TRIBUNAL DE SENTENCIA: Chalatenango, a las catorce horas del

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0901-38-2006
TRIBUNAL DE SENTENCIA: Chalatenango, a las doce horas del día doce de mayo del
año dos mil seis.
Causa número 17-02-06, seguida contra Julio Pilar Ayala Recinos, de
veintiséis años de edad, soltero, carpintero, salvadoreño, originario de esta
Ciudad, residente en Colonia Cayaguanca, Barrio El Calvario de la referida
Ciudad, hijo de Sabina Ayala Serrano y Julio Víctor Ayala Recinos,
procesado por el delito de LESIONES GRAVES, Previsto en el Artículo
142 en relación al Artículo 143, y HURTO, previsto en el Artículo 207,
ambos del Código Penal, en perjuicio de la Integridad Personal y Patrimonio
del Señor Reyes Guardado. Figuran como Agentes Auxiliares de la Fiscalía
General de la República, la Licenciada Jenny Lourdes Rodríguez y el
Licenciado Mario Alberto Aparicio Urías y como Defensor Público, el
Licenciado Miguel Ángel Casulá Góchez. El Tribunal de Jurado que
conoció de la causa fue integrado por lo señores: Marta Lilian Palma, José
Dimas Gutiérrez, María Angélica Escobar, Jorge Alvarenga Rosa y
Yolanda Mireya Chávez, y como Jurado Suplente la señora Esmeralda
Adalinda Martínez Núñez; resultando como Presidente del mismo la
señora Marta Lilian Palma. El Juez de Sentencia de este Tribunal,
Licenciado Jesús Ulises García, presidió la Audiencia de Vista Publica en
la presente causa.
RESULTANDO:
I.
Que el Ministerio Fiscal presentó acusación contra el señor Julio Pilar Ayala
Recinos, por el hecho siguiente: "...Que el día treinta y uno de julio de dos mil
cinco, como a eso de las veinte horas aproximadamente, en momentos que el testigo
Rene Rigoberto Villalta Contreras; quien manifiesta que como a las ocho de la
noche mas o menos del día domingo treinta y uno de julio de dos mil cinco, frente a
su casa vio a un sujeto conocido como Pilar, andaba con un palo en las manos, antes
había escuchado un golpe fuerte y desde adentro vio a Pilar a la par de un señor que
estaba en el suelo ensangrentado, vio que el señor tenía una navaja en la mano
derecha, pero como Pilar se corrió como para el partido del FMLN, el señor se
metió la navaja en el pantalón ya después que Pilar se fue, regresó como al minutos
y bolseó al señor y vio que le sacó algo pero no vio que era y se los echó a la bolsa
del pantalón y se fue nuevamente por el mismo rumbo...Jorge Alberto Galdámez,
quien manifiesta que el día treinta y uno de julio como a eso de las veinte horas
ocasión en que se dirigía hacia su casa de habitación ubicada frente al Centro
Escolar República de Honduras, cuando en la calle contiguo al muro de dicho
Centro Escolar, vio tirado sobre a la calle a una persona del sexo masculino, a quien
vio desde la puerta de su casa que estaba sangrando de su rostro ya que hay
alumbrado público y no habiendo ninguna otra persona en el lugar, entró a su casa y
llamó a la Delegación Policial de esta ciudad, informando que en dicho lugar había
una persona lesionada, ya que él andaba de licencia, después salió a la puerta de su
casa nuevamente y al ver que no había nadie por dicha calle salió a la esquina de la
calle frente a la entrada del Centro Escolar en referencia, y por un teléfono público
que está frente a la sede del FMLN, estaba parado un individuo conocido como pilar
por lo que regresó a su casa y observó que llegó un carro patrulla, quienes se
llevaron al lesionado…"
II.
III.
Que los hechos narrados anteriormente, han sido promovidos por el Ministerio
Fiscal por el delito de LESIONES GRAVES, previsto y sancionado en el Artículo
142 en relación al Artículo 143, ambos del Código Penal, y HURTO, previsto y
sancionado en el Artículo 207, del Código Penal.
El debate se celebró en Audiencia Pública, el día ocho de mayo de dos mil seis.
IV- En los procedimientos se han observado las prescripciones y términos
de Ley, y
CONSIDERANDO:
I.
