8 vie. 22 abr 2016 www.diariomayabeque.cu Mayabeque Tenía los ojos más claros del mundo Soy guajiro que nací entre llanos y montañas, y el guarapo de las cañas cristalinas me bebí. Yo mucho tiempo sufrí la pobreza de un bohío, y en Mayabeque, mi río, donde a veces fui a pescar, tenía que regresar con el anzuelo vacío. Joaquín Valle (San Nicolás) FOTO: CRISTIAN DOMÍNGUEZ FOTO: CORTESÍA DE LA FAMILIA Papas rústicas Felicia y Ángel, padres de Andrés Dulce María y Milagros, hermanas del niño asesinado Xamir García No supo de cuentos infantiles ni sofisticados juguetes. Tal vez nadie le contó sobre los amores del soldadito de plomo, las travesuras de los siete enanitos o el paseo sin permiso de la caperucita roja. Su infancia guajira pasaba entre yuntas de botellas, nidos de sinsontes y la crianza de algunos animales. Más de una vez el llanto discutió con la pobreza ante el plato de harina de maíz y otras veces, convertido en nacimiento, rompió las paredes de tabla de palma y saltó a la guardarraya. Fueron 12 los hijos de Ángel y Felicia, y él, según cuentan los hermanos ya encanecidos, tenía los ojos más claros del mundo. Nunca imaginó su padre miliciano que aquella mañana de marzo de 1962, por mirar lo no debido para unos cuantos bandidos contrarrevolucionarios, ¿Cómo es posible pensar que un grupo de criminales empañara los cristales de quien empezaba a andar? Fuiste pequeño, a llevar almuerzo a tu padre anciano y sin razón un tirano con una cuerda te ató, y vilmente asesinó al hijo de un miliciano. los ojos claros de Andrés Rojas Acosta se apagarían. Lo sorprendieron mientras llevaba el almuerzo a su padre que estaba en la zafra, rememora Milagros, una de sus hermanas. “Parece que lo estaban esperando allí”, asegura. “Vayan a buscarlo que ya se demora mucho”, dijo mami y entonces salimos tres y lo encontramos, pero no como todos hubiésemos querido”, recuerda Dulce María, otra de las hermanas. En un recodo del viejo camino que llevaba a su casa, suspendido en una rama quedó el cuerpecito delgado de 14 años. Y aquel árbol de mamoncillo, aún siendo inmóvil y mudo habló a la historia de Andresito, el niño que enfrentó un duelo donde sobraron las palabras y los cobardes pudieron más que la inocencia. Catorce años de edad, ¡qué corto fue tu camino! no te dejó el asesino ir a la universidad. La mano de la crueldad limitó tu trayectoria, pero siempre tu memoria sigue en el pueblo latiendo, y en cada niño creciendo tan grande como la historia. EDICIÓN NO. 15 VIERNES 22 ABRIL DE 2016 [email protected] “Era una soga pequeña y fui yo quien lo zafé para luego salir corriendo a buscar a mi mamá”, dice Dulce María. Triste quedó la Finca Chicharrones, entre Vegas y San Nicolás, donde muchas veces montó a caballo y se bañó en los ríos. Cinco décadas han pasado, Milagros y Dulce María no olvidan esa mañana a principios de los ‘60. Aún duele hablar del muchacho delgado que no supo de cuentos infantiles ni sofisticados juguetes. Tal vez nadie le contó del soldadito de plomo o la caperucita roja, pero ilumina al recuerdo la luz de aquellos ojos claros. Así regresa una y otra vez hasta la finca, los hermanos que aún viven y quienes buscamos en el pasado algunas respuestas, el hijo inocente de Ángel y Felicia. Pero te aseguro Andrés que tus ojos verdes claros, son para esta tierra faros repartiendo lucidez. El asesino tal vez con su cobarde intensión, no imaginaba en su acción que su asesinato mismo, fue una siembra de heroísmo para la Revolución. No existe una sola acción ni pasados olvidados como el crimen de Barbados o el ataque de Girón. Digna es la Revolución con su camino de gloria, no habrá quien borre la historia de paz que el pueblo reclama y ni el imperio, ni Obama cambiará su trayectoria. A CARGO DE: Sofía Pichardo Rodríguez [email protected] Aquí le mostramos esta variante de cocinar las papas. Como su nombre lo indica resulta algo rústico, porque mantiene la cáscara. Estos son los detalles para que elabore una receta que seguro disfrutará mucho. INGREDIENTES Papas Aceite Sal: al gusto MODO DE ELABORACIÓN Elija papas medianas, que tengan una cáscara sana. Lave bien. Introduzca en una cazuela y cubra con agua fría, y ponga al fuego. Cuando esta rompa el hervor, cuente ocho minutos antes de sacarlas, así logrará que queden a mitad de cocción. Cuele y ponga debajo de agua fría. Seque bien y corte por la mitad, luego en cuartos. Ponga a freír en abundante aceite, casi humeante, a no menos de 180°-190° C. Esta temperatura dejará a nuestras papas precocidas, súper crocantes por fuera, bien suaves y tiernas por dentro. Una vez que estén doradas retírelas. Coloque sobre papel de cocina absorbente para eliminar el aceite sobrante y eche sal a gusto. Quedan riquísimas con el agregado de ajo y perejil finamente picado. Solo resta disfrutar de esta delicia. DIRECTOR: Andrés Hernández Rivero DISEÑO: Mariolys Escobar Alonso ADMINISTRACIÓN : Virgilia Alfonso Rodríguez TELÉFONOS: 4786-0931 4786-0933 SUBDIRECTOR DE INFORMACIÓN: Jorge Javier Miranda Márquez CORRECCIÓN: Karen Lima González Yailin Sánchez Pérez DIRECCIÓN: Carretera de Güines Km 3 ½ San José de las Lajas IMPRESO: En el Combinado de Periódicos Granma PAG 8