la ingeniería y tercer mundo juan luis lillo cebrián

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LA INGENIERIA Y EL TERCER MUNDO
Camino de la primera década del S.XXI y en un mundo cada vez más
globalizado siguen existiendo tremendos desequilibrios entre los países
prósperos y desarrollados y otros que no son capaces de salir de la pobreza
y la miseria aunque muchas veces tendrían recursos para poder hacerlo.
Con el fin de reequilibrar esta situación los países desarrollados llamados
del Norte ayudan a los países del SUR con lo que llamamos la Ayuda
Oficial al Desarrollo (AOD) a través de diversos programas.
Concretamente en España esta ayuda se canaliza a través de organismos
internacionales como los Fondos Europeos de Desarrollo y organismos
financieros como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y
otros. Esta ayuda supone aproximadamente el 40% de la ayuda total.
El otro 60% se distribuye por cauces nacionales bien en parte
reembolsables como los créditos FAD y microcreditos o por medio de
ayuda No reembolsable como es la cooperación directa, la ayuda
humanitaria y las ayudas y fondos que se donan a través de O.N.G.
En nuestra opinión estas ayudas deberían priorizar las acciones tendentes a
resolver los problemas que está originando el cambio climático en nuestro
planeta, asunto de plena actualidad y de consecuencias impredecibles si no
lo abordamos con urgencia y seriedad.
Las ayudas podrían ir encaminadas a trabajas en dos direcciones:
Mitigación y Adaptación.
La Mitigación, intentaría reducir las emisiones de Co2 a la atmósfera.
La Adaptación, trabajaría en prepararse para afrontar los efectos que van a
causar el cambio del clima.
En el año 2002 se fijaron en Kyoto unos objetivos para el periodo 20022012 para reducir las emisiones de Co2 que no se están cumpliendo y que
los científicos aseguran que fueron unas previsiones muy pobres e
insuficientes para el desarrollo industrial actual.
Incluso estos compromisos no se firmaron por países como E.E.U.U. que
son de los más contaminantes.
Lo que si se estableció fue un sistema de cuotas de emisión por países que
generó un mercado de cuotas, de tal modo que un país podía comprar
cuotas de emisión a países que no las usan porque contaminan menos.
Y aquí esta la clave para que la Ayuda al Desarrollo colabore en mitigar los
efectos del cambio climático.
Lo ideal sería que los países que venden cuotas que en general son los
países menos desarrollados invirtieran esas divisas en generar proyectos de
reducción de emisiones, lo que llamamos Mecanismos de Desarrollo
Limpio.
Se trataría de aplicar tecnología del Norte en los Países del Sur por un
doble motivo: Es mas barato desarrollar proyectos para reducir emisiones
en los países del SUR y además se transfiere tecnología a estos países para
ayudarles a desarrollarse.
En realidad no reducimos nuestras emisiones pero invertimos en países del
SUR para que se reduzcan.
España podría ser un buen ejemplo para desarrollar este tipo de
Mecanismos de Desarrollo Limpio a través de la Ayuda al Desarrollo ya
que cumplimos bastante mal los compromisos de Kyoto. Además estos
proyectos deberían tener un impacto social en el desarrollo del país del
SUR.
Existe también el problema de la Adaptación al cambio climático que
sería la necesidad de irse preparando para los efectos que se van a producir
irremediablemente con un nuevo clima.
Ya hay ejemplos en Holanda que están recreciendo y reforzando diques.
En los países en vías de desarrollo la ayuda también debería encaminarse a
esta adaptación con proyectos de nuevas técnicas de cultivos, obras de
defensa en previsión de catástrofes climáticas entre otras.
El cambio del clima nos afecta de dos modos diferentes:
- De una manera violenta produciendo catástrofes puntuales como
lluvias torrenciales y otros fenómenos atmosféricos difíciles de
prever.
- De un modo lento pero interrumpido cuyos efectos no se notan a
corto plazo pero que a largo plazo son perfectamente visibles y que
se pueden estudiar y prever.
