Enrique Hernández Laos Crecimiento, distribución y pobreza en México Desde principios de los ochenta es usual el rivadas de la crisis de 1995-1996. A partir análisis de la relación entre el crecimiento, del año 2000, por el contrario, el país mostró la distribución del ingreso y la pobreza en tendencias muy claras hacia la disminución de los países en desarrollo. Los más recien- la pobreza, tanto en los ámbitos rural como ur- tes análisis de este ‘triángulo’ destacan bano, y en las tres medidas de pobreza, esto que, en tanto el crecimiento económico es es, la alimentaria, la de capacidades y la de ‘bueno’ para los pobres, una distribución patrimonio. Esas tendencias se destacan cla- concentrada del ingreso no favorece la ramente al aplicar el filtro Hodrick-Presscott a erradicación de la pobreza, en la medida las series estadísticas de la incidencia de la en que la distribución regula la cuantía de pobreza en México. Por su magnitud, el aba- la elasticidad-crecimiento tendiente a re- timiento de las condiciones de pobreza en el ducirla. De ahí que el término crecimiento país, en el primer sexenio del nuevo siglo, se ‘pro-pobre’ haga referencia a aquel patrón comparan favorablemente con lo alcanzado de crecimiento que favorece más que pro- por países exitosos en el combate a la pobreza porcionalmente la reducción de la pobre- como Chile y China, y mucho más acentuado za, debido a una evolución favorable a los había sido nuestro desempeño en esa direc- pobres en materia de distribución de los ción que en países como Brasil o la India. Esta nota ofrece un sumario muy abreviado del estudio presentado por el autor al Coneval con el título: Crecimiento, distribución y pobreza en México (1992–2006), que próximamente será publicado por esa institución. ingresos. Como paso preliminar en el análisis se aplicó el algoritmo de Datt y Ravallion para separar naturaleza de la relación entre crecimiento, los efectos ‘crecimiento’ y ‘distribución’ en distribución y pobreza, enfocada al caso la explicación de la reducción de la pobreza. de México en el período 1992-2006. Se De esos ejercicios se deriva que, durante los parte de la cuantificación de la incidencia noventa, el escaso aumento tendencial de la de la pobreza realizada por el Coneval, la pobreza obedeció a efectos ‘distribución’ ad- cual aplica la metodología preliminar su- versos a su abatimiento, acompasados de un gerida por el Comité Técnico para la Me- nulo efecto ‘crecimiento’. Por el contrario, en dición de la Pobreza en el año 2003. De el sexenio 2000-2006, el abatimiento de la po- acuerdo con esas mediciones, durante la breza alimentaria fue consecuencia sobre todo década de los noventa no se habría regis- de efectos favorables en la ‘distribución’ del trado un patrón definido en las tendencias ingreso, aunque en el proceso influyó también de mediano plazo, en la medida en que en el efecto ‘crecimiento’; este último fue propor- los últimos años de esa década la econo- cionalmente mayor en los casos de la pobreza mía nacional apenas si había alcanzado a de capacidades y de patrimonio. Tendencias revertir las desfavorables tendencias de- similares se observan en los ámbitos rurales economía unam vol. 6 núm. 16 La investigación que se comenta examina la 101 ECONOMIAunam conciencias y urbanos, con el señalamiento de que el caso crecimiento reciente fue de naturaleza efecto ‘distribución’ fue más significativo ‘pro-pobre.’ Una mirada a diversos indicadores en el primero, y el efecto ‘crecimiento’ en permite detectar algunas de las características el segundo. de este proceso. Vale apuntar, en primer lugar, Se examinaron, entonces, algunas particula- la gradual redistribución funcional del ingreso ridades del proceso. En ese sentido, se en nuestro país a partir de 1997, que en pro- detecta un notable cuasi-estancamiento medio acrecentó la participación de los asala- de la economía nacional en los últimos riados en el ingreso en más de un punto por- tres lustros. En efecto, el desempeño centual en los últimos seis años. Ese proceso económico de México entre 1992 y 2006 se detecta más claramente al examinar las fue notoriamente inferior que el registrado cuentas institucionales de los hogares mexi- por los países que han tenido un favora- canos, que