En tono algo presuntuoso) Se lo bastante como para enseñar a los jóvenes sobre los
objetos geométricos. Además debo decirte que tú existes en el Mundo de las Ideas. Te reconozco
porque yo estoy pensando en ti. Cuando dejo de pensar en ti entonces ya no existes. (Después de
una pausa prolongada toca al tetraedro con un dedo) Tienes lados muy afilados. (Luego sacude
su dedo con muestras de dolor) Oye chico! ¿Por qué estás tan caliente?
EL TETRAEDRO: Estoy caliente porque yo, El tetraedro, soy el elemento fuego, el más fuerte y
poderoso de la naturaleza.
El tetraedro se da media vuelta y se retira hacia el fondo. Luego hace su entrada el cubo.
El CUBO: Yo soy el cubo, aunque también me llaman el hexaedro, pues tengo seis caras. Cada una
de mis caras es un cuadrado, formada por dos triángulos rectángulos. Además tengo 8 vértices y
12 lados.
PLATÓN: ¡Que caras tan perfectas! ¿De qué estás hecho?
El CUBO: Creo que una niña me hizo de cartón.
PLATÓN: Que suerte tienes. En cambio a mí un latonero me hizo con latón.
El CUBO: Deje de bromear señor Platón. Soy perfecto pues tengo varias SIMETRÍAS.
PLATÓN: Simetri- que. Simetri- que. ¿Qué es eso?
EL CUBO: Simetrías (responde pronunciando cada sílaba con especial cuidado). La simetría es un
concepto muy importante de la Geometría. Un cuerpo tiene simetría cuando al moverse no
cambia de forma. En la naturaleza, muchos organismos tienen simetrías como los árboles, las
hojas, las flores, las semillas y los frutos. También los animales y los hombres poseen simetrías.
PLATÓN: Dame un ejemplo.
El CUBO: Por ejemplo señor Platón, el que pueda darse una vuelta a mi alrededor se dará cuenta
que siempre me veo igual. Esto es simetría de rotación.
PLATÓN: Bueno, pues ahora te moveré para darte vueltas y así observar todas tus caras.
El CUBO: (Sonriendo con malicia) Inténtalo.
Platón trata de mover al cubo, paro este no se mueve. Lo intenta varias veces con todas sus
fuerzas pero es imposible de lograrlo. Finalmente desiste de ello, queda bastante agotado y se
queja:
PLATÓN: ¡Cónchale ¡ La verdad que eres un cubo bien pesado.
EL CUBO: Bien hecho y pensado. Jo. Jo!
PLATÓN: No te pude mover ni un centímetro. Creo que estás pegado a la Tierra.
El CUBO: No estoy pegado (exclama el cubo dando pequeños saltitos sobre el escenario). No
puedes moverme pues soy el elemento más pesado. Soy La Tierra. ¿Has tratado alguna vez de
mover una montaña? Si quieres ver mis simetrías, entonces, amigo Platón, deberás dar vueltas a
mí alrededor.
Así lo hizo Platón y ambos quedaron muy complacidos. Salió el cubo de la escena y entra ahora el
octaedro.
PLATÓN: Ah Que bien. Ahora entra otro cuerpo con bastante simetría. Parece un cristal. ¿O será
más bien una molécula o un átomo? Ahora veo las simetrías en todas las cosas.
El OCTAEDRO: (Después de rotar sobre sí mismo cuatro veces se detiene). Hola amigos, soy el
OCTAEDRO, me llamo así pues tengo ocho caras, todas iguales formadas por triángulos
equiláteros, ¿Qué les parece?
PLATÓN: ¿Por qué te mueves tanto? Ten cuidado, pues esos triangulitos van a salir volando como
unos pajaritos.
El OCTAEDRO: Estoy haciendo rotaciones sobre uno de mis ejes favoritos.
PLATÓN: ¡Para qué?
