8 ORIGINAL R e v. Soc. Esp. Dolor 5: 8-16, 1998 Alteraciones psicológicas, problemas psicosociales y características del dolor en una muestra de pacientes con cáncer avanzado y dolor crónico R. M. Quero A rroyo*, A. Fernández Parra** y R. Gálvez Mateos*** Quero Arroyo R.M., Fernández Parra A., Gálvez Ma teos R. Psychological disorders, psychosocial pr o blems and pain characteristics in a sample of patients with advanced cancer and chronic pain. Rev Soc Esp Dolor 1998; 5: 8-16. situation. © 1998 Sociedad Española del Dolor. Published by Arán Ediciones, S.A. Key words: C a n c e r. Cancer pain. Chronic pain. Psychopathological disorders. Psychosocial pro b l e m s . RESUMEN SUMMAR Y Objetivos: Objectives: Este estudio pretendía determinar las características demográficas, médicas y psicológicas de una muestra de pacientes oncológicos con dolor crónico. The aim of this study was to establish the demographic, medical and psychological characteristics of a sample of oncological patients with chronic pain. Material and methods: Material y métodos: A total of 58 oncological outpatients treated in the Pain Unit (Anesthesia S.) were assessed using the following instruments: stre u c t u red interview. Dartmouth’s Pain Quest i o n n a i re, Anxiety and Depression Hospital Scale and Pain Behavior Scale. Un total de 58 pacientes oncológicos ambulatorios, que eran tratados en la Unidad del Dolor (S. Anestesia) fuero n evaluados con los siguientes instrumentos: una entre v i s t a estructurada, el Cuestionario del Dolor de Dartmouth, la Escala Hospitalaria de Ansiedad y Depresión y el Cuestionario de Conductas de Dolor. Results: Resultados: The results showed frequent psychopathological disord e r s and problems in oncological patients with chronic pain: derpession, anxiety, sleep disorders, nutrition pro b l e m s , sexual disorders and high avoidance levels of daily-life, social, physical and leisure activities. A great number of inter related variables were also found. Los datos obtenidos indican una elevada presencia de p roblemas y trastornos psicopatológicos en pacientes oncológicos aquejados de dolor: depresión, ansiedad, des ó rdenes del sueño, problemas de alimentación, alteraciones sexuales, altos niveles de evitación de actividades cotidianas, sociales, físicas y de ocio. Se encontró igualmente un gran número de variables relacionadas entre sí. Conclusions: Oncological outpatients treated in a pain unit showed a variaty of psychopathological disorders, probably due to their o rganic condition and the pharmalogical treatment, as well as the social and psychological characteristics of their life * Psicóloga. ** Profesor Titular de Universidad. Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico. Facultad de Psicología. Universidad de Granada *** Responsable de la Unidad de Dolor. Unidad de Dolor. Hospital Universitario Virgen de las Nieves. Granada Recibido: 2 4-I V-9 7 . Aceptado: 2 9-X-9 7 . Conclusiones: Los pacientes oncológicos ambulatorios tratados en la unidad de dolor mostraban una serie de alteraciones psicopatológicas debidas probablemente tanto a su situación orgánica y el tratamiento farmacológico recibido como a las características psicológicas y sociales de la situación que viven. © 1998 Sociedad Española del Dolor. Publicado por Arán Ediciones, S.A. Palabras clave: C á n c e r. Dolor de cáncer. Dolor crónico. Alteraciones psicopatológicas. Problemas psicosociales. 