a partir del año 2000 registraron ble abatimiento de la pobreza como en el aumentos reales cercanos a 2% en el ingreso caso de Chile y China. En este caso, Méxi- promedio de los hogares, después del deterio- co se encuentra, además, muy por atrás ro consolidado sufrido durante los noventa. también dinámico como Corea, la India y –medida en términos reales– de la Encuesta aún Brasil. Durante los noventa, el esca- Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares so crecimiento económico de México se (ENIGH). No sólo los ingresos de los hogares basó en la expansión de las exportaciones, aumentaron en términos reales a partir del proceso considerablemente socavado por año 2000, sino además en los siguientes seis el paralelo –y más que proporcional– cre- años se habrían registrado procesos redistri- cimiento de las importaciones. Empero, en butivos del ingreso, como lo ponen de mani- los últimos seis años el ‘motor’ represen- fiesto diversos indicadores de la desigualdad tado por el sector externo de la economía en su distribución. La descomposición de la mexicana perdió parte considerable de su significativa disminución del coeficiente de dinamismo, lo que explica el también muy Gini apunta a que, a diferencia de lo ocurrido precario crecimiento entre 2000 y 2006. en los noventa, en el primer sexenio del nuevo La cuantificación de las ‘fuentes’ del cre- siglo los ingresos laborales contribuyeron de cimiento pone en claro que, a pesar de manera muy favorable a ese abatimiento, tan- la relativamente favorable acumulación to los de naturaleza salarial como los de los de capital, se registró un casi nulo creci- trabajadores por cuenta propia. En este pro- miento de la productividad multifactorial, ceso –y en términos estadísticos– el efecto a consecuencia de la falta de difusión de de las transferencias (públicas y privadas) fue los avances tecnológicos registrados en el cercano a cero, esto es, no habría influido en sector exportador, y como resultado de las las tendencias hacia la menor desigualdad a notables ineficiencias en la utilización de escala nacional. los recursos en la mayoría de las activida- Todo apunta a que la menor desigualdad en la disdes domésticas. tribución se localiza, muy probablemente, en las Enfocándonos en el último sexenio (2000- modalidades de la operación y el funcionamien- 2006), cabe entonces preguntarse: ¿por to de los mercados laborales, tanto de la fuerza qué tan magro crecimiento económico de trabajo asalariada como de la no asalariada. incidió de manera tan determinante en el En este sentido, destaca el aumento en el nú- abatimiento de la pobreza en la sociedad mero de perceptores promedio por hogar, prin- mexicana? La respuesta señala que el es- cipalmente en los deciles más bajos de la dis- economía unam vol. 6 núm. 16 de otros países cuyo crecimiento ha sido El proceso también se detecta con información 102 tribución, producto tanto del avance de la y sorgo- los rendimientos medios por hectá- transición demográfica, como de las estra- rea habrían aumentado de manera significativa tegias seguidas por los pobres para hacer –sobre todo a partir del año 2000– acompa- frente a situaciones económicas críticas. ñados, en los últimos años, de aumentos en En este proceso sobresale la significativa re- los precios relativos de esos cultivos básicos. ducción del abanico de ingresos –tanto Tanto el aumento de los perceptores, como salariales como no salariales– a conse- el de la productividad y de los rendimientos cuencia de la disminución de la oferta de medios por hectárea, provocaron, entonces, trabajadores sin educación formal y hasta aumentos de los ingresos reales de los hoga- con primaria, lo que habría repercutido en res rurales, toda vez que buena parte de los aumentos más que proporcionales en las jefes de hogares rurales se ocupa en labores remuneraciones reales al trabajo en la par- agropecuarias de la economía nacional. te baja de la escala de ingresos. Por otra El aumento de los ingresos medios reales en los parte, destaca también el aumento de la hogares rurales en el último sexenio, es con- oferta de trabajadores con estándares in- firmado por la información procesada de la termedios y superiores de instrucción for- ENIGH. mal, lo que provocó