EL OCATEDRO: Para que todos vean que soy bien simétrico. Me gusta moverme pues soy el
poliedro más liviano. Represento al elemento aire. Soy el aire que envuelve todo, donde se
encuentra el oxigeno que todos respiramos para poder vivir. Soy puro aire sin la contaminación
producida por los seres humanos. Un aire ideal que envuelve al Planeta Tierra.
Se retira el Octaedro, casi flotando sobre el aire y entra ahora el icosaedro. SE mueve de manera
sinuosa y errática.
EL ICOSAEDRO: Hola amigos! Que tal! Soy el Icosaedro,
PLATÓN: Ya sé. El poliedro con mayor número de caras.
EL ICOSAEDRO: Has dicho algo muy correcto. ¿Saben cuántas tengo?
PLATÓN: No sé. Déjame contarlas 1, 2, 3, 4,….La verdad que son muchas.
EL ICOSAEDRO: Pues tengo veinte.
PLATÓN: ¡Veinte caras ¡ (Dirigiéndose sólo al público) Oye un tipo con tantas caras debe ser un
gran artista o un político.
EL ICOSAEDRO: (Respondiendo a Platón con dignidad en el hablar) Mis caras son veinte triángulos
equiláteros plenamente perfectos. Con todos los lados iguales.
PLATÓN: Claro además de esos veinte triángulos tienes también, 12 vértices y 30 lados. Me
imagino que también tendrás muchas simetrías interesantes.
EL ICOSAEDRO: Por supuesto! Y también me muevo muy fácil, por ser casi redondo como un balón
de futbol. Soy bastante cambiante y represento al elemento agua.
PLATÓN: Dadme un vaso de agua. Tengo sed de tanto dialogar.
En ese momento, entra un estudiante llamado El Espía con un vaso de agua en su mano. Le
entrega el vaso a Platón y se retira lentamente hacia un rincón, después de espiar todo. Hace
algunas anotaciones en una libreta. Saca un celular y empieza a hablar con alguien de manera
secreta.
PLATÓN: (Después de tomar el vaso de agua) Pero te diré algo Icosaedro, por más que veo hacia el
público, no veo a nadie como tú, no hay nadie con tantas caras o lados. Tú debes ser un tipo rico y
poderoso. Me imagino que muchos lados, mucho dinero, muchos amigos, muchas amigas con
quien chatear,….
EL ICOSAEDRO: Pues no imagines tonterías. Nosotros los poliedros regulares tenemos tan solo lo
necesario. Nada nos falta ni nos sobra. Represento al agua, el elemento más sano y puro de la
Naturaleza, el alimento principal, fuente de vida en este planeta Tierra y que tu acabas de
consumir en este instante.
Sale el Icosaedro y entra ahora el dodecaedro, tomándose su tiempo y precedido de una marcha
ceremonial con mucha pompa y alegría.
EL DODECAEDRO: Salud a Todos los que vinieron hoy al teatro. Yo soy el Dodecaedro y tengo doce
caras que son pentágonos.
PLATÓN: (Con asombro) ¿Pentágonos? El pentágono, un polígono regular de cinco lados, es
sagrado para las matemáticas.
EL DODECAEDRO: Por todo eso y otros atributos que tengo, represento a Todo el Universo. Yo soy
el cosmos.
PLATÓN: A caramba, no sabías que eras miss Universo. Me gustan las reinas de belleza. ¿Cuándo
ganaste el concurso? ¿En qué año?
EL DODECAEDRO: Soy el Cosmos, creado por Dios para la eternidad.
PLATÓN: Ah, que bella sonrisa hay en esos 20 lados. Que vértices tan bien proporcionados. Como
me gustan sus pentágonos que encierran los secretos del Universo y huelen a perfume.
EL DODECAEDRO: Sí, huelen al perfume de las flores, pues comparto con las flores la simetría
pentagonal.
PLATÓN: Bueno. Ya he conocido cinco poliedros regulares que poseen propiedades mágicas y
maravillosas. ¿Habrá otros poliedros tan especiales así como Ustedes?
