March 13, 2016 Fifth Sunday of Lent Fr. Ron

March 13, 2016
Fifth Sunday of Lent
…“Let the one among you who is without sin be the first to throw a stone at her. John 8:7 Dear Friends;
The other day I was listening to National Public Radio and they had a story from someone who is living in a so called
Islamic State controlled city. He was telling the story of how a woman was being dragged out by a crowd of terrorists. She
was accused of adultery. They were going to stone her to death. The only thing that stopped it was at that moment Russian
planes bombed the area. The would-be executioners were killed. The woman escaped because she had been thrown into a
pit. The reporter did not know what happened to her after that.
I am appalled that in this day and age there are still places and cultures that practice what is called honor or shame
killings. Most of the time, the focus of this form of terror is women. Men who are involved in the cases of adultery are not
punished. In honor-shame cultures (encouraged by religious fundamentalism) women are considered to be over-sexual,
women cannot bring honor to the family only shame. Therefore they are always watched and controlled by men in the
family: father, brothers, or husbands. All it takes is a hint of impropriety to condemn a woman to the barbaric custom of
Shame killing. Often the men of the family will use under age brothers to do the killing to avoid the severest penalties of
civil law.
From where does this madness come? It is the false-self writ large on society. The false-self what we often call the ego
could also be called our small self. The false-self is who you think you are from your family, education, life experiences
etc. The false-self is entirely a social construct that gets us started in life. The false-self thinks in dualist terms: them-us,
men-women, adults children, good-bad, true-false, righteous-sinner, just-unjust. Because the false self thinks this way it
cannot see the whole of reality but is constantly dividing and categorizing reality. Because of this thinking the false self
tends to think of itself as separate and superior from others. The false-self thinks that it must maintain its superiority at the
expense of others. It will go to great lengths to maintain its image. Religious and political fundamentalism is the false-self
taken to pathological extremes.
Jesus lives in an honor-shame culture. He sees its toxicity. And he invites us to move beyond the false-self. He wants us to
take on the mind and heart of God, which is reflected in the mercy and compassion. The mercy of God comes from seeing
that everything is one. There is no duality. We are all part of the whole. The reality in which we live is a mixture. There is
good in the worst of us and evil in the best. It is only false-self thinking that prevents us from seeing our own mixed
motives even when we think we are doing the good.
In this story of the Woman Caught in Adultery Jesus sees the falsity of the scribes and the Pharisees. The fact that they are
bringing her to Jesus shows that their intention is not to preserve marriage or honor but to destroy Jesus. Otherwise they
would have brought her to the council of elders. He is a popular teacher. They are jealous. If Jesus says “forgive her” he is
going against the Law of Moses. If he condemns her to death he will go against Roman law which says only they can
condemn to death. I am sure that they thought they were only doing good protecting religion from radicals like Jesus.
What Jesus does is to move things to the level of God where we discover our true self. This is the self that we know
through love and union with God. This love is not conditioned by what we have done or not done, but on God’s love for
us. All are sinners yet all are loved. All need repentance; all that the false-self thinks is important will die. Only love and
compassion will last.
Peace,
Fr. Ron
Esta carta está en español en el sitio web: www.stannechurchbyron.com 13 de Marzo, 2016
Quinto Domingo de Cuaresma
…“Que aquel que esté libre de pecado, tire la primera piedra.” Juan 8:7 Queridos Amigos;
El otro día estaba escuchando la Radio pública nacional y relataron una historia de alguien que vive en una ciudad del las
que llaman “Estado Islámico Controlado”. Él contaba la historia de cómo una mujer fue arrastrada por una muchedumbre
de terroristas. Fue acusada de adulterio. Iban a matarla a pedradas. Lo único que los detuvo fue que en ese momento
aviones rusos bombardearon la zona. Los verdugos fueron asesinados. La mujer escapó porque ella había sido lanzada en
un hoyo. El reportero no supo que pasó con ella después de eso.
Me horroriza el hecho de que hoy en este día aún existan lugares y culturas que practican lo que se llama asesinatos de
honor o vergüenza. La mayoría del tiempo, el enfoque de esta forma de terror es la mujer. Los hombres que están
involucrados en los casos de adulterio no son castigados. En culturas de honor-vergüenza (alentado también por el
fundamentalismo religioso) se considera que la mujer es sobre sexuales, las mujeres no pueden traer honor a la familia
sólo vergüenza. Por lo tanto siempre están siendo vigiladas y controladas por los hombres de la familia: padre, hermanos o
esposos. Solo toma un indicio de algo impropio para condenar a una mujer a la costumbre barbarice de matar por
vergüenza. A menudo los hombres de la familia utilizan a los hermanos menores de edad para la matanza y para evitar las
sanciones más severas de la ley civil.
¿De dónde viene esta locura? Es el falso ser. El falso ser que a menudo llamamos el ego y que llamamos también nuestro
pequeño ser. El falso ser es quien tu crees que eres por medio de tu familia, educación, experiencias etc.. El falso ser es
totalmente una construcción social que nos inició en la vida. El falso ser piensa en términos dualistas: ellos-nosotros,
hombres y mujeres, adultos y niños, bueno-malo, verdadero o falso, justo-pecador, justo-injusto. Porque el falso ser piensa
de esta manera no puede ver la totalidad de la realidad, pero está constantemente dividiendo y categorizando la realidad.
Debido a este pensamiento el falso ser se tiende a pensar en sí mismo como separado y superior a los demás. El falso ser
piensa que debe mantener su superioridad a expensas de otros. Tomará medidas extremas para mantener su imagen. El
fundamentalismo religioso y político es el falso ser llevado a extremos patológicos.
Jesús vive en una cultura de honor y vergüenza. Él ve su toxicidad. Y él nos invita a ir más allá del falso ser. Él quiere que
tengamos en nosotros la mente y el corazón de Dios, que están reflejadas en la misericordia y la compasión. La
misericordia de Dios viene de ver que todo es uno. No hay ninguna dualidad. Todos somos parte del todo. La realidad en
que vivimos es una mezcla. Hay bondad en el peor de nosotros y hay maldad en el mejor. Es solo el pensamiento del falso
ser el que nos impide ver nuestros propios motivos variados, incluso cuando pensamos que estamos haciendo el bien.
En esta historia de la Mujer en Adulterio Jesús ve la falsedad de los escribas y los fariseos. El hecho de que ellos la traen a
Jesús muestra que su intención no es mantener el matrimonio u honor sino para destruir a Jesús. De lo contrario la habrían
llevado al Consejo de ancianos. Él es un maestro popular. Ellos están celosos. Si Jesús dice "perdónenla" va contra la ley
de Moisés. Si le condena a la muerte irá contra el derecho Romano que dice que sólo ellos pueden condenar a muerte.
Estoy seguro que ellos pensaban que sólo estaban haciendo el bien protegiendo la religión de radicales como Jesús.
Lo que Jesús hace es mover las cosas al nivel de Dios en donde descubrimos nuestro verdadero ser. Este es el mismo que
conocemos a través de amor y la unión con Dios. Este amor no se condiciona por lo que hemos hecho o no hecho, sino en
el amor de Dios para nosotros. Todos somos pecadores, sin embargo, todos somos amados. Todos necesitamos
arrepentimiento; Todo lo que el falso ser piensa que es importante morirá. Solo el amor y la compasión permanecerán.
Paz,
Fr. Ron
Esta carta está en español en el sitio web: www.stannechurchbyron.com