Siete Semanas para el Agua 2015 Semana 1 Integrando la

Siete Semanas para el Agua 2015
Semana 1
Integrando la dimensión de género en la cuestión del agua: una lectura
ecofeminista desde el África meridional
Kuzipa Nalwamba *
Introducción
"El agua es la vida en todos los seres vivos". Esta obviedad se hace patente en la
experiencia del África meridional, donde dos grandes cuencas de agua -las de los ríos
Zambeze y Limpopo- están contaminadas debido a las actividades industriales, la
manipulación humana de las vías navegables y el cambio climático. La cuestión del agua
es por tanto un terreno fértil para analizar y explorar las teologías de la vida y de la
justicia. "Integrando la dimensión de género en la cuestión del agua: una lectura
ecofeminista desde el África meridional" se articula desde dos perspectivas; la del
ecofeminismo y la de la noción africana de vitalismo.
El contexto
Los cambios provocados en los ecosistemas por la minería –y otras actividades
económicas– y por el cambio climático han alterado los hábitats naturales generando la
escasez de agua y contaminación en muchas partes del África meridional. Las
actividades económicas que no tienen en cuenta los ecosistemas representan una
amenaza ambiental para estas cuencas hidrográficas y los recursos hídricos, así como
para las complejas comunidades de organismos que hacen posible la vida en estas
cuencas.
El impacto humano sobre los recursos hídricos de la región es evidente en las prácticas
agrícolas, el creciente consumo de agua, la construcción de presas, la urbanización, la
minería, la contaminación industrial de los ríos, lagos, embalses y aguas subterráneas
(Rosane, 2010). Entre los problemas medioambientales más acuciantes que afectan al
agua provocados por las actividades económicas de la región destacan la escorrentía
Red Ecuménica del Agua, Siete Semanas para el Agua 2015:
https://water.oikoumene.org/es/whatwedo/seven-weeks-for-water
Nota: Las opiniones expresadas en esta reflexión bíblica no reflejan necesariamente las posiciones
oficiales del CMI y de la Red Ecuménica del Agua.
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química en las cuencas hidrográficas, la desertificación y la escasez de agua potable, que
plantea un riesgo para la salud1 de las comunidades más pobres.
Los marcos institucionales regionales existentes para administrar estos vastos recursos
de agua dulce son inadecuados. En cada país las limitaciones legales, económicas y en
materia de recursos humanos hacen que sea difícil implementar marcos institucionales
estatales. Las reformas destinadas a fomentar la participación de las partes interesadas
no dejan claro cómo deben funcionar estas nuevas instituciones a nivel local, nacional y
regional.
La amenaza se agrava aún más con los intereses contrapuestos de los múltiples países
circundantes. El fenómeno de la politización del agua fue descrito muy acertadamente
en el informe de 2006 de las Naciones Unidas en el que se destacaba la importancia de
estas aguas para todo desarrollo socioeconómico y para preservar la salud de los
ecosistemas. El informe explicaba cómo estaba creciendo la presión sobre las fuentes de
agua, causando tensiones y conflictos entre los usuarios y una presión excesiva sobre el
medio ambiente: “una creciente presión sobre los recursos de agua dulce derivada de
una demanda en aumento permanente”, “es motivo de gran preocupación”. (Nations, 9
de marzo de 2006)
Una perspectiva ecofeminista
La perspectiva ecofeminista es una de las múltiples formas de abordar las cuestiones
teológicas, en general, y la crisis mundial del agua en particular. La perspectiva
ecofeminista es pertinente debido a la innegable y profunda brecha que existe entre
hombres y mujeres en cuanto a sus condiciones, contribución y participación en la
economía y la sociedad de la región. En muchas comunidades las mujeres se ocupan de
ir a buscar el agua para uso doméstico. La mayoría de los agricultores de subsistencia
son también mujeres. La seguridad alimentaria doméstica y la obtención de dinero en
efectivo para el sustento diario de la familia son, en gran medida, responsabilidades que
asumen las mujeres. El agua es por tanto una cuestión de género. No obstante, a pesar
de que los países del África meridional son signatarios de protocolos internacionales
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www.indexmundi.com/africa.html
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Nota: Las opiniones expresadas en esta reflexión bíblica no reflejan necesariamente las posiciones
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que establecen cuotas de participación femenina en las instancias legislativas, muchos
de estos países no están a la altura de sus compromisos.
Afrontar los problemas derivados de la crisis del agua requiere el compromiso profético
de la iglesia con estos asuntos tan polifacéticos. Por ello es importante la peregrinación
hacia la justicia de género en la iglesia. Si la iglesia no diera ejemplo en este sentido su
voz profética se vería debilitada.
El vitalismo africano
En la espiritualidad africana la fuerza vital es el principio de vida que hace posible –o
vitaliza– su existencia interdependiente e interrelacionada. El vínculo inherente entre
toda la Creación genera un sentido de reverencia hacia la naturaleza que (aunque no
siempre intencionalmente) ha dado lugar al cuidado del planeta en muchas sociedades
tradicionales africanas. Todo estaba impregnado por el principio de la vida, por lo que
no se tenía una visión meramente utilitarista de la naturaleza. Se entendía que las masas
de agua y los ríos no solo existían para regar las tierras y mantener la vida, sino que
tenían vida y voluntad propia y se preservaban por el bien común de los seres humanos
y otras formas de vida. Una recuperación teológica de tales valores, que están en
consonancia con la intuición bíblica de que la 'tierra es del Señor y todo lo que hay en
ella.' (Salmo 24, 1-2; 1 Corintios 10, 26) podrían aumentar un espíritu de conservación
de la Tierra y servir de base a la peregrinación hacia la justicia del agua.