Que el TRIBUNAL DE JURADO, resolvió por unanimidad de votos en el delito
de LESIONES GRAVES, y mayoría de votos en el delito de HURTO, todos los
puntos sometidos a su conocimiento, y en razón de su intima convicción, valoró la
prueba vertida en la Vista Publica, que a continuación se describe:
PRUEBA PERICIAL, OFRECIDA POR LA REPRESENTACIÓN FISCAL,
CONSISTENTE EN:
RECONOCIMIENTO MÉDICO LEGAL DE SANGRE, realizado en
Chalatenango, a las quince horas del día dos de agosto del año dos mil
cinco, por el Doctor Salomón Arturo Mancía, en el cual hace constar que ha
practicado Reconocimiento Médico Legal de Sangre al señor Reyes
Guardado, quien según el Examen Físico Paciente conciente y orientado en
tiempo lugar y persona, al momento estable. A nivel de región nasal se
observa herida suturada limpia lineal de doce centímetros de largo que se
extiende a región supraciliar izquierda, herida no se observa bordes
irregulares se observa equímosis color violacea bipalpebral en ambos ojos.
Se observa edema moderado en región nasal, las cuales sanarán en un
periodo de veintiún días con tratamiento médico especializado a partir de la
fecha en que se produjo la lesión y sin complicaciones. Al final de dicha
pericia aparece la firma ilegible del profesional que lo practicó y un sello
que se lee: Instituto de Medicina Legal, Dr. Roberto Masferrer, Región
Central Chalatenango.
RECONOCIMIENTO MÉDICO LEGAL DE SANIDAD, realizado en
Chalatenango, a las quince horas del día quince de enero del año dos mil
seis, por la Doctora Ana Griselda Ruiz, en el cual hace constar que ha
practicado Reconocimiento Médico
Legal de Sanidad al señor Reyes Guardado, quien presenta en dorso de nariz, deformación
hacia el lado derecho, la cual inicia en dorso de nariz hasta región supraciliar izquierda y
cicatriz lineal no deformante, sanando tales lesiones en el tiempo estipulado por el
reconocimiento de sangre (veintiún días) dejando como secuela nariz con deformación
hacia la derecha (dorso) y cicatriz visible permanente sin queloide. Al final de dicha pericia
aparece ilegible de la perito que lo realizó y un sello que se lee: Instituto de Medicina
Legal, Dr. Roberto Masferrer, Región Central Chalatenango.
PRUEBA TESTIMONIAL OFRECIDA POR EL MINISTERIO FISCAL,
CONSISTENTE EN:
TESTIGO DOCTOR SALOMÓN ARTURO MANCÍA, quien en lo medular manifestó:
"Que el señor Reyes Guardado, a quien practicó el reconocimiento, se encontraba
hospitalizado, con herida de cráneo, región frontal, teniendo acceso a la ficha clínica del
paciente, realizándole examen físico su persona, encontrándolo estable, con herida suturada
limpia lineal en región frontal que se extiende a región ciliar; que la herida era lineal, por lo
que pudo ocasionarse con objeto cortante; que el paciente, según la ficha clínica, se
encontraba en estado de ebriedad y prácticamente inconsciente, como entrante en una etapa
como "en coma", no puede responder, ingresando con sangramiento profuso o constante en
cara; que su diagnóstico fue traumatismo craneoncefálico, porque abarcó lo que es parte del
cráneo y facial, lo que puso ocasionarse por varias causas, como son "caída o golpe"; que
encontró fractura nasal expuesta, ya que a nivel de la nariz, había herida y probablemente
pudo haber tenido examen de rallos X, en el que encontró resultado positivo a fractura
nasal, sanando las lesiones ocasionadas al paciente en veintiún días a partir del trauma, con
tratamiento médico especializado; que entre los objetos cortantes, están el cuchillo y
navaja. Que al ingresar el paciente no puede determinar si estaba inconsciencia por el golpe
o por la ingesta de bebidas alcohólicas, que dependerá con el objeto con el que se golpee
una persona si se cae, para que ocasione una herida de las características relacionadas, por
ejemplo si cae sobre un objeto que tiene filo. Que no obstante lo antes dicho, la herida que
presentaba el paciente evaluado, más "parecía de un objeto cortante, ya que no encontró
hematoma. Que el estado de embriaguez, en su etapa final, pudo ocasionar la inconsciencia.
Que la herida va en el área de la nariz, abarcando la zona de la ceja, aclarando que era una
sola herida, pero el hospital la catalogó como traumatismo cráneo encefálico".