32 A LTERACIONES PSICOLÓGICAS, PROBLEMAS PSICOSOCIALES Y CARACTERÍSTICAS DEL D O L O R INTRODUCCIÓN MATERIAL Y MÉTODOS El cáncer es una enfermedad cuya incidencia está aumentando con el paso del tiempo y cuyo síntoma más frecuentemente registrado (1) es el dolor, así como el más preocupante (2) del enfermo oncológico en estado avanzado. Según la OMS (3) al menos 3,5 millones de personas en todo el mundo sufren diariamente el dolor asociado al cáncer. El 38 por ciento de los pacientes en todos los estadios experimentan dolor (4) y el 80 por ciento de ellos en fase avanzada sufren dolor de moderado a severo (5). Existe abundante material ilustrativo sobre la prevalencia de alteraciones psicopatológicas en enfermos de cáncer. De hecho se han detectado en este tipo de pacientes frecuentes reacciones de ansiedad y depresión junto a problemas de sueño, alimentarios, sexuales, sociales, familiares, domésticos, etc. Algunos estudios se han dirigido a determinar los niveles de ansiedad y depresión en enfermos oncológicos (6-9), e incluso a comparar los niveles de prevalencia en los trastornos existentes entre pacientes con diferentes tipos de cáncer (10) y la correlación entre ambos tipos de fenómenos (9). En esta población sanitaria suelen detectarse alteraciones sexuales (11,12), del sueño (13), y efectos psicosociales adversos que alteran las relaciones familiares, sociales, domésticas, laborales, etc. (14-16). Sin embargo, una línea de investigación poco desarrollada es la que se centra en el estudio de la prevalencia y características de los problemas psicológicos en enfermos de cáncer que además sufren dolor crónico. Los diversos estudios comparativos (17-19) que se han realizado en este área han registrado niveles de ansiedad y depresión, más elevados en los pacientes de cáncer con dolor que si no lo padecen. También cabe destacar, que junto a la presencia de cuadro doloroso coexisten otros problemas específicos como son la interferencia del dolor en el sueño, considerándose al insomnio y la hipersomnia como los desórdenes del sueño más comunes. Pero, a pesar de que el dolor tiene importantes consecuencias en la vida del enfermo oncológico, este factor ha sido muy descuidado a la hora de estudiar las características psicológicas en estos pacientes. Por ello, dada su especial relevancia, este trabajo se ha dirigido a determinar el estado psicológico de estos sujetos, estableciendo qué tipo de trastornos son más frecuentes en esta población, y si existe relación entre estos problemas y el dolor que experimentan o el tratamiento que reciben por el mismo. Sujetos 33 9 La muestra estuvo compuesta por 58 pacientes con diagnóstico de cáncer y aquejados de dolor que acudían con carácter ambulatorio a la Unidad del Dolor del Hospital Universitario “Vi rgen de las Nieves” en Granada. Recogida de datos Los datos se recogieron en una dependencia perteneciente a la Unidad del Dolor. Todos los pacientes fueron entrevistados y evaluados aprovechando las revisiones en las que acudían a consulta. Ningún sujeto se negó a intervenir en el estudio firmando su consentimiento informado. Sin embargo, fueron excluidos de la investigación: aquellos sujetos menores de 18 años, los que acudían por primera vez a la consulta, se encontraban hospitalizados, los que por sufrir crisis de dolor en ese momento, no podían mantener la entrevista, si aquejaban deterioro cognitivo, o aquellos enfermos que presentaban dificultades en la comprensión del procedimiento por su escaso nivel cultural. Instrumentos de Evaluación Los instrumentos utilizados para la obtención de los datos fueron los siguientes: 1. E n t re v i s t a Confeccionada específicamente para la realización de este trabajo, consistía en una entrevista estructurada en la que se dejaba al paciente la oportunidad de contestar de forma abierta y sin restricciones a cada una de las preguntas que se le realizaban. Recogía datos referentes a los aspectos demográficos (edad, sexo, localidad, estado civil y nivel educativo); clínicos (tipo de cáncer, duración de la enfermedad, período de dolor, tratamiento analgésico y psicofarmacológico, así como la terapia oncológica); psicológicos (ansiedad, depresión, alteraciones del sueño, alimentarias, sexuales y los niveles de actividad); características del dolor (intensidad, duración, surg i m i e n t o del dolor, horas sin dolor, grado de alivio obtenido por la medicación analgésica, descriptores del dolor, estrategias de afrontamiento al dolor y autopercep- 10 R. M. QUERO ARROYO ET A L . ción ante el dolor); así como el conocimiento del diagnóstico por parte del paciente y el papel modulador de la ansiedad. La