NOTA DEL ESCRITOR SE TRATA DE UN RELATO VERÍDICO O TESTIMONIO. El fin de este libro es narrar el dramatismo extremo de lo vivido. Una experiencia excepcional e impresionante en la vida. Pocos viven para poderla narrar y para revivirla públicamente escribiendo sobre ella. El caso del Vuelo 052 de Avianca es insólito en la historia de la aviación moderna, causado por el agotamiento total de combustible. Producto de una serie de errores humanos; de comportamiento irresponsable, imprudente y temerario; así como de enorme negligencia, incompetencia y torpeza en el manejo de un vuelo regular de una aerolínea. La aeronave, con 158 almas abordo nunca llegó a su destino y se estrelló contra una ladera en una zona de bosque a escasos 23 kilómetros de la pista del aeropuerto John F. Kennedy en Nueva York a las nueve y treinta y cinco de la noche del 25 de enero de 1990. En esa noche funesta 73 personas murieron casi instantáneamente y 85 sobrevivimos milagrosamente, la mayoría con lesiones de tal gravedad que nuestra salud física y espiritual quedó comprometida y afectada para siempre. 11 20 minutos antes… 20 años después - La historia del Vuelo 052 de Avianca Todos quedamos incapacitados total o parcialmente, en forma permanente, angustiados mentalmente de por vida, sentenciados a no poder obtener un seguro de salud o de vida e invadidos por una tremenda incertidumbre sobre la salud futura y el porvenir. No existe compensación o indemnización monetaria que pueda resarcir daños tan gigantescos, las vidas truncadas, las familias destruidas y la salud alterada. La parte factual del relato de esta tragedia excepcional está basada en hechos reales, documentados e irrefutables. Se trata aquí de una historia única, veraz, cierta, narrada por uno de los que la vivió lo más intensa y plenamente posible. Muy de cerca, en forma completa y total. En mi carácter de abogado y jefe electo del grupo Víctimas de Avianca 052, que reunió en su momento a la gran mayoría de los afectados, ayudé como pude, en el más amplio sentido de la palabra, a todos los que lo solicitaron, consolándolos, animándolos, aconsejándolos e interesándome por sus casos y por sus vidas hasta el punto que tenía que revisar con ellos su correspondencia o acompañarlos a las reuniones con sus respectivos abogados. Cuando el Editor me invitó a escribir este libro, mi primera reacción fue de rechazo. Sabía que revivir los crudos y penosos recuerdos de algo que había superado o al menos dejado atrás en mi vida, no era un ejercicio que me llamara la atención. Pero, poco a poco, con el correr de los días me di cuenta de que si no contaba la historia de esta tragedia era posible que la misma se perdiera y que sus causas mediatas 12 Néstor Zárate e inmediatas nunca fueran conocidas. Mi aspiración es continuar batallando como activista para mejorar la seguridad aérea con las organizaciones internacionales que ya existen y de las cuales soy miembro. Y estar allí, sin condiciones, para los que necesiten de mi experiencia y conocimientos para familiares, sobrevivientes, víctimas y así logren enfrentar sus tragedias futuras, contando con una mano amiga y experimentada y con las herramientas necesarias para poder salir adelante. Los comentarios, basados asimismo en la realidad, han sido narrados con diálogos adaptados conforme a las grabaciones y a los intercambios reales en la Corte Federal. Algunos personajes son compuestos con el fin de evitar problemas y se refieren al proceso legal posterior al siniestro. Ejercicio necesario en un evento de esta clase y complejo por su naturaleza, como cualquier procedimiento judicial, pero en especial por las circunstancias singulares de esta tragedia. Todo se ajusta a lo ocurrido en los tres años de lo que llamo la segunda victimización y en la Corte Federal de Nueva York, así como entre bastidores en las negociaciones con los contrincantes en la controversia legal. Enseguida nos asomamos a las vidas de sobrevivientes y familias que perdieron a sus seres queridos en esta tragedia. La lucha muy dura y larga de los primeros para recuperarse de sus heridas físicas y síquicas y de los segundos para aprender a vivir sin sus seres queridos. Para los familiares de los fallecidos y los sobrevivientes, enfrentarse al instinto de supervivencia, al miedo extremo, a la impotencia, al senti13 20 minutos antes… 20 años después - La historia del Vuelo 052 de Avianca miento profundo de vulnerabilidad y al sentido de pérdida. También examinamos el trabajo admirable de los sicólogos de los niños y adolescentes (y sus familias), para ayudar a mitigar el inmenso trauma sufrido por las lesiones y la pérdida de seres queridos, en su mayoría padres, esposos, hermanos y miembros de su familia inmediata. Todos han colaborado voluntariamente, con sus memorias y su dolor, para ayudar a hacer posible este libro. Para efectos de este relato se utilizan identidades reales, la del autor y su experiencia personal, así como quienes han dado su autorización para que sus nombres sean mencionados. Se han cambiado los nombres de quienes así lo solicitaron para proteger la privacidad de las víctimas y de sus familias. También para salvaguardar la honra de los profesionales envueltos en esta desgracia que, o por sus acciones u omisiones o por razones de idiosincrasia o cultura, cometieron errores que hicieron posible el siniestro o posteriormente contribuyeron a victimizarnos nuevamente, durante el largo proceso legal que después de tres años de lucha logró establecer –lo que era conocido casi desde el primer momento– las responsabilidades en esta terrible calamidad. Esta parte nos pone en contacto directo con algunos aspectos de la cultura del encubrimiento, el celo burocrático, la codicia, la complicidad, la incompetencia y tantas otras manifestaciones indescriptibles del comportamiento humano, la mayoría de las mismas horribles y despreciables por lo innecesarias y por las bajas motivaciones que alimentan estas actitudes y 14 Néstor Zárate conductas. Se menciona, destaca y agradece la labor de los socorristas, el personal médico y muchos otros que auxiliaron desde el primer momento. Todos admirables por su valentía y bondad. En la parte final se publica la lista de los pasajeros y de la tripulación y también se ofrecen fotografías y documentos relacionados con este único y extraordinario caso, con la esperanza de encontrar en alguna parte sentido a esa gran calamidad que nos aconteció y que nos acompaña hasta el final. Se puede hablar de superación, de recuperación, de cicatrización de nuestras heridas físicas y espirituales, pero la magnitud del terror indescriptible que vivimos esa noche y de allí en adelante, siempre estará con nosotros. Muchos han tratado de distanciarse –de alejarse– de ese triste capítulo de sus vidas, pero es imposible escapar a la realidad de lo ocurrido y al horror de lo vivido. La parte gráfica ilustra un aspecto escalofriante de la historia y de lo brutal que fue lo que se vivió esa noche. En una nota, para concluir, se informa sobre la existencia de organizaciones que ayudan a los sobrevivientes, víctimas y familias de catástrofes aéreas. La aspiración es que sea de utilidad para los que vienen después de nosotros, porque a pesar de los adelantos en la tecnología, la seguridad y el mantenimiento, desgraciadamente los desastres aéreos continuarán ocurriendo con regularidad. 15