TESTIGO DOCTORA ANA GRISELDA RUIZ, quien en lo medular expresó: "Que el
señor Reyes Guardado, en la nariz, presentaba deformación ya que estaba la misma
desviada al lado derecha y cicatriz en región ciliar izquierda, ocasionados por un golpe,
sanando una fractura de nariz en veintiún días, lo cual sucedió en este caso y para el
momento del reconocimiento, ésta ya había sanado; que por la deformación,
debe realizarse cirugía de nariz que se llama rinoplastía, ocasionada por un cirujano
plástico, pero para accesar a esa cirugía por médico de hospital nacional, hay que esperar
mucho tiempo y para accesar a esa cirugía con médico privado, es muy costosa
económicamente; que en este caso; que la lesión sufrida por el paciente, puede presentar
problemas para respirar y cúmulos de secreciones; que lo más grave del estado de ebriedad
es el coma". TESTIGO REYES GUARDADO, quien en lo medular manifestó: "Que lo
llevaron al hospital porque lo habían golpeado, no recordando la fecha, "me golpeó el
maistro ese Pilar, dirigiéndose al acusado, quien le sacó la cartera, seis dólares y los zapatos
que valían treinta y cinco dólares, al igual que un corvo"; que lo golpearon en el pueblo,
hay un hombre que vio; que conoció a Pilar ese día, también lo conoce desde hace tiempo,
dirigiéndose al acusado, no recordando como fue que lo golpearon, "recordó con el mazazo
aquí, señalándose su nariz"; que no recuerda si fue de día o de noche los hechos, agregando
que "se había embolado y los que se lo habían dado el guaro, ya se habían ido", que no
recuerda lo sucedido porque "fue a recordar al hospital, insensato" hasta que llegó el
policía; "este hombre me golpeó aquí, señalándose su pecho y también lo golpearon de la
nariz, agregando claramente éste hombre no andaba él solo"; que fue golpeado en agosto y
no recuerda con qué le golpearon e hicieron la herida; que el que le fue a entrevistar al
hospital, le dijo "ya tenemos uno de los que lo golpearon"; que sus zapatos los había
comprado en treinta y cinco dólares en la calle del mercado, eran color amarillo y solo los
había usado dos veces, solo los había estrenado; que seis dólares andaba en el pantalón, en
la cartera negra andaba el otro pisto, como ciento setenta y cinco dólares, el cual le
"robaron con todo y cartera"; que unos especialistas lo operaron cuando ya había sanado y
tuvo que pagar para eso la cantidad de veinticinco dólares; que el señor que vio lo que le
pasó, se encuentra aquí y vio el mismo "cuando me estaban taloneando"; que su persona no
andaba arma, solo el corvo y le dijeron que habían encontrado una navaja que no era de su
propiedad; que no recuerda con qué lo hirieron. Que no vio quien lo golpeó porque estaba
bolo, "lograron la oportunidad que estaba bolo"
TESTIGO JORGE ALBERTO GALDÁMEZ, quien en lo esencial expresó: "Que ha sido
citado por la Vista Pública del caso del treinta y uno de julio dos mil cinco, fecha en que
observó a una persona del sexo masculino, lesionado en la calle, no observando bien a la
misma, ya que el rostro lo tenía ensangrentado, "no vi nada", pero hubieron personas que
manifestaron que habían lesionado al señor, observándole una lesión a la altura de la nariz y
se encontraba en Colonia Santa Cecilia, contiguo a la Escuela República de Honduras,
como a las diecinueve cuarenta y cinco o diecinueve cincuenta, por lo que hizo llamada
telefónica a la delegación, siendo atendido por el radio operador de turno Ramírez Olano,
comunicándoles que fueran a traer al señor que estaba lesionado, no observando personas
en el lugar, dándose cuenta por otras personas que estaban cerca del lugar, quién había
cometido el hecho, "el nombre que se mencionaba allí, era Pilar, a quien conoce", que no
supo el nombre de la persona lesionada, solo percibió que era "de varios años de edad el
mismo"; que cuando hizo la llamada telefónica, solo se encontraba el lesionado y a los
alrededores, no observó al sujeto, pero después, observó a quien llaman Pilar, quien estaba
de espaldas, contiguo al partido, como a veinticinco o treinta metros de donde estaba el
lesionado, no observándole arma, a quien se llevaron en un equipo policial al hospital; que
escuchó que Pilar, le había ocasionado una lesión al señor con un arma blanca, para
"bolsearlo"; que el hecho sucedió frente a la casa donde vive su persona y en el momento
iba llegando; que a Pilar, lo conoce desde hace unos diez años y es el único que vive por la
zona, encontrándose el mismo en esta sala, señalando al acusado; que no se dio cuenta con
qué habían lesionado al señor; que no recuerda haber dicho en su entrevista que
encontraron una navaja u otra arma en el lugar, y con autorización judicial, se le
proporciona el acta de entrevista al testigo, quien manifiesta: Que en el acta consta que la
agente Sonia, le dijo que había en el lugar una navaja, la cual no observó su persona; que la
