Puntos Sobresalientes Éxodo 27 a 29

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Capítulo 27:
w11 1/10 pág. 10 ¿Lo sabía?
¿Por qué eran tan valorados los olivos en tiempos bíblicos?
▪ Entre las bendiciones que Dios prometió a su pueblo si se mantenía fiel estaban las viñas y los olivares
(Deuteronomio 6:10, 11). En nuestros días, el olivo sigue siendo un árbol muy apreciado allí donde se cultiva. Sin
necesidad de muchos cuidados, puede producir fruto abundante durante cientos de años. Además, crece incluso
en suelos rocosos y es muy resistente a las sequías. Y si por alguna razón se corta el árbol, enseguida salen
rebrotes que pueden convertirse en troncos.
El olivo tenía muchos usos en tiempos bíblicos. La corteza y las hojas se utilizaban como remedio contra la
fiebre. Y la resina con olor a vainilla de las ramas viejas se empleaba para hacer perfumes. Sin embargo, este
árbol se valoraba sobre todo por las aceitunas y, en especial, por su aceite. Se dice que casi la mitad de la pulpa
de una aceituna madura es aceite.
Un buen árbol puede producir 57 litros (15 galones) de aceite al año. El aceite de oliva también se empleaba
como combustible para las lámparas, en ceremonias religiosas o de otro tipo y como cosmético para el cuerpo y
el cabello, así como para tratar heridas y magulladuras (Éxodo 27:20; Levítico 2:1-7; 8:1-12; Rut 3:3; Lucas
10:33, 34).
Capítulo 28:
w02 1/8 pág. 10 párr. 5 Sumisión leal a la autoridad divina
5. Además de establecer jueces, ¿qué otras disposiciones dictó Jehová para cuidar de su pueblo?
5
Jehová dictó otras disposiciones para satisfacer las necesidades espirituales de su pueblo. Aun antes de que
este llegara a la Tierra Prometida, Dios ordenó la construcción de un tabernáculo que constituiría el centro de la
adoración verdadera. También instituyó un sacerdocio para enseñar la Ley, ofrecer sacrificios animales y quemar
el incienso de la mañana y de la tarde. Dios nombró sumo sacerdote de Israel al hermano mayor de Moisés,
Aarón, y designó a los hijos de este para ayudar a su padre en sus funciones (Éxodo 28:1; Números 3:10;
2 Crónicas 13:10, 11).
w94 15/1 págs. 10-11 párr. 5 Jehová gobierna mediante la teocracia
5. ¿En qué sentido gobernaba Jehová a Israel?
5
Ahora bien, ¿cómo gobernaba Jehová a Israel, siendo invisible al ojo humano? (Éxodo 33:20.) Él fue quien
dio las leyes y el sacerdocio a la nación. Los que obedecían las leyes y adoraban a Dios en conformidad con sus
disposiciones, servían al Gran Teócrata, Jehová. Además, el sumo sacerdote disponía del Urim y el Tumim, por
medio de los cuales Jehová Dios expresaba su voluntad en tiempos de crisis. (Éxodo 28:29, 30.) Por otra parte,
hombres capaces de mayor edad actuaban como representantes de Jehová en aquella teocracia y se ocupaban
de que se aplicara la Ley de Dios. Con un examen del historial de algunos de aquellos hombres,
comprenderemos mejor cómo los humanos deben conformarse a la gobernación de Dios.
w87 1/11 pág. 15 párr. 21 “Tienen que ser santos [...]”
21. ¿Por qué es apropiado para nosotros hoy el recordatorio: “La santidad pertenece a Jehová”?
21
Como se ve, hoy el recordatorio desplegado en el turbante del sumo sacerdote es más apropiado que
nunca: “La santidad pertenece a Jehová”. (Éxodo 28:36.) ¡Jehová requiere, sí, exige, que permanezcamos
limpios en todo respecto! Pero ¿cómo, precisamente, puede uno hacer eso? ¿Qué aspectos pudieran necesitar
atención particular? El artículo siguiente considerará estas preguntas.
w84 15/12 pág. 30 ¿Recuerda usted?
