Rev. Invest. Mar. 22(1):45-55, 2001 INFLUENCIA DE LA INCLUSIÓN DE MICROALGAS SECAS EN LA ALIMENTACION DE PROTOZOEAS DE Penaeus schmitti. Miguel A. Artiles, Bárbaro Jaime, José Galindo, Iliana Fraga y Valentin Francisco. Centro de Investigaciones Pesqueras, Ministerio de la Industria Pesquera, 5ta. Ave y 248, Barlovento, Playa, Ciudad Habana, Cuba. RESUMEN. Se elaboró un diseño totalmente aleatorizado con 9 tratamientos y 3 réplicas en recipientes de fibra de vidrio de 100 l de capacidad y una densidad inicial de 150 nauplios/l para evaluar el efecto de diferentes especies de microalgas secas (Spirulina platensis, cubana y de EEUU; Chlorella sp. y Dunaliella salina) en la alimentación de protozoeas de camarón blanco Penaeus schmitti en cultivo, empleando como patrón una combinación de diatomeas (Chaetoceros gracilis, Thalassiosira fluviatilis) y el flagelado Tetraselmis tetratele. En el análisis de los resultados se tuvo en cuenta el crecimiento, desarrollo y la supervivencia alcanzada a las 144 horas. Las pruebas estadísticas aplicadas al tamaño de las larvas señalan que las mayores tallas (2.64 a 2.67 mm) se obtuvieron con la combinación de microalgas vivas y las mezclas de Spirulina platensis (Cuba y EEUU) y Chlorella sp. combinadas con Chaetoceros gracilis. Se alcanzó el mayor porcentaje de mysis (87.8 %) con el tratamiento basado en Spirulina platensis de orígen cubano más Chaetoceros gracilis y se lograron los mayores porcentajes de supervivencia (76.1 a 77.3 %) con el tratamiento patrón y con Spirulina platensis (cubana) más Chaetoceros gracilis. Se concluye que las microalgas secas ensayadas son consumidas por las protozoeas de Penaeus schmitti aunque no deben emplearse en la dieta como único alimento, contribuyendo a disminuir el uso de microalgas vivas de cultivo. Palabras clave: fitoplancton; alimento vivo; larvas; cultivo de camarones; Penaeus schmitti. ABSTRACT. A completely aleatory desing was prepared with 9 treatments and 3 replicas in fiberglass containers 100 l. of volume and initial density of 150 nauplii/l. in order to evaluate the affect of different species of dry microalgas (Spirulina platensis, from Cuba and USA; Chlorella sp. and Dunaliella salina) on the feeding of protozoea of white shrimp Penaeus schmitti in culture, using as a pattern a combination of diatoms (Chaetoceros gracilis and Thalassiosira fluviatilis) and Tetraselmis tetratele flagelate. The analysis of the results took into account the growth and survival reached after 144 hours. Statistical tests applied to the size of the larvas indicte that the biggest sizes (2.64 to 2.67 mm) were obtained with the combination of live microalgas and a mix of Spirulina platensis (Cuba and USA) and Chlorella sp. together with Chaetoceros gracilis. The highest percentage of mysis (87.8 %) was attained for the treatment based on Spirulina platensis of Cuban origin plus Chaetoceros gracilis, while the highest percentage of survival ( 76.1 to 77.3 % ) was attained with the pattern treatment and Spirulina platensis (Cuban) plus Chaetoceros gracilis. It is concluded that dry microalgas are consumed by Penaeus schmitti protozoea although they should not be used in the diet as the only feeding, contributing to decrease the use of live microalgas from culture. Key words: phytoplankton; food organisms; larvae; shrimp culture; Penaeus schmitti. INTRODUCCION A pesar de los resultados alcanzados con diferentes dietas artificiales en el cultivo larval, aún existe gran preferencia por la utilización de alimento vivo para esta fase del cultivo, sin embargo en los últimos años con