calle tiene acera a un lado, no así en donde está la escuela y estaba el lesionado como a seis
metros de distancia de su casa, a la mitad de la calle, de lado; que después del hecho, ha
visto a la víctima y éste en una ocasión le comentó que la nariz le había quedado. Que en la
casa vivía un menor con ellos y éste manifestaba que había observado bien lo sucedido y
decía que quien había lesionado al señor, era Pilar, habiendo rendido entrevista el menor,
también otro testigo manifestó lo mismo "Que era Pilar". Que el menor a quien ha hecho
referencia, es el menor Rigoberto Contreras Villalta, quien se encuentra hace dos meses
aproximadamente en los Estados Unidos y el comentario que éste hizo en el momento era
que "quien había lesionado al señor era Pilar". Que al parecer, el menor a que ha
relacionado, se encontraba viendo televisión en la casa, pero no salió a la calle, solo que al
llegar su persona, éste le dijo que estaba allí un señor tendido en el suelo; que transcurrió
como cinco minutos entre el tiempo en que hizo la llamada telefónica y el tiempo en que
vio a Pilar, que estaba cerca y de espaldas"
TESTIGO SONIA SERRANO MEJÍA, quien en lo medular manifestó: "Que escucharon
por radio operador que había un señor lesionado en Barrio El Calvario, por el Centro
Escolar República de Honduras, mientras patrullaban por Upatoro, por lo que se
constituyeron al lugar, encontrando a un señor tirado lleno de sangre en la cara con una
herida en la nariz y sin zapatos, encontrando al compañero Jorge Galdámez y dijo haber
visto quien había sido, y que había sido Julio Pilar, quien es persona conocida ya que ha
sido detenido por diferentes delitos; que posteriormente, se dio cuenta que la persona
lesionada era el señor Reyes Guardado, cerca de quien había una navaja, la cual tenía un
poquito de sangre y era de metal, color amarillo y pequeña, señalando su tamaño, por lo
que a petición fiscal, se le muestra a la testigo dicha navaja, con autorización judicial, y la
testigo responde: que efectivamente esa era la navaja; que al encontrar tirado al señor, no le
preguntó su nombre; que el compañero Galdámez, le dijo "fue tal persona", por lo que ellos
solo levantaron al señor y lo llevaron al hospital en la patrulla; que la navaja que ha dicho,
estaba cerca como a setenta y cinco centímetros o un metro y se encontraba "abierta"; que
fueron a la búsqueda del sujeto pero esa noche no lo encontraron, fue hasta el siguiente día
que lo encontraron; que la víctima estaba cerca del lugar donde vivía su compañero; que
Pilar, vive abajo de la Colonia Cayaguanca, retirado del lugar de los hechos (menos de
medio kilómetro); que la herida se suponía que se había ocasionado con el arma blanca
(navaja) que encontraron"
TESTIGO JOSÉ PRÓRPERO DELGADO, quien en lo esencial expresó: "Que ha sido
citado por el caso del señor Pilar, quien le robó al señor..., en fecha treinta y uno de julio de
dos mil cinco, siendo que su persona observó cuando le metió la mano en la bolsa a la
persona y salió huyendo, encontrándose su persona trabajando como Vigilante como a las
ocho de la noche, en el Centro Escolar República de Honduras, y venía de la tienda, siendo
entonces que observó que la víctima iba corriendo al Centro de la calle y cayó, notándole
que él ya iba herido de la cara, se arrastró hacia el muro, "cuando llegó el señor Pilar y le
metió la mano en la bolsa", agregando que conoce a Pilar, porque vive en el pueblo y se
encuentra en esta sala; que no observó lo que le sacó al señor Pilar, que estaba retirado del
lugar donde se encontraba la víctima y piensa que estaba vestido el mismo; que a Pilar, le
vio un garrote en las manos a una distancia de quince metros y las lámparas que están en la
escuela, alumbraban el lugar; que antes no vio a Pilar, pero éste venía del lado del partido y
de ese mismo lugar venía corriendo el señor que ha dicho y Pilar, volvió al mismo lugar del
partido; que el señor se veía que estaba bastante tomado y a la distancia que estaba, no
escuchó voces; que Pilar no andaba bolo, quizá endrogado..., metiéndole la mano en la
bolsa derecha del pantalón del señor y con la otra, tenía el garrote, siendo eso en un
instante, porque llegó la policía a recoger al señor; que cuando salió para la tienda, no había
nada, observó lo que ha dicho, fue cuando regresaba; que a Pilar, lo conoce desde hace
cinco años porque éste llegaba en un tiempo a estudiar a la escuela y vive el mismo debajo
de la escuela, a la orilla de la quebrada El Dique. Que solo vio que Pilar iba corriendo y le
metió la mano, estando el señor sentado. Que el señor estaba sentado, sentándosele Pilar a
la par, le metió la mano y salió corriendo, no logrando ver qué sacó. Que después que le
metió la mano Pilar al señor, salió corriendo, con el garrote en las manos.
