0901-44-2006 TRIBUNAL DE SENTENCIA: Chalatenango, a las doce horas del día doce de junio de dos mil seis. Causa número 30-05-2006, seguida contra FRANCISCO ANTONIO MARTINEZ FUNES, Alias "El Mongo" de veintitrés años de edad, soltero, carpintero, hijo de María Marta Funes o María Marta Fuentes y Cecilio Antonio Martínez, residente en Colonia Reubicación número Uno Polígono Cuatro, casa número cuatro, Chalatenango, por los delitos de Robo Agravado y Lesiones Graves, tipificados y sancionados en los art. 212 en relación al 213 numeral 3ª y el Art. 143 del Código Penal, el primer delito, en perjuicio patrimonial del señor Juan René Alas Rivas, y el segundo, en perjuicio de la integridad personal del señor José Nelson Cartagena Molina. Figura como representante del Ministerio Fiscal, la Licenciada Jenny Lourdes Rodríguez Andrade, y como Defensor Público el Licenciado Juan Carlos Menjívar Márquez; conociendo de la presente causa el Tribunal de Sentencia de esta ciudad, integrado por los Licenciados Jesús Ulises García, Mirna Estela Gonzàlez de Ardòn y Doctor José Álvaro Solano Solano, dirigiendo la audiencia de Vista Pública, el Licenciado Ulises Garcìa, en su calidad de Juez Presidente del Tribunal. RESULTANDO: I. Que el Ministerio Fiscal presentó acusación en contra del procesado FRANCISCO ANTONIO MARTINES FUNES, por los delitos de ROBO AGRAVADO Y LESIONES GRAVES, el primero en perjuicio patrimonial del señor JUAN RENE ALAS RIVAS, y el segundo en perjuicio de la integridad personal del señor JOSE NELSON CARTAGENA MOLINA, delitos tipificados y sancionados en los Arts, 212 en relación con el Art. 213 Nº 3), y el Art. 143 del Código Penal, manifestando que los hechos sucedieron de la manera siguiente: "El día veintiséis de Enero de dos mil cinco, a eso de las doce horas con treinta y cinco minutos, el señor José Nelson Cartagena Molina, salió de la ciudad de Chalatatenango rumbo hacia la ciudad de San Salvador a bordo de un bus de la Ruta Ciento veinticinco, ya que el relacionado señor labora como cobrador en el autobús antes referido el cual es de la Empresa "José Daniel", propiedad del señor Juan René Alas Rivas, asimismo el conductor o motorista del autobús al momento de los hechos era el señor Reynaldo Membreño y su ayudante el joven de nombre Manuel Guillén Orellana Girón, conocido por "Yelo", es el caso que al llegar a la parada de buses ubicada en Reubicación Núcleo Uno, se subió un sujeto (el ahora acusado Francisco Antonio Martínez Funes) de aproximadamente veinticuatro años de edad, moreno claro, ojos color café, complexión medio fornido, estatura mediana, con tatuajes en la frente y en el cuerpo, y al momento en que el señor José Nelson Cartagena Molina procedió a cobrarle el pasaje a dicho sujeto éste le dijo que "Ahí nomás iba" y no le pagó, por lo que el mencionado cobrador le dijo que se sentara que no fuera cerca de la puerta, pero dicho sujeto no obedeció y se quedó en la entrada del bus, posteriormente mientras el bus seguía su marcha llegando a la segunda parada ubicada en la II. III. IV. Colonia el Sol, sobre la carretera, específicamente frente a la escuela de dicha colonia, el sujeto en mención se sacó del lado izquierdo a la altura de la cintura, un arma de fuego, al parecer nueve milímetros, pavón negro, la cual disparó contra el señor José Nelson Cartagena Molina, impactándole de esta manera el muslo izquierdo a la víctima procediendo simultáneamente a pedirle el dinero a lo cual la víctima rápidamente accedió, ya que en ese momento el ahora acusado se encontraba apuntándole con el arma de fuego a la altura del pecho, la cantidad que la víctima entregó al acusado ascendía a TREINTA DOLARES, que era lo que había cobrado a los pasajeros que se conducían a bordo del autobús, posteriormente el acusado bajó del autobús y huyó del lugar, mientras que la víctima fue auxiliada por el ayudante del autobús y por algunos de los pasajeros que se conducían en el autobús, trasladando a la víctima en un vehículo al Hospital Nacional de Chalatenango. Después de haberse individualizado al acusado en las correspondientes diligencias iniciales de investigación (Reconocimiento por fotografía), se decretó Detención Administrativa la cual se hizo efectiva el día diecinueve de agosto de dos mil cinco, a las catorce horas treinta y cinco minutos. " Que los hechos antes descritos, han sido promovidos por el Ministerio Fiscal por los delitos de ROBO AGRAVADO Y LESIONES GRAVES, delitos tipificados y sancionados en los Arts, 212 en relación con el Art. 213 Nº 3), y el Art. 143 del Código Penal.El debate se celebró en AUDIENCIA PÚBLICA, el día cinco de junio del año dos mil seis. En los procedimientos se han observado las prescripciones y términos de ley, y CONSIDERANDO: I. a)- Que este TRIBUNAL DE SENTENCIA, resolvió todos los puntos sometidos a su conocimiento y, en la aplicación de las reglas de la sana crítica establecidas en los Artículos 162 inciso 3º y 356 inciso 1º del Código Procesal Penal, valoró la prueba vertida en la Vista Pública que a continuación se describe: Prueba Pericial presentada por el Ministerio Fiscal, consistente en: Protocolo de reconocimiento médico legal Sangre, practicado a la víctima José Nelson Cartagena Molina, por el Médico Forense Doctor Salomón Arturo Mancía Aguilar, en la Ciudad de Chalatenango, a las catorce horas del día dos de febrero de dos mil cinco, en el cual en lo pertinente hace constar: COMENTARIO MEDICO LEGAL: Que ha practicado reconocimiento Médico Legal de Sangre a JOSE NELSON CARTAGENA MOLINA, quien fue lesionado en el muslo izquierdo por arma de fuego por persona conocida. CONCLUSIONES: Que es de la opinión médica que dichas lesiones sanarán en un período de veinticinco días a partir de la fecha en que se produjo la lesión por segunda intención. Que lo dictaminado es la verdad según su saber y entender. Al final del reconocimiento hay una firma ilegible del Médico Forense, Doctor Mancía Aguilar, y un sello circular que se lee: Instituto de Medicina Legal "Dr. Roberto Masferrer, Región Central, Chalatenango, El Salvador, C. A. Protocolo de reconocimiento médico legal de Sanidad, practicado a la víctima José Nelson Cartagena Molina, por la Médico Forense Doctora Ana Griselda Ruíz, en la Ciudad de Chalatenango, a las quince horas del día veintiuno de julio mil cinco, en el cual en lo pertinente hace constar: Que las lesiones descritas sanaron en el tiempo establecido en el reconocimiento de sangre, veinticinco días, dejando como secuela cicatriz no deformantes permanente en el muslo izquierdo. No dificultad para la marcha, lo dictaminado es la verdad según su saber y entender. Al final del reconocimiento hay una firma ilegible del Médico Forense, Doctora Ana Griselda Ruiz, y un sello circular que se lee: Instituto de Medicina Legal "Dr. Roberto Masferrer, Región Central, Chalatenango, El Salvador, C. A. Análisis Balístico, realizado el tres de noviembre del dos mil cinco, por el Perito en Calibre y Funcionamiento de Armas de Fuego, señor Ricardo Cruz Mèndez Castro, en el cual en lo pertinente se hace constar: RESULTADO: El casquillo objeto de estudio, tiene un diámetro interno de 9 milímetros y una longitud de 19 milímetros de 19 milímetros; apareciendo en sus conclusiones: El Casquillo analizado, corresponde al calibre real 9mm o 9mm Luger. Al final de dicha pericia aparece una firma ilegible y un sello circular.