vistas a disminuir los costos de producción, la contaminación y agilizar el proceso productivo, diferentes empresas se han dedicado a la producción de alimento artificial para sustituir parcial (Fegan, 1992) o totalmente el alimento natural (Avale y Rothius, 1991; Kurmaly et al., 1989; Ottogalli, 1991). Cuba no ha quedado al margen del desarrollo tecnológico en esta rama, realizando diferentes estudios relacionados con la biología y el cultivo de Penaeus notialis y Penaeus schmitti, así como la búsqueda de tipos de alimentos que influyan rápida y positivamente en el crecimiento, la sobrevivencia y desarrollo de las larvas (Gelabert et al., 1988). Es conocido que los requerimentos nutricionales varían con el estadio de desarrollo y con la especie, no 45 Artiles et al.: Influencia de la inclusión de microalgas secas en la alimentación de protozoeas de Penaeus schmitti. respondiendo de una misma forma ante diferentes tipos de microalgas y alimentos microparticulados. MATERIALES Y METODOS Los nauplios fueron obtenidos a partir de hembras de Penaeus schmitti cultivadas en la Estación Experimental de Yaguanabo, en la provincia de Cienfuegos, maduradas en cautivero, copuladas de forma natural y desovadas en tanques de fibra de vidrio, cilíndricos y fondo cónico, de 200 litros de capacidad, utilizando agua de mar filtrada por cartuchos de prolipropileno de 5 µm. Al agua de los tanques se le añadió sal disódica del ácido etilendiamino-tetracético (Na2.EDTA) a una concentración de 10 mg/l y sulfato de eritromicina a razón de 1 mg/l. A los tanques de desove se les suministró aire suave mediante piedra difusora. Como primer alimento convencional de las larvas de camarón se emplean diferentes especies de diatomeas (Skeletonema costatum, Chaetoceros gracilis, Phaeodatylum tricornutum, Thalassiosira fluviatilis, Chaetoceros calcitrans, Chaetoceros ceratosporum) y flagelados (Tetraselmis suecica ,Tetraselmis chuii, Tetraselmis tetrathele, Isochrysis galbana), lográndose un mejor balance nutricional al realizar combinaciones entre diferentes especies de ambos grupos, lo cual conlleva al aceleramiento de la metamorfosis y mejor desarrollo larval en comparación con dietas monoalgales (Coutteau, 1996), siendo esto recomendado por diferentes autores (Alfonso et al., 1985 y 1988; AQUACOP, 1983; Mock et al., 1980; Quinitius y Villega, 1982; Smith y Lawrence, 1987). Aproximadamente 8 horas después del desove se cosecharon los huevos, los cuales se colocaron a eclosionar en tanques de fibras de vidrio cilíndricos y fondo cónico, de 1000 litros de capacidad. En éste se empleó flujo de agua de mar continuo (0.5 l/min), filtrada por cartucho de 5 µm y pasada por luz UV. Los nauplios fueron cosechados al encontrarse en el estadio III-IV. Posteriormente se concentraron en una tanqueta de 50 litros de capacidad y se les realizó el conteo mediante método volumétrico. Sin embargo, a pesar del alto costo que conlleva el empleo de microalgas vivas por su necesidad de cultivo ïn situ y los riesgos de contaminación con protozoos y bacterias (Coutteau, 1996), aún no ha sido posible la sustituición de éstas por otros tipos de alimentos de más fácil manipulación, aunque se han empleado diferentes productos como complemento o sustitutos parciales de las microalgas vivas, como son las levaduras marinas (Estévez, 1985), levadura Torula (Gelabert et al., 1988), diferentes especies de bacterias no patógenas (Sunilkumar, 1996), polvo de Spirulina (Baert et al., 1995; Narciso, 1995). Los nauplios fueron sembrados en tanques similares a los anteriormente descritos, de 100 l de