¿En qué sentido usaron los escritores bíblicos la palabra “corazón”?
En varios casos se hace referencia al corazón literal, como en Éxodo 28:30 y Salmo 45:5. Pero en casi mil
referencias adicionales el término “corazón” se utiliza en sentido figurado para describir las cualidades
emocionales y morales que forman la persona que somos por dentro.—1⁄9, página 7.
w96 1/8 págs. 15-16 párr. 5 ‘Háganse ustedes mismos santos en toda su conducta’
5. ¿Por qué era consciente Pedro de la importancia de la santidad?
5
¿Por qué tenía Pedro plena conciencia de lo necesaria que era la santidad cristiana? Porque conocía bien el
precio santo que se había pagado para redimir a la humanidad obediente. Escribió: “Ustedes saben que no fue
con cosas corruptibles, con plata u oro, con lo que fueron librados de su forma de conducta infructuosa recibida
por tradición de sus antepasados. Más bien, fue con sangre preciosa, como la de un cordero sin tacha e
inmaculado, sí, la de Cristo”. (1 Pedro 1:18, 19.) Sí, la Fuente de la santidad, Jehová Dios, envió a la Tierra a su
Hijo unigénito, “el Santo”, para pagar el rescate que permitiría a los hombres tener una buena relación con Dios.
(Juan 3:16; 6:69; Éxodo 28:36; Mateo 20:28.)
w04 15/2 pág. 11 párrs. 6-7 Mantengámonos castos salvaguardando el corazón
6, 7. a) ¿En qué consiste la santidad, y por qué es importante para los siervos de Jehová? b) ¿Por qué
podemos estar seguros de que los seres humanos imperfectos podemos reflejar la santidad de
Jehová?
6
El corazón no nos inclinará hacia la castidad de un modo natural, sino que debemos dirigirlo en esa
dirección. Una forma de hacerlo es reflexionar en el auténtico valor de la castidad. Es una virtud muy relacionada
con la santidad, la cual, a su vez, significa pureza, separación del pecado. La santidad es una cualidad preciosa
que forma parte de la naturaleza misma de Jehová Dios. Cientos de versículos bíblicos la atribuyen al Creador.
De hecho, las Escrituras enseñan que “la santidad pertenece a Jehová” (Éxodo 28:36). Pero ¿qué tiene que ver
esta excelsa cualidad con nosotros, que somos seres humanos imperfectos?
7
Jehová nos manda en su Palabra: “Tienen que ser santos, porque yo soy santo” (1 Pedro 1:16). En efecto,
podemos imitar la santidad de Dios; podemos ser puros ante él, mantenernos castos. De forma que cuando nos
abstenemos de cometer actos impuros y deshonrosos, procuramos alcanzar un privilegio preciado y
emocionante: el de reflejar una hermosa característica del Dios Altísimo (Efesios 5:1). No supongamos que eso
está fuera de nuestras posibilidades, pues Jehová es un Amo sabio y razonable, que nunca nos pide más de lo
que podemos dar (Salmo 103:13, 14; Santiago 3:17). Claro, conservar la pureza moral y espiritual requiere
esfuerzo. Sin embargo, el apóstol Pablo indicó que “la sinceridad y castidad [...] se deben al Cristo” (2 Corintios
11:3). ¿Acaso no les debemos a Cristo y a su Padre todo esfuerzo por mantener la castidad? Al fin y al cabo,
ellos nos han mostrado más amor del que jamás podremos darles a cambio (Juan 3:16; 15:13). Tenemos el
privilegio de expresar nuestra gratitud llevando vidas que manifiesten moralidad y pureza. Ver la castidad de esta
manera nos permitirá valorarla y salvaguardar el corazón.
w06 1/11 pág. 22 párrs. 2-3 ¿Nos adherimos al criterio de Jehová sobre las cosas sagradas?
2, 3. a) ¿De qué formas ponen de relieve las Escrituras que Jehová es santo? b) ¿Qué implica tratar el
nombre de Jehová como algo santo?
