220-63697, 07 de diciembre de 2004 REF.: El embargo de la razón

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220-63697, 07 de diciembre de 2004
REF.: El embargo de la razón social de una compañía no impide que la misma se disuelva de manera
voluntaria y adelante su proceso liquidatorio.
Me refiero a su escrito radicado en este Despacho bajo el número 2004-01-141514, mediante el cual solicita se le
aclaren algunas inquietudes relacionadas con la posibilidad de liquidar voluntariamente una sociedad cuya razón
social se encuentra embargada, y al efecto expone la situación por la que atraviesa la compañía y los siguientes
interrogantes, los cuales serán atendidos en el mismo orden expuesto:
1- Se informe sobre la imposibilidad de entrar en proceso de liquidación de la empresa si dentro de su Registro de
Existencia y Representación Legal se encuentran registrados Embargos de su Razón Social.
2- En caso de que la respuesta anterior sea afirmativa o negativa, se indique bajo qué normatividad se encuentra
sustentada la respuesta.
3- En caso de que sea imposible dar curso a la liquidación por el embargo de la razón social, cuál sería la alternativa
jurídica para proceder a la liquidación.
Con el fin de dar respuesta a sus interrogantes es preciso, como primera medida, establecer qué es la razón social
de una compañía, para cuyo efecto debe acudirse a lo dispuesto por el artículo 190 de la Decisión 486 de 2000,
emanada de la Comisión de la Comunidad Andina, que dispone que se entiende por nombre comercial cualquier
signo que identifique a una actividad económica, a una empresa, o a un establecimiento mercantil, y que la
denominación social, razón social u otra designación inscrita en un registro de personas o sociedades mercantiles,
puede constituir nombre comercial de una empresa o establecimiento.
A su vez, el artículo 357 del Código de Comercio prescribe que la sociedad de responsabilidad limitada debe girar
bajo una denominación o razón social, en ambos casos seguida de la palabra "limitada" o de su abreviatura "Ltda.",
al paso que el artículo 110, numeral 2º de la citada obra, ordena que en la escritura de constitución de la sociedad
comercial se exprese la clase o tipo de sociedad que se constituye y el nombre de la misma, formado como se
dispone en relación con cada uno de los tipos societarios que regula dicho código.
Por consiguiente, el nombre comercial de una compañía forma parte de sus bienes inmateriales así como su razón
social pues ella puede constituirlo, y como tal, es susceptible de ser negociada, esto es, puede ser vendida, y en el
evento que se encuentre embargada como ocurre en la situación planteada, no es posible que sea enajenada
mientras subsista el referido embargo.
Ahora bien, la liquidación de una compañía tiene por objeto la realización de los activos sociales con el fin de
cancelar el pasivo de la misma, para cuyo fin debe primero cobrarse la cartera del ente jurídico en cuestión y
enajenarse sus bienes, incluidos entre ellos los inmateriales si ello es posible, con el fin de obtener los fondos
necesarios para poder atender debidamente sus obligaciones.
En efecto, y para responder a sus interrogantes, le informo que la medida cautelar del embargo en la legislación
mercantil, en concordancia con el artículo 681 del Código de Procedimiento Civil, hace referencia única y
exclusivamente a los bienes y su objetivo es colocarlos fuera del comercio, esto es, en la imposibilidad de
transferirlos o gravarlos a cualquier título; además, como ya quedó demostrado que la razón social de una
compañía es un bien, y considerando que la extensión de la orden impartida por el juez al decretar el embargo de
un bien debe interpretarse restrictivamente y con sujeción a los términos expresos del auto que lo ordena, los
efectos de la misma se contraen a impedir que la razón social de la Clínica San Sebastián & Cía. Ltda. pueda
enajenarse o gravarse a cualquier título, y solo a ellos.
Evidentemente, y habida consideración que el embargo es el medio con el que cuenta el acreedor para asegurar la
eficacia de sus acciones contra los actos del deudor que pretenda sacar de su patrimonio la cosa que le pertenece,
ello de manera alguna quiere significar que el ente económico no pueda actuar con total libertad en el ejercicio
ordinario de sus negocios, con las responsabilidades que del mismo se derivan, o que las consecuencias de tal
medida se extiendan hasta imposibilitar que se disuelva el ente social o que, estando en etapa de liquidación, se
liquide.
Lo anteriormente expuesto se encuentra plasmado en el artículo 245 del Código de Comercio, que dispone que si
hay obligaciones condicionales o sujetas a litigio, se hará una reserva adecuada en poder de los liquidadores para
atender dichas obligaciones si llegaren a hacerse exigibles, la que se distribuirá entre los asociados en caso
contrario; agrega que en este caso no se suspenderá la liquidación, sino que continuará en cuanto a los demás
activos y pasivos; y, por último, finaliza diciendo que terminada la liquidación sin que se haya hecho exigible la
obligación condicional o litigiosa, la reserva se depositará en un establecimiento bancario.
Así las cosas, en criterio de esta oficina la medida del embargo de la razón social no puede entorpecer el desarrollo
del objeto social, como tampoco puede impedir que los socios adopten la decisión de disolver el ente social, y
menos que lo puedan liquidar.
Espero que la anterior información sea de utilidad para los fines por usted perseguidos, pero le pongo de presente
que el alcance de la respuesta ofrecida se sujeta a los términos del artículo 25 del Código Contencioso
Administrativo.
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