A pesar del consenso respecto a que la actual etapa histórica se

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A
pesar del consenso respecto a que la actual etapa histórica
se ca racteriza por una crec iente interconexión globa l, en
los ámbitos académico y político hay profundos desacuerdos
que han desencadenado un intenso y comp lejo debate.
Por ejemp lo , cómo caracterizar esta etapa. i Con el popular
término de glob ali zación, economía inter-nacional, imperi ali smo-american ización o capita li smo globa l?
(Qué es lo que impulsa este proceso? (Se identifica con
una única lógica eco nómica o co n una co mbin ación que incluye los ámbitos cu ltu ral, político, socia l, eco lógico y militar? Entre las consecuencias del proceso, las discrepancias
se centran en: (el Estado-nación se exti n gue, se fortalece
o se transforma? (La pobreza y la desigualdad aumenta o se
profundiza? (Es pertinente seguir planteando la diferencia
entre centro y periferia, entre el primer mundo y el tercero?
i Es la regionalización una alternativa o un complemento al
actual proceso?
El objetivo de este trabajo es prese ntar las diversa s perspectivas del debate porque en general la actual etapa se identifica como globalización eco nómica y neo lib era l, pues se
acompaña de un grupo de idea s asociadas con el neolib eralismo. Éste propaga una política aplicable y válida en términos universales, seg ún la cual las reformas política s deben
orientarse a metas económicas: baj a inflación, presupuesto
equilibrado, abolición de cualquier freno al comercio y a los
controles de divisas , máxim a libertad para el capital, mínima regulación del mercado laboral y un Estado de bienestar
leve, adaptable, que inste a sus ciudadanos a rrabajar.
Sin embargo, estas características ideológicas no son intrínsecas a la globalización económica que podría haberse
producido (y aun reorientarse) con una variedad de idearios
distintos al del neoliberalismo. Las ideas predominantes son
reflejo de preferencias políticas respaldadas con fuerza por
las élites dominantes.'
PRINCIPALES ARGUMENTACIONES
os llamados globalistas conceptual izan la actual etapa
como globalización. Dentro de esta corriente, un grupo
parte de una perspectiva fundamentalmente económica y
neoliberal y otro desde una lógica pluridimensional. Algunos
de los más connotados representantes de esta última corriente
adoptan los lineamientos de la socialdemocracia europea y
critican la globalización neoliberal.
Asimismo, desde una lógica económica, están quienes
consideran que la globalización es un mito y se preguntan
qué hay de nuevo en todo esto, para luego responder: "nada
del otro mundo". Usan, por tanto, conceprualizaciones como
economía inter-nacional, imperialismo-americanización
y capitalismo global. Si bien esta corriente tampoco es del
todo homogénea, la mayoría de los promotores responde a
.
.
un marxismo estatJsta.
L
Los globalistas neoliberales
Los globalistas neoliberales señalan que con la globalización
ha surgido un a civilización sin duda mundial , la civilización
de mercado , en la cual el principio de la competencia genera las bases del progreso humano. El bienestar económico
mejora porque la globalización es una fuerza benigna que
promueve el comercio y los flujos de inversión , lo que con-
1. Richard Falk, La globalización depredadora, Siglo XXI, Madrid, 2002.
1040 El DEBATE SOBRE LA GLOBALIZACIÚN Y LA REGIONALIZACIÚN
tribu ye de forma significativa al crecimi ento eco nómi co y,
por tanto, a sacar a la ge nte de la pobreza. "Un buen clim a
para la inversión es vital para el crecimiento y la reducción
de la pobreza." 2
Los partidarios de esta corriente sugieren que la globalización económica es el único camino efectivo para reducir
la pobreza en el mundo , y que las ca usas de la desigualdad
duradera deben bu scarse en el fracaso de los países para integrarse con la suficiente rapidez o profundidad a la economía mundial. En gran medida, éste es el principal remedio
para erradicar la pobreza global.
Asimismo, esta globalización económica impulsa un nuevo modelo tanto de ganadores como de perdedores, y sostiene
que la antigua di visión norte-sur es un creciente anacronismo a medida que una nueva división global del trabajo remplaza la rradicional estructura de centro-periferia con una
arquitectura del poder económico más compleja. Entre las
élites y los trabajadores especializados de la nueva economía
global se han desarrollado lealtades de clase transnacionales,
cimentadas con una ortodoxia económica neoliberal en la
cual la difusión global de la democracia liberal refuerza todavía más el sentido de una naciente civilización global.
