La CSJN impide el ejercicio de Acción Colectiva por justificarse la

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La CSJN impide el ejercicio de Acción Colectiva por justificarse la acción
individual
Por Sergio Alberto Bloise*
I- El 27/11/2014 la CSJN in re “Consumidores Financieros Asociación civil p/ su defensa c/ Prudencia Cía.
Argentina de Seguros Grales. S.A. s/ ordinario” rechazó el recurso extraordinario interpuesto por una Asociación de
Consumidores que pretendía: a) la nulidad de aquellas cláusulas del contrato de seguro automotor que establecían
exclusiones de cobertura en razón del parentesco o vínculo entre el damnificado directo con el asegurado, o con el
conductor, o con el titular registral del automotor siniestrado, al momento de ocurrido el accidente; y b) la condena a la
aseguradora a pagar una suma de dinero a los miembros del colectivo representado (integrado por los sujetos excluidos de
la cobertura de las indemnizaciones) que hubieren sido perjudicados por estas cláusulas en los diez años anteriores a la
promoción de la demanda. De ese modo la Corte dejó firme la decisión de la Sala B de la Cámara Nac. de Apelaciones en
lo Comercial, que había confirmado el fallo de primera instancia rechazando la demanda colectiva.
II- Para decidir de esa manera, el máximo tribunal recordó que las asociaciones de usuarios y consumidores
cuentan con legitimación para iniciar procesos judiciales colectivos en defensa de derechos de incidencia colectiva
referentes a intereses individuales homogéneos 1 (“PADEC c. Swiss Medical S.A. s/ nulidad”; “Consumidores Financieros.
Asoc. Civil p/ su defensa c. La Meridional Comp. Arg. de Seguros S.A. s/ ordinario” y “Consumidores Financieros Asoc.
Civil para su defensa c. Banco Itaú Buen Ayre Argentina S.A. s/ ordinario”). Sin embargo, en tales casos, así como en
“Halabi” 2, la procedencia de la acción colectiva había quedado supeditada al cumplimiento de los siguientes requisitos que
no se dieron en el presente:
1. La verificación de una causa fáctica común, lo que implica la existencia de un hecho único o complejo que
causa una lesión a una pluralidad relevante de derechos individuales. En estos casos no hay un daño a un bien colectivo,
sino enteramente individual pero, la causa generadora “fáctica o normativa” es una, lo que “lleva a considerar razonable la
realización de un solo juicio con efectos expansivos de la cosa juzgada que en él se dicte, salvo en lo que hace a la prueba
del daño” 3.
2. Una pretensión procesal enfocada en el aspecto colectivo de los efectos de ese hecho. Es decir que la
pretensión debe estar concentrada en los efectos comunes y no en lo que cada individuo puede peticionar, como ocurre en
los casos en que hay hechos que dañan a dos o más personas y que pueden motivar acciones de la primera categoría 4.
De tal manera, la existencia de causa o controversia, en estos supuestos, no se relaciona con el daño diferenciado que
cada sujeto sufra en su esfera, sino con los elementos homogéneos que tiene esa pluralidad de sujetos al estar afectados
por un mismo hecho.
3. La constatación de que el ejercicio individual no aparece plenamente justificado. Aclara la Corte que ello
significa que el interés de cada miembro que compone la “clase”, no debe justificar la promoción de una acción individual
(por ser de menor cuantía, por ejemplo). Sin embargo tal requisito podría obviarse en aquellos supuestos en los que cobran
preeminencia otros aspectos referidos a materias tales como el ambiente, el consumo o la salud o afectan a grupos que
tradicionalmente han sido postergados, o en su caso, débilmente protegidos.
III- Éste último requisito fue el que -a criterio de la Corte- no se dio en la especie, ya que el ámbito en el cual se
debería discutir la validez de la cláusula cuestionada es el juicio individual que cada damnificado promueva para reclamar
los daños sufridos y en la cual la compañía de seguros, en caso de corresponder, oponga la cláusula de exclusión de
cobertura a aquellas personas alcanzadas por la misma.
De esa manera el máximo tribunal no analizó el fondo de la cuestión que sí tiene gran trascendencia para todos los
consumidores de seguros. Es que, como sabemos, es práctica común de ciertas aseguradoras el no afrontar las
1
Por razones de extensión sólo analizaremos brevemente los “derechos de incidencia colectiva referentes a intereses individuales
homogéneos” (“Halabi” considerandos 12º y 13º y “Mendoza” considerandos 6º y 17º), dejando para otra ocasión los llamados
“derechos de incidencia colectiva que tienen por objeto bienes colectivos” que apuntan a la tutela de un bien colectivo, que pertenece a
toda la comunidad, siendo indivisible y no admitiendo exclusión alguna.
2
En Halabi, la CSJN allanó en gran medida un debate que venía desarrollándose tanto en el ámbito doctrinario como jurisprudencial,
admitiendo la inclusión de la categoría de los intereses individuales homogéneos dentro del concepto de derechos de incidencia colectiva
contemplado en el art. 43, 2° párrafo de la Constitución Nacional. Con ello, el ámbito de esta clase de litigios se ve ampliado más allá de
las tradicionales hipótesis de lesión a bienes indivisibles.
3
Cfr. consid. 12 de la de la mayoría de fundamentos en “Halabi”.