2
En el hebreo bíblico, la palabra santo expresa la idea de separación, y en el ámbito religioso se aplica a todo
aquello que es apartado del uso corriente o es tenido por sagrado. Jehová es santo en sentido absoluto, y
por eso se le llama el “Santísimo” (Proverbios 9:10; 30:3). En el antiguo Israel, el sumo sacerdote llevaba en el
turbante una placa de oro con la inscripción “La santidad pertenece a Jehová” (Éxodo 28:36, 37). Además, las
Escrituras indican que los querubines y los serafines que rodean el trono de Jehová claman: “Santo, santo, santo
es Jehová” (Isaías 6:2, 3; Revelación [Apocalipsis] 4:6-8). Esta repetición pone de relieve que Jehová es santo,
limpio y puro en grado superlativo. Él es, de hecho, el Origen de toda santidad.
3
El nombre divino, Jehová, es sagrado. El salmista exclamó: “Elogien ellos tu nombre. Grande e inspirador de
temor, santo es este” (Salmo 99:3). Jesús nos enseñó a orar diciendo: “Padre nuestro que estás en los cielos,
santificado sea [o: “sea tenido por sagrado; sea tratado como santo”] tu nombre” (Mateo 6:9, nota). María, la
madre terrenal de Jesús, cantó: “Mi alma engrandece a Jehová, [...] grandes obras me ha hecho el Poderoso, y
santo es su nombre” (Lucas 1:46, 49). Del mismo modo, los siervos de Jehová de la actualidad tratamos su
nombre como algo santo y evitamos hacer cualquier cosa que pueda mancharlo. Además, lo que es sagrado
para Jehová, también lo es para nosotros (Amós 5:14, 15).
w87 1/11 pág. 10 párrs. 1-2 “Tienen que ser santos [...]”
1, 2. a) ¿Qué recordatorio se desplegaba en el turbante del sumo sacerdote, y qué propósito tenía?
b) ¿Por qué es apropiado hoy día un recordatorio de la santidad de Jehová? c) ¿Qué amonestación da
Pedro en cuanto a la santidad?
“LA SANTIDAD pertenece a Jehová.” Esas conmovedoras palabras estaban a la vista de todos, grabadas en
una lámina de oro puro atada al turbante del sumo sacerdote de Israel. (Éxodo 28:36-38.) Eran un
resplandeciente recordatorio de que, a desemejanza de las naciones paganas que rendían homenaje a deidades
inmundas, Israel adoraba a un Dios limpio y santo.
2
Si usted ya es testigo de Jehová, ¿comprende precisamente cuán puro, limpio, santo y justo es el Dios a
quien adora? Puede que difícilmente parezca necesario un recordatorio de una verdad tan elemental. Después
de todo, como pueblo de Jehová hemos sido bendecidos con percepción de “las cosas profundas de Dios”...
complejas profecías bíblicas, la aplicación de principios bíblicos, la doctrina bíblica. (1 Corintios 2:10; compárese
con Daniel 12:4.) Sin embargo, es patente que en algunos hay una falta de aprecio sincero de la santidad de
Jehová. ¿Por qué? Porque cada año miles de personas sucumben a diversas formas de inmoralidad. Otros miles
se arriesgan a sufrir calamidad por acciones que se acercan mucho a violar la ley bíblica. Está claro que algunos
no comprenden la seriedad de las palabras de 1 Pedro 1:15, 16: “De acuerdo con el Santo que los llamó,
háganse ustedes mismos santos también en toda su conducta, porque está escrito: ‘Tienen que ser santos,
porque yo soy santo’”.
w07 15/5 pág. 24 párrs. 11-12 Pronto acabará todo el sufrimiento
11, 12. a) ¿Por qué no hubo lugar para el perdón cuando Adán y Eva pecaron? b) ¿Por qué no tolerará
Jehová el pecado para siempre?
