Alabanza y Adoración

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Alabanza y
Adoración
“Él es el objeto de tu Alabanza y Él es tu Dios,
que ha hecho por ti estas cosas grandes
y portentosas que tus ojos han visto”
Deuteronomio 10:21
INTRODUCCIÓN
La alabanza y la adoración han estado presentes en el culto a Dios desde siempre. Así pues,
la iglesia las ha considerado como parte nuclear del culto y de la vida misma.
Al estudiar la Palabra de Dios caeremos en la cuenta de que hay diversos vocablos para
designar la alabanza y la adoración, expresiones mediante las cuales los creyentes exaltan y
dan la gloria al Señor.
La Biblia establece que la alabanza a Dios se le ha prodigado desde tiempos inmemoriales,
desde antes de que el hombre fuera creado; dicho de otro modo: Dios siempre ha sido adorado por su creación, ya que Él es dueño y Señor de todo el universo. Aún antes que eso: su
propio ser es alabado en sí mismo, sin necesidad de creación alguna. Lo anterior signica
que la adoración a Dios es eterna y, por lo tanto, nunca cesará pues estaremos alabando al
Señor por siempre, exaltándolo por su amor, benignidad, misericordia, etcétera (Ap. 4: 9-11;
Ef. 3: 21).
Por otro lado, la Biblia revela que han existido seres que desde tiempos remotos se han
rebelado contra Dios y no han querido tributarle la gloria que únicamente Él se merece. En
Ezequiel 28 leemos cómo un querubín, extremadamente bello y sabio, quiso robarse la alabanza ofrecida al Señor, misma que este ser angélico presidía. Lleno de vanidad quiso ser
semejante a Dios y atribuirse su alabanza, por lo que fue echado de la presencia del Señor.
Asimismo, la Biblia establece que el hombre fue creado para exaltar a Dios, fuimos creados para “alabanza de su gloria” (Ef. 1:5,6). Pero, desgraciadamente, al haber pecado, el ser
humano perdió su comunión con Dios y ofreció alabanza a ídolos y criaturas, antes que al
creador que es Bendito por los siglos de los siglos (Ro. 1:21-25). Mas Dios, que es rico en
misericordia, quiso redimir al hombre enviando a su Santo Hijo a salvarnos del pecado y del
error, pues escrito está que Él busca adoradores en “espíritu y verdad” (Jn. 4:24).
Por todo esto, el pueblo de Dios debe aprender a alabar y adorar al Señor como a Él le
agrada, pues el que sabe adorarlo, sabe rendirle su vida. Debemos pedir al Espíritu Santo
que nos dé siempre un cántico nuevo (Sal. 96:1-4; Ap. 14:3).
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Rudimentos II
Apocalipsis 4:9-11
“Y siempre que aquellos seres
vivientes dan gloria y honra y
acción de gracias al que está
sentado en el trono, al que vive
por los siglos de los siglos, los
veinticuatro ancianos se postran
delante del que está sentado en
el trono, y adoran al que vive por
los siglos de los siglos, y echan
sus coronas delante del trono,
diciendo: Señor, digno eres de
recibir la gloria y la honra y el
poder; porque tú creaste todas
las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas.”
Efesios 1:5,6
“…habiéndonos predestinado
para ser adoptados hijos suyos
por medio de Jesucristo, según
el puro afecto de su voluntad,
6para alabanza de la gloria de
su gracia, con la cual nos hizo
aceptos en el Amado”
Juan 4:24
“Dios es Espíritu; y los que le
adoran, en espíritu y en verdad
es necesario que adoren”
Apocalipsis 14:3
“Y cantaban un cántico nuevo delante del trono, y delante
de los cuatro seres vivientes, y
de los ancianos; y nadie podía
aprender el cántico sino aquellos ciento cuarenta y cuatro mil
que fueron redimidos de entre
los de la tierra.”
I.- ALABANZA
Salmo 22:3
“Pero tú eres santo, Tú que
habitas entre las alabanzas de
Israel.”
