Los Relatos del Abuelo Por: María Alejandra Guerra – 11º.A Era la hora acostumbrada para hablar con el abuelo. El nieto embelesado, escuchaba cómo el viejo Arturo le contaba a su hermano mayor, un adolescente muy inquieto, el verdadero significado de las batallas asombrosas y grandiosas de los héroes épicos. Y qué mejor, decía el abuelo, que centrarnos en las narraciones y hechos de los héroes del pueblo. Ellos siempre buscan el honor y la gloria, por medio de su fuerza, bravura, valor e inmensas proezas. Eran bellos, fuertes ágiles y veloces. Mostraban ser muy seguros de sí mismos, bondadosos, y tenían una aguda inteligencia. ¡Conseguían lo imposible! Dicen las leyendas, afirmaba el abuelo, mientras sus nietos lo escuchaban atentamente, que en todas las épocas se ha elevado al héroe a un nivel de grandeza sobrehumano. - - - - - - Abuelo, aconséjame un buen libro para conocer historias épicas, dijo el nieto mayor ¡Claro hijo! Indiscutiblemente, las obras de Homero, “La Iliada” y “La Odisea”, ¡son las que más me gustan! Las epopeyas son instrumentos educativos, en los que se presentan los modelos extraordinarios de hombres héroes que son ejemplos de vida… Todos debemos leer este tipo de obras, dijo el nieto mayor. ¡Claro hijos! Y tú Javier, le dijo al nieto menor, debes leerlos en libros infantiles, cómics aptos para tu edad y muy fáciles de entender, para que aprendan los valores y vivencias que hacen grandes a los hombres. ¡Los leeremos! dijeron los nietos y el abuelo feliz les contó: En la Iliada, por ejemplo, me gusta el párrafo donde Diomedes es herido por Pándaro en el canto V de la Ilíada. Pándaro exhortó a los troyanos a continuar la lucha aprovechando la herida de Diomedes y, más tarde, es Atenea quien incita al hijo de Tideo a continuar en la lucha. “[Diomedes] fue a meterse entre los combatientes de las primeras líneas; […] ya entonces un coraje arrebatóle tres veces tan enorme, como al león al que un pastor que guarda en el campo, sus lanosas ovejas ligeramente hiriera, cuando saltado había por encima del aprisco, pero no lo domara…” De esta manera la idea del héroe se configura por dos cualidades: por un lado, el héroe cuenta con una gran fuerza y destreza físicas comparadas a la energía salvaje de una fiera y, por otro, el héroe es protector, cuidador y guía de su gente. Se podría decir abuelo que, en la actualidad nuestros deportistas en los olímpicos de Londres, fueron unos verdaderos héroes guerreros que lucharon por sus ideales, demostraron su casta de gladiadores, algunos cayeron muchas veces como Oquendo (el representante de bicicrós), que cayó tres veces, pero mostrando su coraje y grandeza anímica, después de muchas vicisitudes, nos dio la medalla de plata. La idea del héroe se muestra por su gran fuerza mental y destreza físicas comparadas a la energía salvaje de una fiera. Pero también todos los medallistas, Mariana Pajón, Ibargüen, que con tan pocos recursos, sin espacios para entrenar, la mayoría muy humildes, con necesidades de todo tipo, fueron unos verdaderos guerreros que dejaron sus gotas de sudor para darle alegría a sus familias y al país. Repuso el abuelo. Por eso son nuestros héroes, guerreros épicos dignos de imitar… ¡Gracias abuelo por tus enseñanzas! Leeré sobre los héroes griegos y tomaré lo mejor de cada uno para mi vida. Arturo y niños, ya está lista la cena -se escucha gritar a la abuela desde la cocina-. Está deliciosa, es el plato favorito del abuelo y no se puede dejar enfriar. ¡Además hay dulces para los niños! Después de cenar pueden continuar con su charla. Tienes a los niños muy atentos y concentrados, -dijo la abuela-. ¿De qué hablaban? Si supieras abuela -dijo el nieto mayor-. De un tema que me ha llenado de ilusiones y que aprenderé con gran interés. Quiero ser un guerrero modelo de valentía, un héroe de mi época, un modelo a seguir…