Autores: Deniro / manu_k / -[Atreyu]- / ARKELY / alonsoyc. • Aireación. • Oxigenación del agua. • Oxigenación agua según temperatura. • Modelos de compresores. • Variables de aireación con abonado por CO2. • Filtrado del aire. • Difusores aireación. • Llaves de distribución y regulación. • Válvulas antiretorno. • Ruidos y vibraciones de los compresores de aire. • Mantenimiento de compresores. • Medida volumen aire introducido. Más importante de lo que aparenta es el tema de la aireación del acuario y su calidad. Peces plantas y bacterias mantienen su dependencia del mismo (oxígeno), por tanto su calidad y concentración en el agua de nuestro acuario será primordial. Si queremos mantener unos escalares sanos y plantas no estaría de más asegurar la concentración de este. Los seres vivos de nuestro acuario que hemos mencionado necesitan de él para realizar sus funciones vitales. La deficiencia del mismo afecta al envejecimiento de peces, a la destrucción prematura de las células de plantas y por supuesto en la reducción de la colonia bacteriana. Algo además importante y que debemos tener en cuenta, es que una correcta oxigenación del acuario favorece que los compuestos nitrogenados se reconviertan. Un aporte importante de los aireadores al igual que sucede con las salidas de los filtros, es la creación de corrientes de agua de subida siguiendo la columna del aire para bajar posteriormente, produciendo un ciclo de movimiento del agua que favorece la dispersión y homogeneidad tanto en aspectos relacionados al aire captado como en cualquier otro, temperaturas, abonos, etc. Muchas veces hemos podido ver en la superficie del agua una capilla fina y delgada que presenta en algunas ocasiones irisaciones, esta capa formada por polvillo del aire y poluciones del agua del acuario es rota por el burbujeo, facilitando la captación de O2. Un compresor de aire no sería necesario, si el área de contacto (superficie del agua), con el aire y su agitación superficial garantizaran los aportes de oxígeno mínimo a los habitantes del acuario. A pesar de ello no debemos dejar de optar por garantizar el aporte del mismo variando su difusión según las características del acuario. La siguiente forma de aireación la obtenemos a través de las corrientes superficiales del agua, generadas por los propios filtros, este movimiento de la superficie del agua favorece el intercambio de oxígeno (O2). Otro aporte de aire lo obtenemos a través de las plantas del acuario en las horas nocturnas, al finalizar el proceso de la fotosíntesis que realizó en las horas diurnas. La otra aireación la obtenemos a través de los compresores de aire, no se trata de obtener una difusión violenta de burbujas, si no un aporte de sustentación de los niveles de oxígeno del acuario. En el acuario nunca habrá un exceso de oxígeno, pues cuando llega a ciertos niveles de relación o saturación produce el aumento de la liberación de este al exterior, al igual que se está realizando en parte con el aire suministrado al acuario a través del compresor. Como en todos los temas de la acuariofilia, no se pueden ni se deben establecer fórmulas determinantes de una aireación correcta. Los acuarios como ya sabemos presentan entre sí muchas variables que conjugadas hacen que algunas formas de aireación adquieran importancia y otras puedan ser consideradas como secundarias. No es lo mismo tener un acuario amazónico que lo hemos planteado sólo con decoración de troncos naturales, que un acuario amazónico en el que los troncos si que están presentes pero el plantado (plantas), adquiere preponderancia. La presencia de plantas además puede ser variable de unos a otros plantados, no afectando solo la cantidad sino además el tipo, pues según las especies introducidas tendrán necesidades diferentes que unidas estas a la variable del número de peces con los que cuentan los acuarios, vemos que dar una fórmula magistral se vuelve poco menos que imposible. Finalmente serán nuestros ensayos y pruebas los que consigan un equilibrio entre todos los factores mencionados incluyendo aquellos que son abonados con CO2, (plantados). Comentábamos que todas estas variables hacen que un sistema de aireación adquiera mayor o menor peso en el acuario. Los niveles de oxígeno en el agua son variables dependiendo de la temperatura, salinidad y presión atmosférica. Al tratarse de acuarios Amazónicos de aguas tropicales, descartamos las variaciones derivadas de la salinidad. Concentración de oxígeno dependiente