modelo de comentario sobre un texto histórico

Anuncio
MODELO DE COMENTARIO SOBRE UN TEXTO HISTÓRICO (AKAL, PÁG. 239)
Argumento
Los siglos centrales del I a. C. fueron decisivos. Políticamente el Próximo Oriente se
unifica, Grecia llega a la ciudad-estado, Occidente alumbra a Roma y China llega a la
plena organización. Intelectualmente, Eurasia madura abriendo nuevos campos y se crea
la base del arte occidental posterior, Grecia y China crean estilos nuevos y los hebreos
escriben el N. Testamento; ejemplos todos que demuestan que el hombre buscaba una
explicación a su existencia. Asimismo, los historiadores han observado que los grandes
hombres vivieron sobre la misma época y que los griegos y chinos daban respuestas
laicas, mientras que indios y hebreos las dieron religiosas, por lo cual el pensamiento de
todos ellos ha moldeado la civilización.
Esquema
1.- Los siglos centrales de I. A. C. fueron decisivos en la historia
1.1. Desde el punto de vista político:
. Próximo Oriente: unificación
. Grecia: ciudad-estado
. Occidente: Roma
. China: máxima organización
1.2. Desde el punto de vista intelectual:
. Eurasia: maduración y base de arte posterior
. Grecia y China: estilos nuevos
. Hebreos: N. Testamento
1.3. Conclusión: el hombre buscaba explicación a su existencia
2.- Los grandes hombres vivieron con un siglo de intervalo
2.1. Griegos y chinos: respuestas laicas
2.2. Indios y hebreos: respuestas religiosas
2.3. Conclusión: pueblos configuradores de civilización posterior
2.4. (Idea de enlace: Comienza el capítulo por los hebreos)
Comentario crítico
A primera vista, el texto con el que nos enfrentamos pertenece al ámbito de las
humanidades por su carácter marcadamente argumentativo y especulativo. En concreto,
se trata de un texto histórico que adopta la forma del ensayo por su interpretación
personal de los hechos, entre otros aspectos.
Desde el punto de vista comunicativo, advertimos la firma del historiador C. G. Starr, a
quien suponemos un especialista en la materia, y en principio se dirige a todo aquel
estudioso que pueda interesarse por el asunto desarrollado, desde sus colegas de cátedra
hasta el estudiante de historia o el simple diletante, pues observamos un propósito
didáctico y divulgativo, con predominio claro de la función referencial.
Naturalmente, como es habitual en este tipo de discurso se adopta la forma escrita, y en
este caso se nos propone un fragmento de un capítulo perteneciente con toda
probabilidad al comienzo del libro titulado “Historia del mundo antiguo”.
En el plano estructural, el tema apuntado es la importancia de la mitad del primer
milenio antes de Cristo en la historia posterior.
Externamente se percibe una organización con cierta libertad, mediante la distribución
en tres párrafos que no se corresponden con la estructura interna. Ésta adopta más bien
la forma de dos partes, la primera de las cuales abarca los dos primeros párrafos y se
corresponde con lo organizativo de la época aludida; el último párrafo sería la segunda
parte, y alude a lo psicológico de los hombres de aquel periodo.
Se trata de una argumentación racional a base, sobre todo, de ejemplos, en cuyas dos
partes se apunta un esquema de estructuración deductiva: principio - ejemplos conclusión. De esta manera, el tema progresa porque al primer aserto de que los siglos
centrales fueron decisivos se le completa con ejemplos de diferentes latitudes del mundo
vistas desde lo político y lo intelectual. Después se amplía la visión con la idea de la
coincidencia en un mismo margen temporal de los grandes hombres y las respuestas que
dieron a los grandes problemas humanos, también desde diferentes latitudes, con lo cual
se termina mostrando su importancia esencial para la historia posterior. El texto
concluye con una idea de enlace con el capítulo siguiente.
Los recursos lingüísticos empleados son los propios de una código culto pero accesible
al gran público. En la gramática textual existe un visible marcador de adición
(“también”) para conectar los dos primeros párrafos, sin que se necesite ninguno para
unir el tercero, porque las recurrencias textuales resultan suficientes. Hay un último
marcador de orden al terminar el texto (“en este capítulo”).
En cuanto a la sintaxis oracional, no llega a ser compleja, se sirve de un léxico abstracto
y a base de sustantivos, y apenas utiliza retórica literaria especial.
Es un texto, en conclusión, que expone con claridad los fundamentos de la cultura
actual, situándolos cronológicamente con bastante acierto, y que asombra por la visión
global que tiene el autor de las civilizaciones antiguas, por lo cual resulta muy sugerente
para adentrarse en el misterioso origen de nuestro modo de vida.
MODELO DE COMENTARIO SOBRE “LOS DIABÓLICOS”.Argumento
Cuestiona el autor que la tv. aniquile el pensamiento, teniendo en cuenta que la historia
de éste consiste en un cúmulo de disparates con algún acierto, que la civilización ha
evolucionado hacia mejor y que la tv. ha contribuido a ello, al menos en España, a pesar
de elementos contaminantes que han existido siempre.