- b)- Prueba testimonial presentada por el Ministerio Fiscal: Testigo y víctima José Nelson Cartagena Molina, quien en lo esencial, manifestó: " Que ha sido citado por un Homicidio Agravado, agregando que trabaja en un bus como cobrador y ocurrió un hecho el veintiséis de enero de dos mil cinco, ya que recibió un disparo en su pierna, por la Colonia El Sol, el cual se lo ocasionó una persona que tiene tatuaje en la frente, vestía pantalón celeste, camisa blanca (por fuera), zapatos negros con leyenda nike y cachucha blanca, siendo esa la última vez que observó a esa persona y este día lo ha vuelto a ver, encontrándose en esta sala; que él "me disparó y después me pidió el dinero en el autobús", el cual transitaba de San Salvador a Chalatenango, habiendo abordado el mismo en Reubicación Uno y se conducía el mismo en la grada, pero al cobrarle el pasaje, éste no se lo quiso pagar y le dijo que allí se iba a bajar, agregando que en dos ocasiones, había visto con anterioridad al mismo sujeto, porque había viajado en el bus; que en esa ocasión, le vio que portaba un arma, con la cual "me disparó y me pidió el dinero", apuntándole hacia el pecho cuando le pidió el dinero y por el temor que lo podía matar, se lo entregó, siendo la cantidad de treinta dólares del cobro a pasajeros; que el disparo que le realizó se lo hizo en su pierna izquierda, quedando inconsciente, presenciando los hechos el ayudante y motorista del bus; que el arma de fuego con la que le disparó la persona es color negro, de las que "se le mete el cartucho abajo", calibre nueve milímetros, señalando el tamaño del arma de fuego relacionada; que su persona estaba en la primer grada del bus cuando el sujeto le puso el arma en su pierna y le disparó, que después le apuntó con la pistola en el pecho, a una distancia de medio metro aproximadamente, por lo que le entregó el dinero que llevaba en la bolsa derecha; que el motorista del bus, era Reynaldo Membreño, quien observó lo sucedido a través del retrovisor y conoció a la persona que lo hizo; que por la forma del arma, era nueve milímetros y la cargaba en la cintura; que fue auxiliado por las personas que se conducían en el bus, habiéndole puesto la pistola el sujeto a la altura del pecho durante un minuto y medio más o menos y al darle el dinero, él sujeto dio vuelta y salió a tras del bus cuando el motorista se detuvo al escuchar el disparo; que la capacidad del autobús es para cincuenta y dos pasajeros y es de la ruta ciento veinticinco; que a consecuencia del hecho, ha incurrido en gastos de curación, medicamentos y muletas, percibiendo diez dólares diarios como salario, pero dejó de trabajar durante dos meses ya que los médicos le dijeron que si trabajaba lesionado, le podía afectar más, dejando de ganar un aproximado de seiscientos dólares; que la persona que le disparó, ya se había subido al autobús en Aguilares, según recuerda en dos ocasiones, a quien también le había cobrado el pasaje pero éste no pagó, desconociendo donde vive, pero se subió ese día en Reubicación uno; que cuando le cobro el pasaje a la persona, éste le respondió que allí "nomás iba", por lo que su persona le manifestó que se fuera a sentar; que el conductor del bus estaba a una distancia de "aquí a la puerta" y vio el mismo al sujeto cuando se bajó, pero solo escuchó el disparo; el ayudante de cobrador, iba en la puerta de atrás a la par suya; que el bus no iba lleno ni vacío, ya que "habían asientos vacíos"; que antes, no había tenido problemas con esa persona a quien no conoce, pero le dicen de sobre nombre "Mongo", quien está a su izquierda, agregando que se siente con temor después de que ha sucedido el hecho". Que recuerda la fecha de los hechos, por el tiempo que estuvo en su casa (dos meses), a pesar que el médico le dio veinticinco días de curación; que no recuerda cuántas personas se conducían en el bus cuando fue lesionado, porque suben y bajan (calculando unas cincuenta personas); que él iba en la puerta trasera del bus y quien lo lesionó, salió por la misma puerta de atrás, donde él se encontraba lesionado, no recordando qué le manifestó al dispararle, solo que le pidió el dinero; que no conoce las armas calibre nueve milímetros, solo las ha escuchado mencionar; que los treinta dólares eran uno de a cinco y veinticinco de un dólar; que el dueño del bus, no se conducía en el mismo". Que el arma que andaba el sujeto, es parecida a la de los policías, el motorista después le dijo que vio cuando el sujeto se bajó del bus; que las monedas, las llevaba en su bolsa de atrás, pero ésta no las entregó. Que los treinta dólares, los cargaba en la bolsa delantera de su pantalón; que durante estuvo incapacitado, no recibió salario y gastó en medicamentos una cantidad aproximada de ciento cincuenta dólares, aclarando que el sujeto se quedó sentado en la grada que da al piso del bus (hacia arriba). " Testigo Juan René Alas Rivas, quien en lo pertinente expresó: " Que transporta pasajeros en autobuses de la ruta ciento veinticinco que tiene recurrido de San Salvador a Chalatenango, desde hace doce años y el veintiséis de enero de dos mil cinco, el bus fue asaltado por un sujeto, resultando lesionado en la parte trasera del bus, el señor José Nelson Cartagena (cobrador), en la parte de su pierna izquierda, como fue una herida de bala y "a la misma vez" fue objeto de robo del dinero que portaba de lo que había cobrado al momento, como son treinta dólares aproximadamente, a la altura de Colonia El Sol, Santa Rita, Chalatenango, conduciendo el autobús el señor Reynaldo Membreño, el ayudante es de nombre Manuel, pero éste se encuentra fuera del país; que del problema, fue informado inmediatamente por el señor motorista vía telefónica a su casa de habitación, quien le manifestó que había sido un sujeto aparentemente marero, tatuado y portaba un arma de fuego (corta, calibre nueve milímetros) y que se había subido en Reubicación Uno y este fue identificado también por otras personas; que se dirigió al lugar de los hechos, pero al cobrador, lo habían trasladado al hospital, por lo que no lo vio al momento, observándolo con posterioridad y éste presentaba una lesión en su pierna izquierda y le dijo que se la ocasionó la lesión por cobrarle el pasaje, siendo que éste le disparó y le quitó el dinero que portaba del cobro de pasajes; que al final del día, le entregan el dinero del cobro de pasaje, que al cobrador, le paga diez dólares diarios, pero no tuvo trabajando por el estado en que se encontraba durante dos meses aproximadamente y no tiene ningún tipo de prestaciones, por lo que se curó por sus propios medios; que la unidad de transporte, tenía la huella del impacto (balazo) en la primer grada trasera, subiendo al bus, como del grosor de su dedo pulgar, el cual observó ese mismo día, habiendo encontrado un casquillo calibre nueve milímetros el señor Manuel, por las especificaciones que se detallan; que no ha recuperado sus treinta dólares; que Nelson, tiene muchos años de laborar para su persona y no ha tenido ningún tipo de problemas; que la reparación del orificio que quedó del impacto en el bus, le costó treinta y cinco dólares". Que el casquillo, presentaba especificaciones en la parte superior; que el bus, después del hecho, se regresó al parqueo, ya no circuló; que era el tercer viaje que hacía el autobús y el dinero del cobro de pasajes, se lo entregan al final del día, siendo aproximadamente ciento cincuenta dólares; que lo que se les robó fue lo cobrado "en esa carrera"; que colaboró en los gastos en que incurrió el cobrador con la cantidad de seiscientos dólares, de lo que tiene recibo pero no lo porta en este momento (gastos de transporte, muletas, alimentación y medicamentos), agregando que le daba el dinero en efectivo al mismo". Que Manuel, le entregó el casquillo que encontró entre las quince y dieciséis horas de ese mismo día. Que su bus recorre de Chalatenango a San Salvador, cobrando noventa centavos de dólar, siendo variable los ingresos, ya que eso depende de las horas en que circulan y los días, ya que se percibe más en día lunes y martes, pero el día del hecho era miércoles, según recuerda; que los seiscientos dólares que le dio al señor Nelson, lo hizo como colaboración a éste. " Testigo Ricardo Ernesto García Hernández, quien en lo esencial manifestó: " Que es empleado de la PNC, desempeñándose como Sargento, en el puesto policial de Reubicación, comenzando su jurisdicción desde el Caserío El Limón, hasta Piedras Gordas, como siete kilómetros y el veintiséis de enero de dos mil cinco, se encontraba en la unidad policial, cuando escuchó al Sargento Tobar Flores, que informaba un hecho delictivo que se había dado en su jurisdicción, sobre unas lesiones y robo, en el interior de un autobús de la ruta ciento veinticinco, escuchando como andaba vestido el sujeto y que éste además cargaba gorra, pero se condujeron al lugar como a las trece y