2 Crónicas 20:21,22
“Y habido consejo con el pueblo,
puso a algunos que cantasen y
alabasen a Jehová, vestidos de
ornamentos sagrados, mientras
salía la gente armada, y que
dijesen: Glorificad a Jehová,
porque su misericordia es para
siempre. Y cuando comenzaron
a entonar cantos de alabanza,
Jehová puso contra los hijos de
Amón, de Moab y del monte de
Seir, las emboscadas de ellos
mismos que venían contra Judá,
y se mataron los unos a los
otros”
Salmos 93:1,2
“Jehová reina; se vistió de
magnificencia;
Jehová se vistió, se ciñó de
poder.
Afirmó también el mundo, y no
se moverá.
Firme es tu trono desde
entonces;
Tú eres eternamente.”
La alabanza es una forma de expresar nuestra admiración y conanza en Dios. El reconocer su grandeza y su poder traerá como consecuencia la manifestación del Señor a nuestra
vida (Sal. 22:3).
Existen muchos testimonios en la Biblia sobre la intervención de Dios para librar a Israel de
los pueblos enemigos a través de la alabanza. Por ejemplo, el rey Josafat, viéndose amenazado por los moabitas y los amonitas, clamó a Jehová y ordenó a los cantores que adorasen
a Dios y mientras el pueblo de Israel ministraba al Señor, Jehová confundió a los enemigos,
los cuales se destruyeron a sí mismos (2 Cr. 20:21, 22).
El libro de los Hechos reere las difíciles condiciones de Pablo y Silas, cuando éstos se estaban encarcelados por causa del Señor. Aunque se encontraban encadenados a un cepo, en
la peor de las celdas, ellos demostraron su conanza y agradecimiento a Dios orando y cantándole himnos a medianoche. Su alabanza produjo la respuesta del Señor quien envió un
terremoto, por medio del cual estos dos discípulos fueron hechos libres (Hch. 16: 25,26).
La alabanza: eterna, celeste y universal
La alabanza no es exclusiva de ser expresada por el hombre. La exaltación a Dios es eterna,
celeste y universal.
Eterna porque Dios, en sí mismo, es tan majestuoso y glorioso que su propio ser genera
honra, gloria y alabanza, aun sin necesidad de criatura alguna que lo reconozca (Sal. 93:1,2;
104:1,2). La alabanza, por tanto, no tiene principio ni tiene n ya que existe desde antes del
origen de la creación y perdurará por siempre.
Celestial porque es el ambiente por excelencia donde habita Dios (Ap. 4:2-4). Allí, criaturas gloriosas que no pertenecen a la dimensión del universo se reúnen para adorar al Señor.
Tal es el caso de los seres vivientes y los veinticuatro ancianos (Ap. 4: 8-11).
Universal porque en todo el cosmos se adora al Creador (Sal. 148: 1-4; Neh. 9:6).
Si el universo entero y más allá de él alaba al Señor, ¿quiénes somos nosotros, los humanos,
para tener el privilegio de rendirle nuestro ser entero? Por eso la alabanza constituye una
oportunidad y un regalo hermoso otorgado por Dios a su iglesia, ya que cuando lo exaltamos atraemos su hermosa presencia.
a)
Palabras traducidas como alabanza
En el Antiguo Testamento (Hebreo):
1. JALÁL (1984). La palabra usada con mayor frecuencia para designar alabanza. Sus
signicados son: ser claro, sonido claro, magnicar, regocijarse en algo o alguien., hablar
elogiosamente, celebrar, aclamar, ser digno de alabanza, encender, resplandecer, brillar,
dar, gloricar, loar (2 Cr. 20: 21, 22).
2. TEJILÁ (8416). Vocablo procedente de Jalál. Himno, alabanza, alegría, canto, loor,
maravillosas hazañas (Sal. 71:14).
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Rudimentos II
3. ZAMÁR (2167 y 2168). Tocar las cuerdas o partes de un instrumento musical. Hacer
música acompañado por la voz. Celebrar en canto y música, entonar alabanzas y salmos.
