P O R E L C A M P O … El día 23 de octubre de 2012 me fui de excursión con mis compañeros del instituto. Esa mañana me levanté con la ilusión de que iba de excursión. Va, iba de excursión, pero aquello era algo más que una excursión… En el primer tramo todos íbamos tranquilitos, bien, charlando… Cuando de pronto vi una planta de hinojo y cogí un tallo y lo chupé. Vimos un huerto donde cultivaban lechugas, ajos… y también había unos agujeros para unas aves que emigraban. En la fuente de Panchía me quedé desolado por una imagen. Todos los árboles que rodeaban la fuente estaban quemados. Me desilusioné. A lo lejos también vi unos escombros tirados. Pero detrás de la fuente vi un poco de esperanza para aquel lugar tan desolador, vi mucha hierba con pequeñas gotas de rocío, una bella imagen. Antiguamente esa fuente servía como lavadero y para que el ganado bebiese agua, pero hoy en día la fuente está seca debido a que las aguas subterráneas han desaparecido, ya que los cultivos también necesitan agua, los pozos también sacaban agua y tras la sequía de este verano la fuente no echaba ni gota de agua. Continuamos el viaje cuando de pronto vi un pantano vacío, con agua contaminada, que olía malamente. En ese arroyo no había vida animal, ya que el agua estaba muy contaminada. También había numerosos pepinos del diablo que son plantas con una rara manera de reproducirse. Cuando el fruto está maduro, si lo rozas explota y las semillas las manda hacia el suelo. Por más que miraba a los lados sólo veía olivos, viñas y campos arados para, posiblemente, sembrar cereal. Pero, en mitad del camino, vi un gran árbol llamado ciprés y cuyo fruto tiene forma hexagonal. Andando, sin saber a dónde íbamos, paramos en una extraña colina. Extraña porque había muchos almendros y si buscabas bien detrás de alguna hoja apartada te encontrabas una almendra. Cuando la partías pensabas: ¿estará buena esta almendra con la mala pinta que tiene? Y sí, estaba buena. En un almendro de aquellos vi un nido de pájaros escondido entre la maleza y muy cerca de allí vi un pájaro cantar. Era una colina húmeda y excavando en el suelo vi un hueso y después vi muchos huesos. Cuando me despedí de esa extraña colina vi en una roca con heces de zorro y conejo. Apartadas un poco del camino, me pareció ver unas cuantas plantas de paloduz. El paloduz es una planta cuya raíz tiene un sabor agradable. El regaliz proviene del paloduz. Nos paramos a comer debajo de unas encinas. Me comí, a duras penas, unas bellotas que aunque estaban amargas te dejaban un buen sabor de boca. Debajo de unos matorrales vi una lagartija de cola azul, un bello animal. Continuamos con la ruta y vi un árbol frutal cuyos frutos son las majoletas y a mí me encantaba. Comí tantas que llegué a un punto de dolor intestinal. Entonces llegamos a una gran llanura con muchas grietas. Cuando llovía, aquel lugar se llenaba de agua y esto es debido a que en la antigüedad ponían el ganado allí y las heces se quedaban allí. Tanto que hoy en día ese suelo es como impermeable y se acumula allí el agua. Llegamos a una fuente llamada Fontanar. En esa fuente había agua y también miles de renacuajos. Rodeando la fuente me pregunté por qué en un lado de la fuente hay algas y en el otro no. Y era porque a donde llegaban los rayos del sol es donde estaban las algas. Seguimos hacia delante por un camino donde había muchos álamos inmersos. Me fui por un arroyo que había cerca y esta vez con agua limpia y como se notaba allí había insectos, hierba verde, ranas, que cogí una, salamanquesas… Y es que donde hay agua hay vida. Vi un insecto muy difícil de encontrar, un insecto palo. Siguiendo aquel camino llegamos a la fuente de Cañada Lerma. Esa fuente estaba vacía. Cada vez nos íbamos acercando a la ciudad y la vegetación se cambiaba por cultivos, los arroyos por caminos y las fuentes por campos. Cuando llegué a Montilla pensé: ¡Hay que ver lo bonita que es la naturaleza, todo lo que nos rodea, pero hay que ver el daño que hace el hombre! Todavía estamos a tiempo de evitarlo, todavía hay una pizca de esperanza verde. ANTONIO TAPIA PAVÓN, 1ºESO -A