INAUGURACION DEL SEMINARIO INTERAMERICANO SOBRE TRATA DE PERSONAS “COODINACION ESTRATEGICA ENTRE GOBIERNO Y SOCIEDAD CIVIL PARA LA PROTECCION INTEGRAL DE VICTIMAS DE TRATA DE PERSONAS” LIMA-PERU 11 DE SEPTIEMBRE DE 2013 (9:00 HORAS, PRIMER PISO DEL EDIFICIO CARLOS GARCIA BEDOYA) Señor Fernando García-Robles, Coordinador de la Unida contra la trata de personas del Departamento de Seguridad Pública de la Organización de los Estados Americanos; Embajador Fernando Quiroz Campos, Director General de Comunidades Peruanas en el Exterior y Asuntos Consulares; (por confirmar vocativos) Señoras y señores; La señora Canciller Eda Rivas me ha pedido que en su representación les dé la bienvenida y les envíe su saludo, ya que lamentablemente por compromisos ineludibles no le ha sido posible acompañarnos esta mañana en la inauguración del Seminario Interamericano sobre Trata de Personas. La señora Canciller me expresó particularmente que tenía un gran interés de participar en tanto que el fenómeno de la trata de personas constituye, precisamente, un tema prioritario en la agenda del Gobierno peruano y, sin lugar a dudas, el presente Seminario contribuirá sustantivamente a que podamos compartir experiencias en aras de combatir este horrible crimen. Antes de iniciar el Seminario cabría detenernos un momento para reflexionar sobre las implicancias que tienen este fenómeno en la vida de las persona. Así, podemos afirmar que la trata de personas es un crimen complejo en tanto que vulnera diversos derechos de los individuos y, además, tiene el agravante de afectar a aquellos seres humanos que justamente se encuentran en situaciones de mayor vulnerabilidad. 1 A través de la trata de personas los seres humanos son convertidos en objetos susceptibles de ser “comprados y vendidos”. Esta explotación, como todos sabemos, puede tener diversas manifestaciones, entre ellas la prostitución, el trabajo y servicio forzado, la esclavitud, la servidumbre o la extracción de órganos. Durante este proceso no hay consentimiento que valga, pues la voluntad de la persona ha sido anulada a través de la amenaza, la coacción o el engaño. Adicionalmente, el fenómeno de la trata de personas tiene una incidencia muy especial en la infancia, adolescencia, y sin lugar a dudas, presenta un componente de género. Por ello, hacer frente a la trata requiere tener en cuenta su complejidad pues ésta expresará demandas especiales de acuerdo a las características de cada grupo social en que se experimenta el problema. Por otro lado, la trata de personas implica una serie de acciones que involucran una infraestructura compleja para poder llevarse a cabo, requiere captar a las víctimas, trasladarlas, movilizarlas de su lugar de origen y, finalmente, retenerlas en un contexto social que, en la mayoría de los casos, les resulta ajeno. Asimismo, la trata de personas presenta vínculos con la explotación sexual y la pornografía, la explotación laboral en diversas actividades, tanto legales como ilícitas, compra y venta de niños, niñas y adolescentes, comercialización de órganos y el tráfico ilícito de migrantes. Todo ello nos debe llevar a cuestionarnos sobre las redes de delincuencia que se establecen en torno a la trata de personas para que este aparato logístico tan elaborado pueda funcionar. La Iniciativa Mundial de las Naciones Unidas para la Lucha contra la Trata ha determinado tres niveles de demanda en relación con el problema consistentes en la demanda del empleador; del consumidor o de los miembros del hogar; y de terceros involucrados en el proceso. Sería muy productivo, por ejemplo, que en el presente Seminario Interamericano se comparase las conclusiones a las cuales se llegó durante la Tercera Reunión a Nivel Hemisférico de Autoridades Nacionales en Materia de Trata de Personas, celebrada en la Ciudad de Guatemala en el 2012, con las recomendaciones que formulara la Relatora Especial sobre la trata de personas, especialmente mujeres y niños, Sra. Joy Ngozi 2 Ezeilo, en el último Informe que presentó al Consejo de Derechos Humanos en marzo del 2013. Un factor esencial para combatir la trata de personas es tomar conciencia de que se trata de un fenómeno actual que se presenta