LA BANCA DE JAPÓN 1. INTRODUCCIÓN

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LA BANCA DE JAPÓN
1. INTRODUCCIÓN
Banca o sistema bancario, conjunto de instituciones que permiten el desarrollo de
todas aquellas transacciones entre personas, empresas y organizaciones que
impliquen el uso de dinero.
Dentro del sistema bancario podemos distinguir entre banca pública y banca
privada que, a su vez, puede ser comercial, industrial o de negocios y mixta. La
banca privada comercial se ocupa sobre todo de facilitar créditos a individuos
privados. La industrial o de negocios invierte sus activos en empresas industriales,
adquiriéndolas y dirigiéndolas. La banca privada mixta combina ambos tipos de
actividades. En el siglo XIX fueron muy comunes los bancos industriales, aunque
éstos han ido perdiendo fuerza a lo largo del siglo XX en favor de la banca mixta.
Dentro de la banca pública debemos destacar, en primer lugar, el banco emisor o
banco central, que tiene el monopolio de emisión de dinero y suele pertenecer al
Estado. Asimismo, destacan las instituciones de ahorro y dentro de éstas, en
España, las cajas de ahorro.
2. LAS FUNCIONES DEL BANCO CENTRAL1
La principal institución financiera en una economía de mercado es el banco
central. Los bancos centrales suelen depender y ser propiedad de los estados,
pero incluso en los países en que dependen de bancos privados (como en
Estados Unidos o Italia) los objetivos del banco central favorecen el interés
nacional.
La mayoría de los bancos centrales asumen las siguientes funciones: actúan como
banco del Estado, banco de bancos, reguladores del sistema monetario tanto en lo
que concierne a los objetivos de política económica interna como externa, y son
bancos emisores. Como banco del Estado, el banco central cobra y paga los
1. www.CONTABILIDAD%20BANCARIA/Banca%20o%20Sistema%20Bancario.htm
1
ingresos y gastos del gobierno, gestiona y amortiza la deuda pública, asesora al
gobierno sobre sus actividades financieras y efectúa préstamos al gobierno (esto
último ha sido prohibido en España tras la reforma del estatuto del Banco de
España). Como banco de bancos, el banco central mantiene en sus cajas un
porcentaje de los depósitos que poseen los bancos privados, vigila las
operaciones de éstos, actúa como institución crediticia en última instancia y
proporciona servicios técnicos y de asesoría. Lleva a cabo la política monetaria
tanto nacional como exterior y, en muchos países, es el banco central el que
diseña esta política, de forma independiente del gobierno, sirviéndose de toda una
gama de controles directos e indirectos sobre las instituciones financieras.
Las monedas y los billetes que circulan como moneda nacional suelen representar
los pasivos del banco central.
Hay gran controversia en torno a la capacidad del banco central para controlar la
oferta monetaria y, a través de ésta, el ritmo de crecimiento de la economía.
Algunos economistas piensan que el control monetario puede ser muy útil a corto
plazo y debe utilizarse para afectar al nivel de actividad económica. No obstante,
otros afirman que la política monetaria discrecional no debe utilizarse porque, a
largo plazo, los bancos centrales son incapaces de controlar la economía. Otros
economistas piensan que el impacto a corto plazo del control monetario no es tan
poderoso, pero que las autoridades monetarias pueden lograr reducir los excesos
de inflación y aminorar los efectos de las depresiones económicas. Una nueva
escuela de economistas sostiene que la política monetaria no puede utilizarse de
manera sistemática para afectar al nivel de actividad económica. Sí hay consenso
respecto a la creencia de que la acción del banco central es incapaz de resolver
determinados problemas provenientes de la oferta, como podría ser el caso de
una escasez de combustible.
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3. JAPON
Al ser uno de los países más ricos del mundo, el sistema bancario japonés ejerce
gran influencia sobre la economía mundial. El Banco de Japón es el banco central
que controla todo el sistema bancario, aunque tiene una menor autonomía del
gobierno japonés que la mayoría de los bancos centrales de los países
industrializados. En Japón, además del banco central, existen una serie de bancos
y otras instituciones financieras que dependen del gobierno y que se encargan de
financiar distintas actividades económicas de especial relevancia, como el
comercio exterior, la construcción de viviendas o el sector agropecuario. Algunos
bancos privados, como el Dai-Ichi Kangyo (el mayor banco del mundo) están muy
unidos al gobierno japonés debido a las inversiones que éste realiza en aquéllos;
el Banco de Tokyo está especializado en el cambio de moneda extranjera. Ciertos
bancos comerciales, como el Mitsubishi, el Banco Mitsu y el Banco Sumitomo son
reliquias del poderío comercial prebélico de los conglomerados industriales, los
denominados zaibatsu, y todavía están muy vinculados a las empresas e
instituciones financieras que los crearon.
