El Notario no autoriza transferencia de vehículos WILSON A. CANELO RAMÍREZ uando el Notario legaliza la firma de los contratantes, estampando su firma y sellos en el documento que contiene el contrato de compra-venta de vehículo, no es que autoriza su transferencia, como creen muchas personas, sino que simplemente certifica la autenticidad de sus firmas. Tampoco certifica la veracidad dc su estado civil, como lo exigen algunos Registradores del Registro de Transferencia Vchicular, sino que se concreta a dar fe de lo que aparece en sus propi05 documentos de identidad personal. De modo que si alguno de los contratantes aparece como soltero en su L.E. o DNI y sin embargo es casado y no lo declara, el :-'¡otarío no puede sabcrlo. En todos los casos se está a lo dicho por cada uno de los contratantes. C Al respecto, algunos Registradores PÚblicos del mencionado registro vienen exigiendo que el Notario certifique el estado ci\il de los contratantes, cuando ello no exige la Ley y porque es insulso que el Nota. rio tenga que investigar la verdad o falsedad del estado civil de los contratantes. Pues el Notario alttentica la firma de los estipulames teniendo a la vista sus documentos de identidad persona! y la tarjeta de propiedad del vendedor. Es decir, es atrio bución del Notario constatar que el vehículo que se transfiere es de propiedad del vendedor y si de su documento de identidad aparece que es casado o afirma serio, entonces exige la intervención de su cónyuge en observancia del Art. 3150 del c.c. Muchas veces cuando el comprador, resulta defraudado, en su desesperación termina responsabiliZ<1ndoal Notario. Ello obedece a que los compradores están mal infi:mnados de la Ley i\lotarial, o que equivocadamente creen que la intervenciÓn del i\lotario los salva de la negligencia en que hayan incurrido al celebrar el contrato respectivo. Incluso en la administración de Justicia, algunos seJ10res jueces creen que con la intervenciÓn del Notario está salvado cu.tlquíer fraude, cuando el Acto Jurídico, propiamente lo realizan las partes y el Notario, como repetimos, se concreta solamente a legalizar las firma.<¡de los contratantes. Tratándosc de la Policía, el error es mayor cuando exigen, en las denuncias por delito de estafa, que se presente el Notario, afirmando a priorj ser el responsable de la operación. El arto 20 del D.L. 26002 establece que el ¡";¡-mario,como profesional del Derecho, está autorizado para dar fe de los ac- .. tos WILSQN y contratos que se celebren ante éL Es bucno entonces, enseiíar al público e ilustrar a las autoridades la función del Notario en operaciones contractuales expresadas en documentos privados que redactan los particulares e incluso cuando suscriben contratos con el propio Estado. En principio, el Notario no interviene en las tratacivasanteriores a la celebración de un contrato. Estas corresponden única y exclusivamente a las partes. Ellas son las que determinan el objeto del contrato, las condiciones, el precio, plazos y garantías, cuya determinación lo hacen conforme al principio de la autonomía de]a voluntad. Solamente intervienen qUienes son parte en el negocio. Tratándose de una compra-venta de vehículo intervienen el vendedor o vendedores y el comprador o compradores. Así, la contratación es el eje de la movilización o circulación de los bienes y por tanto de la riqueza, tanto particularmente o en el mercado, válido para la Economía como para el Derecho. Gracias a ella, los bienes pucden desplazarse de un duci'io a otro. Esta circulación está protegida por el principio de la autonomía de la voluntad que contempla el Art. 13540 del C. C. y lo garantiza el ine. 14 del Are 20 de]a Constitución Política del Estado, cuando establece quc toda persona tiene derecho a contratar con fines lícitos. Pucs los agentes operadores de todo negocio patrimonial son libres dentro de]a Ley, el orden público y las buenas costumbres para celebrar toda clase de contratos, para