Esta globalización que se considera un nuevo orden mundial predice la desaparición del Estado-nación. En esta economía sin fronteras, los gobiernos nacionales quedan relegados
a poco más que bandas de transmisión del capital global o
en última instancia a simples instituciones intermedias que
forman parte de mecanismos de gobierno local, regional y
global cada vez más poderosos.
Uno de los más conspicuos representantes de estacorriente, Kenichi Ohmae, se pregunta: ¿en verdad son los
estados-nación, por notorio que sea su papel en los asuntos
mundiales, los actores más importantes? En un mundo en el
que las fronteras económicas se desvanecen de manera progresiva, ¿so n sus fronteras arbitrarias, accidentales en la historia, genuinamente significativas en términos económicos?
Si la respuesta es no,¿ qué tipo de fronteras tendrían sentido?
Una respuesta consiste en observar los flujos de lo que Ohmae
denominó las cuatro íes que definen esa economía.
En primer lugar, los mercados de capital de la mayoría de
los países desarrollados han generado una amplia gama de mecanismos para transferirlo a través de las fronteras nacionales. Por tanto, la inversión, la primera i, ya no está sometida
a limitaciones geográficas. En este momento, sea cual sea el
lugar del mundo en que se asiente, si la oportunidad es atrae-
2. Banco Mundial, Informe sobre el Desarrollo Mundial2005.
•
tiva el dinero ll ega rá. Como la mayo r pa rte del dinero que
atraviesa las fronteras es privado, los go bi ernos no tienen por
qué pa rticipar en ning un o de los dos ex tremos.
La seg unda i, la industria , ti ene tamb ién un a ori entación
mucho m ás mundial. Las es trategias de las modern as empresas multinaciona les ya no es tá n in spiradas o co ndicion ad as por razo nes de Estado , sin o por el deseo y la necesidad
de atender a lo s mercado s atrac tivos por sus recursos, es tén
donde estén. C uando las empresas se d espl aza n, por supuesto
qu e lleva n co nsigo capital circul ante y tran sfieren tecnología y co no cimientos de gestión. No se trata de concesiones
a los go biernos anfitriones: so n m aterias primas esenciales
para el func ionam iento de es tas empresas.
El mov imiento tan ro de las inversio nes como de las industrias se ha faci litado en gran medida por la tercera i, tecnología de la inform ación , que vue lve posible para un a empresa
operar en diferentes partes del mundo sin tener que construir
un sistema empresa ria l comp leto en cad a uno de los países
.
.
en que tiene prese ncta.
Por último , los individuo s co nsumido res, la cua rt a i,
también han adoptado un a orientac ió n mundial. Cuentan
co n mejor acceso a la in formación sobre los esti los de vida
de ro do el mundo , son mucho menos proclives a comprar y
es tán mucho menos cond icionados por las presiones de los
go bi ernos para que se compren produ ctos estado unidenses,
japoneses o france ses por el m ero hecho de apoyar a su país.
Los co nsumidores desea n productos cad a vez mejores y m ás
baratos, ve nga n de donde ve nga n.
E n co njunto , la movilidad de estas cuatro íes hace posible
qu e las unidades eco nómicas viables en cualquier lu ga r del
mundo reún an todo lo que necesitan para desa rrollarse . Enronces la función tradicion al de intermediación de los es tados-nación y sus gobiernos es en buena medida innecesari a.
Co mo los mercados mundiales de las íes funcionan muy bien
por su cuenta, los estados-nació n ya no tienen que desempeñar el papel de creadores de me rcado. D e hecho , teniendo
en cuent a sus propios probl em as, que son con siderables, lo
que suelen hacer con frecuencia es esto rb ar. Si el libre movimiento de es tas íes hace que el papel de intermed iario de los
estados- nación sea anticuado, las ca lifi caciones necesa ri as
para se ntarse en la mesa y prese nta r so luciones mundi ales
empieza n a responder no a las art ificiales fronteras políti cas
de los países, sino a las má s cent radas unidades geográficas,
los estados-región. Lo que define a es tos es tados-regió n no es
la ubicación de sus fronter as políticas, sino el hecho de tener
el ta maño y la escala adec uados pa ra ser ve rdaderas unidades
operativas en la economía mundial.