4. CARACTERISTICAS
Tipo
Banco del Estado
Fundación
1882
Sede
Tokio, Japón
Industria
Banca
Sitio web
www.boj.or.jp
Reestructuración
Dai-Ichi Kangyo Bank (Primer
Banco nacional)
Moneda: Yen(¥)
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5. HISTORIA2
Como la mayoría de instituciones japonesas, el Banco de Japón nació tras
la Restauración Meiji. Antes de la Restauración, el sistema feudal tradicional de
Japón hacía que cada región controlara su propio dinero, creando un conjunto
incompatible, pero el Acta de Nueva Moneda de Meiji 4 (1871) acabó con el viejo
sistema y estableció el yen como la nueva divisa decimal. En Meiji 15 (1882)
obtuvo definitivamente el monopolio del control del suministro de dinero.
El Banco de Japón emitió sus primero billetes en Meiji 18 (1885), y a pesar de
algunos pequeños fallos --por ejemplo, el polvo añadido a los billetes para prevenir
su falsificación los convirtió en un manjar para las ratas-- su funcionamiento fue un
éxito. En 1897 Japón se unió al Patrón oro y en 1899 se eliminaron los billetes no
emitidos por el banco central.
El Banco de Japón ha seguido con su labor desde entonces, con la excepción de
la ocupación del archipiélago tras la Segunda Guerra Mundial por los aliados,
cuando se emitió moneda militar y se reestructuró el banco hacia un organismo
más independiente. Sin embargo a pesar de la reforma de la Ley del Banco de
Japón (日本銀行法) en 1997 en un intento de restarle dependencia, esta sigue
siendo aún hoy insuficiente. Se observa un alto grado de dependencia estatal en
la propia Ley, artículo 4 de la misma que afirma:
En reconocimiento del hecho de que la moneda y control monetario es un
componente fundamental de la política económica, el Banco de Japón deberá
mantener un contacto cercano con el gobierno y ministerio de economía, de esta
manera la moneda y el control monetario y la postura del gobierno en materia de
política económica pueda ser mutuamente armoniosa.
6. FUNCIONES
El banco de Japón, sucursal de Osaka.
2.
CONTABILIDAD%20BANCARIA/Banco%20de%20Japón%20-%20Wikipedia,%20la%20enciclopedia%20libre.htm
4
De acuerdo con sus estatutos, las funciones del Banco de Japón son:

Expedición y mantenimiento de los Billetes nacionales

Aplicación de la Política monetaria

Proveer efectivo y asegurar la estabilidad del sistema financiero nacional

Tesoro Público y la seguridad financiera del gobierno en sus operaciones
relacionadas con este

Actividades internacionales

Recopilar datos, Análisis económicos y actividades de investigación
7. LOCALIZACIÓN3
El Banco de Japón tiene su sede en Nihonbashi, Tokio, en la antigua casa de
acuñación del oro (la Kinza) y, no fortuitamente, cerca el famoso distrito de Ginza,
cuyo nombre significa "casa de la plata". A pesar de los rasgos del
edificio neobarroco de la sede de toqui de 1896 diseñado por Tatsuno Kingo, la
sucursal de Osaka en Nakanoshima, en un sitio mucho mejor colocado, esta
generalmente aceptado como el símbolo del banco y ha generado un mayor
reclamo turístico.
8. GOBERNADORES4
El gerente máximo del banco (総裁, sōsai) posee una considerable influencia en la
política económica del gobierno nipón. Toshihiko Fukui sustituyó a Masaru
Hayami como gobernador del Banco de Japón en marzo de2003.
9. DIFERENCIAS DE LA BANCA DE JAPON
Una de las principales diferencias que presenta con respecto a los sistemas
bancarios occidentales, es que tiene unos horarios muy limitados (9.00 a.m.-15:00
p.m.), que el manejo de los cajeros automáticos es más complicado (con horario
restringido también) y que los trámites, en general, son más complejos.