11
¿Podía Jehová sencillamente haber perdonado a Adán y Eva? En este caso no cabía el perdón. Al ser
perfectos, eligieron deliberadamente rechazar la soberanía de Jehová y aceptar la guía de Satanás. Por eso
no hubo ninguna señal de arrepentimiento de parte de los rebeldes. Sin embargo, cuando alguien plantea esta
cuestión del perdón, en realidad se pregunta por qué no rebajó Jehová su norma y toleró el pecado y la rebelión.
Para hallar la respuesta, es preciso tomar en cuenta un rasgo esencial de su naturaleza: su santidad (Éxodo
28:36; 39:30).
12
En la Biblia se recalca la santidad de Jehová cientos de veces, aunque, lamentablemente, pocas personas
en este mundo corrupto entienden lo que implica. Jehová es limpio y puro, y está separado de todo pecado
(Isaías 6:3; 59:2). En cuanto al pecado, él ha dispuesto un medio para expiarlo, o eliminarlo, y no lo tolerará para
siempre. Si Jehová estuviera dispuesto a tolerarlo por la eternidad, no nos quedaría ninguna esperanza para el
futuro (Proverbios 14:12). Al debido tiempo, restaurará toda la creación a un estado de santidad. Y así habrá de
ser, pues es la voluntad del Santísimo.
it-2 pág. 1066 Sumo sacerdote
Las prendas de vestir oficiales. Además de las prendas de vestir de lino que llevaba regularmente, similares
a las de los sacerdotes (Le 16:4), el sumo sacerdote tenía para ciertas ocasiones otras prendas de vestir
especiales de mayor gloria y belleza. Los capítulos 28 y 39 de Éxodo describen el diseño y la confección de estas
bajo la dirección de Moisés según el mandato de Dios. La prenda más interior (aparte de los calzoncillos de lino,
que iban “desde las caderas hasta los muslos” y que todos los sacerdotes llevaban “para cubrir la carne
desnuda”; Éx 28:42) era el traje talar (heb. kut·tó·neth), hecho de lino fino (probablemente blanco) tejido en obra
escaqueada. Al parecer, este traje talar tenía mangas largas, llegaba hasta los tobillos y estaba tejido en una sola
pieza. Alrededor del cuerpo, probablemente por encima de la cintura, llevaba una banda de lino fino torcido tejido
con hilo azul, púrpura rojiza y fibra escarlata carmesí. (Éx 28:39; 39:29.)
El turbante, que era diferente de las prendas para la cabeza que llevaban los sacerdotes, también era de lino
fino. (Éx 28:39.) Tenía adherida a la parte delantera una lámina resplandeciente de oro puro, sobre la que
estaban grabadas las palabras: “La santidad pertenece a Jehová”. (Éx 28:36.) Esta lámina se llamaba “la santa
señal de dedicación”. (Éx 29:6; 39:30.)
w89 1/2 pág. 13 párr. 18 Pactos relacionados con el propósito eterno de Dios
18. ¿Qué otra perspectiva estaba relacionada con el pacto de la Ley, pero por qué era difícil entender
esto?
18
En la inauguración de este pacto temporal, Dios también mencionó este emocionante objetivo: “Si ustedes
obedecen estrictamente mi voz y verdaderamente guardan mi pacto, entonces ciertamente llegarán a ser mi
propiedad especial [...] Y ustedes mismos llegarán a ser para mí un reino de sacerdotes y una nación santa”.
(Éxodo 19:5, 6.) ¡Qué perspectiva! Una nación de reyes y sacerdotes. Pero ¿cómo podría ser eso? Como más
tarde especificó la Ley, la tribu gobernante (Judá) y la tribu sacerdotal (Leví) recibieron responsabilidades
diferentes. (Génesis 49:10; Éxodo 28:43; Números 3:5-13.) Ningún hombre podía ser a la vez gobernante civil y
sacerdote. Sin embargo, las palabras de Dios en Éxodo 19:5, 6 indicaban que, de alguna manera que no se
había revelado aún, los que se hallaban en el pacto de la Ley tendrían la oportunidad de suministrar los
miembros de “un reino de sacerdotes y una nación santa”.
w08 15/8 pág. 15 párr. 17 Honremos a Jehová actuando con dignidad
17. ¿Cómo muestra la Biblia que debemos comportarnos con dignidad al adorar a Dios?