4
Al hablar de acciones de la primera categoría, la Corte se refiere a las de tipo individual, descriptas en el considerando 10 de “Halabi”.
indemnizaciones cuando el siniestro tiene lugar con parientes del asegurado, bajo el argumento conocido como “moral
hazard” o “riesgo moral”, es decir, la posibilidad de que se produzca un fraude del asegurado, en perjuicio de las
Compañías de Seguros 5. Sin embargo, compartimos la opinión de Sobrino en el sentido que el referido argumento no es
más que una “máscara” o engaño sin contenido sustancial, ya que el verdadero motivo de la exclusión radica en el hecho
objetivo que el cónyuge y los parientes son las personas “transportadas” que más viajan en el vehículo asegurado 6,
incrementando el “riesgo” para las aseguradoras.
Ello constituye, a nuestro juicio, una clara cláusula abusiva, por cuanto desnaturaliza irrazonablemente las
obligaciones a cargo del asegurador (conf. art. 37 inc. a ley 24.240 y 1119 del nuevo Código Civil y Comercial).
IV- Para concluir, la solución brindada por la CSJN, en lo atinente a la legitimación, es armónica y congruente con la
propia doctrina sentada en “Halabi” pese a que quedan aspectos poco claros, pues siguiendo el razonamiento de la Corte,
el tercer requisito no es absoluto y pueden promoverse acciones colectivas aún en casos de “grandes daños”, siempre que
la materia se refiera al consumo, medio ambiente o exista un fuerte interés estatal en su protección. Sin embargo en el sub
lite la acción no prosperó, porque a juicio del tribunal, el caso “no revestía trascendencia social, ni se había afectado a un
grupo postergado o débilmente protegido” 7.
No comparto esa solución pues sobran motivos para sostener que las compañías de seguro han vulnerado
sistemáticamente y durante muchos años los derechos de los consumidores. Basta ver las pólizas tradicionales del
mercado y las numerosas cláusulas “irrazonables” de exclusión de cobertura que las aseguradoras siguen oponiendo en
los procesos individuales (claims made, cláusula de robo, y la propia analizada en el fallo, entre otras) para darse cuenta
que los “consumidores de seguros” son -y han sido- sujetos vulnerables, tanto en lo económico, como en lo cognoscitivo 8,
existiendo una clara situación de asimetría entre el grupo y los proveedores de seguros.
En tal sentido la Corte no ha sido clara en la aplicación del tercer requisito de procedencia ya que la “clase”
defendida por “Consumidores Financieros” estaba incluida dentro de la excepción prevista por la propia CSJN respecto de
la regla enunciada. De modo que, a mi entender, no queda definido nítidamente el campo de actuación de esa regla.
Existía un aspecto colectivo común que permitía dar una solución -al menos- parcialmente homogénea: declarar la
nulidad de la cláusula por abusiva. Luego, las afectaciones individuales, heterogéneas, derivadas del mismo hecho,
justificarán reclamos individuales independientes -para la determinación de responsabilidad del asegurado y posterior
liquidación de daños por vía del art. 54 3º párrafo in fine de la LDC, por ejemplo-. Pero esto último no impide la realización
de un proceso colectivo en el cual una asociación de consumidores represente los intereses de todos los afectados en la
medida que esta clase de proceso resulte ser una estrategia adecuada para la eficacia de los derechos de grupos
postergados o débiles 9.
Una vuelta de tuerca ingeniosa al mismo problema, la dio un reciente fallo del Juzgado Nacional en lo Comercial Nº
8, a cargo del Dr. Javier J. Cosentino (Consumidores Financieros Asociación Civil para su Defensa c/ Liderar Compañía
General de Seguros S.A. s/ ordinario) en el cual se planteó la misma temática pero con distinto resultado. En efecto, el
magistrado hizo lugar a la acción colectiva declarando la nulidad de la cláusula, pero rechazó la demanda en lo relativo a la
pretensión de resarcimiento ya que el interés individual en solicitarlo aparecía plenamente justificado. Sin embargo, se
enfocó en la faz preventiva de los daños que puedan acaecer a consumidores afectados (conf. art. 19 C.N. y art. 1710 del
nuevo Código Civil y Comercial) ya que la aseguradora continuaba comercializando pólizas con la estipulación
cuestionada, verificando -de tal manera- la existencia de un “caso” justiciable. Queda por ver qué criterio adoptará la Corte
en caso de que éste proceso llegue a sus manos.
Por lo pronto, el debate sobre ciertos aspectos de los procesos colectivos no está cerrado y, más allá de algunos
ajustes que deberán realizar los jueces y sobre todo nuestro Máximo Tribunal, no hay duda que éste tipo de precedentes
sirven de guía para los operadores del derecho, así como para el legislador, que mantiene el desafío pendiente de regular
mecanismos adecuados para resolver esta clase de conflictos.
*Abogado. Profesor Titular de Derecho del Consumidor y Defensa de la Competencia y Profesor Adjunto de
Derecho Privado II (Obligaciones) en la Universidad Católica de Cuyo.
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“Exclusiones irrazonables de la cobertura del seguro”; Sobrino, Waldo A. R.; LA LEY 11/06/2014 ,1 • LA LEY 2014-C, 1024
“Exclusiones irrazonables de la cobertura del seguro”; Sobrino, Waldo A. R.; LA LEY 11/06/2014 ,1 • LA LEY 2014-C, 1024
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Considerando 7º del fallo de la CSJN. El destacado me pertenece.
8
“Consumidores”; Ricardo Luis Lorenzetti, Editorial Rubinzal Culzoni, p. 38 y ss.
9
“Defensa del consumidor. Proceso colectivo e intereses individuales homogéneos”; Tolosa, Pamela y Ríos, Guillermo C.; RCyS2015II, 11
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