Tanto un efecto como el otro producen mucho mayor daño en los países del
SUR y afectarán a millones de personas incapaces de luchar por si mismas
contra ellos.
Además estos países que son los que más van a sufrir los efectos del
cambio climático no solo no tienen medios para combatirlos sino que no
son los que han contaminado y provocado este cambio de clima.
Son los que pagan las consecuencias sin haber tenido la culpa del cambio
climático.
De ahí nuestra obligación real y moral de trabajar con proyectos en estos
países que compaginan su capacidad de desarrollo con la mitigación del
cambio climático.
Ya existen actuaciones en este sentido y las ONG de desarrollo ya están
destinando sus fondos a proyectos de este tipo porque conocen
perfectamente el terreno y las necesidades y pueden dar ideas concretas con
soluciones adaptables a la realidad del país y sus posibilidades.
Además se procura que estos proyectos se desarrollen con conceptos de
justicia y equidad ayudando al desarrollo de las zonas y poblaciones
afectadas. Pero esta labor de las ONG es insuficiente porque el coste de
proyectos para mitigar el cambió climático es altísimo y la Ayuda al
Desarrollo sigue siendo mínima ante estos problemas.
Hace ya años que se viene pidiendo desde la sociedad civil un compromiso
de llegar a un 0,7% del PNB para ayudar a los países en vías de desarrollo.
Hoy a nivel mundial estamos en 0,33%. En Europa el nivel de ayuda es el
0,39% y en España alrededor del 0,28% del PNB para ayuda a los países
del SUR.
Existen mecanismos para aumentar estas ayudas que deberían potenciarse
como es la condonación de la deuda externa.
Dinero que prestamos a países del SUR y que sumados a los intereses
difícilmente nos van a devolver.
Pues bien si condonamos esa deuda negociando con el país deudor
comprometiéndole a que invierta una parte de la misma en Mecanismos
de Desarrollo Limpio estaremos caminando en la buena dirección para que
con la Ayuda al Desarrollo se trabaje con proyectos que ayuden a mitigar el
cambio climático.
Este tipo de iniciativas ya lo puso en marcha hace años la ONG IntermónOxfam condonando en Mozambique Deuda por Educación.
Todo lo que venimos exponiendo tiene mucho que ver con los objetivos de
Desarrollo del Milenio, compromiso que firmaron en N.U. 189 países en el
año 2000, para que en el S XXI mejorara la calidad de vida de la población
mundial.
Estos objetivos fijan unos parámetros que deberían cumplirse en el año
2015 que fue el horizonte programado.
Para hacernos una idea el objetivo primero es conseguir que en el año
2015 la población que vive con menos de 1$ al día sea inferior a 420
millones.
Pues bien, hoy en el 2007 con los datos actuales llegaremos al 2015 y la
población que vivirá con menos de 1$ al día será de 800 millones. Por lo
que se ve que lo que estamos haciendo es insuficiente.
Por fijarnos en otro de la O.D.M. que incide directamente en el trabajo que
desarrolla la ingeniería civil, el objetivo séptimo, que es garantizar la
sostenibilidad del medio ambiente diremos que el % de población con
acceso sostenible a mejores servicios de saneamiento y agua potable se fija
para el año 2015 en Africa subsahariana en el 66% de la población.
Partimos en el año 2000 del 32%. En el año 2007 estamos en el 37%.
A la vista de lo que acabo de exponer podemos concluir que hay mucho
trabajo por realizar si queremos alcanzar en el 2015 los O.D.M que fijamos
en el año 2000.
Que los proyectos y trabajos para paliar los efectos del cambio climático
están por desarrollar en su mayoría y que inciden directamente en mejorar
la calidad de vida de los millones de personas que viven en los países en
vías de desarrollo.
Que la Ingeniería está en el centro de toda esta problemática con su
capacidad técnica y científica y tiene un gran reto por delante para
colaborar en el equilibrio mundial ayudando al desarrollo tanto con
proyectos importantes a través de Organismos Internacionales como con
proyectos más modestos a través de las ONG de desarrollo
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