quince horas, no encontrando ni al bus, ni al lesionado ni a gente que vio, por lo que se regresaron; que posteriormente, el día veintiocho, los jefes de la delegación, les mandaron copia del informe rendido por otro Sargento, jefe del grupo número dos del TIPCON, quien se hizo presente al hospital de Chalatenango, donde estaba el lesionado, donde mencionaba la hora del hecho, todos los datos y características más amplias del hechor, que era piel trigueña, la camisa, el pantalón, cachucha y el tatuaje en la frente, según se señala el testigo, del cual le dio una copia a ellos, y tenían una orden del Juzgado de Menores de San Salvador, el cual decía que tenía restringida la salida esta persona, quien aparte de las dieciocho horas, no podía estar saliendo y tenían que ver y supervisar que éste no saliera y los compañeros le dijeron que solo la persona a quien estaban yendo a supervisar, tenía las características que constaba en el informe y había ido a visitarlo como unas dos "veces"; que por medio de personas que no se identificaron, por medio de llamada telefónica, mencionaban que el sujeto conocido como Mongo, al parecer portaba un arma que le prestaba al otro sujeto conocido como Chintololo, y se conducían en un vehículo color verde; que varias veces verificaron que la persona se encontrara en su vivienda y nunca lo encontraron, por lo que hicieron el informe correspondiente y les mandaron orden que si no lo volvían a encontrar que lo detuvieran y lo remitieran al Juzgado, ya que de las dieciocho en adelante, tenía restringida la salida y cree que vivía con el abuelo y hermana; que la víctima cree que resultó lesionado de su pierna, señalándose su muslo izquierdo; que a veces, era visto este sujeto en el vehículo de Chintololo y a veces en el autobús, ya que según la información de la gente, salía en la mañana y regresaba ya tarde. Que el día del hecho, no vio a ninguna persona con las características dadas. Que verificaban la solicitud que les habían hecho, aclarando que el informe se los mandaron dos días después de los hechos, por lo que antes no tenían las características del mismo y responde al nombre de Francisco Antonio Martínez Funes. " Testigo Reynaldo Membreño Rodríguez, quien en lo esencial, manifestó: " Que es motorista de la ruta ciento veinticinco y en fecha veintiséis de enero de dos mil cinco, trabajaba en la empresa José Daniel, de don René Alas, desempeñándose Nelson, como cobrador y un muchacho a quien llamaban Yelo, era ayudante, y como a las catorce horas, al lado de atrás, por la Colonia El Sol, escuchó un disparo donde iba el cobrador, ayudante y pasajeros (varios), gritándole la misma gente de atrás que parara porque habían baleado al cobrador, que su persona nunca se imaginó porque pensó que una bolsa o botella, había agarrado, pero pasó inmediatamente y "estaba baleado el muchacho", lo cual vio también por el espejo, señalando el tamaño y ancho del mismo y vio que "salió por la puerta de atrás, un sujeto armado con una pistola en la mano", estando como a doce metros de distancia de su persona, pero le observó nada más la espalda y que iba con la pistola en la mano derecha (levantada), color negro, tipo nueve milímetros, lo que sabe porque ha tenido una tres ochenta de cargador y era igual a la suya; que al pasarse la calle esta persona, tenía la pistola en la mano y los volvía a ver, estando a una distancia como de quince metros, lo cual le daba miedo porque tenía el arma y le podía disparar; que el cobrador, se desmayó al momento del disparo y fue trasladado al hospital, observando que era "en la pierna"; que la gente del bus, pidió auxilio; que continuó el recorrido del bus hacia San Salvador, según le dijo el jefe, a pesar que la gente se fue en otro bus"; que ese día, el muchacho baleado, había cobrado, lo que decían en ese momento la gente, no teniendo nada el ayudante, pero decían que le había robado como treinta a treinta y cinco dólares, aclarando que habían hecho un viaje e iban con el otro, eran tres carreras con esa; que lo demás del dinero de dejan en la gasolinera y Nelson, ese día llevaba el dinero supuestamente en la bolsa del pantalón; que observó al sujeto como durante un minuto cuando ya estaba el mismo en la calle con la mano levantada y con el arma; que Manuel se corrió para adelante del bus al escuchar el disparo; que guardan el bus al terminar la última carrera, ese día lo hicieron como a las seis, encontrando el "floraco del proyectil en la grada de abajo (en la última grada) y encontró el ayudante en la cara el casquillo del proyectil del color de la pistola y decía que era calibre nueve milímetros, el mismo estaba picado del centro", el cual botaron los muchachos, desconociendo si le dijeron a Don Juan; que Nelson, estuvo en el hospital como tres días, después, estuvo como dos meses en la casa; que decían que en la colonia El Uno, Reubicación, se había subido el sujeto, a quien vio su persona que estaba manchado de la frente, según señala el testigo, piel moreno, estatura regular, fornido y se encuentra en esta sala, desconociendo su nombre, pero fue este quien lesionó a su compañero. Que el sonido que escuchó, se produjo dentro del bus; su persona sacó la cabeza por la ventana, cuando logró ver al sujeto durante un par de segundos, por el temor a que le disparara; que al rato, llegó una patrulla del lado de Chalatenango, que lo siguió y no lo pudo agarrar; que llamó al patrón inmediatamente al ver que el cobrador estaba baleado, pero el patrón, no llegó al lugar de los hechos, sino que se dirigió al hospital donde estaba el muchacho; que el casquillo fue encontrado en la parte de atrás del bus, donde están los asientos de seis, ya que lo habían puesto adelante y después ya no lo vio. Que el ayudante y el cobrador, le dijeron que esa persona se había subido en Reubicación; que cuando sacó la cabeza del bus, fue que vio la frente manchada de la persona, quien se encontraba a su izquierda, donde iba su persona con el bus, quedando éste de frente a él. " Testigo Willian García Ayala, quien en lo pertinente manifestó: " Que se desempeña en el área de investigaciones y ha sido citado por habérsele asignado un hecho por el delito de Robo Agravado y Lesiones, en fecha veintiséis de enero de dos mil cinco, a la altura de Colonia El Sol, Cantón Piedras Gordas, Santa Rita, en el interior de un autobús, resultando directamente una víctima, señor Nelson Cartagena, quien se desempeñaba como cobrador de la ruta ciento veinticinco José Daniel, como a las doce horas cuarenta y cinco minutos, habiendo entrevistado al a víctima y a Manuel Guillén, quien se desempañaba como ayudante, como de treinta años aproximadamente y le dijo que en la parada de Reubicación Núcleo uno, se había subido un sujeto a quien miraba por primera vez y que éste a la altura de Colonia El Sol, sacó un arma y le dijo a Nelson, que le entregara la feria, refiriéndose al dinero, metiéndose la mano Nelson en el pantalón para sacar el dinero y fue entonces que el sujeto le hizo un disparo a la altura de su pierna y que el sujeto, le quitó el dinero, siendo éste piel trigueño, un poco bajo, complexión un poco regular, que se había puesto una gorra pero en la frente tenía un número que no supo distinguir por la forma en que llevaba la gorra; que Manuel, le dijo que iba en la puerta trasera del bus y observó claramente cuando este sujeto le pegó el balazo a Nelson y le quitó el dinero y el arma, al parecer, le dijo que era nueve milímetros, bajándose en Colonia El Sol, el sujeto y se dio a la fuga; que el testigo y otras personas, auxiliaron a la víctima y lo trasladaron al hospital; que el dinero que perdieron, fue el que Nelson, había cobrado a las personas que iban en el bus, no preguntándole si iba lleno y tampoco el testigo se lo dijo; que el conductor del bus, menciona que escuchó el disparo y cuando el sujeto se iba corriendo, iba amenazándolo o apuntándole a él con el arma. Que no entrevistó al motorista, pero como encargado del caso, revisó todas las diligencias; que el ayudante, no le especificó en qué parte del bus iba, pero le dijo que estaba cerca y que perfectamente había observado