capacidad, con 50 l de agua de mar, filtrada por cartucho de 5 µm, a una densidad inicial de 150 nauplios/l y sometidos a iluminación artificial durante 24 horas diarias , con luz fluorescente situada a 0.4 m de la superficie de los tanques. Al agua de los tanques se les anadió Na2.EDTA a la misma concentración descrita anteriormente, cuya función quelante de los metales pesados ayuda a mantener la calidad del agua en los tanques de cria (Lawrence et al., 1981). Se han desarrollado diferentes tecnologías para la cosecha y preservación de las microalgas como Dunaliella salina y Thalassiosira pseudomona (Coutteau, 1996), sin embargo en Cuba son escasos los estudios con vistas a su empleo en el cultivo de larvas de camarón. Jaime et al. (1998) sustituyó a Chaetoceros gracilis por Chlorella vulgaris secada por spray en la alimentación de protozoeas de Penaeus schmitti con resultados alentadores, por lo que los objectivos de este trabajo son: Las microalgas vivas fueron obtenidas en el área de producción de alimento vivo de la estación, logradas en cultivos monoalgales, mediante aumento progresivo de volumen. Los inóculos utilizados como alimento fueron extraídos de tanques de 100 l, con 3 - 4 días de cultivo en dichos recipientes. 1- Probar el empleo de diferentes especies de microalgas secas (Spirulina platensis, Chlorella sp, Dunaliella salina) en la alimentación de protozoeas de Penaeus schmitti, como sustituto parcial o total de las microalgas vivas. Las microalgas secas utilizadas fueron: * Spirulina platensis (cubana), fue suministrada por el MINAGRI. Cultivada en Matanzas, empleando el medio de cultivo “Sarruk”, concentrada a través de filtrado mecánico mediante mallas y por gravedad, posteriormente secadas en bandejas a 70°C. 2- Determinar de entre las microalgas secas ensayadas cual es la mejor opción con vista a su futura aplicación en los centros de producción de postlarvas, basándose en la sobrevivencia, crecimiento y el índice de desarrollo. * Spirulina platensis (EE.UU), producida por la empresa norteamericana Earthrise Company, concentrada por centrifugación y secada mediante spray, envasada en 46 Rev. Invest. Mar. 22(1):45-55, 2001 recipientes plásticos partículas de 20-80 µm. traslúcidos y En los tratamientos con microalgas secas solamente, se comenzó a adicionar el alimento al observarse las primeras protozoeas I, cada 4 horas (04:00; 08:00; 12:00; 16:00; 20:00 y 24:00 horas), ajustando las dosis a razón de 4 mg/l durante la fase de protozoea I, aumentando a 6 mg/l a partir de protozoea II. garantizando * Chlorella sp, cultivada en agua dulce proveniente de residuales de la industria pesquera en Hacendado. La cepa es una mutación de la Chlorella vulgaris, fue concentrada por centrifugación y secada en estufa a 80°C (Romero, com. pers.). En los tratamientos en los que se combinaron las microalgas secas con el Chaetoceros gracilis, a partir de la observación de las primeras protozoeas, se añadió a cada tratamiento correspondiente y durante todo el periodo de la etapa experimental Chaetoceros gracilis a razón de 15 cel/mm3 a las 11:00 horas de cada dia y polvo de las microalgas 3 veces al dia (08:00; 16:00 y 24:00 horas ) a razón de 6 mg/l. * Dunaliella salina, cultivada en aguas de residuales de la industria pesquera en una laguna de alta velocidad y salinidad de 200 %, secada en estufa a 80°C. (Suárez y Romero, 1997). Todas las microalgas secas fueron maceradas con mortero para disminuir el tamaño de las partículas y posteriormente tamizadas en un tamiz de 80 µm , lográndose un tamaño de partículas entre 7 y 80 µm. Diariamente en