La cantata del café Coffee cantata E n 1734, Johann Sebastian Bach compuso una cantata de las llamadas profanas, en las que alude a la adicción al café. Es una pieza especialmente liviana y jocosa en la que un padre trata infructuosamente, bajo múltiples amenazas, que su hija abandone el hábito de consumirlo. Sin embargo, la muchacha sólo le responde: “¡Ah, qué agradable es el aroma del café! Más sabroso que mil besos y más dulce que el vino moscatel. Café, café necesito tenerlo, y quien quiera complacerme que me regale café.” Es posible que el café se consumiera durante mucho tiempo en lo que actualmente es Etiopía donde crecía en forma silvestre, para luego ser cultivado en Arabia, donde se popularizó debido a la prohibición del alcohol por el Islam. De las leyendas que hablan de su origen, la más conocida es la de Kaldi, un pastor yemenita que veía como sus cabras brincaban sin cesar luego de comer los frutos rojos del cafeto silvestre. Intrigado probó también los granos y al rato estaba bailando como las cabras. La primera venta de café se abrió en La Meca en el siglo XV y los árabes prohibieron la y la cultura exportación de granos crudos, con el objeto de mantener el monopolio de la producción. Sin embargo, un indio llamado Baba Budan logró sacar semillas y cultivar café en Chikamalgur al sur de la India. Posteriormente los holandeses iniciaron su cultivo masivo en Java y de allí se difundió a toda Europa en el siglo XVII. De modo que cuando Bach se estableció en Leipzig en 1723, contratado como maestro de música de la escuela superior de Santo Tomás, el café era la bebida más popular del continente. El salario de Bach era bastante exiguo, y como llegó a tener 13 hijos, le fue necesario aumentar sus ingresos componiendo y ejecutando música no litúrgica; dando clases de canto, e incluso reparando los órganos de las iglesias. Por otro lado, Leipzig era un importante centro comercial con una burguesía pujante y una rica vida musical donde destacaba el Collegium Musicum fundado por Teleman en 1702 con estudiantes de la Universidad de Leipzig. Este conjunto musical actuaba semanalmente en diversos locales de la ciudad, y desde 1723 se instaló en la cafetería de Gottfried Zimmermann, un aficionado a la música que acogió al conjunto e incluso adquirió para ellos una gran cantidad de instrumentos. Bach se interesó prontamente en las actividades del grupo, del que llegó a ser director, ya que para cumplir con las múltiples exigencias de su cargo debió recurrir a los músicos del conjunto de modo de ampliar la pequeña orquesta que había sido puesta a su disposición por las autoridades locales. Los conciertos semanales le permitieron además componer música llamada profana y varias cantatas cómicas como la cantata campestre y la aludida “Cantata del café”, compuesta probablemente como agradecimiento a Zimmermann, que no cobró ninguna cuota al Collegium Musicum por el hospedaje de sus conciertos, ni al público asistente. Los ingresos de Zimmermann provenían exclusivamente de… la venta de café. Referencias bibliográficas 1.- Christoph Wolff. Johann Sebastian Bach, el músico sabio. https://books.google.es/ (accedido: 4 de enero de 2016). 2.- Cantata del café. BWV.211 (1734) http://www.kareol.es/obras/cancionesbach/ bachbwv211.htm (accedido: 4 de enero de 2016). Figura 1. Retrato de Johann Sebastian Bach en 1746 por Elías Gottlob. Museo de Leipzig. Rev Chilena Infectol 2016; 33 (1): 43 Figura 2. Cafetería Zimmermann en la plaza del mercado, Leipzig. Grabado de Johann Georg Schreiber, 1732. Ernesto Payá Hospital Exequiel González Cortés www.sochinf.cl 43