CONTADURÍA GENERAL DE LA NACIÓN CONCEPTO JURÍDICO No. 152554 DE 2011 (abril 06) TÍTULO Subtema 1. PROCEDIMIENTOS DE CONTABILIDAD PÚBLICA 1. Tema 1.1 Procedimiento contable para el reconocimiento y revelación de los activos intangibles. Gastos por explotación de franquicia ANTECEDENTES Me refiero al derecho de petición radicado con el expediente 20113-152554 mediante el cual solicita “(…) proferir concepto en cuanto a si un contrato de franquicia, genera obligación para el franquiciado de incluir dentro de sus activos, los derechos de franquicia como un activo intangible”. Manifiesta en su comunicación que: “La Sociedad Hotelera Tequendama S.A. hace uso de la explotación de la franquicia de la marca “Crowne Plaza”, en cumplimiento de la relación contractual suscrita con INTERCONTINENTAL OVERSEAS HOLDING CORPORATION – IOHC (…)” y que según la cláusula cuarta del contrato de franquicia “LA SOCIEDAD pagará a IOHC una suma equivalente al tres punto cinco por ciento (3.5%) sobre el valor de las ventas netas mensuales de Habitaciones, y Alimentos y bebidas, por la totalidad de tales rubros, que LA SOCIEDAD registre en sus libros auxiliares de contabilidad por las ventas exclusivas dentro del HOTEL CROWNE PLAZA TEQUENDAMA, incluyendo el servicio de ventas externas de la sección de Banquetes y domicilio (Catering)”. Sobre el particular me permito manifestarle lo siguiente: CONSIDERACIONES El párrafo 141 del Plan General de Contabilidad Pública, parte integral del Régimen de Contabilidad Pública (RCP), define que “Los activos son recursos tangibles e intangibles de la entidad contable pública obtenidos como consecuencia de hechos pasados, y de los cuales se espera que fluyan un potencial de servicios o beneficios económicos futuros, a la entidad contable pública en desarrollo de sus funciones de cometido estatal” (Subrayados fuera de texto). El párrafo 190 del mismo texto normativo indica que “Los intangibles se reconocerán como activo siempre que puedan identificarse, controlarse, que generen beneficios económicos futuros o un potencial de servicios y su medición monetaria sea confiable; en caso contrario se registran como gasto” (Subrayados fuera de texto). En ese mismo sentido, el numeral 1º del Procedimiento contable para el reconocimiento y revelación de los activos intangibles, del Manual del Procedimientos, del RCP indica que “Son activos intangibles aquellos bienes inmateriales, o sin apariencia física, que puedan identificarse, controlarse, de cuya utilización o explotación pueden obtenerse beneficios económicos futuros o un potencial de servicios, y su medición monetaria sea confiable (…) Un activo intangible produce beneficios económicos futuros para la entidad contable pública cuando está en la capacidad de generar ingresos, o cuando el potencial de servicios que posea genere una reducción de costos” (Subrayado fuera de texto). Señala además que los activos intangibles, de los cuales se espera que se produzcan beneficios económicos futuros, pueden ser los Adquiridos que “Son aquellos que obtiene la entidad contable pública de un tercero (…)”; los Desarrollados, que “Son aquellos que genera internamente la entidad contable pública, y cumplen los criterios para su reconocimiento”, y los Formados, que “Son aquellos que ha obtenido y consolidado la entidad contable pública a través del tiempo a partir de su reconocimiento, que le genera ventajas comparativas frente a otras entidades (…)”. Cuando no se cumplan los criterios técnicos y conceptuales para el reconocimiento de activos intangibles, el numeral 5º del citado Procedimiento indica que “En el evento de que un intangible no pueda identificarse, controlarse, que no genere beneficios económicos futuros y su medición monetaria no sea confiable, las erogaciones necesarias para su adquisición se reconocen como gasto” o como costo de prestación de los servicios del respectivo periodo (Subrayados fuera de texto). Por su parte, el párrafo 282 del Plan General de Contabilidad Pública, del RCP, expresa que “Los gastos son flujos de salida de recursos de la entidad contable pública, susceptibles de reducir el patrimonio público durante el período contable, (…) son requeridos para el desarrollo de la actividad ordinaria (…)” y el párrafo 286 establece