las primeras horas de la mañana (07:00 a 08:00 horas), se realizaban observaciones a través de un microscopio biológico para determinar el residuo del alimento vivo, ajustando éste según la fórmula tomada de Alfonso et al. (1988): La digestibilidad in vitro de las microalgas secas (Hsu et al., 1977) fue evaluada mediante la utilización de la Hepatopancreatina (Carrillo et al., 1994) Va = Vr (Cd-Cr). Ca- Cd Se ensayaron 9 tratamientos con 3 réplicas cada uno, los cuales se describen a continuación : donde: I. Patrón: consistió en el suministro de una combinación de microalgas vivas formada por las diatomeas Thalassiosira fluviatilis y Chaetoceros gracilis y el flagelado Tetraselmis tetrathele, adicionadas diariamente (Tabla 1). II. Spirulina platensis (Cuba) III. Spirulina platensis (EEUU) IV. Chlorella vulgaris V. Dunaliella salina VI. Spirulina platensis (Cuba) + Ch. gracilis VII. Spirulina platensis (EEUU) + Ch. gracilis VIII. Chlorella sp. + Ch. gracilis IX. Dunaliella salina + Ch. gracilis Va: Volumen de alimento a añadir. Vr: Volumen de agua en el tanque de larvas. Cd: Concentración deseada de alimento. Cr: Concentración residual. Ca: Concentración del alimento a añadir. EL conteo de fitoplancton se realizaba en un hematocitómetro de Newbauer, mientras las microalgas secas eran pesadas diariamente en una balanza analítica. Momentos antes de ser suministradas a las larvas eran hidratadas, agitándolas ligeramente durante 30 segundos aproximadamente. Se realizaban observaciones microscópicas de las larvas de forma sistemática para apreciar la motilidad, respuesta a la luz y determinar el sub-estadio de desarrollo, inspeccionándoles el tracto digestivo con el objetivo de saber si consumían el alimento suministrado. Tabla 1. Esquema de alimentación utilizado para el tratamiento patrón. ESPECIES Protozoea I Protozoea II Protozoea III Celulas/mm3 C. gracilis 25 30 35 T. fluviatilis 5 10 12 T. tetrathele - 1 1.5 Como control de la sobrevivencia, se hacian conteos diariamente en horas de la mañana mediante método volumétrico, tomando 10 muestras por tanque de 100 ml cada una. A partir de protozoea I, antes de suministrar la primera dosis de alimento y después de tomar las muestras de larvas se realizaba el intercambio de agua entre un 2050% del volumen total de los tanques, con el objetivo de 47 Artiles et al.: Influencia de la inclusión de microalgas secas en la alimentación de protozoeas de Penaeus schmitti. disminuir la concentración de partículas de los restos del alimento no consumido y evitar el deterioro de la calidad del agua, asi como que las larvas se impregnaran de suciedad. los rangos recomendados para la especie en esta fase del cultivo, los que coinciden con lo reportado por Vega y de la Cruz (1988) para Penaeus schmitti en cautiverio. Dos veces al dia (07:00 y 19:00 hrs) era medida la temperatura (0C), la salinidad (‰), el pH y el oxígeno disuelto (mg/l). Tabla 2. Parámetros ambientales medidos durante el experimento. Para el cálculo de la supervivencia se consideró desde el estimado inicial de los nauplios III-IV, hasta que se concluyó el experimento a las 144 horas, cuantificadas por 16 muestreos y se calculó su representatividad en por ciento. Para la determinación del desarrollo de las larvas de cada tratamiento, se procedió al análisis de 100 ejemplares de cada tanque al microscopio y se aplicó el Indice de Desarrollo de Villega-Kanazawa (1979): ID = A/N PARÁMETROS MÍNIMO MEDIO MÁXIMO Temperatura (oC) 26.8 27.95 28.5 Salinidad (‰) 35 35.6 36 pH 7.81 8.06 8.26 Oxígeno disuelto(mg/l) 5.2 7.02 7.6 En la Tabla 3 se muestran los