valoración del dolor realizada durante la entrevista estuvo basada en el Cuestionario de Dolor de Wisconsin (20), que permite no sólo la evaluación de la intensidad y localización del dol o r, sino también de su historia, causa y, sobre todo, las interferencias que produce el dolor en otras actividades o conductas. En la entrevista se obtenían datos referentes a las alteraciones psicopatológicas. Así se evaluaron: las modificaciones del sueño, de alimentación y sexuales, junto a los trastornos en el estado del ánimo, haciendo especial hincapié en la ansiedad. Para la evaluación de estos trastornos, la entrevista se rigió por los criterios diagnósticos del DSM-III-R (21). Las alteraciones se dividieron en dos categorías: trastornos y problemas. Se identificaban como trastorno cuando cumplía los criterios diagnósticos del DSMIII-R, o bien obtenía una puntuación de 11 o superior en la Escala Hospitalaria de Ansiedad y Depresión (HADS). Si no se cumplían los criterios diagnósticos del DSM-III-R, pero estos producían interferencias importantes en su vida o se obtenía una puntuación entre 7-10 en el HADS, la alteración del sujeto era categorizada como problema. 2. Cuestionario del Dolor de Dart m o u t h ( 2 2 ) De los cinco apartados que consta, en este estudio sólo se utilizaron tres, que corresponden a: la localización del dolor, la escala de autopercepción y el registro del tiempo e intensidad del dolor. La localización del dolor consiste en señalar sobre una figura del cuerpo humano las zonas que presentan dolor. La escala de autopercepción consta de siete estados afectivos: tensión o ansiedad, capacidad de concentración, satisfacción consigo mismo, control percibido de la situación, depresión, irritabilidad y fatiga. En ellos, el sujeto tiene que valorar su estado actual en comparación a su situación anterior libre de enfermedad. Cada estado se valora en una escala que va desde “mucho peor” a “mucho mejor”. Registro del tiempo e intensidad del dolor consiste en una gráfica donde se representan en el eje de abcisas las horas del día, desde las ocho de la mañana a las doce de la noche, tanto del día de ayer como del día de hoy, y en el eje de ordenadas se muestra la intensidad del dolor en una escala de 0 a 10, donde cada item se corresponde con una descripción verbal del dolor. El paciente ha de marcar en cada hora la intensidad de dolor que tuvo. R e v. Soc. Esp. del Dolor, Vol. 5, N.º 1, Enero-Febrero 1998 3. Cuestionario de Conductas de Dolor ( 2 3 ) Dirigido a explorar las actividades cotidianas que el enfermo evita por su dolor, se reestructuró para facilitar su utilización, dividiendo los 49 items que contiene en función del tipo de actividades: cotidianas, sociales, físicas, ocio y conductas de dolor. El paciente debía señalar en cada categoría todas las actividades realizadas durante la semana anterior a la entrevista. 4. Escala Hospitalaria de Ansiedad y Depre s i ó n (HADS) (24) Se usó para evaluar los trastornos de ansiedad y depresión en el contexto hospitalario y consta de dos subescalas que valoran estos parámetros respectivamente. Cada escala tiene 7 items y cada item 4 alternativas que se puntúan de 0 a 3, marcando la que mejor identifique con su estado. Si la puntuación es 7 o menor se califica de “no-caso”. Entre 8 y 10 “dudoso” y de 11 a 21 como “caso” Análisis estadístico de los datos Los datos obtenidos en la evaluación fueron analizados por medio del programa EPIINFO versión 5, de la Organización Mundial de la Salud (Ginebra) y la Epidemiology Program Office Center for Disease Control de Atlanta (EE.UU.). Este programa estadístico fue utilizado tanto para la obtención de los datos descriptivos de la muestra como para establecer relaciones estadísticas entre las variables. Las relaciones entre variables se analizaron mediante la prueba Chi Cuadrado -χ2 - . RESULTADOS La distribución de los sujetos estudiados resultó ser de 20 mujeres frente a 38 hombres y cuyas edades estaban comprendidas entre los 37 y 85 años, con una media de edad de 64 años y