cuando la persona le disparó a Nelson y le dijo a éste que le entregara la feria-dinero" Testigo Dr. Salomón Arturo Mancía Guillén, quien en lo pertinente expresó: " Que reconoce como suya la firma que consta en el dictamen médico legal de Sangre que se le practicó al señor José Nelson Cartagena Molina, en fecha dos de febrero de dos mil cinco, a quien evaluó a solicitud de Fiscalía, estando el paciente orientado en tiempo lugar y persona y en tercio medio lateral izquierdo, muslo izquierdo, presentaba herida debridada, señalando el nivel y otra lesión en el mismo lugar, región posterior; que ambas heridas estaban debridadas, por el daño del tejido que presentaba y significa que ésta área se había limpiado y basándose a la forma en que tenían las heridas y al tejido dañado y su similitud, fueron ocasionadas al mismo momento; que por las características de la herida, fueron ocasionadas por proyectil disparado por arma de fuego, no logrando establecer cual era de entrada y cual de salida, ya que se encontraba el área limpia; que por la historia del paciente, la herida se le había ocasionada en un autobús con arma de fuego, en fecha veintiséis de enero de dos mil seis; que la herida penetró borde lateral y pasó al borde posterior, lesionando cierta parte de tejido celular subcutáneo, músculo de ese nivel y toda la ramificación, por lo que dictaminó que sanarían en veinticinco días por sí sola". Que no consultó ficha clínica, para realizar su peritaje, tampoco se entrevistó con el médico que atendió al paciente. " Testigo Dra. Ana Griselda Ruiz, quien en lo esencial manifestó: " Que realizó el peritaje en referencia, ya que Fiscalía, a través de oficio, le pidió practicar reconocimiento de sanidad en el mismo, y al observarlo, en muslo izquierdo, tercio medio, lateral, presentaba cicatriz y otra cicatriz de forma irregular, cara lateral y por la historia del paciente y por las características de las cicatrices, fue ocasionada la lesión por disparo de arma de fuego y tal lesión ocasionó veinticinco días de incapacidad laboral, dejando como secuela cicatriz no deformante; que el paciente, en la historia le manifestó que trabajaba como cobrador de buses y el veintiséis de enero de dos mil cinco, fue agredido por una persona a quien solo conocía de vista." Testigo Ricardo Cruz Méndez Castro, quien en lo pertinente manifestó: " Que reconoce como suya la firma que calza en el peritaje que se le ha proporcionado, remitiéndole la evidencia la policía Nacional Civil de Chalatenango, mediante oficio sin número de fecha dieciocho de febrero de dos mil cinco, la cual corresponde al calibre nueve milímetros, tomando como base el diámetro de la misma y en este caso, el casquillo había sido percutido, aclarando que el casquillo es expulsado automáticamente. Que en este tipo de análisis, no es necesario hacer cotejo, ya que se basa en la experiencia y en este caso, corresponde la evidencia a un arma de fuego tipo pistola, no diferenciando la marca, pero se refiere a armas automáticas, alimentadas por cargadores; que el revolver y pistola, son distintas. Que la vainilla había sido percutida, ya que tenía como característica "un pozo que es ocasionado por la aguja percutora"; que la vainilla tiene en su base troquelado la leyenda nueve milímetros. " Careo entre el testigo y ofendido señor Juan René Alas Rivas y José Nelson Cartagena, resaltando el punto de contradicción entre ambos. Manifestando el señor Juan Renè Alas Rivas: Que además de la ayuda económica que le brindó al señor Cartagena Molina, le proporcionó transporte, pero no en calidad de salario. Por su parte, el señor Josè Nelson Cartagena Molina, expresa: Que recibió ayuda económica por parte del señor Alas Rivas, con la cantidad de seiscientos dólares, al igual que algunas veces le proporcionó transporte.-" b)- Prueba Documental ofrecida por el Ministerio Fiscal: consistente en: Acta de remisión del imputado, levantada en el Centro Penal Preventivo de la cuidad de Ilobasco, Departamento de Cabañas, a las catorce horas con cuarenta minutos del día diecinueve del mes de agosto del año dos mil cinco, mediante la cual el Cabo José Danilo Alvarenga Serrano y el Agente Ulises Artiga Mendoza, dejan constancia de la remisión de Francisco Antonio Martínez Funes, Alias "El Mongo", por el delito de ROBO AGRAVADO Y LESIONES GRAVES, en perjuicio de Juan René Alas Rivas y otro,. Al final de dicha acta aparecen tres firmas ilegibles, bajo las cuales se leen: Primer Captor, Segundo Captor, Detenido.Actas de Inspección del lugar de los hechos: levantada sobre la carretera, que de Chalatenango conduce al desvío de Amayo, a la altura Colonia El Sol, Santa Rita, Chalatenango, a las dieciséis horas con cuarenta minutos del día cuatro de febrero del año dos mil cinco. Por los investigadores Willian García Ayala y Roberto Peña Guardado, bajo la Dirección Funcional del fiscal adscrito Lic. Noé Oswaldo Castillo, con el objeto de prácticar Inspección de Robo y Lesiones, obteniendo los resultados siguientes: El lugar es completamente abierto, al costado de la carretera la Colonia el Sol, y específicamente el Centro Escolar de dicha colonia, al costado norte de la carretera se encuentra un terreno rústico, sobre dicha carretera frente a la Escuela de la Colonia el Sol, lugar donde el día veintitrés de enero del presente año, como a eso de las doce horas con treinta minutos, un sujeto desconocido lesionó con un arma de fuego al cobrador del autobús de la empresa "José Daniel" de nombre José Nelson Cartagena Molina, y a la vez le robo la cantidad de Treinta Dólares aproximadamente, que dicho hecho ocurrió en el interior del bús de la Ruta Ciento Veinticinco, a la altura de la puerta trasera del costado derecho. Al final de dicha acta aparecen dos firmas ilegible bajo la cual se leen. Investigador.Croquis de orientación del lugar de los hechos, el cual sirve de anexo al acta de inspección antes referida.Solicitud de ratificación de secuestro, levantada en la Policía Nacional Civil, Delegación de Chalatenango, a los quince días del mes de febrero de dos mil cinco, oficio en el cual se solicita a la señora Juez de Paz del Municipio de Santa Rita, Chalatenango, Ratificación de Secuestro, de conformidad al Art. 180 del C. Pr.Pn, secuestro consistente en: un casquillo, color amarillo, de nueve milímetros, el cual fue encontrado en el interior del autobús placas AB72621 Marca Mercedes Benz, color verde y blanco, propiedad de Juan René Alas, el día veintisiete de enero del año dos mil cinco, por un ayudante de dicho bus, y entregado al propietario de dicha unidad. Al final de dicho oficio aparece un sello circular que se lee: Policía Nacional Civil, El Salvador C.A. División Regional Central de Investigación, así como también aparece una firma ilegible del investigador del caso Willian García Ayala, UDIN Chalatenango. Ratificación de Secuestro, Emitido por la Licenciada Claudia Faustina Martínez Bonilla, Juez de Paz Santa Rita Chalatenango, a las diez horas del día quince de febrero del año dos mil cinco y dirigido al Cabo Willian García Ayala, investigador del caso UDIN, de la Policía Nacional Civil, Chalatenango, mediante el cual Ratifica el Secuestro consistente en: Un casquillo, color amarillo, calibre nueve milímetros, ello con base al Artículo Ciento Ochenta del Código Procesal Penal. Al final de dicha ratificación aparece una firma y un sello circular.Certificación de hoja de afiliación del interno a nombre de Francisco Antonio Martínez Funes, en la que respectivamente se hace constar los datos generales del imputado, el cual se encuentra en el Libro del Registro Delincuencial numero NUEVE, a folio número cuatrocientos diecinueve, ficha de ingreso correspondiente del imputado Martínez Funes. Al final de dicha certificación aparece una firma ilegible perteneciente al comandante Julio Heriberto Alas Recinos, Director Interino. Centro Penal de Chalatenango. Certificación de partida de Nacimiento de Francisco Antonio Martínez Funes, Número Cuatrocientos Sesenta y Seis, en la que consta ser hijo de Cecilio Antonio Martínez Estrada y María Marta.Acta de inspección del autobús placa AB 