el efecto contrario, es procesos redistributivos del ingreso acaeci- decir, tendieron a reducirse las remunera- dos, los cuales muestran disminuciones signi- ciones reales en la parte alta de la distribu- ficativas en el coeficiente de Gini. Y aunque se ción, contrario a lo sucedido en los noven- modificó la estructura de los ingresos de los ta. En consecuencia, ambos movimientos hogares, esto es, se acrecentó la participación provocaron una disminución en el abanico de los ingresos por transferencias, tanto pri- de las percepciones al trabajo que, en su vadas –remesas– como públicas –programas conjunto, coadyuvó al abatimiento de la sociales– en estos años, la descomposición desigualdad en la distribución del ingreso del coeficiente de Gini pone de manifiesto que de los hogares, como lo muestran varios sólo los ingresos laborales (los salariales y los indicadores a escala sectorial, regional derivados de negocios propios) contribuyeron y por niveles de escolaridad de la fuerza al abatimiento de las desigualdades, ya que en laboral. el ámbito rural el papel desempeñado por las Para profundizar el análisis, el trabajo se orien- Esa información pone de manifiesto los transferencias fue prácticamente nulo. economía unam vol. 6 núm. 16 tó al examen de las particularidades de la En el mismo ámbito rural destacan, por último, 103 pobreza en las zonas rurales y urbanas, las mutaciones sucedidas en el empleo y en toda vez que la inserción de los pobres los ingresos registrados en el sector agrope- en el aparato productivo difiere marcada- cuario nacional. De acuerdo con la Encuesta mente entre ambos ámbitos geográficos. Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), se En el medio rural, el efecto ‘crecimiento’ se redujo de manera considerable –a través de basó, además del aumento en el número migraciones de tipo kusnetzianas– la fuerza de de perceptores medios por hogar, en el trabajo, tanto en los noventa como en el último acrecentamiento de la productividad la- sexenio. Lo más notorio, empero, es que la dis- boral en el sector agropecuario nacional, minución se concentró en la fuerza de trabajo especialmente en los últimos seis años. La sin instrucción y con sólo primaria, a expensas información procesada de la Secretaría de de su acrecentamiento con niveles medios Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, –y aún superiores– de educación, en lo que Pesca y Alimentación (sagarpa) demuestra, parecería ser un proceso gradual de moder- además, que en cinco cultivos básicos en nización de este todavía importante sector de tierras de temporal –maíz, trigo, frijol, arroz la economía nacional. Como consecuencia, el aumento de las retribuciones de los prime- La evolución de los principales indicadores salariaros y las disminuciones de los últimos en el les en términos reales refleja el precario dina- sector rural se evidencia, de manera muy mismo en materia de productividad: tanto los clara, el ya señalado proceso de estrecha- salarios mínimos como los contractuales, en la miento del abanico de las retribuciones la- manufactura, en la construcción y en el comer- borales. Ello muy probablemente está en la cio, registraron reducciones del alguna signifi- base de las tendencias distributivas hacia cación durante los noventa, y su recuperación menores estándares de desigualdad en a partir del año 2000 habría sido muy lenta y la distribución de los ingresos rurales de la restringida. De hecho, ese comportamiento economía mexicana. estaría reflejando lo agudo de la crisis de los La estructura y los cambios de la pobreza en noventa en los sectores preferentemente ur- el medio urbano ofrecen características banos de la economía, los cuales han tardado diferentes a las encontradas en el ámbito mucho más tiempo en recuperarse de lo que rural de la economía. Primeramente, a lo se observó en los sectores rurales. largo de los noventa, por los efectos de- El otro elemento determinante del escaso efecto rivados de la crisis, el sector urbano no ‘crecimiento’ sobre el abatimiento de la po- registró tendencia alguna en la incidencia breza urbana fue el empleo. Si bien éste se de la pobreza, toda vez que ambos efectos acrecentó marginalmente en los noventa en –crecimiento y distribución– tuvieron