una desviación típica de 11. El resto de las variables demográficas se muestran en la Tabla I. Los datos clínicos, su distribución y porcentaje se describen en la Tabla II. Las características psicológicas obtenidas se muestran en la figura 1. El trastorno más prevalente era la depresión y los problemas más frecuentes fueron la ansiedad y la depresión. Respecto a los trastor34 A LTERACIONES PSICOLÓGICAS, PROBLEMAS PSICOSOCIALES Y CARACTERÍSTICAS DEL D O L O R TA B L A I . CARACTERÍSTICAS DEMOGRÁFICAS NÚMERO 45 5 7 1 77,6 8,6 12,1 1,7 RESIDENCIA Rural Urbana 40 18 69 31 EDUCACIÓN Ninguno Primarios Medios Superiores 38 13 5 2 65,5 22,4 8,6 3,4 nos sexuales, las tres cuartas partes de los sujetos no mantenían relaciones sexuales. El 15% manifestaban una pérdida de deseo, el 8% se caracterizaba por una pérdida de placer en sus contactos sexuales, el 3,4% declaraba padecer impotencia sexual y el 1,7% eyaculación precoz. Los pacientes que mantenían relaciones sexuales manifestaban un decremento en su rendimiento sexual, y sólo el 3,4% mantenían un rendimiento sexual igual al que existía previo a la enfermedad. El escaso nivel de actividad mostrado en estos pacientes, por los niveles de evitación, se evaluó en relación a las actividades cotidianas, sociales, físicas, así como aquellas que servían de distracción (Fig. 2). Los parámetros del dolor valorados respecto al día anterior (duración, localización, intensidad, horas sin dolor y el grado de alivio obtenido por la medicación analgésica pautada anteriormente), se presentan en la Tabla III. En algo más de la mitad de los sujetos (58,6%) el dolor fue la causa que los condujo a solicitar ayuda médica. El resto de los participantes informaban que el dolor comenzó tras la aplicación de las técnicas de diagnóstico o tratamiento. Los términos utilizados libremente por cada paciente para describir su dolor fueron comparados a los adjetivos del Cuestionario de Dolor de McGill (25) y la distribución de los términos utilizados se muestran en la Tabla III. Respecto al conocimiento del diagnóstico por el paciente, en 23 casos (39,7%) si lo sabían con certeza y 35 (60,3%) no estaban informados. 35 TABLAII. CARACTERÍSTICAS CLÍNICAS NÚMERO % ESTADO CIVIL Casado Soltero Viudo Divorciado 11 TIPO CÁNCER Oseo Orofaríngeo Ginecológico Pulmón Genitourinario Melanoma Linfoma Digestivo 1 6 9 9 11 4 4 14 DURACIÓN ENFERMEDAD (meses) 0-3 3 4-6 1 7-12 14 13-24 20 25-36 5 37-48 8 + 48 7 % 1,7 10,3 15,5 15,5 18,9 6,9 6,9 23,9 5,2 1,7 24,1 34,5 8,6 13,8 12,1 DURACIÓN TRATAMIENTO DELDOLOR (meses) 0-3 27 46,6 4-6 9 15,5 7-12 12 20,7 13-24 4 8,4 25-36 2 3,4 37-48 2 3,4 48+ 1 1,7 TIPO TRATAMIENTO Nada Paracetamol Antiinflamatorios Opiáceos debiles Opiáceos medios Opiáceos fuertes 1 23 30 20 21 6 1,7 39,1 54,1 34,5 36,2 10,3 TRATAMIENTO PSICOFARMACOLÓGICO Nada 21 Ansiolíticos 15 Hipnóticos 6 Antidepresivos 6 Varios 10 36,2 25,9 10,3 10,3 17,2 TRATAMIENTO ONCOLÓGICO Ninguno 11 Unico 16 Varios 31 19 27,6 53,4 Sobre las estrategias de afrontamiento (activas o pasivas) que emplearon los pacientes ante el dolor las tres cuartas partes (69,4%) utilizan estrategias pasivas para afrontar su dolor (tomar medicación) y 12 R. M. QUERO ARROYO ET A L . R e v. Soc. Esp. del Dolor, Vol. 5, N.º 1, Enero-Febrero 1998 Fig. 1.— Porcentaje de pacientes que presentan los diferentes problemas o trastornos psicológicos evaluados en este estudio. TABLAIII. CARACTERÍSTICAS DELDOLOR NÚMERO DURACIÓN DOLOR Constante Horas Minutos Segundos 27 11 15 1 TABLAIII. (CONT.) % NÚMERO % 46,6 19 25,9 1,7 INTENSIDAD DÍAANTERIOR Alta 21 Moderada 12 Baja 22 Ningún dolor 3 35,1 26 37,9 5,2 HORAS SIN DOLOR Ninguna 7 horas 4-7 horas 1-3 horas 32 12 6 8 55,2 19,7 10,2 13,8 ALIVIO Alto Moderado Bajo Ningún alivio 44 7 6 1 75,8 12 10,3 1,7 DESCRIPCIÓN DELDOLOR No describe Temporal Presión puntual Presión incisiva Presión constructiva Tracción Viveza Apagamiento 29 1 4 1 4 3 8 2 50 1,7 6,8 1,7 6,8 5,1 13,6 3,4 LOCALIZACIÓN DOLOR Una Dos Tres o más 40 7 11 69 12,1 19 MÁXIMAINTENSIDAD Alta Moderada Baja 46 10 2 80,3 17,3 3,4 INTENSIDAD PROMEDIO Alta Moderada Baja Ningún dolor 30 6 21 1 51,7 10,3 36,2 1,7 DOLOR ACTUAL Alta Moderada Baja Ningún dolor 5 9 32 12 8,6 15,5 55,1 20,7 36 A LTERACIONES PSICOLÓGICAS, PROBLEMAS PSICOSOCIALES Y CARACTERÍSTICAS DEL D O L O R 13 Fig. 2.