(De esta palabra surge salmo). Rasgar, podar (Sal. 21:13).
4. YADÁ (3034). Extender la mano, lanzar, reverenciar, adorar (con manos extendidas).
Aclamar, confesar, cantar, dar, declarar, exaltar, dar gracias, gloricar (1 Cr. 16:8).
5. TODÁ (8426). Esta palabra procede de Yadá. Aprobación, adoración, coro de adoradores. Fiesta, gloria, gracia (Sal. 42:4).
6. BARAK (1288). Arrodillarse. Bendecir a Dios (como acto de adoración). Loar, bendecir con abundancia, dar bendición, bienaventurado, dichoso (Sal 95:6).
7. JOD (1935). Grandeza, dignidad, gloria, grandeza, honor, honra, magnicencia, majestad, noble, potente (Sal. 148:13).
8. NAVÁ (5115). Descansar, reposar (como en casa) a causa de la belleza. Celebrar con
alabanzas. Alabar, no permanecer (Ex. 15:2).
9. RINNÁ (7440). Grito de alegría o aicción. Alegría, canción, cantar, cántico, clamar,
clamor, entonar, esta, júbilo, pregón, regocijo, prorrumpir (Is. 44:23).
Palabras en el Nuevo Testamento (Griego):
1. EXOMOLOGUÉO (1843) Reconocer, concordar completamente, alabar, comprometer, confesar (Mt. 11:25).
2. SUNÍSTEMI. (4921) Exhibir, estar cerca, constituir, alabar, mostrar, recomendar, resaltar (2ª Co. 10:12,18).
3. JUMNÉO (5214). Cantar himnos. Cantar una oda , celebrar (a Dios en canción, alabar)
(He. 2:12).
4. PSÁLLO (5567) de PSALMÓS (5568). Rasgar o tocar; tocar un instrumento de cuerdas (celebrar la adoración divina con música y odas de acompañamiento). Alabanza, alabar,
cantar (Ef. 5:19).
5. PSALMÓS (5568). Pieza ja de música, oda sagrada (acompañada con la voz, arpa u
otro instrumento. Salmo. Colección del libro de los salmos (Col. 3:16).
6. AINÉO. (134) Alabar a Dios. Proviene de AÍNOS (136): Historia relato, pero usada en
el sentido de alabar a Dios (Lc. 19:37).
7. AÍNESIS (133). Alabar. Ofrenda de gratitud. Alabanza (He. 13:15).
Podemos deducir, al considerar todas estas palabras, que la alabanza se maniesta a través
de expresiones que van mucho más allá de la simple música.
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Rudimentos II
b)
Salmo 145:1
“Te exaltaré, mi Dios, mi Rey,
Y
bendeciré
tu
nombre
eternamente y para siempre.”
Efesios 1:11,12
“En él asimismo tuvimos
herencia,
habiendo
sido
predestinados conforme al
propósito del que hace todas
las cosas según el designio de
su voluntad, a fin de que seamos
para alabanza de su gloria,
nosotros los que primeramente
esperábamos en Cristo”
1ª Pedro 2:9
“Mas vosotros sois linaje
escogido, real sacerdocio, nación
santa, pueblo adquirido por Dios,
para que anunciéis las virtudes
de aquel que os llamó de las
tinieblas a su luz admirable…”
Salmo 89:15
“Bienaventurado el pueblo que
sabe aclamarte;
Andará, oh Jehová, a la luz de tu
rostro.”
Motivos por los que tenemos que alabar
1. La alabanza glorica a Dios (Sal. 145:1).
2. Dios desea que se le alabe (Ef. 1:11,12).
3. Dios mora en medio de las alabanzas de su pueblo (Sal. 22:3).
4. Somos, según 1 Pedro 2:9:
Linaje escogido
Real sacerdocio
Nación santa
Pueblo adquirido por Dios
•
•
•
•
c)
¿En dónde alabar?
1. En todo lugar (Hch. 16:23-25).
2. En la congregación (Sal. 22:22).
3. En nuestro lecho (Sal. 63:6,7).
d)
¿Quién debe de alabar?