TESTIGO CARLOS ALIRIO CONSTANZA LÓPEZ; quien en lo medular manifestó:
"Que el uno de agosto de dos mil cinco, se encontraba en la delegación, cuando el Sargento
Rigoberto Menjívar, con el agente Miguel Ángel Monge y otros compañeros,
manifestándoles Orellana Menjívar, que un día antes el treinta y uno de julio, había
sucedido un hecho delictivo por la Escuela República de Honduras, siendo que el señor
conocido por Julio Pilar, había lesionado a una persona y que además lo había lesionado
quien estaba en el hospital; que a Julio Pilar lo tienen reconocido como Huele Pega,
dirigiéndose al acusado, desconociendo donde vive el mismo; que la información se las
dieron por si lo miraban en la calle, y cuando iban por el Desvío El Limón, hacia
Concepción Quezaltepeque, observaron como a las doce y quince, a Pilar, quien se
conducía caminando a pie con destino al Desvío de Amayo, por lo que procedieron a su
detención, ya que tenían sus características y personalmente ya lo conocían, comunicándose
vía radial a la policía; que Pilar, no trabaja y vive en este lugar, desconociendo porqué iba
por el desvío El Limón; que la persona lesionada y estaba hospitalizado era Osmaro Reyes,
según les comunicó su compañero; que al detener al señor Pilar, le leyeron los derechos y le
hicieron del conocimiento porqué iba a quedar detenido, no oponiendo resistencia y
tampoco dijo nada".
PRUEBA DOCUMENTAL OFRECIDA POR EL MINISTERIO FISCAL,
CONSISTENTE EN:
ACTA DE REMISIÓN DEL REO EN FLAGRANCIA, levantada en la oficina de la
Policía Nacional Civil del Municipio de Concepción Quezaltepeque, a las doce horas con
treinta minutos del día primero de agosto del año dos mil cinco, por los agentes Miguel
Angel Monge Aviles y Carlos Alirio Constanza López, en la cual se hace constar que se
realiza dicha acta con el objetivo de dejar constancia de la aprehensión en flagrancia de
Julio Pilar Ayala Recinos, la cual se realizo a las doce horas con quince minutos de este
mismo día a la altura del Caserío el Limón, sobre la carretera que de Chalatenango conduce
al desvió de Amayo, por el delete de ROBO Y LESIONES, en perjuicio del señor Reyes
Guardado. Al final de dicha acta aparecen dos firmas ilegibles bajo las cuales se lee: Primer
captor, segundo captor.
ACTA DE INSPECCIÓN Y CROQUIS DE ORIENTACIÓN DEL LUGAR DEL
HECHO, levantada en quinta calle oriente y final cuarta avenida norte, Barrio el Calvario,
Chalatenango, a las once horas con quince minutos del día dos de agosto del año dos mil
cinco, por el investigador Lucas Elías Hernández Abrego y técnico Noé Ulises Alvarenga,
bajo la dirección funcional de la Fiscal Licenciada Rosa Elia Romero López, en la que en lo
pertinente se hace constar: Que se trata de una escena abierta, en la dirección descrita,
encontrándose sobre el pavimento a la altura de una cuneta, manchas de color pardo rojizo,
al parecer sangre y gotas del mismo color con otra mancha hasta casi al centro de la calle.
Al final del acta aparecen dos firmas ilegibles bajo las cuales se lee: Investigador y técnico.
CROQUIS DE UBICACIÓN DEL LUGAR DE LOS HECHOS, aparece el mismo
como anexo al acta de inspección el cual fue elaborado el día dos de agosto del año dos mil
cinco.
OFICIO DE SOLICITUD DE RATIFICACIÓN DE SECUESTRO, remitido por el
investigador Lucas Elías Hernández Abrego, con fecha dos de agosto del año dos mil cinco,
dirigido al señor Juez de Paz de turno de esta Ciudad, en el cual solicita la ratificación del
secuestro de una navaja marca stainless china, cacha de color negro y amarillo, hoja de
aproximadamente cuatro pulgadas de longitud, la cual se encuentra deshojada y con
manchas de color pardo rojizo en hoja y cacha al parecer sangre, la que fue encontrada y
levantada por la agente Sonia Serrano Menjívar, a la altura del Centro Escolar República de
Honduras, del Barrio El Calvario, de esta Ciudad. Al final del oficio aparece una firma
ilegible, bajo la cual se lee: Agte. Lucas Elías Hernández Abrego, Investigador Asignado al
caso, y un sello q
ue se lee : Policía Nacional Civil, El Salvador C. A., División
Regional Central de Investigación, Flagrancia UDIN, Chalatenango. Dándose por recibido
en el Juzgado Segundo de Paz de esta Ciudad, a las quince horas del día dos de agosto del
año dos mil cinco, apareciendo un a firma ilegible y un sello que se lee: Juzgado Segundo
de Paz, Chalatenango, El Salvador, Secretaría.