valores mínimos, medios, máximos y desviaciones standars de las tallas alcanzadas en cada tratamiento. Las pruebas estadísticas realizadas para la comparación del tamaño logrado en cada tratamiento, indican que no existen diferencias significativas (p>0.05) entre el I, VI, VII y el VIII en donde se obtuvieron como valores medios entre 2.64 a 2.67 mm. Sin embargo entre estos tratamientos y el IX si se observaron diferencias significativas (p<0.05), aunque también a ambos se les suministró alga viva por lo que al parecer estas microalgas secas presentan deficiencias de algunos nutrientes los que pueden ser considerados como factor limitante para este estadio del camarón, a pesar de tener altos porcientos de proteínas y otros elementos (Tabla 4). Los resultados en este experimento son similares a los alcanzado por Gelabert et al. (1988), que obtuvieron incrementos entre 2.64 a 2.71 mm desde PI hasta MI al emplear dietas consistentes en levaduras Torula como alimento suplementario combinado con Chaetoceros ceratosporum y Tetraselmis tetrathele. donde : A: valor absoluto asignado x número de larvas examinadas en cada subestadio, siendo los valores PI=1; PII=2; PIII=3 y MI=4. N: Total de larvas examinadas en cada muestreo. El crecimiento de las larvas se realizó al final del experimento mediante mediciones microscópicas de 30 ejemplares de cada tanque, promediándose los tamaños de cada tratamiento de alimentación. Las mediciones para las PI se realizaron desde el extremo anterior del cefalotórax hasta el final de la furca excluyendo las espinas, para las PII y PIII, desde el extremo del rostrum hasta el final de la furca excluyendo las espinas y para las mysis desde el extremo anterior del rostrum hasta el extremo posterior del telson. Los datos del crecimiento y los valores del Indice de Desarrollo fueron sometidos a un análisis de varianza simple, se chequeó la normalidad de los datos, las medias se compararon mediante la prueba de rangos múltiples de Duncan, se trabajó con una probabilidad de α =0.05. Para comparar los porcentajes de sobrevivencia entre los tratamientos y los valores de digestibilidad in vitro se aplicó la prueba de Chi cuadrado. Respecto a los tratamientos donde solo se utilizaron las microalgas secas, se alcanzó el mejor resultado con la Spirulina cubana (2.29 mm), seguido de la Spirulina EE.UU (1.90 mm). Con el resto de las dietas (III, IV y V) las larvas apenas rebazaron el subestadio de PI (Fig. 1). Narciso (1995), no encontró que las dietas influyeran significativamente en el largo total de las larvas de P. kerathurus, al comparar diferentes microalgas vivas con el polvo de Spirulina sp. como única fuente de alimento, alcanzando valores cercanos a 3.0 mm en mysis I. RESULTADOS Y DISCUSION Los valores promedios por tratamientos de los parámetros ambientales medidos se comportaron como se ilustra en la Tabla 2, manteniéndose éstos dentro de 48 Rev. Invest. Mar. 22(1):45-55, 2001 Tabla 3. Tamaño en milímetros de las larvas por tratamiento al finalizar el experimento. TRATAMIENTOS I II III IV V VI VII VIII IX MEDIA (X ± DS) MÍNIMO MÁXIMO 2.65a ± 0.021 2.29c ± 0.060 1.40d ± 0.020 0.96e ± 0.044 0.94e ± 0.020 2.67a ± 0.021 2.67a ± 0.047 2.64a ± 0.016 2.55b ± 0.098 2.6 2.2 1.4 0.9 0.9 2.6 2.6 2.6 2.5 2.7 2.4 1.5 1 1 2.7 2.7 2.7 2.6 Exponentes iguales no difieren significativamente para p > 0.05 DS : desviación standard Tabla 4. Composición bromatológica (%) de las microalgas secas Spirulina platensis (Cuba) 65-71 Chlorella vulgaris. Dunaliella salina Proteína Spirulina platensis (EEUU) 62.5 51-58 57 Lípidos 3 6.7 14-22 6 