en la región. Negar esta realidad no hará otra cosa más que profundizar su incidencia. El Perú es un país considerado como de origen y destino de la trata internacional de personas, por lo que consientes de este fenómeno se declaró el 23 de septiembre como el “Día Nacional Contra la Trata de Personas” a fin de sensibilizar al Estado en todos sus niveles, al sector privado y a la sociedad civil, en la prevención y sanción de la trata de personas y en la protección y asistencia de víctimas. El Gobierno del Perú ha ratificado seguramente saben los principales instrumentos internacionales en la materia, como la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional y sus respectivos Protocolos, y ha adoptado una posición proactiva a fin de combatir la trata de personas desarrollando políticas y acciones coordinadas. Como resultado de ello a los pocos meses de asumir el Gobierno el Presidente Ollanta Humala aprobó el “Plan Nacional de Acción contra la Trata de Personas 2011-2016” que estamos actualmente implementando. La interrogante que nos congrega es cómo afrontar el crimen de la trata de personas y qué experiencias positivas podemos utilizar para fortalecer nuestras capacidades en la lucha contra la trata. En el caso del Perú, podemos señalar que el sistema peruano sustenta su actuación sobre tres pilares. El primer pilar se centra en la prevención; el segundo pilar en la investigación y juzgamiento de las personas involucradas en este crimen; y el tercer pilar en la protección de las víctimas. Para ello el Estado peruano ha requerido adoptar una aproximación descentralizada, ya que esta estrategia debe abarcar todo el territorio nacional. Asimismo, ha resultado indispensable una adecuada coordinación entre los diversos actores nacionales, pues para avanzar en los tres pilares antes señalados se requiere del concurso tanto del poder ejecutivo, judicial y legislativo, así como del sector empresarial y la sociedad civil. En materia de prevención, el primer objetivo trazado por el Estado peruano ha sido el de generar conocimientos sobre la trata de personas, tanto por parte de las autoridades 3 involucradas en la materia como de la propia población. En segundo lugar, se ha buscado identificar a los grupos más vulnerables a fin de poder detectar información relativa a este crimen. Finalmente, se ha procurado sistematizar la información obtenida a fin de hacer un diagnostico actualizado sobre este fenómeno y obtener indicación fiable sobre las víctimas, su perfil, las rutas y modos de operación, entre otros tantos aspectos de este complejo fenómeno. La trata de personas no es un fenómeno que se da de manera exclusiva en un Estado, sino que tienen una extensión mayor que requiere una respuesta coordinada de la comunidad internacional, tanto a nivel bilateral, regional –como aquellas que se realizan en la Organización de Estados Americanos, y global –a través del sistema de las Naciones Unidas. Sin una adecuada asistencia y cooperación judicial entre los Estados, y entre todos estos niveles, las medidas de combate contra la trata de personas serán insuficientes. Señoras y señores: Para concluir quisiera destacar el permanente apoyo que en esta tarea nos proporciona el Departamento de Seguridad Pública de la Secretaría General de la Organización de Estados Americanos, y agradecerle en esta oportunidad por los esfuerzos desplegados para la organización del presente Seminario Interamericano. Esta iniciativa nos permitirá continuar el diálogo a nivel hemisférico en la materia desde una perspectiva de responsabilidad compartida, intercambiar experiencias y reforzar los mecanismos de cooperación. Las víctimas de la trata de personas deben ser protegidas y no se les pueden convertir, nuevamente, en víctimas de prejuicios, criminalizadas o ser ignoradas por la sociedad. Nos corresponde ahora realizar nuestros mayores esfuerzos para devolverles esa humanidad de la cual han sido privadas y lograr su reinserción social, laboral y económica. Con estas palabras y estos objetivos en mente me es grato, en nombre de la señora Canciller Eda Rivas, declarar inaugurado el presente Seminario Hemisférico sobre Trata de Personas. 4 Muchas gracias. 5