72621, realizada en el Taller de "DON RENE" ubicado en Calle al Turicentro, Barrio el Calvario, Chalatenango, a las cero nueve horas con treinta y cinco minutos del día diez de mayo del año dos mil cinco, por los investigadores Willian García Ayala, Juan Carlos López y Agente Luis Alfredo Figueroa Alvarado, bajo la Dirección funcional del fiscal adscrito Licenciado Noé Oswaldo Castillo, en la cual en lo esencial consta, que el lugar es semi abierto, que el taller se encuentra ubicado al costado oriente de la calle que conduce al Turicentro Agua Fría, Barrio el Calvario Chalatenango, en el interior de dicho taller se encuentra estacionado el Autobús placas AB72621 Marca Mercedes Benz, color verde y blanco, propiedad de Juan René Alas Rivas, de la Empresa "José Daniel" de la Ruta Ciento Veinticinco, que hace su recorrido de Chalatenango, hacia San Salvador y viceversa, en el interior del autobús en una de las gradas de la puerta trasera del lateral derecha, se encuentra un orificio, al parecer producida por proyectil disparado con arma de fuego. Al final del Acta aparecen tres firmas ilegibles correspondientes a los investigadores y al Técnico de Laboratorio Luis Alfredo Figueroa. Acta de reconocimiento por fotografía del imputado, levantada en el Juzgado Primero de Paz Chalatenango, a las nueve horas del día seis de julio del año dos mil cinco, con el objeto de que la víctima José Nelson Molina y testigo Manuel Guillén Orellana Girón, reconocieran al imputado por medio de fotografías, resultando que la víctima si reconoció al imputado, no así el testigo Orellana Giròn, el cual manifestó que en las fotografías no se encontraba la persona que cometió el hecho. Al final del reconocimiento aparecen seis firmas ilegibles. Álbum fotográfico; de inspección Ocular, levantado por el Agente Luis Alonso Figueroa, a las diez horas del día diez de enero del dos mil cinco. realizado al Autobús placas AB72621 Marca Mercedes Benz, color verde y blanco, propiedad de Juan René Alas Rivas, de la Empresa "José Daniel" de la Ruta Ciento Veinticinco, en el Taller Propiedad del señor René Alas, ubicado en calle al Turicentro, Agua Fría Chalatenango. Al final aparece un sello circular que se lee: Policía Nacional Civil, El Salvador C.A. División Técnica y Científica. Acta de registro con prevención de allanamiento, levantada en la casa número cuatro, polígono cuatro, Reubicación uno, Chalatenango a las cero horas con cuarenta minutos del día doce de octubre del año dos mil cinco, por los investigadores Cabo José Danilo Alvarenga y Lucas Ramírez, juntamente con el Licenciado Emilio Cruz, Fiscal adscrito a la Sub-Regional de la Fiscalía de esta ciudad, allanamiento y registro ordenado por la Licenciada Ana Elízabeth Argueta de Martínez, Juez Segundo de Paz de Chalatenango, en el lugar señalado los atendió el señor Tomás Martínez Borja, quien manifestó ser propietario de la vivienda, en lo esencial de dicho allanamiento consta: Que primeramente constataron el inmueble el cual consta de cuatro habitaciones todos construidas de ladrillo de obra sin repellar, al costado oriente se encuentra una champa construida de lamina, y en esta se encontró durmiendo al señor Martínez Borja, y sobre la pared del costado oriente, específicamente en un gavetero de madera que se encontraba dentro de la referida champa de lámina, encontramos un arma de fuego tipo revolver, calibre veintidós Magnum, Marca Taurus, pavón niquelada, cacha de hule color negro, serie número SL Noventa y dos mil cuatrocientos once, la cual contenía ocho cartuchos. Al final del acta aparecen cuatro firmas ilegibles, pertenecientes las primeras dos a los investigadores del caso, al fiscal y por último la del investigador Salvador Ernesto Carbajal Fuentes, quien realizo el registro. IIEl imputado Francisco Antonio Martínez Funes, se abstuvo de declarar. III) Análisis y valoración de la prueba incorporada a la Vista Pública conforme a las Reglas de la Sana Crítica y determinación precisa y circunstancias del hecho acreditado.La Representación Fiscal presentó acusación contra el señor FRANCISCO ANTONIO MARTINEZ FUNES, por los delitos de LESIONES GRAVES y ROBO AGRAVADO, previstos en los Artículos 142, 143, 212 y 213 No. 3 del Código Penal.RESPECTO AL DELITO DE LESIONES GRAVES: El Ministerio Fiscal acusó por el delito de Lesiones Graves por considerar que concurre la agravante comprendida en el Art. 143 del Código Penal, en ese sentido el tipo acusado previsto en el Art. 142, quedaría integrado de la forma siguiente: "El que por cualquier medio, incluso por contagio, ocasionare a otro un menoscabo de su integridad física o psíquica que hubiere producido incapacidad para atender las ocupaciones ordinarias o enfermedad por un período mayor de veinte días, habiendo sido necesaria asistencia médica o quirúrgica. En estos casos se impondrá la pena de prisión de tres a seis años"; por lo que para que sea típica la conducta debe de establecerse los elementos objetivos y subjetivos siguientes: a) Que exista un menoscabo en la salud física o psíquica de la persona, b) Que ese menoscabo se realice por cualquier medio incluso por contagio; c) Que produzca incapacidad para atender las ocupaciones ordinarias o enfermedad por un periodo mayor de veinte días; y d) Que haya habido asistencia médica o quirúrgica; estos como elemento objetivos y como elemento subjetivo; e) dolo, así objetivamente el tipo penal en comento requiere de un resultado ante una o varias acciones por parte del sujeto activo, que configuran el curso causal tendiente a la obtención del resultado lesión; tal resultado, ha sido plenamente establecido, con los elementos de prueba vertidos en el juicio; estableciéndose los ELEMENTOS OBJETIVOS, con: I) El acta de protocolo de reconocimiento de Lesiones o reconocimiento de sangre practicado a la víctima señor JOSE NELSON CARTAGENA MOLINA, a las catorce horas del día dos de febrero de Dos mil cinco, por el Doctor Salomón Arturo Mancía Aguilar, perito forense, quien al examen físico, determinó que a nivel de muslo izquierdo tercio medio en región lateral externa se observa herida debridada no contaminada de uno punto cinco por uno punto cinco centímetros de diámetro y en la región posterior de tercio medio de muslo izquierdo se observa herida debridada no contaminada de tres por tres centímetros de diámetro, concluyendo que dichas lesiones sanarán en un periodo de veinticinco días a partir de la fecha en que se produjo la lesión, con lo que se ha probado que existe un menoscabo en la integridad física de la víctima el cual le ha causado una enfermedad por un periodo mayor de veinte días; el doctor SALOMÓN ARTURO MANCIA AGUILAR, al declarar en el juicio ratificó el anterior reconocimiento practicado por él mismo, agregando que no se pudo determinar el lugar de entrada y salida de la lesión, siendo que la herida se encontraba debridada o sea limpia el daño causado en el tejido, aunque por los diámetros se puede decir que fue de adelante hacia atrás, no pudiendo determinar el calibre del arma con que se cometió ni la distancia, circunstancia que no hace variar el resultado.