1. Toda la creación (Sal. 148).
2. Los escogidos (Ef. 1:12).
3. El pueblo de Dios (Sal. 89:15).
e)
¿Cómo alabar?
Se puede alabar a través de expresiones que la Biblia menciona:
Con danza y gritos de alegría
Con instrumentos
Con risa y alegría de corazón
Con saltos y regocijo
Con nuestra boca
En coro
Con marchas
En silencio
Con llanto
Batiendo palmas
Con danza
Con meditación
De pie
Postrado
En quietud
En corro
Aclamando
Levantando las manos
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Rudimentos II
2 S. 6:14,15
Sal. 71:22
Sal. 126:1-3
Hch. 3:8,9; Sal. 68: 3
Sal. 26:7
Neh. 12:31
Jos. 6:2, 3, 16, 20
1 R. 19:11-13
Esd. 3:12,13
Sal. 47:1
Sal. 150:4
Sal. 19:14
2 Cr. 7:6
Sal. 95:6
Sal. 46:10
Ex. 15:20,21
Sal. 47:1
Sal. 134:2
Consideremos que estas expresiones de alabanza pueden estar presentes en los cultos al
Señor, aunque no necesariamente todas en uno; sino que los responsables de dirigir la alabanza deben ser sensibles al uir del Espíritu, permitiendo que el Señor guíe a su pueblo.
II.- ADORACIÓN
a)
¿Qué significa adorar?
La palabra adorar signica, según el diccionario: honrar, reverenciar, rendir homenaje,
amar intensamente, devoción y respeto a alguien, en nuestro caso a Dios.
b)
Palabras traducidas como adoración
En el Antiguo Testamento (Hebreo):
1. SHAKJÁ (7812). Deprimir, postrarse (en homenaje a realeza o a Dios). Adorar, arrodillarse, bajar, culto, dar culto, encorvar, humillarse, inclinarse, rendir, reverencia (Gn. 24:
48).
2. KAFÁF (3721). Curvar, abatirse, adorar, inclinar, oprimir (Mi. 6: 6).
Palabras en el Nuevo Testamento (Griego):
1. EUSEBÉO (2151). Ser piadoso hacia Dios. Adorar, respetar (a los padres), sostener,
respaldar (Hch. 17:23).
2. PROSKUNEO (4352). Besar (como el perro lame la mano del amo); postrarse, hacer
reverencia a, suplicar, adorar (Mt. 28: 9). Es la palabra más usada en el Nuevo Testamento
para adorar (Mt. 4:10). También se traduce como dar obediencia, arrodillarse (He. 1:6).
3. KATAFILÉO (2705). Besar ardientemente. Esta palabra no se traduce literalmente
como adoración; sin embargo es la utilizada en Lucas 7:37, 38 donde se habla acerca de la
adoración prodigada por la mujer pecadora a Cristo. El pasaje dice que la mujer llevaba un
frasco de alabastro con perfume, se puso detrás de Jesús, se tiró a sus pies y derramó sus lágrimas y su frasco de perfume sobre ellos. La mujer enjugó los pies de Jesús con sus propios
cabellos, al tiempo que se los besaba con un amor reverente.
3. SEBOMAI. (4576) Reverenciar, adorar, honrar, piadoso, temeroso (de Dios) (Mr. 7:
6,7).
De los términos anteriores podemos inferir que adoración es dar amor extremo, brindarse
sin medida.
Ahora sabemos que el Padre busca adoradores en espíritu y en verdad (Jn. 4:23), lo cual
indica que si los está buscando es porque son escasos.
Por sí mismo el ser humano no sabe cómo adorar, sin embargo anhela hacerlo; por eso, en
su deseo por lograrlo, recurre a formas y estructuras religiosas y rígidas que sólo agradan al
hombre, pero que de ningún modo satisfacen a Dios. La gente piensa que empleando estas
formas muertas, obtendrá la aprobación y la bendición de Dios: “el Señor reclama diciendo...Este pueblo solo de labios me honra, pero su corazón está lejos de mí...” (Is. 29:13).