que “Los gastos de operación se originan en el desarrollo de la operación básica o principal de la entidad contable pública, siempre que no deban registrar costos de producción y ventas, o gasto público social, de conformidad con las normas respectivas” (Subrayados fuera de texto). En cuanto a su reconocimiento como costos del periodo, el párrafo 292 expresa que “El costo de ventas comprende el importe de las erogaciones y cargos asociados con la adquisición o producción de bienes y la prestación de servicios vendidos por la entidad contable pública durante el periodo contable”. Con relación al principio de Asociación el párrafo 118 del Plan General de Contabilidad Pública señala que “El reconocimiento de ingresos debe estar asociado con los gastos necesarios para la ejecución de las funciones de cometido estatal y con los costos y/o gastos relacionados con el consumo de recursos necesarios para producir tales ingresos” (Subrayado fuera de texto). Respecto al principio de Prudencia, el párrafo 120 indica que “Cuando existan diferentes posibilidades para reconocer y revelar de manera confiable un hecho, se debe optar por la alternativa que tenga menos probabilidades de sobreestimar los activos y los ingresos, o de subestimar los pasivos y los gastos” (Subrayados fuera de texto). CONCLUSIÓN De las consideraciones expuestas se concluye que las erogaciones incurridas por la entidad contable pública en la adquisición de franquicias, se reconocen como activos intangibles, siempre que puedan identificarse, controlarse, de cuya utilización o explotación se puedan obtener beneficios económicos futuros o un potencial de servicios, y que su medición monetaria sea confiable. Cuando no se cumplan estas condiciones, las erogaciones incurridas se reconocen como gasto o costo de producción, según corresponda. En ese sentido los valores pagados por concepto de adquisición de la franquicia, al inicio de la misma, que concedan derechos de explotación durante periodos posteriores, se deben reconocer como activos intangibles y amortizarse durante el tiempo en que se esperen obtener los beneficios económicos futuros, periodo que normalmente se asocia al término cubierto por el contrato. No obstante, en el caso planteado mediante su derecho de petición, se observa que los valores causados como un porcentaje de las ventas mensuales no corresponden con la obtención de beneficios económicos futuros, sino con la causación de derechos de explotación, los cuales se deben asociar con los ingresos del respectivo periodo en el cual se usa el nombre de la marca franquiciada. Así las cosas, en cumplimiento de los principios de Asociación y Prudencia, a que se refiere el Régimen de Contabilidad Pública, las obligaciones causadas por la Sociedad Hotelera Tequendama por concepto de explotación de marcas, que deban ser pagadas según los porcentajes de ventas realizadas, se deben reconocer como gastos o costos de producción, según corresponda, siempre que se relacionen con los beneficios obtenidos en el mismo periodo, sin que tales erogaciones se pueden reconocer como activos intangibles. Finalmente, en lo relacionado con la respuesta de la Contaduría General de la Nación, a las consultas que le presentan los usuarios, la Corte Constitucional expresó a través de la Sentencia C-487 de 1997 que “Las decisiones que en materia contable adopte la Contaduría de conformidad con la ley, son obligatorias para las entidades del Estado, y lo son porque ellas hacen parte de un complejo proceso en el que el ejercicio individual de cada una de ellas irradia en el ejercicio general, afectando de manera sustancial los “productos finales”, entre ellos el balance general, los cuales son definitivos para el manejo de las finanzas del Estado (…) Es decir, que por mandato directo del Constituyente le corresponde al Contador General de la Nación, máxima autoridad contable de la administración, determinar las normas contables que deben regir en el país, lo que se traduce en diseñar y expedir directrices y procedimientos dotados de fuerza vinculante, que como tales deberán ser acogidos por las entidades públicas, los cuales servirán de base para el sistema contable de cada entidad (…)” (Subrayado fuera de texto) Cordial saludo, Contadora General de la Nación