— Porcentaje de pacientes que presentan evitación de diferentes tipos de actividades como consecuencia de su dolor. los otros 18 (30,6%) sólo medidas activas (relajación...). Respecto a la percepción, lo hacían más negativamente el 82,6% de los sujetos con dolor. El 10% sin cambios y en el 3,4% solamente manifestaban percibirse más positivamente. La ansiedad y depresión son dos variables que se han encontrado relacionadas con varias de las alteraciones psicopatológicas analizadas (ver la Tabla IV). La depresión diagnosticada según los criterios del DSM-III-R, estaba relacionada con: la depresión según el HADS, la ansiedad anormal según el HADS, los problemas de la alimentación y las alteraciones del sueño, los trastornos de ansiedad según el DSMIII-R, y el nivel de actividades distractoras. Ta m b i é n existía relación entre la depresión según los criterios del DSM-III-R y la máxima intensidad del dolor y el grado de alivio obtenido por la medicación analgésica. La presencia de una depresión según el HADS se relacionaba con: la presencia de depresión DSM-IIIR, las alteraciones del sueño y de la alimentación, los trastornos de ansiedad según el DSM-III-R, la ansiedad anormal según el HADS y el alivio obtenido por la medicación. También se relacionaba con el nivel de evitación de actividades cotidianas, sociales y distractoras. Por último, la ansiedad, según el DSM-III-R se ha encontrado relacionada con: las alteraciones del sueño, la depresión según el HADS, la depresión según el DSM-III-R, la ansiedad anormal valorada con el 37 TABLA IV. RELACIÓN DEPRESIÓN Y ANSIEDAD CON OTRAS VARIABLES VARIABLES χ2 p DEPRESIÓN DSM-III-R CON: Depresión HADS Ansiedad HADS Alt. alimentación Alt. sueño Ansiedad DSM-III-R Intensidad dolor Alivio por medicac. Actividades ocio 26,64 6,51 4,34 8,46 6,11 13,38 9,84 4,85 0,000002 0,01 0,03 0,003 0,01 0,0001 0,001 0,03 DEPRESIÓN HADS CON: Depresión DSM-III-R Alt. sueño Alt. alimentación Ansiedad DSM III-R Ansiedad HADS Alivio por medicac. Activ. cotidianas Activ. sociales Activ. distractoras 26,64 24,34 14,23 13,71 6,51 11,65 6,74 7,10 6,86 0,000002 0,000005 0,0008 0,001 0,01 0,02 0,03 0,03 0,03 ANSIEDAD DSM-III-R CON: Alt. sueño Depresión HADS Depresión DSM-III-R Ansiedad HADS Activ. distractoras 8,14 13,71 6,11 9,70 7,82 0,004 0,001 0,01 0,001 0,005 8,54 2,55 9,70 6,51 6,51 0,01 0,2 0,001 0,01 0,01 ANSIEDAD HADS CON: Alt. sueño Alt. alimentación Ansiedad DSM-III-R Depresión HADS Depresión DSM-III-R 14 R. M. QUERO ARROYO ET A L . HADS, y el nivel de evitación de actividades distractoras. Igualmente, se ha encontrado conexión entre la presencia de una ansiedad patológica valorada mediante el HADS y: las alteraciones del sueño, alimentación, la ansiedad anormal según los criterios del DSM-III-R, y la depresión según los criterios del HADS y según los criterios del DSM-III-R. DISCUSIÓN La mayoría de los sujetos de este estudio tenían edades comprendidas entre 61 y 70 años, eran varones, casados, residentes en el ámbito rural (no vivían en la capital de la provincia) y de escaso nivel cultural. La procedencia rural de los pacientes y su nivel sociocultural, podrían venir determinados por dos razones fundamentales. En primer lugar, las propias características de la población andaluza y granadina, predominantemente rural. En segundo lugar, el carácter público del centro hospitalario en el que se realizó el estudio, y que puede tener como consecuencia que algunos pacientes oncológicos de mayor poder adquisitivo y educativo busquen asistencia sanitaria en otros centros ajenos a la red pública. El núcleo central del estudio son los índices de prevalencia de las diversas alteraciones psicopatológicas que presentaban los pacientes de cáncer con d o l o r. Las alteraciones evaluadas según dos