- II) El acta de Protocolo de reconocimiento médico legal de Sanidad, practicado a la misma víctima, por la Médico Forense Doctora Ana Griselda Ruiz, a las quince horas del día veintiuno de julio de Dos mil cinco, en el cual concluye que las lesiones que presenta la víctima sanaron en el tiempo establecido en el reconocimiento de sangre, veinticinco días, dejando como secuela cicatriz no deformantes permanente en el muslo izquierdo, no dificultando la marcha; la cual corrobora que existió la lesión y a la vez determinó que las lesiones sanaron en el tiempo estipulado en el reconocimiento de sangre. En la deposición en juicio de la Doctora Ana Griselda Ruiz, ratificó el dictamen de sanidad que practicara a la víctima; III) El Álbum fotográfico elaborado por el Agente Luis Alfredo Figueroa, en el que se ilustra la perforación que quedara en el autobús Placas AB 72621, y Acta de inspección del autobús placas AB 72621, en el que se constató que en la primera grada del piso por la puerta trasera del lateral derecho del bus, se encuentra un orificio al parecer producido por proyectil de disparo de arma de fuego, con la cual se corrobora de que hubo un disparo de arma de fuego; y, IV) Con el testimonio de los señores JOSE NELSON CARTAGENA MOLINA, JUAN RENE ALAS RIVAS y REYNALDO MEMBREÑO RODRÍGUEZ, y la prueba pericial antes relacionado en la cual se acredita que existió un menoscabo en la salud física del señor José Nelson Cartagena Molina, puesto que fue lesionado con un arma de fuego en la pierna izquierda, que tal lesión le produjo una enfermedad que a la vez le ocasionó una incapacidad para atender sus ocupaciones por un periodo de mayor de veinte días, ya que ha sido la prueba testimonial la que ha determinado la acción típica del autor, y las consecuencias materiales que se produjeron fue confirmada también por la prueba pericial, al dictaminarse que el menoscabo en la salud sanaría en veinticinco días, con asistencia médica, resultando que en esa relación de medios probatorios existe una concordancia razonable para reconstruir los hechos acusados, es así que la víctima sostiene que le fue ocasionada una lesión en su pierna izquierda producida por disparo de arma de fuego y que perdió el conocimiento; de esta última circunstancia testigo Reynaldo Membreño Rodríguez se enlaza con la historia aportada por la víctima y establece que la víctima fue trasladada a un centro asistencial por personas particulares; que la víctima constituye prueba directa que el sujeto activo utilizó un arma de fuego para dispararle y el testigo Reynaldo Membreño Rodríguez, constituye prueba indirecta que corrobora la versión de la víctima, sobre la ocurrencia de los hechos, en el sentido de haber observado de forma inmediata al sujeto agresor portando la pistola y bajarse del bus por la puerta trasera y luego observarlo cuando el sujeto se atravesó la calle. ELEMENTO SUBJETIVO: Por la corta distancia entre la víctima y su agresor, asimismo, de la posición o ubicación corporal donde se ocasionó la lesión, no se evidencia que haya existido el animus necandi, y en el delito de Lesiones Graves se requiere del dolo de lesionar, es decir, el conocimiento anticipado de que lesionar constituye delito y no obstante, en este caso particular, el sujeto agente orientó su voluntad a producir el resultado prohibido por la Ley Penal. Tal elemento subjetivo se infiere de los hechos acreditados y que se determinará cuando se analice la autoría del sujeto acusado. RESPECTO AL DELITO DE ROBO AGRAVADO: El Ministerio Público Fiscal también acusó al imputado FRANCISCO ANTONIO MARTINEZ FUNES, por el delito de ROBO AGRAVADO, por considerar que existe la agravante específica comprendida en el numeral 3 del Art. 213 del Código Penal, en ese sentido el tipo acusado previsto en el Art. 212, quedaría integrado de la forma siguiente: "El que con ánimo de lucro para sí o para un tercero, se apoderare de cosa mueble, total o parcialmente ajena, sustrayéndola de quien la tuviere, mediante violencia en la persona, utilizando armas de fuego será sancionado con prisión de ocho a doce años; La violencia puede tener lugar antes del hecho para facilitar su ejecución, en el acto de cometerlo o inmediatamente después para lograr el fin propuesto o la impunidad".-Para establecer la existencia de tal tipo penal, el Ministerio Fiscal debe probar los siguientes elementos objetivos y subjetivos: 1) Apoderamiento y posterior desplazamiento patrimonial de una cosa mueble; 2) Que tal cosa mueble sea total o parcialmente ajena y que esté dotada de un valor económico; 3) Que la cosa mueble sea sustraída de quien la tuviese en su poder, ejerciendo violencia en la persona antes, durante o después del hecho, debiendo ser dicha violencia de suficiente intensidad capaz de doblegar la voluntad del sujeto pasivo; y, 4) El caso que nos ocupa se ha acusado de la concurrencia de la agravante señalada en el Art. 213 No. 3, la cual se refiere a que el robo se cometa haciendo el uso de armas de fuego; así, objetivamente el tipo penal en comento requiere de un resultado ante una o varias acciones por parte del sujeto activo, que se han configurado plenamente con los elementos de prueba vertidos en juicio; estableciéndose los ELEMENTOS OBJETIVOS: Para ser precisos y concretos, el Tribunal tiene en cuenta al testigo que a la vez tiene calidad de víctima señor José Nelson Cartagena Molina, quien ha sostenido en lo esencial que él trabajaba en un bus de la ruta ciento veinticinco como cobrador; el día veintiséis de enero de dos mil cinco, cuando iban a la altura de la Colonia El Sol, una persona que tiene tatuaje en la frente después de dispararle con un arma de fuego le pidió el dinero en el autobús, el cual transitaba de San Salvador a Chalatenango, que dicho sujeto se subió en Reubicación Uno e iba en la grada, al cual le vio que portaba un arma, con la cual después de haberle apuntado a una distancia de medio metro hacia el pecho le pidió el dinero y por el temor que lo podía matar, se lo entregó, siendo la cantidad de Treinta dólares del cobro de los pasajes, al darle el dinero el sujeto dio vuelta y salió atrás del bus; y en esas circunstancias le sustrajeron el dinero que andaba la víctima como producto del dinero que había cobrado en el autobús como pasaje, que eran Treinta dólares porque él tiene el cargo de cobrador, que para lograr tal fin el sujeto activo utiliza un arma de fuego.- De estos hechos se tiene que en efecto se realizó la acción de sustracción de dinero, que al realizarse la sustracción, se ejerció violencia psicológica y física al utilizarse un arma de fuego y blandirla ante la víctima, excediéndose el sujeto en la violencia, al realizar un disparo y lesionar gravemente al señor Cartagena Molina que constituye otro delete y no puede subsumirse al delito de robo por exceder la violencia necesaria para la comisión de este delito, que este dinero es cosa mueble, ajena al imputado, que el sujeto logró huir del lugar con el dinero el cual no se logró recuperar, por tanto existe un apoderamiento y disposición del mismos, además se ha evidenciado la agravante siendo que el sujeto activo para lograr su fin utilizó un arma de fuego con la cual pudo doblegar la voluntad del sujeto pasivo, lo que implica que el hecho se consumó. ELEMENTO SUBJETIVO: En el delito de Robo Agravado se requiere del dolo, es decir, que el sujeto activo actúe con la intención de obtener una ventaja patrimonial propia o ajena, a través de la apropiación del objeto material en el caso concreto el dinero, y que a partir de los hechos acreditados se infiere el conocimiento que el sujeto agente tiene de que tal conducta esta prohibida por la ley penal y no obstante orienta su voluntad a obtener ese resultado, y además se infiere el ánimo de lucro que persigue con tal acción.DE LA AUTORIA DEL ACUSADO EN LOS DELITOS DE LESIONES GRAVES Y DE ROBO AGRAVADO Para acreditar este extremo procesal en ambos delitos, se tuvo la misma prueba testimonial directa consistente en la declaración de la víctima en su calidad de testigo JOSE NELSON CARTAGENA MOLINA, REYNALDO MEMBREÑO RODRIGUEZ y prueba referencial primaria que en su orden dijeron, el testigo y víctima José Nelson Cartagena Molina, en lo sustancial dijo, que trabaja en un bus como cobrador y que el veintiséis de enero de Dos mil cinco, a la altura de la Colonia El Sol, el sujeto que se encuentra en sala y se dirige al imputado el cual tiene un tatuaje en la frente aparte que lo lesionó ese mismo día cuando iba en el autobús que iba de San Salvador a Chalatenango, dicho sujeto iba en la grada, pero al cobrarle el pasaje, éste no se lo quiso pagar y le dijo que allí se iba a bajar, manifestando que en dos ocasiones anteriores ya había visto a este sujeto, ya que había viajado en el bus, y de sobrenombre le dicen "Mongo"; y el día de los hechos le pudo visualizar que portaba un arma de fuego, con la cual como dijo anteriormente no solo lo lesionó sino que después le pidió el dinero apuntándole hacia el pecho como a medio metro de distancia aproximadamente y por temor a que lo fuera a matar procedió a entregarle el dinero que llevaba en la bolsa derecha, siendo la