movi- el sector secundario, su aumento a partir del mientos contrarios que tendieron a cance- año 2000 en ese sector fue prácticamente larse. Empero, la historia es diferente para nulo, lo que refleja el escaso dinamismo de las el período 2000– 2006; en este sexenio, exportaciones en el último sexenio. El sector tanto los efectos ‘crecimiento’ como ‘dis- terciario, por el contrario, mostró un mayor di- tribución’ fueron favorables al abatimiento namismo en materia de creación de empleos, de la pobreza urbana. especialmente en los últimos años, constitu- En este sentido, destaca el hecho de que la yéndose en el reducto para los nuevos entran- demografía ejerció efectos poco importan- tes a la fuerza de trabajo, preferentemente en tes, quizá por el hecho de que la transición el sector informal urbano de la economía. economía unam vol. 6 núm. 16 demográfica en las áreas urbanas del país En este sentido, destaca el abatimiento –de más 104 se encuentra mucho más avanzada de lo de una quinta parte– del empleo de perso- que registra en las rurales. Además, el aná- nas sin instrucción y, en cerca de una décima lisis del efecto ‘crecimiento’ en las áreas parte en el de los ocupados con instrucción urbanas apunta a que este efecto fue más primaria que laboran en actividades secun- significativo en términos de empleo que de darias. En contraste, aumentó el empleo de productividad multifactorial, toda vez que personas con mayores niveles educativos, los sectores urbanos de la economía –el no sólo en el sector secundario sino también secundario y el terciario– registraron muy en el terciario de la economía, en el cual, sin escasas ganancias de productividad multi- embargo, proliferan todavía los empleos con factorial. Por el contrario, el efecto empleo precarios niveles de instrucción. Por ello, cabe –sobre todo en el sector terciario– fue afirmar que el comportamiento del empleo más significativo, sobre todo en los últimos por niveles de instrucción descrito explica la años, especialmente en actividades infor- reducción del abanico de las remuneraciones males urbanas de muy baja productividad reales en los sectores urbanos del país, toda y remuneraciones. vez que en este proceso salieron ganando las remuneraciones de los empleos de menor Por lo anteriormente descrito, entonces, el abatiinstrucción formal, a costa del deterioro miento de la pobreza en México entre el 2000 de los ingresos reales que reciben los em- y el 2006 obedeció, primordialmente, a efec- pleos con mayores estándares educativos, tos de un gradual –pero significativo– proceso también contrario a lo ocurrido durante los redistributivo del ingreso. Por ello, en la inves- noventa. tigación que nos ocupa se apunta, por último, Así, el comportamiento diferencial del empleo que esos procesos redistributivos generados y de las remuneraciones en los sectores en el último sexenio podrían dar lugar a fe- urbanos de la economía habría dado la nómenos de causación acumulativa. En este pauta para los procesos redistributivos del sentido, se argumenta que, los movimientos ingreso, observados a partir del año 2000. tendientes hacia una menor desigualdad en Aunque el empleo urbano no deja de tener la distribución de los ingresos podrían, even- una significativa segmentación, aplicando tualmente, mejorar de manera marginal el la metodología de la Organización Interna- desempeño de la economía y acelerar su cional del Trabajo (OIT) para la medición de crecimiento, lo que a su vez repercutiría en la informalidad, se detecta que por la ope- menores estándares en la desigualdad de la ración del mercado laboral, ésta se abatió distribución de los ingresos en el mediano pla- en el último sexenio en varios puntos por- zo, y a su vez, ello podría generar posteriores centuales, si se compara el promedio con reducciones de la pobreza. el registrado hacia mediados de la década Los canales por los cuales se fundamenta esta de los noventa, cuando la economía nacio- hipótesis radican en los efectos diferenciales nal se encontraba en plena fase recesiva a que ejercen los patrones de consumo de los consecuencia de la crisis. hogares pobres versus los de los hogares no pobres. Los primeros, al consumir una mayor igualdad en la distribución de los ingresos proporción