Carbohidratos 8.5 16 12-17 32 Humedad 7 7 7.5 - Ceniza 12 12.2 12.2 13 Fibra bruta 7 9.3 9.8 - Ac. nucleicos 3.9 - 4-5 - Metionina 2.5 1.38 1.3 0.3 Cistina 1 0.47 - - Tabla 5. Indice de desarrollo de las larvas por tratamiento determinado a las 144 horas de inicio del experimento. TRATAMIENTOS MEDIA (X ± DS) MÍNIMO MÁXIMO I II III IV V VI VII VIII IX 3.740a ± 0.046 2.850c ± 0.079 1.820d ± 0.027 1.123e ± 0.015 1.073e ± 0.059 3.880b ± 0.036 3.613ag ± 0.097 3.787a ± 0.100 3.467fg ± 0.095 2.69 2.79 1.79 1.11 1.03 3.83 3.49 3.69 3.36 3.78 2.94 1.84 1.14 1.14 3.92 3.78 3.89 3.54 Exponentes iguales no difieren significativamente para p > 0.05 DS: desviación standard 49 Artiles et al.: Influencia de la inclusión de microalgas secas en la alimentación de protozoeas de Penaeus schmitti. En la Tabla 5 se señalan los valores del Indice de Desarrollo a las 144 horas del cultivo para los 9 tratamientos. Las investigaciones en la cria larvaria con alimento vivo, dietas artificiales y con la combinación de estos, señalan que la velocidad de metamorfosis puede verse afectada si se utiliza un solo tipo de alimento (Márquez, 1997). Las larvas de Penaeus indicus tuvieron un retraso de 1.5 a 2 dias al alimentarse con dietas microencapsuladas respecto a alimento vivo (Kumlu y Jones, 1995). El mejor resultado se alcanzó con la dieta VI, seguida de los tratamientos I, VIII y VII entre los cuales no se encontraron diferencias significativas (p > 0.05), alcanzándose los resultados más bajos con los tratamientos V y VI, en los cuales solo pasaron al subestadio Protozoea II el 5.2 y el 12.5% respectivamente, del total de las larvas que se mantenían vivas al finalizar el experimento (Fig. 1). Cuzon (1996), planteó que larvas de Penaeus vannamei, Penaeus monodon y Penaeus stylirostris no evolucionaron al mismo tiempo al evaluar la levadura de pan como alimento para larvas, concluyendo que faltaban algunos nutrientes (ácido grasos poliinsaturados de cadena larga) o que había una falta de digestión. Los resultados anteriormente expuestos son algo inferiores a los reportados por Gelabert et al. (1988), los cuales observaron las primeras mysis a las 72 y 79 horas a partir de protozoea I, al utilizar una mezcla de la diatomea Chaetoceros ceratosporum con el flagelado Tetraselmis tetrathele y la combinación de éstas con levadura Torula respectivamente. En la Tabla 6 aparecen reflejados los porcientos de sobrevivencia alcanzados en cada réplica y el valor medio de cada tratamiento, lográndose los mejores resultados con las dietas I y VI, cuyos resultados son diferentes significativamente (p < 0.05) respecto al resto, seguida de los tratamientos II, VII, VIII y IX, entre los cuales no se aprecian diferencias significativas (p > 0.05). Sin embargo los mejores resultados (77.3%, tratamiento VI y 76.1 %, tratamiento I) son inferiores a los reportados por Gelabert et al .(1988), que alcanzaron sobrevivencias entre 91.4% y 94.5% hasta mysis III al emplear levadura Torula como complemento de microalgas vivas en el cultivo larval de P. schmitti y a su vez son similares a los alcanzados por Márquez (1997), para dicha especie al alimentar con una mezcla de fitoplancton y alimento complementario basado en levadura Torula, donde logró entre 76% y 85% de sobrevivencia. Estévez (1985), al alimentar protozoeas de P. notialis con la levadura marina Rhodotorula sp. logró el 85% de las protozoeas III a las 142 horas, tiempo similar al alcanzado en este trabajo con los tratamientos I, VI y VIII con un 74.4; 87.8 y 75.3 % de mysis I respectivamente (Fig. 1). Aunque la metamorfosis hasta mysis I