cantidad de treinta dólares que era producto del cobro de pasaje, y que el motorista del autobús era el señor Reynaldo Membreño, quien observó lo sucedido; teniendo por corroborado el dicho de la víctima con el testimonio del señor Reynaldo Membreño Rodríguez, quien en lo pertinente manifiesta que se desempeñaba como motorista de la ruta Ciento veinticinco y el día veintiséis de enero de Dos mil cinco, trabajaba en la Empresa de José Daniel, de don René Alas, desempeñándose Nelson, como cobrador, y como a las catorce horas, al lado de atrás, por la Colonia El Sol, escuchó un disparo donde iba el cobrador, ayudante y pasajeros, gritándole la gente de atrás que parara porque habían baleado al cobrador, observando por el espejo, que el sujeto salió por la puerta de atrás, el cual iba armado con una pistola en la mano, estando como a doce metros de distancia de su persona, pero le observó nada más la espalda y que iba con la pistola en la mano derecha levantada, que al pasar la calle esta persona, tenía la pistola en la mano y lo volvió a ver, estando como a una distancia como de quince metros, lo cual le daba miedo porque tenía el arma y le podía disparar, pudiéndole observar unas manchas en la frente, haciendo referencia que en sala se encuentra el sujeto señalando el lugar donde está el imputado.- No obstante que este testigo no presenció el momento en que el imputado le pedía el dinero al cobrador del autobús en este caso a la víctima, el mismo corrobora actos que señaló la víctima, como es el lugar, día y hora en que sucede el hecho, el uso del arma de fuego, que el sujeto sale por la puerta de atrás, y que presenta manchas en la frente, y que el dinero que portaba la víctima era producto del cobro de los pasajes del bus y al parecer eran de Treinta a Treinta y cinco dólares, aclarando que había hecho un viaje e iban con el otro, eran tres carreras con esa, y que el demás dinero lo dejan en la gasolinera, esta última afirmación da respuesta a la supuesta contradicción que trató de dejar sentada la Defensa Técnica cuando dejó la interrogante que Treinta dólares era muy poco para las carreras que habían hecho, lo que quiere decir que no portaba todo el dinero de los tres viajes que habían realizado, además este testigo describe al imputado y dice que está en sala, al cual le desconoce el nombre; con el testimonio del testigo Juan René Alas Rivas, quien es un testigo referencial, pero le da la calidad de persistencia a los dos testigos anteriores al manifestar en lo esencial que el día veintiséis de enero de Dos mil cinco, el bus fue asaltado por un sujeto, en la parte trasera del bus, y el cobrador José Nelson Cartagena, fue objeto de robo del dinero que portaba de lo que había cobrado al momento, como son Treinta dólares aproximadamente, a la altura de la Colonia El Sol, por Santa Rita, iba manejando don Reynaldo Membreño, los hechos sucedieron en la parte trasera del bus, fue avisado por teléfono celular a su casa por el señor motorista el cual en lo pertinente le dijo que un sujeto de apariencia marera, tatuado, portando un arma de fuego, y que se subió en Reubicación Uno había lesionado y robado al cobrador.- El testigo Ricardo Ernesto García Hernández, si bien es cierto no es un testigo presencial del hecho, pero nos da elemento en el que se sostiene que la víctima es persistente en su dicho al manifestar que al entrevistar a la víctima le manifestó que el hechor presentaba un tatuaje en la frente.- Analizando dichas manifestaciones constituyen prueba testimonial, no existiendo condiciones objetivas que pudieran establecer en la víctima un motivo espurio a efecto de perjudicar al procesado por lo que puede afirmarse la inexistencia de este tipo de motivación en el señalamiento individualizado del agresor, por lo que bajo esos parámetros merecen entera fe el dicho de la víctima; por otra parte también se incorporó prueba documental consistente en Prueba que consta el Acta de Reconocimiento de Fotografías, levantada a las nueve horas del día seis de julio de dos mil cinco, realizado por el Juzgado Primero de Paz de esta ciudad, en el que al testigo JOSE NELSON CARTAGENA, se le exhibió una rueda de cinco fotografías de personas con características semejantes dentro de las cuales se encontraba la fotografía del imputado Francisco Antonio Martínez Funes, en la que consta que el testigo y víctima a la vez, señaló la fotografía que correspondía al imputado Francisco Antonio Martínez Funes que estaba en la posición tres, como la persona que cometió los delitos en contra de su persona.- En relación al testimonio del testigo Willian García Ayala, el cual su declaración se basó en lo que supo por medio del testigo Manuel Guillén Orellana Girón, el mismo es coherente con los hechos.Constatada la tipicidad de los hechos objeto del juicio, corresponde entonces determinar si el autor de los delitos referidos, le asistía alguna de las causales de justificación o de exclusión de responsabilidad contempladas en el Art. 27 Pn., que justificara su actuar, teniendo en cuenta que la defensa técnica no orientó su estrategia a sustentar la inocencia de su defendido en la configuración de alguna de estas, y con base a la deposición de la víctima José Nelson Cartagena Molina, quien afirma que la persona que lo lesionó y le robo fue el procesado, el cual sin mediar palabras al parecer que por el hecho de cobrarle el pasaje del bus, procedió a dispararle en la pierna izquierda, por lo que se puede afirmar que no existió por parte de la víctima ninguna actitud de agresión contra el procesado que justificara la agresión de éste contra la misma víctima; además procedió posteriormente a robarle la cantidad de Treinta dólares sometiéndole a su voluntad al hacer uso de un arma de fuego; de lo anterior se concluye que la conducta del señor Francisco Antonio Martínez entra en contradicción con la normativa penal que sanciona tales conductas y por consecuencia constituyen una ilegítima agresión al bien jurídico integridad física y patrimonio protegido por la ley penal, por lo tanto tales conductas se adecuan a los tipos penales acusados y también son antijurídicas por que han transgredido la norma penal que protege o tutela esos bienes jurídicos; el procesado al momento de cometer los hechos tenía la capacidad de distinguir entre lo ilícito o lícito de sus actos, es decir, que éste es imputable, con todo este Tribunal tiene la certeza positiva de que el acusado es imputable y autor de los delitos que se le atribuyen, en consecuencia es procedente imponer la pena de acuerdo a su culpabilidad.En relación a la prueba documental consistente en Acta de remisión del imputado, considera este Tribunal que la misma es impertinente siendo que no se ha alegado que haya existido ilegalidad en la detención; al igual la certificación de hoja de afiliación de interno y la certificación de partida de nacimiento del imputado, son impertinentes siendo que no se obtienen de los mismos elementos valorativos de la existencia de los delitos investigados o la culpabilidad del imputado.DETERMINACIÓN DE LA PENA En el caso del delito de Lesiones Graves, de conformidad al art. 143 del C. Pn., la pena se fijará entre un mínimo de tres años y un máximo de seis años de prisión, por lo que la pena media sería de cuatro años seis meses, si no hubiere agravantes o atenuantes que considerar. En el caso del delito de Robo Agravado, de conformidad al art. 212 en relación con el art. 213 No. 3 ambos del Código Penal, la pena se fijará entre un mínimo de ocho años y un máximo de doce años de prisión y la pena media seria de diez años de prisión si no hubiere agravantes ni atenuantes que considerar. La Defensa interpuso como incidente de que la concurrencia de los delitos de lesiones graves y robo agravado, constituía un concurso ideal de delitos, lo que de acuerdo al art. 40 C. Pn., consiste en que con una sola acción se cometan dos o más delitos o que uno de los delitos sea medio necesario para cometer el otro, por lo que para conceder tal calificación concursal, la doctrina requiere que una sola acción, entendiendo por una sola acción, la existencia de un único