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Rudimentos II
Romanos 12:1
“ Así que, hermanos, os ruego
por las misericordias de
Dios, que presentéis vuestros
cuerpos en sacrificio vivo, santo,
agradable a Dios, que es vuestro
culto racional ”
Juan 3:1-5
“Había un hombre de los fariseos
que se llamaba Nicodemo, un
principal entre los judíos.
Este vino a Jesús de noche, y
le dijo: Rabí, sabemos que has
venido de Dios como maestro;
porque nadie puede hacer estas
señales que tú haces, si no está
Dios con él.
Respondió Jesús y le dijo: De
cierto, de cierto te digo, que
el que no naciere de nuevo, no
puede ver el reino de Dios.
Nicodemo le dijo: ¿Cómo
puede un hombre nacer siendo
viejo? ¿Puede acaso entrar por
segunda vez en el vientre de su
madre, y nacer?
Respondió Jesús: De cierto, de
cierto te digo, que el que no
naciere de agua y del Espíritu,
no puede entrar en el reino de
Dios.”
Efesios 4:30
“Y no contristéis al Espíritu
Santo de Dios, con el cual
fuisteis sellados para el día de la
redención.”
2ª Corintios 3:6
“…el cual asimismo nos hizo
ministros competentes de un
nuevo pacto, no de la letra, sino
del espíritu; porque la letra
mata, mas el espíritu vivifica”
c) ¿Cómo podemos adorar en espíritu?
Permitiendo que el Espíritu Santo uya sobre nuestro espíritu, produciendo amor, adoración, devoción, honra y respeto que ascienden como una ofrenda agradable a Dios (Ro.
12:1).
Resulta primordial que el espíritu del hombre sea redimido. El ser humano que no ha nacido de nuevo por el Espíritu de Dios, no puede agradar a Dios (Jn. 3:1-5). Nicodemo era un
religioso que creía estar sirviendo al Señor, pero Jesucristo tuvo que confrontarlo para que
entendiera la necesidad de nacer del agua y del espíritu.
El que ha nacido de nuevo no debe de contristar al Espíritu Santo (Ef. 4:30), sino, por el
contrario, debe permitir que el Espíritu de Dios guíe y use su vida para alabar al Padre.
Entonces la adoración “en espíritu” asciende al Señor quien es Espíritu.
d) ¿Cómo adorar en verdad?
Signica adorar a Dios conforme a su Palabra. Él nos ha expuesto en la Biblia cómo podemos conseguirlo. Jesús dijo: “Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad” (Jn. 17:17). Así
que entre más apegados estemos a la palabra de Dios, le estaremos agradando más.
Adorar en espíritu y verdad signica que el creyente honra y adora a Dios por medio de la
guianza del Espíritu Santo, de acuerdo con la palabra del Señor. Tanto el Espíritu Santo
como la palabra tienen que estar presentes en la adoración. Sin el Espíritu, la adoración
está muerta, porque “la letra mata, pero el Espíritu da vida” (2 Co. 3:6); todo se convierte en
formas vacías.
Por otro lado, si la palabra no está presente, las expresiones de adoración pueden estar
dominadas únicamente por emociones o sentimientos, los cuales pueden llevarnos al fanatismo o a excesos y mezclas, llenos de buenas intenciones, pero no del Espíritu Santo ni de
la sana doctrina. Sin el Espíritu Santo y la palabra las manifestaciones de devoción a Dios
podrían derivar en falsos misticismos, doctrinas heréticas, adoración a otros seres distintos
a Dios (ángeles, líderes) y objetos (amuletos, fetiches) o expresiones incorrectas como el
rock cristiano y otros géneros musicales impropios para honrar al Señor.
Un ejemplo de adoración que agrada a Dios lo encontramos en Génesis 2 y 3.
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•
El ambiente en que el hombre (Adán) vivía dentro del huerto era el siguiente:
Había una relación plena entre el Creador y lo creado.
Estaba en un lugar especial (el huerto del Edén).