En la act ua lidad , ta nto en el mundo desa rrollado co mo
en las eco nomía s en de sa rro ll o, la unid ad operativa pa ra
aprovechar la economía mundi a l en la generación de riqueza
es la reg ión , no la nac ió n. Esto tamb ién desa fía la razón d e
ser de las in stituciones multil atera les en las que particip a n
los es tados-n ac ión, co mo las Nacio nes Unidas , y las nu eva s
agrupac ione s como la Unió n Europ ea y el Tratado de Libre
Co mercio de Am érica del Norte (T LCAN), entre orros ..J
los antiglobalistas
Los antiglobalistas, como Paul Hirst y Grahame Thompso n ,
sos ti enen qu e la glob alizac ió n es so bre todo un miro q ue encubre la realidad de un a eco nomía internacional cada vez
más segmentada en tres bloques regio nales en los cuales los
go biernos nacionales mantienen su gran poderío. La glob alización debería ente nd erse, según ellos, como el desa rrollo
de un a nueva estructura eco nó mi ca y no só lo el ca mbio coyuntural hacia un vo lumen m ayo r de inversión y comercio
intern acional en el marco de las relaciones eco nómi cas acm ales. Así, la globalizació n en gran parte sería un regreso a
la eco nomía mundi al m ás integrada que imperó durante la
be!le époque ( 1890- 191 4).
A fin de deter min ar la ex iste ncia de la globali zación, se
elaboraron (desde una lógica só lo económica) dos tipos ideales
co ntrastantes de eco nomía internacion a l: 1) una economía
completamente globalizada y 2) un a economía internaciona l
abi erta, a la que denominan economia inter-nacional.
El supues to básico del primer caso co nstituiría un sistem a
glob al en que las eco nomías naciona les se som eten y reartiCLtl an dent ro del sistem a por efecto de las transacciones y
los procesos internaciona les . En la economía mundi alizad a, el sistema eco nómico internacional adquiere autonomía
y se desvincula socialm ente a medida que los mercados y la
producción se vuelven por co mpleto globa les. Con el crecimi ento de la interdependencia sistémica, el ám bito nacional
se tran sforma por el entorno intern ac ional.
De las varias ca racterísticas de es ta economía glob al, una
bás ica según esos autores es la tra nsfo rm ación de las empresas multinacionales en rransnacionales. Denominan empresas
multin acionales a las que tienen una base nacional, y transn acionales a las que no tienen identificación nacional algu na y su
administración está internacion a li zada. Por su parte, en un a
economía globali zad a, las empresas fin ancieras actuarían sin
tener co mo referente nin gun a política monetaria nacion a l.
La empresa tran sn acion a l se ría la principal manife stación
de un a eco nomía verdaderamente globa lizada.
3. Ken ichi Ohm ae, El fin del Estado-nación, An drés Bell o, Santi ago, Ch ile,
1997.
COMERCIO EXTERIOR, DICIEMBRE DE 2006 1041
La posición de los globalistas
transformacionistas, críticos tanto
de los neo liberales como de los
antiglobalistas, constituye un aporte
muy enriquecedor y superador de la
dicotomía que presentan las diversas
posturas. Para ellos, la globalización
1
•
contemporanea reconstztuye o
recompone el poder, las funciones
y la autoridad de los gobiernos
nacionales
O tra ca racterística sería la creciente multipol arid ad del
sistem a político internacion a l. Un a gran va ried ad de entidades, desde las agencias intern acio na les hasta las empresas
tra nsnac ionales, obtiene en ese sistem a mayor poder relativo a expensas de los gobiernos nacion ales.
E n el tip o ideal de una economía inter-n ac io nal, las princip ales entid ades son las econo mías n ac io na les, cad a vez
m ás interco nec tad as por el com ercio y la inversió n. En lo
fund a menta l tod avía se caracteriza po r el interca mbio entre
eco no mías n acional es rel ativa m ente di stint as y en la cual
muchos res ultados como la comp etitivid ad de las empresas
y los ac tores se determin an so bre to do por pro cesos que t ienen lu ga r en el á mbito n acional.
La crec iente interdep endencia entre las naciones conserva el ca rác ter es tratégico que impli ca m antener la separació n relativa de los entornos nacional e intern acio nal en que
se determin an las o rientaciones bás icas y la dirección de los
1042 EL DEBATE SOBRE LA GLOBALIZACIÚN Y LA REGIONALIZACIÚN
asu ntos económicos. "La economía imernacional es un ag regado de fun cio nes loca li za das nac io na lm em e. "4
Co n base en estos d os tipos idea les, concluye n que en la
act ualid ad lo q ue pred o min a es la eco no mía imer-n acio na l.
La ev id encia hi stórica sólo co nfirm a, en el mejor de los casos,
u n in cremento en los grad os de in teracc iones y vincul ac iones entre eco nomías nacio nales sob re to do, y lo novedoso es
que se está experimentando un a significa ti va regionalización,
con fo rme la economía mundi al evolu ciona en direcció n de
los tres bl oques fin a ncieros y co mercia les prin cipales : Europa, As ia-Pacífic o y A m éri ca del Na rre.