de la temperatura. En la tabla de valores aproximados a la concentración de oxígeno (O) en el agua (H2O) podremos observar las variaciones sufridas por las temperaturas. No es lo mismo mantener el acuario a 25 o 26 grados, a que durante la época estival suba la temperatura del mismo a 30 o 31, como puede suceder en algunas latitudes. Como podemos observar existe una relación inversamente proporcional entre ambas magnitudes. A 26ºC podemos ver en la tabla que habrán 8,2 moléculas de oxígeno (O) por un millón de partículas de agua (H2O) Diversos estudios científicos consideran que una gran parte de las poblaciones de peces se desarrollarán hasta una concentración de oxígeno mínima de 4 o 5ppm. Al principio se comentaba que la presión atmosférica también afecta a las variaciones de concentración del oxígeno presente en el agua, en este caso su variación es directamente proporcional a mayor presión atmosférica mayor nivel de O. Las disminuciones del oxígeno presente en el agua, sufridas por el aumento de temperatura no produce alteraciones visibles en nuestros acuarios, y el aporte realizado por las vías antes mencionadas garantizan dichos niveles de concentración. Concentración que nunca podremos aumentar por su relación física, pero que si podría descender sin los aportes necesarios. El motivo de no poder aumentar la cantidad de oxigeno del agua, es debido al equilibrio entre presiones del O2, exterior e interior del acuario. Cuando un nivel de aireación es bajo produce al igual que como otras causas mal olor, debido al aumento de bacterias de azufre que habrán comenzado a proliferar. Es fácil observar una deficiencia del oxígeno sin llegar a los límites antes mencionados, pues nuestros peces en especial comenzarán a acelerar sus bocanadas para terminar boqueando en la superficie del agua. No debemos confundir estos boqueos con los derivados de sus hábitos o posibles enfermedades. Otra característica de una deficiencia es el aumento de la turbidez del agua. La cantidad de oxígeno que necesitan las especies varían según su estado físico, los contaminantes, etc. por tanto es casi imposible calcular con precisión los niveles mínimos para las mismas. Nuestros Pterophyllum al igual que el resto de peces son de sangre fría, por tanto necesitarán más oxígeno con el aumento de temperaturas debido al incremento de su velocidad metabólica. Es interesante por tanto realizar un aumento de la aireación a temperaturas del acuario mayores de las habituales. La disolución del oxígeno aportado por los compresores a los difusores en el agua del acuario alcanzará mayor efectividad, cuanto más pequeñas sean las burbujas. Llegado a este punto es interesante saber que una agitación de la superficie o aireación del agua excesiva, perjudica sin embargo a la concentración de CO2 presente en los acuarios plantados, ya que facilita el intercambio con el oxígeno. En el mercado especializado en acuarios, podemos encontrar variedad de modelos atendiendo a sus diferentes prestaciones, los encontraremos con sistemas simples de una membrana o incluso dobles, de potencias variadas y caudales de aire. Los compresores a emplear variarán según la fuerza que tengan que vencer, debido especialmente a la columna de agua. Por supuesto que equiparados a sus prestaciones irán los valores económicos de los mismos. Íbamos adelantando que cuando tenemos un plantado y este está siendo abonado con CO2, una agitación del agua así como una excesiva aireación de la misma favorece el intercambio del mismo por el oxígeno, perdiendo parte de nuestra intención al inyectar CO2, como era favorecer los procesos de absorción de nutrientes por las plantas. En estos casos, si optamos por inyectar oxígeno a través de los compresores, hemos de procurar que la cantidad introducida sea mínima. Entre las sofisticaciones, si así lo podemos denominar se encuentran aquellos que aplicando sus conocimientos inyectan CO2 durante el día y lo eliminan por la noche, periodos que coinciden con el encendido de la iluminación, optando por realizar un funcionamiento inverso a través de relés de los compresores (aireación). La idea es básica y sencilla, apoyada en el sistema de funcionamiento de la fotosíntesis. Durante el día el acuario se abastece de oxígeno a través de la agitación de la superficie (salida filtros) y del proporcionado por las plantas, permaneciendo el compresor desactivado y por tanto las pérdidas (CO2) quedan reducidas solo a la agitación de la superficie. Uso