AUTO DE RATIFICACIÓN DE SECUESTRO, elaborado a las once horas y veinticinco
minutos del día tres de agosto del año dos mil cinco, por el Juzgado Segundo de Paz de esta
Ciudad, en el cual se ratifica el secuestro de una navaja marca Stainless China, cacha de
color negra y amarilla, hoja de aproximadamente cuatro pulgadas de longitud, la
cual se encuentra deshojada y con manchas de color rojizo pardo hoja y cacha, al parecer
sangre, procedente de la Policía Nacional Civil de esta Ciudad. Al final del auto
aparecen dos firmas ilegibles, sobre una de las cuales se lee: Ante mí.
PRUEBA MATERIAL OFRECIDA POR EL MINISTERIO
FISCAL, CONSISTENTE EN:
UNA NAVAJA, marca Stainless China, cacha de color negra y amarilla, y
hoja de aproximadamente cuatro pulgadas de longitud, la cual se encuentra
deshojada y con manchas de color rojizo pardo en hoja y cacha, al parecer
sangre.
II.
El imputado Julio Pilar Ayala Recinos, se abstuvo de declarar.
III- Que el Tribunal de JURADO, a las quince horas veinte minutos del
día ocho de mayo año dos mil seis, emitió por unanimidad de votos,
VEREDICTO de Inocencia, a favor del señor Julio Pilar Ayala Recinos,
por el delito de LESIONES GRAVES, previsto y sancionado en el Art. 143
del Código Penal, en perjuicio del señor Reyes Guardado, por lo que es
procedente pronunciar una Sentencia absolutoria a favor del referido
procesado por el delito de Lesiones; asimismo, emitió por mayoría de votos,
VEREDICTO DE CULPABILIDAD en contra del señor Julio Pilar Ayala
Recinos, por el delito de HURTO, previsto y sancionado en el Art. 207 del
Código Penal, por consiguiente, es procedente pronunciar una sentencia de
condena por el delito de HURTO, debiendo el suscrito Juez determinar la
medida de la pena por este delito.
IV- INDIVIDUALIZACION DE LA PENA POR EL DELITO DE
HURTO
El procesado JULIO PILAR AYALA RECINOS fue declarado culpable por
el Tribunal de Jurado por el delito de Hurto, correspondiendo al suscrito
Juez la determinación de la medida de la pena.
El Ministerio Fiscal argumentó que correspondía imponer la pena
máxima de cinco años de prisión, por haber actuado el acusado con alevosía,
abuso de superioridad y aprovechamiento de facilidades de orden natural,
agravantes previstas en los numerales 1, 5 y 7 del Artículo 30 del Código
Penal.
La defensa por su parte sostuvo que la pena a imponer al señor Ayala
Recinos fuese la mínima, en virtud que no se había establecido que fuese el
acusado quien había sustraído los zapatos de la víctima y que solo se trataba
de una pequeña cantidad de dinero.
La víctima al declarar manifestó que no recordaba como fue que lo
golpearon, no recuerda si fue de día o de noche, que él se emboló y los que
le dieron guaro (licor) ya se habían retirado, que fue golpeado y el que lo fue
a interrogar al Hospital le dijo "ya tenemos uno de los que lo golpearon",
que sus zapatos los había comprado en treinta y cinco dólares en la calle del
mercado, eran color amarillo y solo los había usado dos veces, que seis
dólares andaba en el pantalón y en la cartera negra andaba otro pisto, como
ciento setenta y cinco dólares, el cual le robaron con todo y la cartera.
Conforme a los hechos acreditados por el Agente Jorge Alberto Galdámez, los hechos
sucedieron frente a su casa de habitación situada en Colonia Santa Cecilia, en la calle
pública, contiguo a la Escuela República de Honduras, como a las diecinueve horas
cuarenta y cinco minutos, tal testigo únicamente observó a la víctima en el suelo y con una
lesión a la altura de la nariz, que al acusado lo vio en ese momento de espalda como a
veinticinco o treinta metros de distancia. Este testigo manifiesta que por otras personas tuvo
conocimiento que el acusado Julio Pilar le había ocasionado a la víctima una lesión con
arma blanca para bolsearlo, sin embargo, esa información proviene de personas cuya
identidad se desconoce y por consiguiente como prueba referencial no puede tomarse en
cuenta.