acto de voluntad encaminado a la realización de toda la dinámica delictiva, como sería el caso de que el sujeto agente decida lanzar por la ventana de un tercer piso a una mujer embarazada, resultando muerta la mujer y el feto, cometiendo homicidio y aborto; o en la segunda modalidad, en que el sujeto agente resuelva ejecutar un robo manipulando la puerta de la casa para entrar a la vivienda, resultando el delito de daños y robo, en este caso se requiere que uno de los delitos sea medio necesario para la perpetración de otro u otros delitos, bajo tal requerimiento el Tribunal advierte que en el presente caso en juzgamiento, no se configura el concurso ideal de delitos propiamente dicho, de conformidad a la primera parte del precepto penal indicado ( Art. 40 C. Pn.) porque se esta en presencia de dos acciones independientes, una, la acción que produce las lesiones y dos, la acción que produce el robo y que el delito de lesiones no constituye medio necesario para cometer el robo, pues para cometer el robo bastaba la intimidación que ejerció el sujeto agente sobre el sujeto pasivo, al exigirle que le entregara el dinero, esgrimiendo un arma de fuego; en consecuencia no se acreditó el concurso ideal de delitos, sino el concurso real de delitos, conforme al art. 41 del C. Pn.- En el concurso ideal de delitos, de conformidad al art. 70 C. Pn., se aplicará la pena del delito más grave, aumentada en una tercera parte, pero tales reglas del Art. 70 C. Pn., no se aplicarán si resultare más favorable al reo la imposición de todas las penas correspondientes a los delitos concurrentes; bajo el supuesto de configurarse el concurso ideal de delitos, aplicando los criterios objetivos y subjetivos del art. 63 C. Pn., sería la pena media a imponer del delito de robo agravado que sería de diez años aumentada en una tercera parte de esta, lo que equivaldría a una pena de trece años cuatro meses, sin embargo, el Tribunal considera que se ha configurado un concurso real de delitos tal como lo prevé el art. 41 C. Pn., y de conformidad al art. 71 C. Pn., deberán imponerse todas las penas que correspondan a cada delito, y se deberán cumplir en forma sucesiva en orden a su gravedad, en tal sentido, el Tribunal teniendo en cuenta los criterios objetivos y subjetivos del art. 63 C. Pn., antes citado y no habiendo agravantes genéricas ni atenuantes que considerar concluye que deberá imponerse la pena media que le corresponde a cada delito, por lo que se impone al acusado por el delito de Lesiones Graves la pena media de cuatro años y seis meses de prisión, y por el delito de Robo Agravado, la pena media de diez años de prisión, sumando en total la pena impuesta, CATORCE AÑOS SEIS MESES DE PRISIÒN, que el condenado deberá cumplir en un establecimiento penitenciario del país, a partir del día diecinueve de agosto del año dos mil cinco, hasta las veinticuatro horas del día dieciocho de febrero del dos mil veinte.PRONUNCIAMIENTO SOBRE LA RESPONSABILIDAD CIVIL De conformidad al art. 43 C. Pr. Pn., en los delitos de acción pública, la acción civil contra los partícipes del delito será ejercida conjuntamente con la acción penal, tal como ha ocurrido en el presente caso, y de acuerdo al art. 361 inc. 3º del mismo código citado, el Juez o Tribunal deberá resolver sobre el monto de la responsabilidad civil, la persona que la percibirla y el obligado a satisfacerla, de conformidad a los elementos de juicio producidos en el proceso.En el juicio se produjo prueba testimonial sobre las consecuencias civiles derivadas del delito, como con las declaraciones de la víctima José Nelson Cartagena Molina y Juan René Alas Rivas, así como acta de inspección ocular en el bus placas AB 72621, que hace constar la perforación de disparo de arma de fuego en la grada del piso del bus en la puerta de salida trasera, habiendo manifestado el primero que fue despojado de treinta dólares producto del cobro de pasajes del bús que es propiedad del señor Juan René Alas Rivas, que los gastos en medicamentos requeridos para recuperarse de la lesión que le fue inferida por el imputado, la cantidad de ciento cincuenta dólares, por lo que en concepto de indemnización por los daños inferidos a la víctima Cartagena Molina, deberá pagarle el condenado, CIENTO CINCUENTA Y DOLARES; y al señor ALAS RIVAS, la cantidad de SESENTA Y CINCO DOLARES, en el mismo concepto de indemnización, por daños ocasionados en su unidad de transporte la suma de treinta y cinco dólares, pues el testigo y ofendido, declaró que había pagado esa cantidad por reparación del orificio de bala impactado en el piso de su unidad de transporte; y a él le pertenece la cantidad sustraída provenientes del pasaje cobrado a los usuarios que asciende a treinta dólares. HECHOS ACREDITADOS: Por las razones antes señaladas, se tienen acreditados los hechos siguientes: "Que el día veintiséis de enero de Dos mil cinco, el señor José Nelson Cartagena Molina quien se desempeñaba como cobrador de la Ruta Ciento Veinticinco, visualizó que se subió un sujeto al referito autobús en Reubicación Uno, y al llegar a la altura de la Colina El Sol, Jurisdicción de Santa Rita de este Departamento, el referido sujeto que tenía un tatuaje en la frente y que fue identificado como Francisco Antonio Martínez Funes le ocasionó a la víctima con un arma de fuego una lesión a la altura de la pierna izquierda que le produjo una incapacidad de veinticinco días e inmediatamente después lo amenazó con la misma arma de fuego dirigiéndosela al pecho y diciéndole que le entregue el dinero, accediendo por temor a tal petición, a lo cual el sujeto se da a la fuga juntamente con el dinero en forma inmediata siempre con el arma en la mano, y del disparo efectuado queda la perforación en la grada del autobús; con lo cual se afirma que ha existido el dolo por parte del imputado o sea la intención de causar un daño a la integridad física, al igual tuvo el ánimo de lucro al haber sustraído y apoderado de la cantidad de Treinta dólares que tenía la víctima señor Cartagena Molina como producto del cobro de pasaje".POR TANTO: De conformidad a los Artículos 1, 11, 12, 75, 172 y 181 de la Constitución de la República de El Salvador; Artículos 1, 2, 5, 72, 142, 143, 212 en relación 213 No. 3 del Código Penal; Artículos 1, 2, 9, 10, 53, 87, 129, 130, 162, Artículos del 324 al 361; Artículos 447 y 448 todos del Código Procesal Penal y Artículo 43 de la Ley Penitenciaria; habiendo este Tribunal, votado sobre cada una de las cuestiones planteadas en la deliberación, fundando en los motivos de hecho y de derecho antes expuestos, por unanimidad, en nombre de la República de El Salvador, FALLA: I)- Declárase RESPONSABLE PENALMENTE al señor FRANCISCO ANTONIO MARTINEZ FUNES, Alias "El Mongo" , por los delitos de Robo Agravado y Lesiones Graves, en perjuicio patrimonial del señor JOSE NELSON CARTAGENA MOLINA Y JUAN RENE ALAS RIVAS, y de la integridad física solo de JOSE NELSON CARTAGENA MOLINA, tipificados y sancionados en los Art. 212 en relación al 213 numeral 3ª y el Art. 143 del Código Penal, por lo que en tal concepto se le impone una pena de CATORCE AÑOS CON SEIS MESES DE PRISION, que deberá descontar, en el centro Preventivo y Cumplimiento de Penas de Cojutepeque, a partir del día diecinueve de agosto del año dos mil cinco, finalizando la misma a las veinticuatro horas del día dieciocho de febrero de dos mil veinte.- II)DECLARASE RESPONSABLE CIVILMENTE, al imputado Francisco Antonio Martínez Funes, y en consecuencia CONDENASELE al pago de DOSCIENTOS QUINCE DOLARES, en concepto de indemnización de daños y perjuicios, debiendo pagar al señor Cartagena Molina la cantidad de ciento cincuenta dólares; y al señor Alas Rivas la cantidad de sesenta y cinco dólares.No hay condenación en costas en los términos que establece el artículo 447 del C. Pr. Pn. Los costos del proceso son de cuenta del Estado. Una vez FIRME ESTA SENTENCIA, háganse las comunicaciones de ley. Oportunamente archívese el expediente y margínese en el libro de entradas. Mediante lectura en este acto, queda Notificada esta sentencia. JUEZ REDACTOR: Licda. MIRNA ESTELA GONZALEZ DE ARDON JUEZ SUPLENTE