se dificultó al alimentar con algas secas solamente, la sobrevivencia alcanzada en los tratamientos II y III, pueden considerarse aceptables para la cría larvaria y es superior a la lograda por Narciso (1995), al alimentar con polvo de Spirulina sp. larvas de Penaeus kerathurus, el cual obtuvo una supervivencia inferior al 20% desde nauplio hasta mysis, mientras con Penaeus indicus alimentado con dietas microparticuladas se logró entre 81% a 95% (Kumlu y Jones, 1995). Alfonso et al. (1988), plantearon que el desarrollo de las larvas se ve afectado cuando la calidad del alimento es baja y que éste no se diferencia ante regímenes adecuados de alimentación, alcanzándose valores del Indice de Desarrollo entre 3.95 y 4.0 en 117 horas desde PI al alimentar las larvas de Penaeus schmitti con combinación de diatomeas (Chaetoceros ceratosporum o Thalassiosira fluviatilis) y flagelados (Tetraselmis tetrathele o Tetraselmis chui), mientras que Márquez (1997) al alimentar protozoeas de dicha especie con una dieta microparticulada con un 30% de inclusión de levadura Torula, el 100% de las larvas arribó al estadio de mysis a las 144 horas. Ottogalli (1993) no encontró diferencias significativas en cuanto a la sobrevivencia al sustituir el 100% de las algas vivas por el alimento artificial microparticulado, planteando que con este reemplazo se logra una reducción significativa de los costos de la producción. Igualmente Kurmaly et al. (1989), no encontraron diferencias significativas repecto a la sobrevivencia y el crecimiento en larvas de Penaeus monodon al sustituir las mejores dietas por ellos empleadas basadas en las microalgas (Rhodomonas baltica + Tetraselmis chuii) por alimentos microencapsulados desde protozoea I hasta mysis I. Minimizando el empleo de las microalgas vivas Sunilkumar (1996), empleó como alimento diferentes bacterias marinas no patógenas en la alimentación de larvas de Penaeus monodon, aunque al sustituir el 100% de la microalga evaluada (Chaetoceros calcitrans) las larvas no metamorfoseaban desde protozoea III hasta mysis I. 50 Rev. Invest. Mar. 22(1):45-55, 2001 Es tadi os (% ) 100 90 80 70 60 50 40 30 20 10 0 I II III IV V VI V II V III IX Tra t a m ie n t o s P r otoz oe a I P r otoz oe a II P r otoz oe a III M ys i s I Fig. 1. Composición porcentual de los subestadios larvales alcanzados en cada tratamiento. Tabla 6. Sobrevivencia (%) estimada por tratamiento al finalizar el experimento. TRATAMIENTOS I II III IV V VI VII VIII IX RÉPLICAS PROMEDIO 1 2 3 74.4 64.4 51.7 36.5 26.1 79.7 62.7 73.4 69.3 80.7 68.6 53.9 40.3 20.2 80.4 69.2 65 71.8 73 64 50.4 34.1 22.1 71.9 72 67.5 62.6 76.1a 65.7b 52.0c 36.9d 22.8 77.3a 68.0b 68.8b 67.9b Exponentes iguales no difieren significativamente para p > 0.05 suministrar reuna las condiciones necesarias para ser considerado como un alimento óptimo. Por otra parte Sunilkumar (1996), al emplear las bacterias marinas no patógenas Micrococcus sp. y una cepa de Pseudomonas sp. en la alimentación de protozoeas de Penaeus monodon en sustitución parcial del 70% de Chaetoceros calcitrans alcanzó sobrevivencias superiores que con el empleo de la diatomea como único alimento A partir de estos resultados se puede valorar la posible sustituición de las algas vivas por partículas inértes siempre y cuando el alimento a Es posible que las microalgas secas utilizadas en este trabajo no reunan una serie de condiciones, como es el caso del tamaño de partículas, ya que con el tamizado realizado más de 50% de las partículas tenían un tamaño mayor de 20 µm. De la Cruz y Ortega (1989), en un estudio realizado sobre la selección de tamaño de partículas para las larvas de Penaeus schmitti plantearon que para las protozoeas aunque son capaces de ingerir partículas con tamaño entre 1 y 34 µm, el apropiado oscila entre 14.5 - 28.6 µm. 51 Artiles et al.: Influencia de la inclusión de microalgas secas en la alimentación de protozoeas de Penaeus schmitti. Jones et al .