de bienes y servicios básicos, di- urbanos apunta, entonces, a un abatimien- rigen sus adquisiciones hacia la compra de to de la concentración de los ingresos ur- artículos más intensivos en empleo, y con banos, medida en términos del coeficiente una menor intensidad de capital y de impor- de Gini. Si bien el proceso redistributivo taciones, que los que adquieren los hogares en las áreas urbanas fue menos significati- no pobres. Para evaluar la viabilidad de este vo que el de las rurales, cabe preguntarse: hipótesis, en el estudio se realizaron algunos ¿cuáles fueron las fuentes de la modesta ejercicios de simulación numérica, con infor- redistribución de los ingresos urbanos? mación de la ENIGH y mediante la aplicación de Las pruebas estadísticas ofrecidas en la la matriz de insumo-producto del 2003 recien- investigación ponen en claro que, también temente publicada por el INEGI. Esos ejercicios en el caso urbano, el proceso redistribu- ponen de manifiesto, sin duda, que la hipóte- tivo fue consecuencia de la operación de sis propuesta podría tener suficiente apoyo en las fuerzas del mercado laboral, que ten- la realidad mexicana, y no sería descabellado dieron a favorecer con mayores ingresos esperar eventualmente la presencia de mo- reales los estratos de menores ingresos, vimientos de causación cumulativa para los tanto en el sector informal como entre los próximos años. unam vol. 6 núm. 16 La cuantificación de diversos índices de des- economía asalariados formales urbanos. Con todo, la La investigación incluye algunas recomendaciones magnitud del proceso en las áreas urbanas de política económica y social, que razonable- fue de menores proporciones, en compa- mente podrían ser atendidas si lo que se de- ración con lo sucedido en las áreas rurales sea es un abatimiento sustentable de la pobre- de la geografía nacional. 105 za en nuestro país en el mediano y largo en la actualidad. A escala urbana, el abatimien- plazos. En primer lugar, se señala que si to de la pobreza pasa, en nuestra opinión, por bien las reducciones basadas en la redis- la reducción de la magnitud del sector informal. tribución de los ingresos son necesarias, Empero, en la medida en que el crecimiento en un país como México pueden resultar económico sea precario, y no se acrecienten insuficientes. Por ello, deberá ponerse los estándares de productividad multifactorial, mayor énfasis en el futuro en acelerar los resulta evidente que no se generarán empleos procesos de crecimiento económico, para de calidad en el sector formal de la economía, sacar del estancamiento a una economía lo que continuará redundando en el aumento que ya va para tres décadas de muy ma- de la informalidad. Por ello, se requiere for- gro desenvolvimiento. En segundo lugar, talecer por todos los medios los estándares se destaca la pertinencia de las políticas productivos de la economía, a la par de exten- educativas en el combate a la pobreza, por der gradual pero firmemente la cobertura del lo que cabe insistir en la necesidad de pro- sistema financiero hacia los núcleos menos fundizar su expansión hacia las zonas con favorecidos de la sociedad, quizá a través de mayores carencias de la sociedad, no sólo programas de micro-financiamiento que atien- en términos cuantitativos sino también dan las necesidades de los pobres para acre- cualitativos, dado el notable rezago que centar sus activos productivos que les permita muestra la calidad educativa nacional en salir de la informalidad. La reducción de ésta la actualidad. no se logrará solamente con cambios en el marco legal, por más énfasis que se quiera po- ciente coyuntura de aumentos en los pre- ner en ello por parte de las autoridades. Todo cios de los cultivos alimenticios básicos, lo anterior parecerán sólo buenos deseos, a para impulsar programas de desarrollo de la sombra de la aguda crisis que se nos viene zonas temporaleras orientadas a esos cul- encima, de no ser capaces de sortearla de ma- tivos, en los cuales la profundización del nera adecuada, con el menor perjuicio para los sector financiero deberá desempeñar un mexicanos, especialmente para los que menos papel mucho más relevante del que opera tienen economía unam vol. 6 núm. 16 A escala rural, se recomienda aprovechar la re- 106