Leer puede ser más eficaz, pero la tv. también difunde la cultura (Galdós en el cine) y
los programas-basura vienen siendo rechazados de antiguo por la minoría culta, como lo
prueban el desprecio inicial al cine, a Internet, a la máquina de escribir, incluso a la
estilográfica, y si se apura, hasta a la imprenta: ¡que se lo digan a los fundamentalistas!
Esquema
1.- Tesis: ¿la tv. aniquila el pensamiento?
1.1.- La hª. universal del pensamiento está llena de disparates
1.2.- La civilización ha sido peor en el pasado, sin tv.
1.3.- Radio y tv. han contribuido a difusión de información
1.4.- La contaminación existió hasta en la biblioteca de Alejandría
2.- Grandes objeciones
2.1.- La lectura es más eficaz que las imágenes
2.1.1.- También “Ana Karenina” y “El abuelo” se han conocido
masivamente por la imagen
2.2.- Los programas-basura
2.2.1.- Siempre han existido en diferentes formas
2.2.2.- La “minoría sacerdotal” es quien decide
2.2.3.- Grandes inventos se despreciaron en un primer momento por los
“fundamentalistas”.
Comentario crítico
El texto que comentamos es un artículo periodístico de un afamado polemista de la
actualidad nacional: Eduardo Haro Tecglen. A grandes rasgos, podemos definirlo
fundamentalmente como un texto de intención persuasiva, dentro de una variedad
argumentativa del discurso, y dotado de un registro verbal culto.
Desde el punto de vista comunicativo (estructura pragmática), observamos en él un
marcado carácter subjetivo, patente en la presencia del emisor a través de la 1ª persona
gramatical: “No sé”, “me considerarán”, “no lo digo”, y el muy evidente “yo prefiero”.
Esta presencia directísima del autor no es extraña a la intención comunicativa, pues
constituye un rasgo de elegancia el dar la cara sin ambages cuando se expresa una
opinión muy personal.
En cambio, vemos atenuada la presencia de un receptor múltiple, propio de los medios
de comunicación, cuando se apela a él en forma de plural genérico: “Lo que llamamos
civilización”. Parece como si la adhesión que reclama la función persuasiva se reservase
a la originalidad de los argumentos más que a los recursos propios de la función
apelativa.
En lo que se refiere a su aspecto conceptual (estructura semántica), consideramos que la
coherencia global viene organizada en torno a un tema: la cultura visual -la televisión,
en concreto- no destruye el pensamiento sino que, como cualquier otro avance histórico
en la divulgación, es vista con recelo.
Esta idea central, como ya anticipábamos más arriba, se estructura partiendo de una
tesis en la primera línea, seguida alternativamente de una argumentación lógica, por vía
de ejemplos, y analógica, en forma de comparaciones.
Así, el primer párrafo progresa temáticamente exponiendo las ideas de que el
pensamiento auténtico ha sido labor de individuos excepcionales y que la civilización ha
ido mejorando con los avances en la comunicación, especialmente en el caso español, a
pesar de todas las deficiencias de los medios visuales.
El segundo y el tercer párrafo suponen la cotraargumentación a las objeciones,
decantándose el autor por un conocimiento de la cultura a través del cine y la televisión,
mejor que el desconocimiento absoluto, y considerando que lo que estos medios puedan
generar de “basura” ha sido una constante histórica mal vista por los mandarines de la
cultura, que también rechazaron en su momento -no se olvide- otros grandes inventos
que han terminado por imponerse como absolutamente imprescindibles.
En tercer lugar, el texto halla su cohesión lingüística (estructura sintáctica) en algunos
procedimientos textuales generales de recurrencia, que son comunes a los tres párrafos,
con la particularidad de que el segundo párrafo se enlaza mediante un marcador de
oposición (“sin embargo”), y el tercero, mediante una profunda elipsis (“Programas
basura:”).
En lo referente a la morfosintaxis oracional, hay un predominio del léxico de intención
culta, sin exageraciones, y un período oracional complejo, con equilibrio de
coordinación y subordinación. Este período, no obstante, adolece en algún caso de un
cierto descuido en la construcción, debido quizá a la celeridad que impone la profesión
periodística. Son los casos de “conjuntos de información que pueden suponer sectores
de conocimiento”, fórmula un tanto retorcida; o el patente anacoluto de “...que la gente
conozca...y que vean...”
Finalmente, valoramos el valiente riesgo de las particularísimas opiniones de Haro Tecglen, fustigador de
ideas comunes, siempre dispuesto a expresarse “a cara descubierta” en un intento de ganar las simpatías
de un sector más amplio de lectores, y siempre en pugna constante y rebelde con sus lectores habituales,
pues ya somos numerosísimos los que nos acercamos al rincón diario de su columna en “El País”.
Descargar