17
Cuando estamos adorando a Jehová, debemos comportarnos con la dignidad que merece la ocasión.
“Guarda tus pies siempre que vayas a la casa del Dios verdadero”, nos recuerda Eclesiastés 5:1. Moisés y Josué
debían mostrar respeto y reverencia a Dios quitándose las sandalias antes de pisar suelo santo (Éxo. 3:5; Jos.
5:15). Y los sacerdotes israelitas tenían que usar calzoncillos de lino “para cubrir la carne desnuda” (Éxo.
28:42, 43). Dicho mandato impedía que se dieran situaciones indecorosas mientras estos servían en el altar.
Además, la familia de un sacerdote debía conducirse de acuerdo con las elevadas normas sagradas y la dignidad
del puesto sacerdotal.
Capítulo 29:
w11 15/8 pág. 8 párr. 2 Esperaban al Mesías
2. ¿Qué significa “Mesías”, y cómo se podría saber quién había sido elegido para serlo?
2
Como judíos que eran, los pastores sabían que la palabra “Mesías”, o “Cristo”, se refería al “Ungido”, es
decir, a la persona escogida por Jehová para desempeñar una función especial (Éxo. 29:5-7). Ahora bien, ¿cómo
podría cualquiera de ellos aprender más sobre el Mesías y convencer a otras personas de que aquel niño era el
elegido para serlo, tal como señaló el ángel? Examinando las profecías de las Escrituras Hebreas que hablaban
del Mesías y observando cómo se cumplían durante la vida del niño.
w96 1/8 pág. 11 párr. 4 ‘Deben ser santos porque yo soy santo’
4. ¿Cómo se ejemplificó la santidad de Jehová en Israel?
4
Todo lo relacionado con la adoración de Israel a Jehová Dios habría de considerarse santo y tratarse como
tal. ¿Por qué? Porque Jehová mismo es el origen y la fuente de la santidad. El relato de Moisés sobre la
preparación del tabernáculo santo y de las vestiduras y la decoración concluye diciendo: “Finalmente hicieron la
lámina resplandeciente, la santa señal de dedicación, de oro puro, e inscribieron sobre ella una inscripción con
los grabados de un sello: ‘La santidad pertenece a Jehová’”. Esta lámina resplandeciente de oro puro se colocó
en el turbante del sumo sacerdote, y significaba que se le había apartado para un servicio de santidad especial.
Ver esta señal inscrita brillar con la luz del sol constituía para los israelitas un recordatorio constante de la
santidad de Jehová. (Éxodo 28:36; 29:6; 39:30.)
w01 1/2 pág. 14 párr. 2 ¿Cumplimos con nuestra dedicación?
2. ¿Qué significa dedicación en la Biblia? Ilústrelo.
2
Ahora bien, ¿qué significa dedicación en el sentido bíblico? Dedicar traduce un verbo hebreo que significa
“mantener separado; estar separado; retirar”. En el antiguo Israel, el sumo sacerdote Aarón llevaba en el turbante
“la santa señal de dedicación”, una lámina resplandeciente de oro puro en la que figuraba en hebreo la
inscripción “La santidad pertenece a Jehová”. Esa señal recordaba al sumo sacerdote que debía evitar todo lo
que profanara el santuario, “porque la señal de la dedicación, el aceite de la unción de su Dios, [estaba] sobre él”
(Éxodo 29:6; 39:30; Levítico 21:12).
w94 1/12 pág. 9 párr. 5 El lugar legítimo de la adoración de Jehová en nuestra vida
5. ¿Qué propósito tenía el tabernáculo en Israel?
5
Israel erigía el tabernáculo en cada uno de los aproximadamente cuarenta lugares donde acampó durante su
marcha por el desierto, y era el punto central de su campamento. (Capítulo 33 de Números.) Por ello la Biblia
dice que Jehová moraba en el mismo centro del campamento de su pueblo. Su gloria llenó el tabernáculo.