3.
CONTABILIDAD%20BANCARIA/Banco%20de%20Japón%20-%20Wikipedia,%20la%20enciclopedia%20libre.htm
4.
CONTABILIDAD%20BANCARIA/Banco%20de%20Japón%20-%20Wikipedia,%20la%20enciclopedia%20libre.htm
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En Japón, los pagos suelen realizarse con dinero en efectivo. Para prevenir los
problemas que puedan surgir al guardar grandes cantidades de dinero en casa,
existe la posibilidad de abrir una cuenta bancaria de la que se puedan sacar
pequeñas cantidades de dinero fácilmente.
Los pagos de servicios básicos (agua, electricidad, teléfono y gas) pueden
hacerse con débito automático a cuenta y existe una red de ATM (Modo de
Transferencia Asincrónica) ampliamente difundida. Para hacer uso de este servicio
es necesario llenar un formulario en el banco u oficina de correos, en el que se
indica el o los servicios que serán cargados a la cuenta, el número de usuario en
cada uno de ellos y la firma o sello personal utilizado al abrir la cuenta.
10. CRISIS EN JAPON5
La banca japonesa, como reflejo de la larga crisis que vive Japón, es constante
noticia en la prensa económica mundial. Para algunos (los estructuralistas), la
crisis bancaria es una de las causas principales de los males de la economía
japonesa al no estar cumpliendo los bancos con su función típica de
intermediación financiera. Resolvamos, pues, los problemas de la banca y Japón
habrá dado un gran paso adelante para salir de su depresión crónica. Para otros
(los keynesianos), carece de fundamento pensar que los problemas bancarios
causaron el desastre japonés o que su resolución restaurará la prosperidad
(Tobin).
En lo que todo el mundo coincide es en que la banca japonesa padece un muy
grave problema de morosidad, lo que está desembocando en una crisis de
solvencia de dichas entidades. El origen histórico de esta explosión de morosidad
está en el estallido de la burbuja especulativa de los años ochenta, pero para
explicar el nivel de morosidad alcanzado hoy en día, si cabe, son más relevantes
tanto la larga recesión económica que vive el país (especialmente desde 1998)
como la deflación que sacude a la economía japonesa.
5.
www.CONTABILIDAD%20BANCARIA/La%20banca%20japonesa%20pone%20el%20ojo%20en%20Indonesia%20y%20Malasia%20-%20WSJ.com.htm
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La banca japonesa padece un muy grave problema de morosidad, que está
desembocando en una crisis de solvencia
La gestión bancaria ha sido conservadora y su preferencia por los bonos públicos
se ha reforzado por la escasa demanda de crédito
Aunque a veces se publican datos muy diferentes, si seguimos a la Agencia de
Servicios Financieros, el dato de préstamos de dudoso cobro alcanza los 65,771
billones de yenes (final de marzo de 2001). Dado que los importes del PIB japonés
y de los créditos totales de la banca son muy parecidos, la proporción entre, por
un lado, los préstamos morosos y, por otro lado, el PIB y los créditos bancarios
totales alcanza un 12,2%.
Un nivel tan alto de morosidad acaba minando la solvencia de las entidades
bancarias. El propio gobernador del Banco de Japón ha señalado que al final del
año fiscal 2000 el coeficiente de solvencia (tier 1) de los bancos japoneses que
operan internacionalmente era del 6,6%. Como es sabido, el concepto de capital
que utilizan los bancos japoneses es bastante laxo, ya que incluye los fondos
reembolsables que el Estado ha venido inyectando en los mismos, impuestos
diferidos, revalorizaciones contables de sus tenencias de inmuebles, etcétera.
Utilizando el criterio contable norteamericano, el gobernador Hayami rebajaba el
coeficiente citado al 4%, muy por debajo del estándar acordado por el Banco de
Pagos Internacionales (BIS).
¿Podemos inferir de todo lo anterior que en Japón estamos ante un credit
crunch (crisis de liquidez) como el registrado en 1997-1998? El argumento más
claro contra esa idea se deriva de la clara mejoría de la actitud prestamista de las
instituciones financieras, que ha pasado de negativa en 1997-1998 a acomodaticia
o positiva en la actualidad (el índice de difusión recogido en el informe Tankan ha
mejorado más 40 puntos desde 1998). Simplemente, la banca ha sido
conservadora en su gestión de activos en estos tres últimos años (lógico en un
proceso de saneamiento de las entidades) y su preferencia por los bonos públicos
se ha visto reforzada por la escasa demanda de crédito de las empresas (que
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también
están
inmersas
en
un
proceso
de
saneamiento
financiero
y
reestructuración productiva).