procedimientos de diagnóstico diferentes, el DSM-III-R y el HADS, presentan criterios de evaluación diferentes. El primero, incluye entre otros los componentes somáticos de la depresión. Según diversos autores (2631), cuando se evalúa la depresión en pacientes con sintomatología orgánica, utilizando este tipo de sistema, es difícil determinar si estas características somáticas son propias de la enfermedad y su tratamiento, o son parte de la depresión propiamente dicha. El segundo procedimiento —HADS—, fue diseñado para evaluar la ansiedad y depresión en ambientes hospitalarios y no contempla para el diagnóstico items de contenido orgánico. Así, contamos con dos métodos diferentes. En consecuencia, los índices de prevalencia arrojados por cada procedimiento deberían presentar algunas diferencias. Por ello, en función de la heterogeneidad y diversidad de estudios realizados, la comparación de resultados entre ellos resulta difícil. En este estudio ambos procedimientos diagnósticos arrojaron resultados muy similares para los dos tipos de alteraciones, detectando en la misma población similares tipos de problemas. Debe matizarse que los índices de presentación de las alteraciones psicopatológicas en los pacientes on- R e v. Soc. Esp. del Dolor, Vol. 5, N.º 1, Enero-Febrero 1998 cológicos con dolor crónico pueden en realidad ser más elevados, ya que en el estudio los pacientes que no podían ir a la consulta, no querían, o no les apetecía ir, no tenían por qué hacerlo. En tales circunstancias, podría ser que los pacientes con mayor número de alteraciones, tanto médicas como psicológicas, no hayan sido evaluados, lo cual puede estar sesgando los datos obtenidos. Conclusiones similares pueden extenderse a otras variables. Respecto a los fármacos dirigidos a controlar el d o l o r, la medicación derivada de los opiaceos destaca por ser la más recetada. Sin embargo, los opiaceos fuertes como la morfina sólo eran utilizados en un 10% de los casos. A pesar de que el número de pacientes con prescripción de morfina es pequeño, el dolor se encontraba bien controlado entre ellos. Estos resultados divergen de los obtenidos por otros autores (32), quienes encontraron que aunque era escaso el número de sujetos que tenían prescrita morfina, la mitad de los pacientes presentaban un dolor incontrolado, quejándose de la escasa utilización que se hace de la morfina en el alivio del dolor. En gran parte este hecho deriva de la mayor atención prestada en la literatura a resaltar los inconvenientes de los derivados morfínicos, mientras que no se resaltan sus enormes beneficios en el manejo del dolor (33), aunque estos fármacos, como otros, no están exentos de efectos colaterales. Retomando las relaciones de la depresión con otras variables, se ha encontrado que está relacionada con problemas de alimentación (pérdida de apetito) y sin e m b a rgo, no está claro si estos problemas son de carácter orgánico o forman parte de otros trastornos psicopatológicos, como son los problemas del sueño (insomnio) y el nivel de actividad disminuido del sujeto. En el alivio del dolor se considera prioritario el mantenimiento de un elevado grado de actividad física y capacidad de comunicación, por encima incluso del control del dolor (34). Pero ante este objetivo hay que tener presente que el cáncer y su tratamiento producen secuelas (p.ej. debilidad en los brazos, pérdida de miembros, etc.) que dificultan o impiden la realización de determinadas tareas, pudiendo ser una de las razones que incrementan el nivel de evitación en la funcionalidad. Sin embargo, el hecho que algunas actividades sean más evitadas que otras, en función de sus características y no del esfuerzo, podría indicar la existencia de problemas motivacionales que convendría estudiar en futuros trabajos. Por otra parte, la relación hallada entre la depresión y los problemas de alimentación, sueño y el nivel de actividad, es lógica, puesto que estos tres aspectos forman parte de las características que definen el trastorno que denomina38 A LTERACIONES