(Éxodo 29:43-46; 40:34; Números 5:3; 11:20; 16:3.) Una obra bíblica comenta: “Este santuario portátil era de
primerísima importancia, pues suponía un punto de reunión para las tribus. Las mantuvo unidas durante los
largos años en que vagaron por el desierto e hizo posible que obraran de común acuerdo”. (Our Living Bible.) Es
más, el tabernáculo era un constante recordatorio de que la adoración del Creador era el punto central de la vida
de los israelitas.
w96 1/7 págs. 9-10 párr. 10 ‘Una casa de oración para todas las naciones’
10. ¿Cuáles eran algunas de las ofrendas que se hacían sobre el altar de los sacrificios?
10
Todas las mañanas y todas las tardes se ofrecía en holocausto sobre el altar un carnero expiatorio joven
acompañado de una ofrenda de grano y una libación. (Éxodo 29:38-41.) Se hacían otros sacrificios en días
especiales. A veces era necesario presentar una ofrenda debido a un pecado concreto de índole personal.
(Levítico 5:5, 6.) En otras ocasiones, un israelita podía ofrecer voluntariamente un sacrificio de comunión, en el
que los sacerdotes y el oferente comían distintas porciones de la víctima. Este hecho denotaba que los humanos
pecadores podían tener paz con Dios y, por decirlo así, disfrutar de una comida con él. Incluso los residentes
forasteros podían hacerse adoradores de Jehová y tener el privilegio de presentar ofrendas espontáneas en la
casa de Dios. No obstante, en muestra de la honra que se debe a Jehová, los sacerdotes solo podían aceptar
ofrendas de óptima calidad. La harina de las ofrendas de grano debía estar finamente molida y las víctimas
animales no debían tener ningún defecto. (Levítico 2:1; 22:18-20; Malaquías 1:6-8.)
w09 15/7 pág. 6 párrs. 14-15 Busquemos los tesoros “cuidadosamente ocultados” en Cristo
14, 15. a) ¿Para qué utilizaban los siervos de Dios de la antigüedad ovejas y otros animales? b) ¿Por qué
es “el Cordero de Dios” un tesoro incomparable?
14
Jesús es “el Cordero de Dios” (Juan 1:29, 36). En tiempos bíblicos, un medio importante para acercarse a
Dios y obtener su perdón era sacrificar ovejas. Por ejemplo, al ver que Abrahán estaba dispuesto a sacrificar a su
hijo, Jehová le dijo que no le hiciera daño y le dio un carnero (es decir, una oveja macho) para que lo ofreciera en
lugar de Isaac (Gén. 22:12, 13). Antes de ser liberados de Egipto, los israelitas usaron ovejas para celebrar “la
pascua de Jehová” (Éxo. 12:1-13). Y más tarde se estableció en la Ley mosaica el sacrificio de ovejas y cabras,
entre otros animales (Éxo. 29:38-42; Lev. 5:6, 7).
15
Sin embargo, ninguno de estos sacrificios —ni ningún otro efectuado por seres humanos— podía expiar de
manera permanente los pecados ni librar de la muerte a nadie (Heb. 10:1-4). En cambio, Jesús es “el Cordero de
Dios que quita el pecado del mundo”. Por sí solo, este hecho convierte a Jesús en un tesoro superior a cualquier
tesoro que se haya descubierto en la historia. Por eso debemos estudiar con detenimiento el tema del rescate y
ejercer fe en ese maravilloso regalo. Si lo hacemos, tendremos la esperanza de recibir una gran recompensa:
gloria y honra en el cielo con Jesucristo si somos miembros del “rebaño pequeño” o vida eterna en un paraíso
terrestre si somos de las “otras ovejas” (Luc. 12:32; Juan 6:40, 47; 10:16).
Toda la información ha sido sacada de la Watchtower Library 2013
2013
Este archivo, es simplemente una ayuda para nuestra preparación, el propósito principal de esto,
es que investiguemos más nosotros. (km 99--2006)
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