Por otra parte, y para complicar más la situación, creemos que la banca japonesa
tiene además un problema de gestión estratégica. Éste se plasma, por un lado, en
la dificultad para generar un mayor volumen de beneficios (que aumenten los
recursos propios de las entidades) y, por otro lado, en su contrastada deficiente
evaluación de riesgos (lo que agrava el ya citado problema de morosidad).
Durante muchos años (que algunos autores han descrito como de socialismo
financiero), los tipos de interés no han funcionado en Japón como indicadores de
escasez; la evaluación de riesgos ha sido nula por los estrechos vínculos
existentes entre las empresas dentro de grandes conglomerados (siempre con un
gran banco como elemento de referencia de los mismos), y una cuestión
importante: un fuerte crecimiento económico durante 40 años. Poco a poco, ese
escenario económico se está transformando: la financiación de proyectos, más
que de empresas, es cada vez más necesaria, especialmente de pequeñas
empresas y en el sector servicios; las alternativas a la típica financiación bancaria
para las empresas, especialmente las grandes, son cada vez mayores; la escasez
de ahorro predominante en la economía japonesa en sus primeros años de
crecimiento se ha transformado en un significativo exceso de ahorro; los grandes
conglomerados (keiretsu) se están rompiendo, quebrando incluso empresas
relevantes de los mismos. En este nuevo escenario, la tradicional banca japonesa
se está desenvolviendo mal. Aunque en los últimos años los bancos japoneses
han cambiado actitudes, procedimientos, métodos de gestión etcétera, esos
cambios son todavía insuficientes.
¿Qué pueden hacer las autoridades japonesas para solucionar los graves
problemas que sufren las entidades bancarias? Veamos qué han hecho hasta el
momento las autoridades y por qué no han sido suficientes estas medidas.
En 1998, el Gobierno aprobó un ambicioso paquete de salvamento de las
entidades bancarias. Por un lado, inyectó capital en los bancos (hasta marzo de
8
2001 esa operación ascendió a 9,3 billones de yenes). Por otro lado, fortaleció la
Corporación de Garantía de Depósitos (la dotación autorizada a la Corporación
ascendió a 18 billones de yenes). Por último, aprobó una serie de medidas para
fortalecer la supervisión bancaria y para facilitar el reflotamiento de entidades en
crisis (creación de una agencia de supervisión independiente del Ministerio de
Finanzas, establecimiento de normas prudenciales más rigurosas sobre gestión y
calificación de riesgos, creación de una serie de instituciones para favorecer la
liquidación de fallidos y el saneamiento de entidades, etcétera).
La prueba más evidente de la insuficiencia de las medidas adoptadas la tenemos
en los datos aportados al comienzo de este artículo. En concreto, cabe mencionar
varias enseñanzas de las medidas de 1998: en primer lugar, el saneamiento de
entidades con un grave problema de morosidad es muy complicado en un
escenario macroeconómico depresivo. En ese contexto, se comprueba que la
morosidad es un fenómeno dinámico y que se multiplica según crecen las
suspensiones de pagos y las quiebras. En segundo lugar, el reforzamiento de las
medidas prudenciales y supervisores empeora a corto plazo las estadísticas de
morosidad, ya que tiende a hacerse más estricta la clasificación de activos de
riesgo. Un ejemplo de efecto perverso de una medida prudencial positiva lo
tenemos con la aplicación desde septiembre de 2001 de la contabilización según
el precio de mercado de las acciones de las que son titulares los bancos (justo en
un periodo de desplomamiento del Nikkei). En tercer lugar, cambiar actitudes es
más complicado que cambiar normas. Con motivo de las suspensiones de pagos
de Sogo y Mycal (sólo esta última cadena de distribución tenía un pasivo de 1,7
billones de yenes) se ha apreciado la escasa prudencia valorativa de las
entidades. Mycal debería haber estado registrado como 'deudor en peligro de
quiebra (lo que obliga a provisionar como mínimo el 70% de esa deuda), pero no
ha sido así. De hecho, las provisiones totales no han superado el 15% de la deuda
con los bancos. Incluso un gran banco japonés incrementó, en el primer semestre
de 2001, los préstamos a Mycal en un 60%. En cuarto lugar, la participación del
Gobierno en el saneamiento de las pérdidas bancarias, cuando éstas
comprometen la viabilidad del sistema financiero, parece incuestionable. Se puede
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discutir cómo intervenir, pero no la propia intervención. Esto último ha sido muy
frecuente en Japón desde el comienzo de la crisis. En quinto lugar, la estrategia
mantenida por las autoridades japonesas durante años (esperar a que los
problemas se acabaran resolviendo solos) se ha demostrado errónea. La
experiencia nórdica en la década de los años noventa es la contraria: acciones
inmediatas para atacar los problemas de solvencia de la banca. Buena parte de la
escasa presión sentida por el Gobierno japonés para solucionar rápidamente este
problema se debe a que Japón es un gran acreedor exterior neto.