"Además, lejos de ser global, la cominua inversió n ex tra njera y el come rcio intern acio na l se co ncentran en la 'tríada'
de pa íses capitalistas ava nzados, mi emras que los fondos,
las ventas y la producció n de las empresas multin aci on ales,
que so n los principales agentes de es te proceso, están preciom in a m emem e en sus eco no mías naciona les m ás que difun did as por el mundo .'' 5
Pa ra es to s autores, glo ba li zació n y reg ion a li zació n se
co ncib en co mo tenden cias que se co ntr aponen . Otro representante de es ta corriente, A lex Ca llinicos, señ ala qu e a
prin cipi os del siglo XX I el mundo es tá domin ado por un capita li sm o m ás integrado globalm ente que en cualqui er o tro
m om ento de la histori a. H oy es tá menos regul ado y fu era de
co ntrol de lo que puede h aber es tad o desde la gran depres ión
de los a ños treinta. La liberació n econó mi ca, agrega, no se
ha aco mp añado del des ar ro ll o de form as multilaterales de
go bi erno ge nuinas que le sirva n de co ntrapeso. 6 Ello es as í
porque tal como están const ituid as en la actualidad las principa les in st it uciones intern acionales, co mo el Grupo d e los
Ocho, el Fondo M onetario Intern aciona l (FM I), el Ba nco
M undi al y la Unión Europea, funci ona n de acuerdo co n los
intereses de Es tados Unidos y las dem ás potencias capitali stas occidentales importantes.
El proces o de con centrac ió n y centralización económica tiene ta mbi én impl icac io nes po líti cas. Esto no significa que las in stitu cione s intern acio n ales como el FM I y la
Orga ni zació n Mundi a l del Co m ercio sea n simpl es herrami entas de las empresas multin acio na les, no m ás de lo que
so n los es tados-n ación. Sin emb a rgo, en gra n m edida es tas
in stitu ciones sirven d e are na en la cu a l los estados capitali stas ava nzados y los intereses eco nó mi cos asoci ado s con
és tos pueden arbitra r y reg ul a r sus co nfli c to s en términos
4. Paul Hirst y Grahame Thompson. Globalization in Question, Polity Press and
Blackwell Publishers, Londres, 1999.
S./bid.
6. Alex Callinicos. Contra la Tercera Vía. Una critica anticapita/ista, Crítica,
Barcelona, 2002.
relati va mente favorables al mayo r de todos estos pod eres,
Estados Unidos.
La idea de qu e las in stituciones intern acion ales represe ntanla forma embri ona ri a del gobierno gLobaL es un sueño. Por
tanto, las institu cion es centrales del capita Lismo gLobal so n
las empresas multin ac ionales (qu e todavía ti enen su sede en
los países ca pitali stas avanzados, donde co ncentran la mayo r parte de sus inve rsiones), los es tados capitalistas más im portantes y las in stituciones intern acionales que refl eja n sus
intereses. Entre ta nto , co ntinúa aum enta ndo la desigualdad
en esca la global y dentro de cada país.
El autor James Petras, importante en la izquierda estatisra
latinoamerica na, se ñala que es útil co mparar y contrasta r el
co nce pto gLobafización co n el de imperiaLismo, para resa ltar
la debilidad a nalíti ca del primero y la fu erza del segund o. EI co ncepto gLobaLización argum enta a favor de la interdependencia de las nacio nes, la na tu raleza co mpartid a de sus
eco nomías, la mutu alidad de sus intereses y los benefi cios
compartidos de sus intercambi os.
Por el co ntrari o, el co ncepto de imperiaLismo entra ña la
domin ación y la ex plotación de los esta dos menos desa rroll ados y las clases trabajadoras por los es tados imp er iales qu e
usa n para ese fi n a e m presas y bancos tran snacion a les . En el
mundo actu al es claro que los países imp eriales son cada vez
menos dependientes de los países en desa rrollo en materi a de
co mercio ; la com pos ición de las merca ncías interca mbi adas
es cada vez más ri ca en inform ac ión y más baja en mate ri as
primas. Los países imp eria les tien en diversos proveedores
y so n du eños de las principales unidades eco nóm icas; las
ga nancias, las rega lías y los pagos de intereses flu ye n hac ia
arriba y hac ia fuera de manera as im étri ca .
Por otro lado , en los países do mi nados predominan los
sa larios bajos, el pago del se rvicio de la deuda y un a fuerte
dependen cia de los limitados mercados y productos de exportación. D e ahí que el co ncepto imperiaLismo se aj uste a la
rea lidad mucho má s que el de gLobaLización .