EL DODECAEDRO: No Señor Platón, solamente somos nosotros cinco los únicos poliedros
regulares, que poseemos todas nuestras caras iguales. Por eso representamos a los cuatro
elementos de la naturaleza y al cosmos.
Se van retirando los poliedros poco a poco, con la música que escuchamos al comienzo. Entran un
grupo de bachilleres que disfrutan del espectáculo. La música pierde volumen poco a poco. Las
luces se van extinguiendo. SE quedan todos muy maravillados por lo que han visto.
Escena II.
El baile de Los bachilleres. Es de noche en una sala de baile al aire libre, especie de Terraza. Se
escucha música tropical bailable muy animada. Hay parejas que danzan alegremente al ritmo de la
música hay otro grupo de jóvenes que conversan. Se alejan y luego vuelven a juntarse.
JOHNY: Dime que sí estoy en la cierto ¿Verdad que está bonita la fiesta?
CARLOTA: ¡Qué pregunta la tuya ¡ Pues claro que sí chico. Me fascina el ambiente de rumba y
gozadera que tienen estos chamos hoy.
JOHNY: Se ve que la están pasando divertido.
CARLOTA: Tremenda fiesta, parece un sueño.
JOHNY: Oye mi amor ¿No será que estamos soñando?
CARLOTA: Que tontería la tuya. ¿Cómo vamos a estar en un sueño los dos al mismo tiempo?
JOHNY: ¿Acaso te parece imposible eso?
CARLOTA: ¿Qué puede ser imposible?
JOHNY: Pues que los dos estemos soñando al mismo tiempo y que además cada uno este metido
en el sueño del otro.
CARLOTA: Bueno, si no te gusta estar soñando conmigo entonces despiértate y salte. Vete de mi
sueño.
JOHNY: No te enojes. Me encantan tus ojos bajo el brillo de la luna. Tu boca es perfecta como un
icosaedro. Tu risa tiene la alegría de un tetraedro. Tus manos son tan suaves como las caras de un
Dodecaedro…
CARLOTA: Oye, oye. Dime donde aprendiste tantas cosas poéticas.
JOHNY: NO es poesía solamente. Es también un poco de geometría.
CARLOTA: Ah, ya me recuerdo. Fue entonces en aquel sueño maravilloso con Platón y los
Poliedros.
JOHNY: Exactamente!
CARLOTA: Entonces no estamos soñando.
JOHNY: ¿Por qué?
CARLOTA: ¿Cómo podría alguien soñar dentro de otro sueño? Esto es increíble.
JOHNY: Creo que tienes razón. Te besaré y abrazaré fuerte para salir de la duda.
CARLOTA: NO. No lo hagas. Vas a romper el sueño. Disfruta del ambiente y sigue bailando.
El Espía se acerca a la pareja furtivamente y escucha parte de la conversación. Toma el celular y
empieza a llamar a alguien.
El ESPÍA: ¿Aló? ¿Profesor? Aquí están soñando los chamos otra vez. Otra vez hablando de la
geometría. Y además bailan y se divierten con la música. Ah! (Exclama con satisfacción). Muy bien.
Seguiré alerta y luego me reporto.
La música empieza a disminuir su volumen poco a poco. Se apagan las luces.
El narrador que estaba bailando se sienta en una silla delante del escenario, iluminado por una luz
cenital. Comienza a hablar con tranquilidad.
NARRADOR: Se fijan lo que está pasando aquí. Ha habido un cambio en mis compañeros de clase.
Antes no les gustaba nada de matemática. SE escapaban a menudo del plantel. Algunos ya no
estudian más pues fueron reprobados tantas veces, que ya no los aceptan en el liceo. SE
convirtieron en un problema serio para sus padres y la sociedad. Fueron rechazados y excluidos.
Hasta que alguien les enseñó la geometría. Entonces ellos descubrieron otro mundo maravilloso y
desconocido. Ahora ven las cosas desde otro punto de vista completamente diferente, adoran
las figuras planas, los poliedros y todas esas cosas.