condicionado de la aireación con la inyección de CO2 (proceso diurno). Durante la noche al apagarse las luces y desaparecer la inyección de CO2, cesa la actividad fotosintética y entra en funcionamiento el compresor, este es el espacio en el que las plantas absorben principalmente oxígeno y liberan CO2 adquiriendo nuestro acuario cantidades que variarán dependiendo del plantado (cantidad). Durante este espacio nocturno la oxigenación ahora dependerá de la agitación de la superficie y por supuesto del compresor, ayudando a reconvertir el CO2, que no es aprovechado por las plantas. Uso condicionado de la aireación con la inyección de CO2 (proceso nocturno). Un aspecto muy importante y que los acuariófilos obviamos, es la filtración del aire a nuestros acuarios. Por norma los compresores de aire portan en la entrada de aire un pequeño filtro de materiales basados en fibras. Este tipo de filtrado si bien elimina la entrada de partículas grandes a través del aire al acuario, no evita otro tipo de poluciones y contaminaciones al mismo. Seguidamente os presentamos un modelo de filtro de producción artesanal (bricolaje), que purificará el aire introducido en el acuario. Realizado como veis en materiales de fácil adquisición, basa su principal aporte en la introducción de carbón activo en su interior, por el que haremos circular la salida del compresor. Construcción de un filtro de aire. El seguimiento de las fotografías es totalmente descriptivo y por tanto apenas hacen falta palabras para describirlo. Construcción de un filtro de aire. El filtro no tiene porqué ser grande, pues evidentemente su capacidad de eliminación de poluciones, contaminantes, y partículas finas es alto debido al uso del carbón activo y a que los niveles y caudales de aire son bajos, salvo excepciones en los que la aireación haya que ser aumentada. Construcción de un filtro de aire. Construcción de un filtro de aire. El perlón irá colocado tanto en la entrada como en la salida del filtro. DISEÑO Y SECCIÓN. Construcción de un filtro de aire. Este filtro requiere de un escaso mantenimiento, pues deberemos cambiar la carga del Carbón Activo una vez al año en ambientes poco polucionados, como es de suponer en ambientes con alta carga debido a aerosoles, humos, etc. este debería realizarse cada seis meses. Entre los elementos que conforman el equipo de aireación se encuentran los difusores. Estos difusores son los encargados de convertir la corriente de aire inyectada a través de los tubos de siliconas o plásticos en el acuario a finas burbujas de aire, aumentando con ello la oxigenación del agua. Los difusores que podemos encontrar son muy variados, como tamaños, materiales con los que están construidos, etc., todas estas variaciones van encaminadas a adaptar los modelos a las diferentes aplicaciones para lograr mejorar los rendimientos. Difusores. La mayor oxigenación del agua no se logra precisamente por las propias burbujas, número o tamaño de estas, si bien todo ello contribuye a aumentar la difusión de oxígeno, si no a la agitación producida por las mismas en la superficie del agua. Imprescindibles en un equipo de aireación, son las llaves de distribución y regulación, permitiendo con su instalación regular el caudal de aire introducido en el acuario. Entre las llaves de distribución y regulación las encontramos de materiales plásticos o metálicas, estas últimas por regla general presentan mayor calidad. Igualmente entre las variaciones que podemos encontrar, las hay con un número distinto de salidas, 2, 3, 4... En acuarios que ya presentan un tamaño en longitud considerable, como es el caso de acuarios para Pterophyllum en las que las longitudes mínimas rondan el metro deberían ubicarse dos salidas con sus respectivos difusores. Llaves distribución y aireación. Recordemos lo comentado en apartados anteriores sobre la cantidad de aireación (mínima a moderada), dependiendo de las características del acuario. Aumentar el número de difusores es con el fin de lograr una mejor distribución y homogeneización de la superficie del agua. Las válvulas antiretorno, basan su funcionamiento en dejar pasar el aire en un solo sentido. El empleo y uso de las mismas es y debería ser imprescindible, una parada del compresor de aire lleva aparejado una pérdida de presión en el aire de los tubos, en esos momentos la presión del agua sobre los difusores hace que el aire retroceda hacia el compresor, instantes en los que la válvula antiretorno actúa cerrando