AbstractEspCorto.doc RESUMEN La enseñanza de la Ingeniería en el siglo XXI de Horacio C. Reggini Este trabajo rememora los hechos y las fuerzas ocurridas en la historia de la ciencia y la tecnología, que ejercen influencia en el presente y que se deben conocer para actuar adecuadamente en la configuración del futuro de la enseñanza de la Ingeniería. Por ello, se detiene en los ambiciosos sistemas procognitivos vislumbrados en el siglo XX por R. Buckminster Fuller y J. C. Licklider, aplicados a los procesos de interacción, generación, organización y empleo del conocimiento que están revolucionando la práctica de la ingeniería. Fuller entrevió la posibilidad de albergar cada día más conocimiento en las memorias de las computadoras y poder transferirlo de manera cada vez más automática a las aplicaciones. Licklider, similarmente y en la misma época, puntualizaba que no parecía aconsejable organizar y explotar el corpus del conocimiento pasando su contenido a través del cerebro humano, y que la gente podría manejar mejor la mayor parte de su interacción con el conocimiento si controlaba y monitoreaba el procesamiento de la información, en lugar de ocuparse hasta de los detalles más ínfimos. El usuario de un sistema procognitivo se asemejaría a un ejecutivo o director. Ciertamente, al conducir una aplicación, debería leer, interpretar y decidir, pero no tendría que hacer toda la búsqueda y la transformación de la información, ni otras tareas mecánicas o rutinarias que pudieran entorpecer su pensamiento y acción. Estas consideraciones sobre transferencia de inteligencia a las máquinas se relacionan vivamente con la investigación científica y la práctica profesional, ambas en evolución continua, citando en el trabajo, como ejemplo importante de la interacción de la ciencia y de la tecnología con la sociedad y la gente, la fabricación y el uso de la pelota de fútbol en las FIFA World Cups (Copas del Mundo de la FIFA). Es a todas luces necesario en el ejercicio de la profesión participar en la gran conversación de nuestro tiempo, evitando el aislamiento y la especialización exagerada. El mundo está hoy cada vez más respaldado por entidades diminutas, tales como mensajes de ADN, los impulsos de las neuronas y los quarks y neutrinos vagando a través del espacio desde el comienzo de los tiempos. Las máquinas hoy existen solamente en función del software, y después de la nueva revolución industrial, a diferencia de la primera, no se presentan con imágenes tan aplastantes como laminadores y acero fundido, sino como sus “bits” en un flujo de información viajando a través de circuitos de impulsos electrónicos. Las máquinas de hierro todavía existen, pero responden a las órdenes de los bits ingrávidos.