El ESPÍA: Pero antes. ¡ Ay! Creo que debo hablar de las causas. El motivo principal tiene un
nombre: El Profesor Formulaiurs. Estos compañeros se aburrían en las clases del Ilustre Profesor
Formularius. Le tomaron aversión a la Matemática. ¿Por qué? ¿Sería por que la Matemática es un
coco, un fantasma aterrador y horrible que asusta a la gente? No Señor. ¿Sería acaso porque los
estudiantes eran incapaces de aprender? Tampoco.
NARRADOR: El culpable de todo ello fue el profesor con sus métodos equivocados.
EL ESPÏA: Mentiras. Tú eres un flojo y perezoso, al igual que todos ellos.
NARRADOR: Para este Profesor l la matemática se limitaba a unas cuantas fórmulas que se
complicaban cada vez más a medida que avanzaba el curso. El siempre escribía en la pizarra
fórmulas muy difíciles, extrañas y rebuscadas que sus estudiantes debían aprender de memoria.
Nadie sabía de donde las sacaba ni para qué diablos servían. Era todo un caso crónico de mala de
pedagogía. Con él, la matemática era un verdadero tormento.
Y ¿Cómo eran las evaluaciones del profesor? Pues vean el siguiente acto.
Escena III
Un mundo retorcido e imperfecto. Un salón de clases en la penumbra donde se está realizando un
examen de matemáticas. Los estudiantes sentados en el piso vuelven la cabeza de un lado a otro,
con muestras de gran preocupación. El ambiente es tenso. Entra el Profesor Formularius y mira
hacia todos lados con expresión felina, como a punto de caer sobre su presa. A su lado entra El
Espía, quien se mantiene a su lado como un perro fiel en espera de órdenes. Formularius se mueve
de un lado a otro con agitación y nerviosismo. Entra las filas de estudiantes busca algo entre las
pertenecías de los jóvenes. Revisa bien los libros y los cuadernos. Remueve papeles que caen en
desorden por todos lados.
Una estudiante empieza a quedarse dormida por el cansancio. Bambolea la cabeza mientras
canturrea una canción de cuna.
El ESPÍA: Profe se están copiando.
PROFESOR FORMULARIUS: Bachiller Sofía Sánchez la estoy mirando (Grita en voz alta). ¿Qué le
pasa? ¿Se está quedando dormida? ¡Despiértese! ¡Compórtese! Siga trabajando en el examen.
BACHILLER: Hay profe, la verdad es que estamos muy cansados. Fíjese en mi caso. Llevo tres horas
escribiendo y todavía debo responder a 245 preguntas. Esto es demasiado.
PROFESOR FORMULARIUS: NO se queje tanto. Con eso no va a arreglar nada.
Otro estudiante de nombre Juan, toma la guitarra y empieza a cantar una canción de carácter algo
triste y melancólico.
JUAN: Tocando y cantando.
Recuerdo cuando nuestro amor era simétrico.
Tú me querías tanto como yo
Pero ahora todo se rompió
No hay más simetría
Ni geometría
Mandan los símbolos inexplicables
Las relaciones misteriosas
Entre paréntesis se esconden mil cosas
El Profesor en su archivo de hierro
Ha guardado a todos los poliedros
En cerró la luz del entendimiento
NO hay más amor en el Universo
El amor por la belleza
Y los cuerpos perfectos.
PROFESOR FORMULARIUS: Bueno Juan, pare la musiquita. Esto es un examen de matemáticas.
(Luego dirigiéndose al resto de los estudiantes) ¡Hagan silencio por favor! Concéntrense. Es cosa
muy seria lo que estamos haciendo. Este es uno de los mejores exámenes que hecho en mi vida.
Tiene de todo: Logaritmos, raíces cuadradas, raíces cúbicas, polinomios de sexto grado, fracciones
irracionales, simplificaciones, factorizaciones, ecuaciones de tercer grado,…
Johny y Carlota, mientras tanto, conversan en voz baja.