Por su parte el señor José Próspero Delgado, declaró que en fecha treinta y uno de
julio de dos mil cinco, cuando se encontraba trabajando como vigilante en el Centro
Escolar República de Honduras y venía de una tienda observó que la víctima iba corriendo
al Centro de la calle y cayó, notándole que iba herido de la cara y se arrastro hacia el muro,
momentos en que llegó el señor Pilar y le metió la mano en la bolsa y salió huyendo, que a
Pilar la vio un garrote en las manos y observó los hechos a una distancia de quince metros y
las lámparas que están en la escuela alumbraban el lugar, que antes no vio a Pilar, pero éste
venía del lado del Partido y de ese lugar venía corriendo el señor que ha dicho y también se
veía que estaba bastante tomado, que Pilar le metió la mano en la bolsa derecha del
pantalón y en la otra tenía el garrote; es de señalar que el interrogatorio de las partes, no se
encaminó a aclarar hasta qué grado se vinculaba la conducta del acusado calificado de hurto
con el de lesiones graves, lo que no permitió apreciar la adecuación de los hechos al delito
de Robo.
Conforme a los parámetros comprendidos en el Art. 63 del Código Penal, para fijar la
medida de la pena, debe tomarse en cuenta que si no existen agravantes o atenuantes,
correspondería imponer la pena media de tres años seis meses de prisión, por estar
sancionado el delito de Hurto, con una pena de prisión de DOS A CINCO AÑOS DE
PRISIÓN. En primer lugar, la cantidad sustraída de ciento ochenta y un dólares en total, es
una cantidad que no afectó a la víctima, en el sentido de llegar a poner en riesgo su
subsistencia o al menos no se acreditó hasta qué punto le afectaba económicamente la
cantidad sustraída a la víctima y únicamente se toma en consideración la cantidad en
efectivo, por cuanto el testigo José Prospero Delgado no observó que el acusado Julio Pilar
Ayala Recinos le haya sustraído los zapatos que menciona la víctima, únicamente observó
que le metió la mano a la bolsa y según la víctima andaba seis dólares en el pantalón y
ciento setenta y cinco dólares en la cartera.
El Ministerio Fiscal sostuvo la concurrencia de tres agravantes, sin embargo, respecto a la
alevosía y el abuso de superioridad, en primer lugar, son agravantes que solo pueden
apreciarse en los hechos o delitos contra la vida y la integridad personal, afirmación que se
sustrae del mismo contenido de las agravantes previstas en los numerales 1 y 5 del Artículo
30 del Código Penal; y en segundo lugar, no podría contemplarse la concurrencia
simultánea de ambas agravantes, o existe alevosía o abuso de superioridad y no ambas a la
vez, en razón que el abuso de superioridad es una agravante que tiene su fundamento en
una circunstancia alevosa, o sea que es alevosía en menor grado. Respecto a la agravantes
de Aprovechamiento de Facilidades de Orden Natural, que corresponde al numeral 7 de tal
disposición, ésta concurre cuando el sujeto activo del injusto penal busca de propósito la
noche o el despoblado, sin embargo, en el caso que nos ocupa, el delito se cometió en el
interior de la ciudad de Chalatenango, en una vía pública, concurrido de transeúntes y
según el testigo José Prospero Delgado, las lámparas que están en la escuela alumbraban el
lugar, por tales razones, el suscrito Juez, considera que tal agravante no concurre en este
caso -concreto.
Al considerar la conducta del acusado, de llegar a meterle la mano en el pantalón a la
víctima señor Reyes Guardado y sustraer el dinero a la víctima, cuando ésta se encontraba
en un estado de ebriedad al grado que no estaba consciente de lo que estaba ocurriendo en
su entorno y además tendido en el suelo con una lesión en el rostro, es de equiparar esa
conducta como circunstancia ambivalente agravante, ya que conforme al Art. 31 del Código
Penal, el juzgador podrá apreciar tales circunstancias según la naturaleza, los móviles y los
efectos del delito, y en este caso es de considerar que según la naturaleza del hecho, el
acusado actuó aprovechando la vulnerabilidad del sujeto pasivo, siendo una circunstancia
de "rapiña" la que se observa en el caso dado; cuando concurren agravantes la pena a
imponer según el criterio jurisprudencial precedente, es de fijarla entre la pena media y la
pena máxima legal señalada, es así que correspondería fijar la pena entre tres años seis
meses a cinco años de prisión, sin embargo, es de considerar las condiciones personales del
autor, siendo esta una persona sin oficio, con baja instrucción formal y de precarias
condiciones económicas, circunstancia básicas que inducen al suscrito para restarle
importancia a la conducta de rapiña observada al acusado al momento de ejecutar el delito,
que antes se ha señalado e imponer la pena media; por lo anterior, el suscrito considera que
es procedente imponer al señor JULIO PILAR AYALA RECINOS la pena media de TRES
AÑOS SEIS MESES DE PRISIÓN por la comisión del delito de HURTO en perjuicio del
señor Reyes Guardado.