Una exploración bíblico-teológica
El agua es un elemento importante en la Biblia. Los relatos bíblicos que hacen referencia
al agua recuerdan situaciones contemporáneas y constituyen potenciales fuentes de una
rica teología del agua.
En la Biblia el agua es símbolo de vida y se utiliza con fines rituales que representan
limpieza espiritual. En el Nuevo Testamento el agua simboliza, en el ritual del bautismo,
el lazo entre el acto de limpieza espiritual y el amor salvador de Dios en Cristo que quita
el pecado y el juicio. En el acto de salvación el amor reconciliador de Dios se dirige a la
humanidad en un acto de reconciliación. En Romanos 8, 22-23, la Creación se
personifica y se describe gimiente a la espera de la liberación y la reconciliación finales
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de toda la Creación. La interrelación quebrada por el pecado se ve reparada y
restaurada.
El Antiguo Testamento habla de migraciones provocadas por sequías. La gente debía
desplazarse a otras tierras debido a la escasez de agua. Isaac se trasladó a Gerar en
Génesis 26. Ruth y Elimelec se fueron a Moab en Ruth. La agricultura y las actividades
económicas dependían de la abundancia de agua. La oración de Elías que trajo la lluvia
ocurrió claramente en un contexto de sequía. Los pobres que viven a lo largo de las
orillas del Zambeze y el Limpopo, en el África meridional, podrían identificarse con
estas historias de la Biblia. Algunos se han visto obligados a abandonar sus tierras
ancestrales para dar paso a las industrias, la construcción de presas o de plantas
energéticas.
Los asentamientos humanos de la Biblia estaban cerca de masas de agua, como el Nilo,
el mar de Galilea o los ríos Tigris y Éufrates. El agua también era el sustento de la vida
en las ciudades, tal y como lo evidencian las infraestructuras hidráulicas que los reyes
construyeron para abastecer a sus poblaciones (2 Crónicas 32, 4).
"De Jehová es la tierra y su plenitud, el mundo y los que en él habitan; porque él la fundó
sobre los mares y la afirmó sobre los ríos" (Salmo 24: 1,2). El agua se presenta como un
aspecto de la tierra en el que se puede percibir la presencia de Dios. La fe cristiana
afirma que toda la Creación es un don sagrado de Dios y que el agua es la base del
"mundo y los que en él habitan".
Conclusión
Es necesario tomar una postura bíblica y teológica apropiada respecto al agua, ya que
esta es el sustento de nuestro hogar, la Tierra. Y ese hogar no es solo nuestro hábitat,
sino que lo compartimos con todas las demás criaturas. Por nuestro bien, y el de las
demás criaturas de la Tierra, estamos llamados a cuidar de sus recursos, especialmente
del agua, que es la vida en todos los seres vivos.
Históricamente la tradición cristiana ha sido transformada por fuentes externas al
cristianismo. Esta lectura sobre los problemas asociados a la crisis del agua desde una
perspectiva, por una parte, de género y, por otra, del África meridional, es un ejemplo de
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una de esas transformaciones que se hacen necesarias ante las injusticias relacionadas
con el agua. Tomar en serio las ideas feministas y la cosmovisión africana de una
creación interconectada e interrelacionada requiere que volvamos a reverenciar la
Creación de Dios, y con ella, el agua. Esta visión devuelve la espiritualidad a nuestra
visión del agua como un don de Dios. ¡El agua tiene un valor doxológico!
La interrelación de la Creación deriva su orientación de la relación trina como su
fundamento teológico. El acto reconciliador de Dios en Cristo, o soteriología, se
representa con el agua como símbolo de limpieza, reconciliación y del juicio inminente
del pecado. El desarrollo continuo de modelos para organizar las relaciones humanas y
la sociedad que tienen en cuenta el medio ambiente y se basan en la premisa de que la
opresión de la naturaleza está conectada a otras formas de opresión –como la opresión
de la mujer y de quienes carecen de recursos financieros– (Hallman, 2002) no están por
tanto al margen de la teología cristiana.
La humanidad y toda la Creación se alzará ante la presencia de Dios. Nuestra esperanza
escatológica debería inspirar acciones que indiquen que el Reino de Dios está aquí y
ahora. Nuestra respuesta a la crisis del agua refleja nuestra esperanza de que el Espíritu
renueve toda la Tierra.
Pensamientos para la reflexión
1
El agua es un don sagrado de Dios. ¿La práctica litúrgica de la iglesia refleja
esta idea?
2
Todas las cosas de la naturaleza están relacionadas a través de Dios. ¿Cómo
cambia esta verdad nuestra forma de ver el agua?
Preguntas para debatir
1
¿Qué dificultades relacionadas con la justicia surgen en la peregrinación hacia
la justicia del agua en su comunidad, país o región?
2
¿De qué manera se vinculan la justicia de género y la justicia del agua en su
comunidad, país o región?
Medidas de acción
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Diseñar una liturgia para los servicios bautismales en la que se invoque la
sacralidad del agua bautismal y de todas las masas de agua de la Tierra.
2
Durante el tiempo de Cuaresma, identifique un caso marginal de su contexto
en el que una o varias masas de agua sean objeto de la codicia y la hegemonía
capitalista. Ore. Planifique acciones al respecto y comprométase con la causa.
***************
La Rev. Kuzipa Nalwamba es ministra ordenada de la Iglesia Unida de Zambia (UCZ).
Fue ministra, capellana y profesora en la escuela teológica de la Iglesia Unida de Zambia,
United Church of Zambia Theological College (UCZTC) hasta 2013. Actualmente estudia
un doctorado a tiempo completo en la Universidad de Pretoria.
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