inhibitoria, competencia por. interpretacion del articulo 106

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257944. . Pleno. Sexta Época. Semanario Judicial de la Federación. Volumen LXIX, Primera Parte, Pág. 16.
INHIBITORIA, COMPETENCIA POR. INTERPRETACION DEL ARTICULO 106
CONSTITUCIONAL Y 36 DEL CODIGO FEDERAL DE PROCEDIMIENTOS CIVILES.
El artículo 106 constitucional se refiere a cuestiones de competencia suscitadas
exclusivamente entre tribunales, como lo confirma con mayor amplitud el artículo 11,
fracción V de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación. No se configura el
conflicto competencial previsto por dichos artículos, cuando el desacuerdo tocante a la
competencia no se produce entre tribunales, sino que proviene de un particular, inconforme
con que el tribunal que él estima competente se allane a reconocer la competencia ajena.
Quiere decir, por tanto, que las partes en los conflictos competenciales previstos por el
artículo 106, sólo pueden ser los tribunales, independientemente de que éstos a su vez hayan
sido excitados por las partes en el juicio, en los términos de las leyes secundarias. Aunque en
su texto literal el artículo 106 de la Constitución no plantea dudas, sin embargo el problema
surge en presencia del párrafo tercero del artículo 36 del Código Federal de Procedimientos
Civiles, que dice así: "Luego que el tribunal requerido reciba el oficio inhibitorio, acordará la
suspensión del procedimiento, y, en el término de cinco días, decidirá si acepta o no la
inhibitoria. Si las partes estuvieren conformes al ser notificadas del proveído que acepte la
inhibición, remitirá los autos al tribunal requirente. En cualquier otro caso, remitirá los autos
a la Suprema Corte, comunicándolo así la requirente, para que haga igual cosa". El párrafo
que se acaba de transcribir se presta a varias interpretaciones. Una de ellas, que atiende
preferentemente al sentido literal, considera que hay dos hipótesis en el precepto; consiste la
primera en que las partes estuvieren conformes con la inhibición aceptada por el tribunal
requerido, caso en el cual por disposición expresa el requerido remitirá los autos al
requirente; se da la segunda hipótesis cuando simplemente no opera la primera, es decir,
cuando alguna de las partes no estuviere de acuerdo con que el tribunal requerido acepte la
inhibición. Esta segunda hipótesis no está prevista expresamente en el precepto, pero se la
hace derivar de que, al decir el artículo "en cualquier otro caso", se está refiriendo
tácitamente al caso contrario del previsto expresamente, o sea al caso en que no hay
conformidad de las partes con el allanamiento del tribunal requerido. Así configurada dicha
hipótesis, el precepto dispone que en tal caso el tribunal requerido "remitirá los autos a la
Suprema Corte, comunicándolo así al requirente, para que haga igual cosa". Es entonces
cuando surge, según la interpretación expuesta, la competencia de la Suprema Corte para
conocer del caso. Como se ve, no se trata en la hipótesis legal de un conflicto entre
tribunales, puesto que los dos posibles contendientes están de acuerdo en que la competencia
corresponde al requirente. En tales condiciones, sólo cabe entender que la diferencia de
criterio se da exclusivamente entre un litigante y el tribunal requerido, por cuanto al litigante
no está conforme con que el requerido acepte la inhibición. Hay que convenir, por tanto, que
de entender así el precepto, lo que éste instituye es un recurso o medio de defensa en favor
del litigante cuya pretensión no fue acogida por el tribunal requerido, de quien solicitó que
sostuviera su competencia frente al requirente. De admitir que de tal cuestión puede conocer
la Suprema Corte, ello sería por virtud del artículo 36 del Código Federal de Procedimientos
Civiles, pero no por el artículo 106 de la Constitución, ya que no existe conflicto
competencial entre tribunales, para resolver los cuales, y sólo para ello, otorga facultades este
último artículo a la Suprema Corte. Además de que los tribunales, en la situación prevista, no
concurrirían ante la Suprema Corte como partes en litigio desde el momento de que no hay
entre ellos controversia alguna, debe observarse que la Corte tendría que resolver entre estas
dos tesis opuestas: la del tribunal requirente, que ha sido aceptada por el requerido, y la de la
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257944. . Pleno. Sexta Época. Semanario Judicial de la Federación. Volumen LXIX, Primera Parte, Pág. 16.
parte en el juicio que se opone a dicha tesis, lo cual no sería a todas luces ejercicio de la
facultad de "dirimir las competencias que se susciten entre los tribunales", que otorga el
artículo 106 a la Suprema Corte. Diferenciadas de este modo ambas facultades, la que
confiere el mandamiento constitucional y la que pretende atribuir a la Corte el precepto de la
ley secundaria, sólo falta esclarecer que este último sería inconstitucional si se entendiera
que, como se deriva de la interpretación comentada, otorga a la Corte una facultad que no
consta en la Constitución. En efecto, el artículo 124 de la Ley Suprema establece como
únicas facultades de los poderes federales las que expresamente les concede la propia
Constitución, de tal manera que sería contrario a dicho precepto el que una ley secundaria,
como es el Código Federal de Procedimientos Civiles, otorgará a la Suprema Corte el
conocimiento de una cuestión competencial distinta de las que de manera limitada y expresa
le confiere el artículo 106 de la Constitución. A fin de eludir la tacha de inconstitucionalidad
que merecería el artículo 36 del referido código en caso de interpretarse en la forma expuesta,
y teniendo en cuenta que el mismo artículo no es suficientemente claro para obligar a una
sola interpretación, el Pleno considera que es susceptible de admitir su texto otro sentido, en
concordancia con el artículo 106 de la Constitución. En ese orden de ideas, la expresión "en
cualquier otro caso" que emplea el artículo 36, sólo cabe entenderla constitucionalmente
como referida al caso en que el tribunal requerido no acepta el oficio inhibitorio del tribunal
requirente, caso del que no habla expresamente el artículo 36 y que es, sin embargo, el que
surte la competencia de la Corte conforme al artículo 106.
Competencia 37/62. Suscitada entre el Juez Segundo de Primera Instancia de Coatzacoalcos
Veracruz y la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, Número Trece, de Coatzacoalcos
Veracruz. 12 de marzo de 1963. Mayoría de doce votos. Disidentes: Rafael Rojina Villegas,
José Rivera Pérez Campos, María Cristina Salmorán de Tamayo, Manuel Yáñez Ruiz y
Angel Carvajal. La publicación no menciona el nombre del ponente.
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