Petra s, co mo los demás antiglobal istas, aseve ra qu e el papel del Estado-nación lejos de debilitarse co n la globali zación
se ha convert id o en un apoyo políti co esencial para difundir
su mensaje. Lo s regí menes imperi ales que influyen en el FM 1
y el Banco Mundial cond icionaro n los prés tamos y créditos
a refo rm as eco nó mi cas qu e imponen u na política globa l isra
uniforme. El Estado- nac ión y sus poi írica s imperi ales fueron
ese nciales en el gran impulso de la globali zación.
7. James Petras y Henry Veltmeyer. La globalización desenmascarada. El imperialismo en el siglo XXI, Miguel Ángel Porr(ia -Universidad Autónoma de
Zacatecas, México, 2003.
Es probabl e qu e la di sto rsión más difundida por los ideólogos globali sras sea la no ción de que el Estado-nación es
anacróni co (o déb il) frente al enérgico ataque de las empresas
globales y los nuevos acto res intern acion ales. La rea li dad es
otra: el Estado- nación nun ca ha dese mp eñado un pape l más
decisivo ni ha interve nido co n mayo r vigor pa ra co nformar los interca mbios eco nómi cos y la inversión en los ámbitos local, nac ion al e internacion al. Es imposib le co ncebir
la ex pansión y la cada vez más profunda participació n de los
bancos y e m presas m ulrin acion ales sin la previa in rervención
política , milita r y eco nómi ca del Estado-nación.
Así, hay que in rerpretar el proceso actual como es tablecido
en las es rru ct u ras operativas del siste ma basado en el modo
capitalista de producción globa l. Algunos no lo co nciben en
términ os est ru ctural es, sino co mo res ultado de una es trategia delib erada : el proyecto políti co de un a cl ase ca pitalista
rransnac ional for mada sob re la base de una estructura i nstitu cion al ge nerada para serv ir y promover sus intereses.
Otro importante tema de debate, según el autor, es si las
desiguald ades mundial es y el abismo norte-sur en la d istribución de los recursos e ingresos eco nómico s es tán creciendo,
co mo arg um entan lo s defe nso res de la tesis del imp eriali smo , o bi en, co mo sostien en los teóricos de la global ización,
está n madurando las co ndicion es para reducir es tas di sparidades y ce rra r el abismo norte-sur.
Se ha reco no cido qu e las din ámi cas encabezadas por el
mercado, o que ac túan a su favor asoc iadas con la globalización , han exace rbado la s des iguald ades global es o ge nerado
nuevas . En ot ras palabras, las des igualdades sociales en la
distribu ción de los recursos eco nómicos o product ivos y el
in greso mues tran una clara tendencia ascendente. Hay muchos es tudios co n un plantea miento crít ico sobre el capitali smo en su form a neo lib eral y globa li zada, pero también
cierto núm ero de defen so res de la globa li zación ha adoptado la mi sma posición. 8
Los globalistas transformacionalistas
Para la co rriente gLobaLista, de los denominados transformacionistas (d uro s crít icos de las dos co rri entes anter iores), la globalización, en su formulación más se ncilla, alude a un cambio
o transform ación en la esca la de las organizaciones humanas
qu e pon e en co ntacto a co munid ades alejadas y ac recienta
el alcance de las relaciones de pod er por rodas las zo nas del
mundo. El perfil de este ca mbio puede trazarse al exa minar
có mo aum enta la escala, crece la magnitud , se acelera yace n-
8. !bid.
COMERCIO EXTERIOR, DICIEMBRE DE 2006 1043
rúa el efecro de los fluj os y las pautas de inreracc ió n soc ial
rransconrinenral , si bi en no prefigura de m anera necesaria la
apar ición de un a soc iedad mundial armoniosa .'J
La globa li zac ió n no se puede co nsid era r sin ón imo de america nizac ión o de imperia li sm o occidenral porque si bien el
di sc urso de la globalización y cierros aspecros de sus principales pro cesos sir ven a lo s intereses de poderosas fu erzas
eco nómi cas y soc ial es occidenrales, so n un a exp res ió n de
los profundos ca mbios es tructurales que afec tan a las organi zac ion es sociales co ntemporá neas. Es tado s Unidos sigue
siendo un acror principa l que da ca rácter y forma a la globalización eco nómica (sobre rodo en lo rel ativo a los ac tu ales
regímenes comerciales y fin ancieros) . 10
Pa ra es ta corrienre, a diferenci a de las otras, el proceso
obedece a un a lógica pluridimensional y no sólo a una perspectiva económica unidimensio nal. "Es un error pensar que
la globalización sólo co ncierne a los grandes sistem as, como
el orden financiero mundial. La globalización no tiene que
ver sólo con lo que hay 'ahí fuera ', remoro y alejado del individuo. Es también un fenóm eno de 'aquí dentro ' que influye en los aspecros íntimos y perso nales de nues tras vidas
[ . .. ]La globalización es pues una serie compleja de pro cesos
y no uno solo. " 11
Esta corriente inscribe el fenómeno acrual en un proceso
histórico de largo plazo (la longue durée definida por Braudel); aunque sen ala que abunda en contradicciones y está
signado por facrores coyunturales, tiene la convicción de que
las pautas contemporáneas de los flujos globales económicos,
militares, tecnológicos , ecológicos, migrarorios, políticos y
culturales no tienen un precedente histórico.