Era un ambiente atemporal (no sujeto al tiempo).
Su mente no se hallaba contaminada (le creía exclusivamente a Dios).
Era libre (sin ningún tipo de ataduras).
Señoreaba sobre lo creado (tenía el poder que Dios le había otorgado sobre la creación).
Al caer Adán, todas estas condiciones en las que se encontraba fueron interrumpidas y trastocadas por el pecado; pero Dios, en su innita misericordia, a partir de ese momento, comenzó el proceso de restauración de la humanidad, a n de que ésta recuperara nuevamente
su estatura y posición originales, de modo que pueda volver a adorar al Señor en plenitud.
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Rudimentos II
Las condiciones en que vivía Adán en el huerto nosotros las podemos experimentar cuando adoramos. El ser humano está regido y limitado por un tiempo terrenal, el cronos, que
marca las horas y los días. Pero cuando entramos al ambiente de Dios en adoración, se abre
paso el cairos, que es el tiempo de Dios, superior al cronos y que tiene que ver con el cumplimiento de sus propósitos. La Biblia dice en Efesios 1:3,4:
“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido
con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, según nos
escogió en Él antes de la fundación del mundo, para que fuéramos santos y sin
mancha delante de Él”
Esta elección tuvo su origen en un ambiente de Dios, fuera del tiempo terrenal (cronos); es
decir, en el tiempo de Dios (cairos).
Los versículo 5 y 6 dicen:
“En amor nos predestinó para adopción como hijos para sí mediante Jesucristo,
conforme al beneplácito de su voluntad para alabanza de la gloria de su gracia
que gratuitamente ha impartido sobre nosotros en el Amado”.
Si el cairos es el tiempo que tiene que ver con los propósitos de Dios, encontramos el propósito expresado en: “fuimos creados para la alabanza de la gloria de su gracia”, es decir,
fuimos creados para la adoración en espíritu y verdad, conforme al tiempo de Dios que
rebasa la esfera humana.
Como ya lo mencionamos, la verdadera adoración se maniesta conforme a las condiciones en que vivía Adán: en plena relación con su creador, en un entorno especial, creyendo
completa y absolutamente a Dios y a su palabra, sin contaminaciones ni ataduras, echando
mano de los dones del Espíritu Santo para edicación de la iglesia (1 Co. 12), etcétera.
III.- DIFERENCIAS ENTRE SALMO, HIMNO Y CANTO
ESPIRITUAL
En las epístolas a los Efesios y a los Colosenses, el apóstol Pablo exhorta a los creyentes a
que alaben al Señor con cánticos espirituales, salmos e himnos (Ef. 5:19; Col. 3:16).
a)
¿Qué es un salmo?
Poema al que se le ha puesto música (cuerdas).
Los salmos constituyen el libro de los cantos del pueblo de Israel y muchos de ellos indican
la nota y el instrumento como se debe tocar. La mayor parte de ellos fueron escritos por
el rey David, aunque también Moisés, Salomón, Asaf y otros siervos escribieron salmos.
Recordemos que Dios ha prometido restaurar el tabernáculo de David (iglesia) y no el tabernáculo de Moisés; es decir que el Señor restaurará la forma de adoración de David y no
la de Moisés (Hch. 15:16-18; Am. 9:11,12). Así que, estudiemos cómo adoraba el rey David al
Señor.
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Efesios 5:19
“…hablando entre vosotros
con salmos, con himnos y
cánticos espirituales, cantando
y alabando al Señor en vuestros
corazones”
Colosences 3:16
“La palabra de Cristo more en
abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos
a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros
corazones al Señor con salmos e
himnos y cánticos espirituales.”