determinar el ori~ gen, la calidad y la clase de los bienes y para fijar los precios y las demás contraprestaciones en general. Pueden, para mejor seguridad de sus intereses y de la legalidad de las operaciones, asesorarse por Ahogado o Técnico especiaíizado en materia comercial, si el caso ]0 amerita, en especial cuando se A_ CANELO RAMIREZ negocia la compraventa de vehículos usados. De suerte que no es el Notario el que propiamente autoriza el negocio, pues quienes lo autorizan son las partes. De modo que si en las tratativas de la operación, una de las partes se equivoca o es inducido a error, sea porque no conoce suficientemente el bien materia de negocio o porque no conoce a su estipulante, y por ello sufre engaño o fraude, no es el notario el responsable. Hace algunos meses, una dama se acercó a]a Notana a mi cargo solicitando la legalización de su firma estampada en un contrato de compra-venta de vehículo usado, en el que aparece como compradora, así como la firma de su vendedor. Meses después, se descubrió que e] vendedor no era el dueflo del vehf.culo transferido, porque éste había falsificado su DNI, haciendo coincidir su nombre con el de la tarjeta de propiedad. La agraviada manifestó a la Polida y la Srta. Fiscal, que siendo el Notario quien ha autorizado el contrato, rcsulta responsable de la estafa de la que ha sido víctima. La Policía, por su lado se pre. gunta (Qué garantía, entonces tienen los compradores? . (para que van al Norario? Tll\'c que dcmostrar e ilustrar a la Srta. Fiscal que el Notario no es el escudo protector frente a una mala contratación de la agraviada, porque el Notario no ha intervenido en el negocio, no ha examinado el estado y la calidad del vehículo, no ha fijado el precio, y por consiguiente no cono. ce ni sabe del fraude o engano sufrido por la compradora. El Notario no es el que ha decidido la compra-venta como considera la agraviada, la Policía y como lo estima la Fiscal y lo estiman las demás autoridades administrativas. Por esto, valgan estas líneas para ense- EL NOTARIO NO AUTORIZA TRANSFERENCIA .. DE VEHlcULOS fiar al público e ilustrar a las autori<bdes ad. ministrativas en genera], ]a verdadeta función de! Notario en las diferentes operaciones contractuales que realizan los particulates e incluso las que realiza el propio Estado. En una relación contractual, de natura]eza patrimonial, como por ejemplo en cualquier transferencia de bienes, los elementos componentes son ]os sujetos como elemento persona], el consentimiento como elemento vincu!ante, el objeto de la relación, que es elemento materia] y el e!emento legal o de derecho que viene a ser el vínculo jurídico. Tratándose de una compra-venta, por ejemplo, los sujetos son el vendedor y d comprador; ]01declaración de voluntad de dichos sujetos en el sentido de querer realizar]a transferencia, es el elemento consensual; el objeto es el bien que se transfiere o sobre el que recae la voluntad de las partes; y el vínculo jud- dico es el derecho material o sustantivo que permite realizar la operación y viene a ser e! conjunto de normas legales en que se fundamenta la operación. De otro lado, para ]a transferencia de un vehículo, no importa tener a]a vista e] res. pectivo certificado de gravámencs, porque en caso de existir, estos no impiden el derecho de libre disposición de su rindar. Es el comprador quien decidirá si le conviene o no adquirir un vehículo gravado, porquc en todo caso, asume ]01carga !Tente al acree. doro El Notario no tiene facultad para impedido, porque su funciÓn es solamente legalizar las firmas de los contratantes. En conclusión, el Notario no autoriza los contratos de transferencia de vehículos, sino que Únicamente ]ega!iza]a firma de los contratantes. . FUENTES: El Código Civil; el Código Pena]; el Reglamento de 1nscripcioncs del Registro dc Propiedad Vehícular, aprobado por Resolución de]a SUNARP ~o 255-99 del 5/8/99; Ley General de Transportc y Trámite Terrestre. Ley 27181.