Para esta corriente, la globalización se asocia con nu evas pautas de estratificación en las que algunos estados, so ciedades y comunidades se interconectan cada vez más en
el orden global, mientras que otros se marginan de m anera
creciente. Se afirma que , a medida que la división norte-sur
cede el paso a una nueva división internacional del trabajo,
cristaliza una nueva configuración de la s relaciones de poder
globales, de tal manera que la "pirámide familiar de la jerarquía de centro-periferia ya no es una di visión geográfica del
sistema mundial , sino más bien una di visión social".
La globalización eco nó mi ca h a llevado a un a di v isió n d el
planeta qu e ha quebrado las fronreras naciona les, co n lo qu e
han aparecido ce ntros mu y industriali zado s d e crecimiento
acelerado al lado de d esierto s improduc ti vos, y éstos no están sólo 'ahí fuera ' en Áfri ca, sino tam bi én en N ueva York,
París, Roma , Madrid y Berlín. Áfr ica esrá en rodas pa rtes.
Se ha co nvert ido en un sí mb olo d e la exc lu sió n. Hay un a
Áfri ca re a l y mu ch as m etafóricas en As ia y en Sud am éri ca, pero tambi én en las m et rópoli s europ eas dond e las d esigua ld ades del pl a ne ta en su tendencia global izad a y loca l
va n dejando su impronta tan pa rti cul a r. 12
Estas pautas de la es tratifi cac ión global responden a la
creciente desrerriroriali zación de la actividad económica , a
medid a que la producción y las finanza s adquieren cada vez
más una dimen sión global y transnacional. La s economías
nacionales se reorganizan mediante procesos de globalización
económica, de tal man era que el espacio económico nacional
ya no coincide co n las fronteras rerriroriales nacion ales.
En el núcleo de es ta postura yace la cree ncia de que la
globalización co ntemporánea reco nstituye o so mete las
funciones y la auroridad de los gobiernos n ac ion a les a un a
reingeniería. Aun cuando no disputan que los estados rodavía conservan la últim a deci sión legal de una supremacía
efec tiva so bre lo que ocurre denrro de sus propio s ten·itorios, demuestran que esro se y ux tapone en di ve rsos grados
co n la jurisdicción en ex pansión de las instituciones gubernamentales internacionales y co n los límites derivados del
derecho intern ac ional.
Inclu so en dond e la so bera nía rodavía se mantiene intac ta , los estados ya no co nserva n el ma ndo úni co de lo que
aco ntece dentro de sus propi as fronteras terriroriales (s i es
9. Da vid Held, Un pacto global. Taurus. Madrid, 2005.
10 . !bid
11 . Ant hony Giddens, Un mundo desbocado. Los efectos de la globalización
en nuestras vidas, Taurus, Madrid, 2000.
1044 El DEBATE SOBRE LA GLOBALIZACIÓN Y LA REGIONALIZAC IÓN
12. Ulrich Beck, " La revuelta de los superfluos", El País, Madrid, 27 de noviembre
de 2005.
1
que algun a vez lo tu viero n). Los co mplejos sistemas globales, desde el fin anciero has ta el eco lóg ico, co nec ta n el destino de las co munidades en un a loca lid ad co n el des tin o de
las comunid ades en reg iones d isra m es del mun do . La noción del Es tado-nació n como un a unid ad autó noma qu e se
gobiern a a sí mi sma parece ser un a afirm ac ió n más norm ati va que desc riptiva.