PROFESOR FORMULARIUS: Hey, Ustedes dos jovencitos. ¿DE qué hablan?
CARLOTA: Estábamos hablando sobre un sueño bellísimo, que tuvimos días atrás. Había música,
canciones, poesía y Poliedros.
PROFESOR FORMULARIUS: ¿Poliedros? ¿Qué es eso de Poliedros? ¿NO serán las piedras?
CARLOTA: Los Poliedros son algo maravilloso Profesor. Es la geometría hecha arte y naturaleza. ES
la manera de aprender matemáticas para la vida.
JOHNY: Son muy entretenidos los Poliedros y nos enseñan muchas cosas sobre la matemática y la
Geometría. ES algo que nunca escuchamos en sus clases.
PROFESOR FORMULARIUS: Bah! Tonterías! No conozco nada de geometría, ni me interesa. Apenas
aprendí un tantito así en mis estudios en la Universidad y luego olvide todo. Elimine la geometría
del pensum de estudios. A nadie le hacen falta esos dibujitos. (Luego sobándose las manos con
fruición) Yo enseño sólo los números, las raíces cuadradas, los algoritmos, los problemas bien
difíciles, las fórmulas complicadas, los números cercanos al infinitos, los sistemas de ecuaciones
con 20 incógnitas….Ja, ja, Ja….
CARLOTA: Eso nos da miedo.
PROFESOR FORMULARIUS: (Sigue riendo y cantando) Cosas difíciles hay que enseñar, funciones y
más funciones, números complejos, números archicomplejos, coeficientes misteriosos, Ja, Ja, Ja.,
JOHNY: Protesto Profesor. Todas esas cosas mal explicadas nos conducen hacia el caos y la
incomprensión. Existen cosas bellas en la Matemática que generan placer, como las proporciones,
la música, la geometría, el amor. En todo ello hay simetrías y mucha belleza. Ud. Podría hacer todo
más agradable, pero hay algo en su mente que se lo impide.
PROFESOR FORMULARIUS: Basta, Basta de tantas estupideces. La matemática es dura Bachiller
Johny, y para dominarla se requiere de trabajo y más trabajo. No es un lecho de rosas donde uno
se puede quedar a descansar toda la vida. Es un camino largo, pesado y tortuoso lleno de
obstáculos insalvables que desaniman a cualquiera que no está bien preparado. Y al llegar a las
parcelas prometidas ¿Con qué nos encontramos? Con árboles espinosos de cuyos frutos brotan
sustancias tóxicas que envenenan la mente. Sepan todos que yo me sacrifiqué bastante en mi
juventud para aprender lo que sé. Nadie va a hacerme cambiar. Hay que romperse el coco…
El Profesor sigue en su monólogo indiferente a todo y mientras tanto todos los estudiantes se van
quedando dormidos. Al final reina un silencio absoluto. Entonces se retira sigilosamente hacia un
lado del escenario en donde hay una pequeña puerta que nos conduce hacia otra escena.
Escena IV
En el laboratorio del caos. Entra el Profesor por una pequeña puerta a un lugar a oscuras que se va
iluminando poco a poco, con luces bajas decolores rojo y anaranjado. SE escucha una música
inquietante, que poco a poco va ganando fuerza hasta convertirse en una larga fanfarria infernal.
Hay una mesa en el centro del escenario y encima de ella una caja de cartón o cofre misterioso de
donde emana una luz fantasmal.
Hay figuras misteriosas alrededor de la mesa que danzan de manera diabólica. ES el ritual de la
elaboración de un examen por Parte del Profesor y las fuerzas del caos. Entran en escena los
cuatro tormentos. Cada uno de ellos va colocando papelitos dentro del cofre que representan las
preguntas del examen.
El Profesor se para en el centro del escenario y conjura a todas estas criaturas del caos elevando
sus manos hacia arriba.