PSICOLÓGICAS, PROBLEMAS PSICOSOCIALES Y CARACTERÍSTICAS DEL D O L O R mos depresión. Con los datos de este estudio es difícil saber si el dolor afecta causalmente a la depresión (35) o viceversa (36). La prevalencia de las alteraciones psicopatológicas es elevada, como también el número de pacientes que tienen prescrita algún tipo de medicación psicofarmacológica. Es destacable que, si bien la ansiedad no es el trastorno más padecido, sí son los fármacos ansiolíticos los más utilizados. Tal vez la causa de la menor incidencia en los trastornos de ansiedad radique en que estos están siendo tratados desde un punto de vista farmacológico. Debe señalarse que la medicación antidepresiva no sólo tiene propiedades psicofarmacológicas, sino que también actúa de coadyuvante analgésico, es decir, potenciando el efecto de estos, y sobre el control del dolor de origen neuropático. Esta situación puede enturbiar la relación entre la presencia o ausencia de trastorno depresivo y la prescripción de una medicación antidepresiva (37). Es conveniente destacar aquí que en este estudio no se excluyó a ningún paciente por tomar psicofármacos. Como muestran los datos, algo más del 63 % de los pacientes de la muestra recibían este tipo de medicación. Si se hubiesen eliminado del estudio habrían surgido dos importantes problemas. En primer l u g a r, la muestra no habría sido representativa de la población de pacientes con cáncer avanzado y dolor crónico atendidos en esta unidad del dolor. En segundo lugar, los datos ofrecidos sobre prevalencia y distribución de las alteraciones psicopatológicas en este tipo de pacientes habrían estado sesgados de forma importante. No debe olvidarse que en cualquier población que se estudie, una parte más o menos importante de las alteraciones psicopatológicas pueden estar inducidas por psicofármacos, relacionadas con ellos, e incluso pueden ser debidas a alteraciones médicas independientes de la medicación. En cualquier caso, aunque establecer los factores biológicos, psicológicos o sociales que pueden ser responsables de este tipo de alteraciones en pacientes oncológicos con dolor es un tema de investigación que necesita ser desarrollado, excede en mucho a los objetivos y posibilidades de este estudio. En resumen, el estudio indica que los pacientes oncológicos con problemas de dolor crónico presentan una serie de alteraciones de carácter psicológico, fundamentalmente depresión y alteraciones por la ansiedad. Resulta, sin embargo, difícil establecer el origen de tales problemas ya que son muchos los factores que podrían estar influyendo en su aparición (p.ej.: tipo de cáncer, intensidad, tratamiento farmacológico recibido, etc...). En este trabajo se han identificado algunas de estas relaciones, pero sería 39 15 necesario un estudio diferente para profundizar en ellas. C o rre s p o n d e n c i a . Rosa M.ª Quero A r r o y o Departamento de Personalidad, Evaluación y Tr a t a m i e n t o Psicológico. Facultad de Psicología Universidadde Granada. 18071 Granada Telf.: (958) 24 37 54 BIBLIOGRAFÍA 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. Ogle KS, Warren D, Plumb JD. Pain management in advanced cancer. Cancer Diagnostic and Tr e a t m e n t , 1992; 19: 793-805. Mateo D, Limonero JT, Comas MD, Bayés R, Roca J. En Limonero JT. Algunas aportaciones de la psicología al ámbito de los enfermos en situación terminal. Anuario de Psicología, 1994; 61: 85-92. World Health Organization. Cancer pain relief. 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A m e d i d a que se tienen más datos se están evaluando de nuevo las limitaciones de esta técnica en relación a las consideraciones técnicas del cáteter, en los casos con dolor neuropático y al coste. Las infusiones epidurales en el tratamiento del dolor no maligno pueden demostrar su eficacia en tratamientos prolongados para cuadros que acaban resolviéndose con el tiempo. También se están utilizando cada vez más como instrumento de prueba antes de implantar sistemas permanentes de infusión por bombeo. E. Calderón 40