Al arg um entar qu e la global ización rransfo rma o reconstituye el poder y la auro ridad de los go biern os naciona les ,
rechaza n ram o la retó ri ca de los neo!ibera les de l fi n de la soberanía del Estado-n ación com o la afi rmación de los ami globalisras de que nada ha ca mbi ado gran cosa . En vez de ell o
aseveran que un nuevo régimen de soberanfa es tá des plaza nd o
las concepciones rrad icionales del Estado co mo u na form a de
poder públ ico abso luro, indivisibl e, terri tor ialme nte excl usivo. Se se ña la que en la ac tu alid ad la sobera nía se co mprende
menos co mo una barrera territori al definid a qu e co mo un
recurso de negociación para un a po lítica ca racter izada po r
co mpl ejas redes transnac ionales.
El orden mundi al ya no se puede co ncebir cemrado só lo
en el Estado o inclu so go bern ado po r el Es tado, debi do a
qu e la aurorid ad se ha ex tendido cada vez más entre los actores públi cos y privados en los ámbi ros loca l, nacio nal, regional y global.
Respecro a si se produce la ext in ción del Estado- nac ió n
o su fo rralec imiem o, la opi nión de James Rosenau ro mpe
co n el pensa mi ento nac io nal-es tata l, pero no po ne en lu ga r de la anarquía de los es tados nac ionales un sistema úni co
de merca do mundi al, sin o qu e es tabl ece la d ife rencia entre
dos fa ses de la po líci ca inrernac ional. La globali zac ión im pli ca en su marco referencia l que la hum anid ad ha dejado
atrá s la época en la cua l los estados nac ionales domin aba n
y monopo li zaban el esce nar io ime rn acio nal. Ahora ha empezado un a polít ica post intern acional en la que los acro res
nac ionales-es tata les deben co mpa rtir el esce nari o y el poder
globa les con orga ni zac iones in re rn aciona les, así co mo co n
empresas rransnac ionales y mov im ienros soc iales y po líti cos ta mbi én rra nsnac iona les. 1·'
Co n relac ión a si la regionalización se co mrapo ne a laglobalización (tesis de los anr igloba 1isras) o si es co mplementa ri a
(tesis de los globali sras), los rransfo rm ac ionali stas sugieren
qu e a diferencia de los periodos am eri ores, cuando los imp eri os y los bloqu es buscaban un desa rro llo autó nomo, los procesos co nremporá neos de reg iona lizac ión y globali zac ión se
ha n co nve rtid o en gran parte en te nd encias que se refuerza n
mu tuamente muru ameme en la eco nomía global.
Des de el fi n de la guerra fría se aceleró la in st itucionali zac ión de las relac io nes regio nales más all á de Europa, en
Améri ca, As ia y, en menor grado, Áfri ca . Si bi en la fo rm a
de este tipo de reg ionali smo es muy diferente al modelo de
la Uni ó n Europea, no ha represe m ado una ba rrera pa ra la
globa li zac ión , sin o un o de sus pil ares.
El crec imi ento del nuevo reg io nali smo tamp oco ha produ cid o un a nítida d ivisión del mun do en bl oques en co mpete ncia, pues la regio nalizació n de la act ividad eco nómi ca
13. James Rosenau, A long the Domestic-fo reign Frontier. Exploring Governance
in a Turbulent Worlcl. Camb ridge Un 1versity Press. Cambri dge, 199 7.
COiVIERCIO EXTERIOR. DICIEIVIBRE DE 2006 1045
no se ha hecho a expensas de la globa li zación eco nómica . Por el
contrario, el regionalismo ha fac il ita do yesti mu lado en gran medida la globali zación económi ca dado que adopta la form a de un
regionali smo abierro en el que la 1ibera!ización de las eco nomías
nacionales tiene prioridad so bre los mercados proteg idos.
Más aCm, hay poca ev idencia de que se produzca un proceso de triadizació11, en la medid a que parece inrensifi ca rse la in terd ependencia eco nómi ca entre los tres grandes centros de la
economía globa l: Estados Unidos, Japón y la Uni ón Europea.
N in gún cenrro aislado, ni siquiera Estados Unidos, puede di ctar las reglas de la producción y el co mercio mundiales.1"
A MODO DE CONCLUSIÓN
i las posicio nes de los globa listas y los a ntigloba listas se
prese ntan co mo irreco nciliables es porqu e lo s ma rcos
de interpretación , que deri va n de la teoría de las rela cio nes
i nrern ac ion ales de la cua l parten para anal iza r la probl emáti ca de la globali zac ión , difi eren de manera notoria , co mo
tambi én difi eren sus fundam entac ion es empíri cas .