IV-
Responsabilidad Civil.
La Ley regula que cuando la conducta del hombre se ajuste a una conducta delictiva, es
decir una acción humana, típica, antijurídica y culpable, nace la pretensión punitiva del
Estado en pro de los intereses de la comunidad que culmina con un fallo absolutorio o
condenatorio; aparte de esta lesión a la comunidad, el delito causa un daño de índole civil,
conforme a lo dispuesto en los Art. 114 y 115 del Código Penal, que no siempre puede ser
resarcible, ya que se deben dar los presupuestos que son: 1)- Que exista un delito penal; 2)Que exista un daño privado cierto, y 3)- Que medie una relación de causalidad entre el
delito y el daño, resultando imperativo la concurrencia de los tres requisitos para poder
condenar en Responsabilidad Civil, es en este sentido que el daño privado cierto en el caso
que nos ocupa se estableció con los testimonio del señor OSMARO REYES GUARDADO
y JOSÉ PROSPERO DELGADO, el primero al sostener que le fue sustraída la cantidad de
seis dólares que portaba en su pantalón y ciento setenta y cinco dólares que portaba en su
cartera, objeto que también le fue sustraída, pero que no se contó con una valoración de tal
objeto por parte de la víctima y el segundo testigo, observó la conducta del acusado JULIO
PILAR AYALA RECINOS, quien al momento de los hechos llegó al lugar donde se
encontraba la víctima en estado de ebriedad, procedió a meterle la mano en las bolsas y
posteriormente huyó del lugar; en ese sentido, corresponde que el acusado ya mencionado
le restituya a la víctima la cantidad sustraída; en consecuencia, procede declarar
responsable civilmente al acusado JULIO PILAR AYALA RECINOS por el delito de
HURTO, y condenarlo a que restituya al señor REYES GUARDADO, la cantidad de
CIENTO OCHENTA Y UN DÓLARES.
POR TANTO:
De conformidad a los Arts. 2, 11, 12, 172 Y 181 de la Constitución de la República de El
Salvador; Arts. 1, 2, 5, 143 y 207, todos del Código Penal; Arts. 1, 2, 10, 52, 87, 129, 130,
Arts. del 324 al 353; Arts. del 366 al 376, 447 y 448, todos del Código Procesal Penal, con
base al veredicto emitido por el Tribunal de Jurado, en nombre de la República de El
Salvador, el Tribunal de Sentencia de forma Unipersonal, FALLA: I- DECLARASE
RESPONDABLE PENAL Y CIVILMENTE al señor Julio Pilar Ayala Recinos, por el
delito de HURTO, en perjuicio patrimonial del señor Reyes Guardado, por lo que se le
impone una pena de tres años seis meses de prisión, que deberá descontar en el Centro
Penal La Esperanza, Ayutuxtepeque, a partir del día uno de agosto de dos mil cinco,
finalizando la misma a las veinticuatro horas del día uno de febrero de dos mil nueve. En
cuanto a la Responsabilidad Civil, condénase al señor Ayala Recinos, a pagar a la víctima
señor Reyes Guardado, la cantidad de CIENTO OCHENTA Y UN DÓLARES. IIDECLARASE ABSUELTO DE RESPONSABILIDAD PENAL, al señor Julio Pilar
Ayala Recinos, por el delito de LESIONES GRAVES, en perjuicio de la Autonomía
Personal del señor Reyes Guardado, por lo que se decreta la irrestricta libertad del señor
Ayala Recinos, por este delito. Una vez firme el fallo, en cuanto a la prueba material
consistente en una navaja marca Stainless China, cacha color negra y amarillo, hoja de
aproximadamente cuatro pulgadas de longitud, la cual se encuentra deshojada y con
manchas de color rojizo pardo en hoja y cacha, al parecer sangre, ordénase su destrucción,
para lo cual deberá ser remitida al Destacamento Militar número uno, Chalatenango. No
hay condena en costas procesales en los términos que señala el Art. 447 CPP, los gastos
procesales son de cuenta del Estado. Háganse las comunicaciones de ley que ordena el Art.
43 de la Ley penitenciaría. Oportunamente archívese el expediente y margínese en el libro
de entradas. Mediante lectura, en este acto queda notificada esta sentencia.
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