el acceso hacia el mismo. En el caso de no existir válvula antiretorno o que esta esté en mal estado, podría darse el caso de producirse un efecto sifón y llegar el agua al compresor. Válvulas antiretorno. A veces entre los consejos de los fabricantes de compresores, encontramos la recomendación de que estos no se ubiquen por debajo del nivel del acuario, precisamente esta recomendación está relacionada con el efecto anteriormente citado (sifón) y que puede ser favorecido por la ubicación del mismo. Entre los compresores que encontramos últimamente en las tiendas dedicadas a la comercialización de material para acuarios, encontramos modelos que presentan bajo nivel de ruido, así como de vibraciones. Sin embargo si que es posible que nuestro modelo produzca ruido o vibraciones y que incluso a pesar de encontrarse ubicado a veces en el armario del acuario, este sea molesto, las opciones de reducción del ruido pasa por nuestra intervención, procurando aislar este de las partes duras o rígidas, soportes o baldas, lejas, etc. empleando esponjas e incluso otros materiales que minimicen el mismo. Realmente los compresores apenas presentan mantenimiento, siendo en una buena parte de los casos problemas derivados de posibles averías. Hemos escogido un modelo de compresor, a fin de analizar sus partes y posibles deficiencias en su funcionamiento, todos los compresores presentan más o menos una estructura similar en su constitución. En nuestro caso el compresor posee una cámara simple de aire, habiéndolos de doble cámara y por tanto mayor efectividad Así mismo todos presentan un prefiltro o filtro de materiales compuestos por fibras que realizan una limpieza de partículas del aire introducido en el mismo. Con el tiempo estos filtros se suelen atorar o colmatar de partículas que reducen drásticamente su efectividad. Prefiltro compresor. En la composición de los compresores podemos distinguir las partes citadas en la figura inferior. Partes principales de un compresor de diafragma simple. Una causa de averías de nuestros compresores suele ser el agrietamiento sufrido por las membranas de goma de la cámara de compresión, perdiendo aire por las mismas. Estas membranas en algunos casos y dependiendo del modelo de fabricante pueden ser sustituidas. Membranas o diafragmas de montaje simple. La cámara de compresión contiene dos válvulas, una de entrada o admisión del aire a la misma, así como de otra que es la salida del compresor hacia las llaves reguladores y distribuidoras del aire. Se puede dar el caso y más normal de lo que parece que estas válvulas que poseen unas láminas finas (membranas), se ensucien impidiendo con ello un cierre perfecto de los agujeros de entrada o salida del aire, también se puede dar el caso de que estas membranas o láminas pierdan su elasticidad. Cámara de admisión y compresión. Detalles cámara de admisión y compresión. Detalles cámara de admisión y compresión. Tras el desglose efectuado podemos darnos cuenta que al fin y al cabo un compresor no es nada complejo, aunque eso sí elaborado. ¿Cómo podemos saber que volumen de aire se introduce en el acuario?. ¿Cuál sería una cantidad de aire mínima?. Bueno son preguntas que nos van surgiendo conforme realizamos un análisis pormenorizado de la aireación. Para medir el volumen de aire inyectado al acuario a través de los difusores, emplearemos una probeta graduada. Probeta graduada. La probeta graduada la introduciremos en el acuario, procediendo a llenarla de agua. Llenado de agua de la probeta. Una vez que está llena de agua, la invertiremos, con la boca hacia abajo. Captación de aire del difusor en la probeta. La ubicaremos sobre la salida del aire del difusor que queremos controlar, daremos un tiempo de un minuto, con el que podremos posteriormente proceder a recalcular el volumen de aire inyectado por hora en el acuario. El aire naturalmente desalojará el agua del interior de la probeta. Lectura de la probeta. Transcurrido el minuto que hemos dado para el llenado de aire, procedemos a la lectura del volumen de aire inyectado, por ejemplo en nuestro caso que estamos aplicando una aireación mínima para reducir las pérdidas de CO2, esta ha sido de 50cc en un minuto, o lo que es lo mismo 3 litros de aire a la hora. Esperamos con este artículo haber podido introducir algunas aportaciones y aspectos nuevos que en otras ocasiones se dan por conocidos o pasan inadvertidos. http://www.drpez.com/drmarin1.htm Versión Imprimible para Dr.Pez por Alonsoyc