PROFESOR FORMULARIUS: Fuerzas del caos. Os conjuro a todos en este momento para elaborar el
examen de matemáticas, que nadie sea capaz de resolver. Vengan desde las galaxias más lejanas,
las cuatro fuerzas del caos que originaron el Universo y reinaron en el mundo, antes de que la
Mano de Dios nos impusiera el sagrado Orden y la Perfecta Simetría. Venga hacia mí ahora.
Destruyan Poliedros, tuerzan las líneas rectas, oculten bajo las tinieblas a la Geometría. Venga El
Enrededado.
EL ENREDADO: Aquí estoy sacando la raíz cuadrada de una fracción entre la cuarta potencia de
uno partido por el coseno de la distancia entre dos espuelas de gallos.
PROFESOR FORMULARIUS: Venga la mujer más temida por los estudiantes que desean aprobar
los cursos de matemáticas: La Difícil.
LA DIFICIL: Traigo la fórmula secreta para factorizar polinomios de grado 28.
PROFESOR FORMULARIUS: Venga la mujer más temible del caos que nadie ha sido capaz de
buscarle solución: La Imposible
LA IMPOSIBLE: Voy a proponer algunas preguntas imposibles ¿Qué tal esta? Calcule bachiller
cuantas gotas de agua caben en el Mar Caribe.
PROFESOR FORMULARIUS: Y que venga ahora el peor de todos los tormentos: El Engaño.
EL ENGAÑO: (Pone los 10 dedos de su mano extendidos y empieza a contarlos de atrás hacia
adelante) 10, 9, 8, 7 y 6. Más cinco que tengo en la otra mano son 11 dedos.
Después que danzan un rato alrededor de la mesa arrojando papelitos dentro del cofre, le
entregan el cofre al Profesor y este sale satisfecho en medio de risotadas.
Escena V
La naturaleza. Un ambiente silencioso y agradable. Hay árboles cargados de frutos en los
alrededores y una quebrada de aguas cristalinas pasa bordeando un verde prado. SE escucha una
música apacible con trinos de pajaritos.
EL NARRADOR: Hola amigos. El pobre profesor se ha quedado solo, sin ningún estudiante. Todo
por su carácter tan terco y sus extraños procedimientos. Sus estudiantes se cambiaron a la clase
de geometría. Allí conocieron el Jardín del Universo. El Profe se sintió bastante triste y
desconsolado. Se sintió un ser vacío y sin importancia, un cero a la izquierda. Al no tener alumnos
se quedó sin la compañía humana, ¡Que cosa tan terrible!
CARLOTA: Sin embargo, por esas cosas extrañas de la vida una noche durmió profundamente y
tuvo un sueño algo extraño. Se sintió transportado al espacio y recorrió el amplio Universo
durante miles de años. Cuando regresó a La Tierra consiguió al planeta muy cambiado. Las casas
estaban con puertas y paredes torcidas, los caminos arruinados no iban hacia ningún lado, los
árboles se volvieron locos y daban frutos de formas grotescas. La música era horrible y
distorsionada. Era un mundo caótico, sin orden ni simetría. El desorden reinaba por doquier.
JOHNY: Entonces se puso a llorar desesperado. SE sintió culpable de todo ello. Al fin comprendió
que estaba completamente equivocado en su forma de enseñar la matemática. La Geometría era
fundamental para la vida. ¡Qué pasó después? Que al despertar y al contemplar el azul del cielo
con los planetas, las estrellas, la luna y todo el orden en la tierra, se sintió inmensamente feliz y
agradecido con DIOS. Pensó sobre la importancia de la Geometría…
Entran en escena La Geometría, seguida de Platón y los cinco Poliedros: El Profesor les pide
disculpas y se reconcilia con todos.
PLATÓN: Que viva la Geometría, la Reina del Orden en el Universo. Que vivan los cinco Poliedros
con sus cuerpos perfectos.
EL PROFESOR: Vamos muchachos, observen todas las formas simétricas que hay a su alrededor.
Construyan poliedros de cartulina. Estudien sus propiedades….
Ahora todos danzan al son de una música alegre y triunfal.
FINAL.
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