Las teo rías de las relacion es intern acion ales normalm ente
ce ntra n su atención en el desa rrollo del sistema de los es tado s nacion ales, a los qu e tratan co mo si fueran actores qu e
se relac ionan entre sí en el ca mpo internacional o con ot ras
orga ni zac ion es de índol e tra nsnacional (o rga ni za cion es in tergubern amental es o actores no esta tales). Aunque en este
cuerpo de literatura están representadas di stintas posiciones
teóricas , la mayoría de los autores pintan un cuadro simil a r
al anali za r el crec imiento de la mundi ali zac ión. Se asume
qu e los es tados so beranos surgieron en un co mi enzo co mo
entidades separadas que ejercían dentro de sus fronteras un
co ntrol adm ini strativo y a medid a que el sistema de estados
europeos fue madurando y se convirtió en un sistema mundia l de es tado s nac ionales, las pautas de interdependencia
crec ieron cada vez más. Entonces se creó la coo rdin ac ión
inrern acional de los estados nacionales
Sin embargo, junro a las teo rías enun ciadas esrá la del sistema mundial, qu e difiere en gran medid a de la anterior en
cuan ro a que no parte de u na co ncepción cenrrada en las sociedades nacionales, sino en u na sociedad de mayo r alcance sobre
las relaciones mundiales, lo qu e ll ama economías mundiales,
es dec ir, redes de co nexiones económ icas de ca rácter geográfico extensivo que ex istieron co n anterioridad a los tiempos
modern os pero fueron diferentes del sistema mundial que se
ha desa rrollado a lo largo de los últim os tres o cuatro siglos.
S
14. David Held y Anthony McGrew, Globalización-antiglobalización, Paidós,
Barcelona, 2003 .
1046 El DEBATE SOBRE LA GLOBALIZACIÓN Y LA REG JONALIZACION
Las anteriores eco nomías mundi ales, en ge neral ce ntrada s en
grand es es tados imperi ales, sólo cubri eron cierras reg iones. La
ll egada del cap italismo co ndujo a un tipo de orden diferente,
por primera vez auténrica men te m u nd ia 1en su alea nce y basado más en el poder eco nómico qu e en el pol ítico. La economía
capitali sta mundial , qu e se origin ó en los siglos XV l y XV 11 , se
inregró medi a me conex ion es co merciales y de producción, no
por un ce ntro político. Hay múltiples ce ntros políti cos, co mo
los estados nacional es. El cap itali smo fue desde un principio
un as un to de la economía mundi al, no de los es tados nacionales. El ca pital nunca ha permitido que las fronreras nac io nales determin en sus aspiraciones.
Así, mi enrras los globa li stas ponen el acento en el crec iente
peso de los asunros rran snaciona les, los antiglobalistas destaca n
la primacía del interés nacional. De allí que la mayor fuerza de la
posru ra de los primeros se refi era a los ca mbios institucionales y
eco nómicos, co mo el es tablec imienro de un sistema de comercio global, del mercado fin anciero y sistemas transnaciona les
de producción, gobierno global y medio ambiente. En cambio,
los aporres de los segu ndos se cenrran en los movimientos de
personas, lea ltades e identid ades culrurales, el papel de la culrura nacional o local, porque pese a los Aujos de información
y personas en el mundo, afirm an, no hay señales claras de que
se esté formando una cu ltura global y haya un declive de la importancia del Estado-n ació n y del naciona lismo.
En el debate actua l, la posición de los globalistas rran sfo rm acion istas, críti cos tanto de los neo liberales co mo de
los anti globalistas, constiruye un aporre muy enriq uecedor
y superador de la dicorom ía qu e prese ntan las posturas mencion adas . Para ellos, la globali zación co nremporánea reco nstituye o reco mpone el pod er, las fun cion es y la autor id ad de
los go bi ernos nacion ales . Aunqu e no niegan que mu chos
es tados todavía retienen el derecho lega l último de la supremacía efectiva so bre lo que ocurre dentro de sus propios territorio s, ah rman que ese derecho deb ería yuxtaponerse y
enrend erse en relación con la jurisdi cción en expansión de las
in stitu cion es de gobierno intern ac ion al y las constricciones
del derecho internacion al, as í co mo las obligaciones que se
derivan de és te. En tal se ntido , la globa li zac ión no escapa a
la regul ac ión y el contro l.
Por ell o, afirman, surgirá un a nueva ba rbarie , a menos
qu e se dome la globali zac ión eco nómi ca neoliberal. Abordar estos problemas requi ere un sistema refo rm ado y má s
robu sto de go bierno mundi al que pu eda regular lo s mercados globa les, c*onstruir un New Deal a fin de gobernar la
globali zac ión para qu e promueva un orden mundi al más
ju sto, hum a no y pacífico . 1' @
15. /bid.
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