Mateo 26:30
“cuando hubieron cantado el
himno, salieron al monte de los
Olivos”
Efesios 1:3-6
“Bendito sea el Dios y Padre
de nuestro Señor Jesucristo,
que nos bendijo con toda
bendición espiritual en los
lugares celestiales en Cristo,
según nos escogió en él antes
de la fundación del mundo,
para que fuésemos santos y sin
mancha delante de él, en amor
habiéndonos predestinado para
ser adoptados hijos suyos por
medio de Jesucristo, según el
puro afecto de su voluntad,
para alabanza de la gloria de
su gracia, con la cual nos hizo
aceptos en el Amado”
Apocalipsis 19:6-8
“Y oí como la voz de una gran
multitud, como el estruendo
de muchas aguas, y como la
voz de grandes truenos, que
decía: ¡Aleluya, porque el Señor
nuestro Dios Todopoderoso
reina!
Gocémonos y alegrémonos y
démosle gloria; porque han
llegado las bodas del Cordero, y
su esposa se ha preparado.
Y a ella se le ha concedido que
se vista de lino fino, limpio y
resplandeciente; porque el lino
fino es las acciones justas de los
santos.”
Hechos 14:11-12
“Entonces la gente, visto lo que
Pablo había hecho, alzó la voz,
diciendo en lengua licaónica:
Dioses bajo la semejanza de
hombres han descendido a
nosotros.
Y a Bernabé llamaban Júpiter, y
a Pablo, Mercurio, porque éste
era el que llevaba la palabra”
•
•
•
•
•
•
•
b)
Con instrumentos (Sal. 150).
Con danza (2 S. 6:14).
Levantando las manos (Sal. 63:4).
Palmeando o aplaudiendo (Sal. 98:4 ).
Con gritos de júbilo (Sal. 118:15).
Con regocijo y gozo (Sal. 98:5).
Postrándose (Sal. 99:5).
¿Qué es un himno?
Es una composición musical con alto contenido poético, de carácter solemne en alabanza
a Dios. El cuál describe sucesos o cosas importantes del carácter y obra del Señor. Dos
grandes compositores de himnos cristianos de los siglos recientes fueron Martín Lutero y
Carlos Wesley (Mt. 26:30).
c)
¿Qué es un canto espiritual?
Son cantos dados por el Espíritu Santo en el momento de la alabanza; pueden ser en lenguas del espíritu o en nuestro idioma (Ap. 14:3).
CONCLUSIONES:
1) El propósito principal de nuestra vida en esta tierra es alabar a Dios (Ef. 1:3-6).
2) Si buscamos realizar todos nuestros planes, pero no le alabamos, estamos distorsionando la voluntad de Dios.
3) Un día estaremos para siempre delante del Señor adorándole por la eternidad, por su
amor y su misericordia para con nosotros (Ap. 19:6-8). Por ello es importante rendirle desde
hoy nuestra vida para que nosotros mismos seamos alabanza para Él.
4) La alabanza es reconocer las virtudes o cualidades de otro, por lo tanto hay que conocer,
reverenciar y rendir homenaje de forma profunda e intensa a ese otro, es decir, a Dios.
5) La adoración es un amor extremo por algo o alguien: Dios.
6) Sin el conocimiento de los lineamientos que nos indiquen cómo manifestar nuestra adoración a Dios podemos caer en falsa adoración y ofrecerla a los hombres (Hch. 14:11,12), a
ídolos (Dt. 17:3), a lugares altos (1 R. 11:7) o a demonios (Dt. 32:17).
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AFIRMANDO EL CONOCIMIENTO
1. Según las diversas expresiones mencionadas en este estudio para alabar a Dios, ¿cuáles de ellas son las que
más practicas para exaltar al Señor?
2. ¿Cuáles de ellas que hasta el día de hoy no practicas incluirás en adelante para alabar al Señor?
3. Alabar a Dios requiere también de una buena dosis de creatividad, escribe una nueva forma con la que adorarás al Señor.
4. ¿Cómo crees que puedes adorar a Dios en espíritu y en verdad?
5. Si hay una verdadera adoración, según Jn. 4:23, existe también una falsa o equivocada, menciona cinco formas de adorar a Dios erróneamente.
6. Relata tu experiencia sobre alguna vez que hayas adorado al Señor en espíritu y en verdad.
PARA MEMORIZAR:
- Deuteronomio 10:21.
- Salmo 148.
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