El Gobierno de Koizumi debería aprobar un plan concreto de saneamiento
bancario (alguna medida concreta ya ha sido presentada al Parlamento). Por las
declaraciones públicas del Gabinete, algunas líneas generales del mismo podrán
ser las siguientes:
- Reforzamiento de las inspecciones ordinarias de los bancos y realización de
inspecciones especiales para comprobar la calificación de riesgos y la dotación de
provisiones desarrollada por las entidades sobre ciertos deudores.
- Sistematización de las situaciones de riesgo de los deudores y de las
actuaciones a desarrollar en cada caso: elaboración de planes de reestructuración
de deudas, actuación contra los deudores según las leyes civiles, venta de deudas
a la Resolution and Collection Corporation, inyección de dinero público, etcétera.
- Medidas para facilitar la compra y posterior gestión de préstamos de dudoso
cobro por la Resolution and Collection Corporation, que podría llegar incluso al
saneamiento y revitalización de empresas deudoras con problemas. Hasta el
momento, la RCC ha comprado préstamos morosos de la banca por un importe
muy reducido: unos 40.000 millones de yenes, obteniendo un descuento del 96%
del valor facial de los mismos. En este terreno, la RCC compite con bancos
privados de inversiones, como Goldman Sachs y Morgan Stanley, que ya están
realizando operaciones de titulización de deudas.
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Creación de un fondo público que adquiera ordenadamente las participaciones
cruzadas y, en general, de las inversiones en acciones de la banca.
Con medidas de este tipo se acelerará el proceso de saneamiento bancario, pero
serán insuficientes si la recuperación económica no llega. Estamos seguros de
que una vez que comience la recuperación, se estimulará la demanda de crédito y
así se restablecerá plenamente la función de intermediación financiera de la
banca.
Antonio Carrascosa es consejero comercial de la Embajada de España en Japón.
11. LA BANCA JAPONESA PONE EL OJO EN INDONESIA Y MALASIA6
Aunque la mayoría del tejido empresarial japonés está centrado en ampliar su
presencia en China, los bancos nipones, con abundancia de efectivo en sus
arcas, están ahora peinando oportunidades en dos de las economías con
crecimiento más rápido en la región: Indonesia y Malasia.
A pesar del hecho de que aún está bajo la sombra de China, el sudeste asiático
cada vez más se está convirtiendo en un objetivo para la inversión de los bancos
japoneses, dada su creciente población, sus recursos naturales y el desarrollo de
las infraestructuras. Otros también han visto el atractivo de la región: Moody's
Investors Service mejoró el lunes la calificación crediticia de Indonesia en un
escalón, citando la fortaleza de su economía y la mejoría de la deuda.
Como resultado, los bancos japoneses están formando alianzas con bancos
locales y aumentando sus operaciones para firmar acuerdos crediticios en ambos
países. La entidad nipona Sumitomo Mitsui Financial Group, el segundo banco
más grande de Japón por capitalización de mercado, dijo que su filial bancaria
prevé aumentar su personal en Malasia a cerca de 100 empleados desde los 30
en primavera. Además, espera elevar el número de trabajadores en Indonesia,
donde en la actualidad cuenta con 200 empleados.
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www.CONTABILIDAD%20BANCARIA/La%20banca%20japonesa%20pone%20el%20ojo%20en%20Indonesia%20y%20Malasia%20-%20WSJ.com.htm
SEGÚN: Por Atsuko Fukase
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