(1979), observaron que las protozoeas de Penaeus japonicus se alimentaban con partículas de alimento microencapsulado de 10 µm de diámetro, similar al tamaño del fitoplancton utilizado (5 - 25 µm). Jones et al. (1987), reportaron que de forma general las larvas de camarones peneidos utilizan partículas entre 5 - 20 µm y Cruz-Suárez (1988), a partir de observaciones en protozoeas planteó que el contacto al azar de éstas con las partículas parece ser el único estímulo necesario para la toma del alimento. procesamiento de las microalgas pueden reducir considerablemente la concentración de las vitaminas. Por otra parte, a pesar que el contenido proteico sobre sustancias secas, es lo suficientemente elevado, como para poder ser utilizadas en las dietas, parte de su contenido en Nitrógeno proviene de los ácidos nucleicos, bajando los porcentajes de proteínas verdaderas (Higuera y Cardenete, 1987). Aunque los estadios larvales herbívoros de los camarones peneidos no tienen requerimientos elevados de proteínas, ésta debe ser de alta calidad nutricional para que se manifieste en mejores tasas de crecimiento, mayor velocidad de metamorfosis y altos porcentajes de sobrevivencias (Besbes y Guillaume, 1989). La estabilidad, el tamaño de las partículas, la concentración y suspención del alimento artificial son factores de gran importancia en la posibilidad de que las larvas de camarón encuentren el alimento (Kurmaly et al., 1990), existiendo una correlación entre el tamaño de las partículas y estabilidad del alimento con la supervivencia y el crecimiento de las larvas (Jones et al., 1987). Al complementar las microalgas secas con el fitoplancton vivo se logra favorecer el desarrollo, el crecimiento y la sobrevivencia, planteándose que el fitoplancton estimula la secreción de enzimas digestivas exógenas que permiten una mejor asimilación de los alimentos artificiales (Kurmaly et al., 1989), lo cual coincide con lo reportado por Kumlu y Jones (1995) y Drennar (1996). Además, a partir de los resultados alcanzados por Leal (1990), en el cultivo larvario de Penaeus schmitti alimentado con Chaetoceros gracilis (7.12 - 8.96 µm), Thalassiosira fluviatilis (9.00 - 10.84 µm) y Tetraselmis tetrathele (9.00 - 12.86 µm), es lógico suponer que el tamaño de partículas adecuado se encuentre entre estos rangos. En la Fig. 2 se muestran los resultados de la digestibilidad in vitro de las diferentes microalgas secas, el valor alcanzado por la Spirulina platensis de origen cubano fue superior, coincidiendo con la mejor respuesta de las larvas cuando este ingrediente se utilizó como único alimento en un tratamiento. Encontrar nuevas fuentes de alimentación en el cultivo larval de peneidos que ayuden a disminuir la producción in situ de fitoplancton es una necesidad debido al elevado costo de operación que implica esta actividad ya que el cultivo de microalgas requiere técnicas caras, representando entre el 30 - 50 % de los costos de operación de los laboratorios (Jefrey y Garland, 1987), desarrollándose actualmente nuevos productos con costos de producción ventajosos y de grandes expectativas como las microalgas congeladas o secas, reduciendo gradualmente la necesidad del cultivo de fitoplancton en la larvicultura comercial (Sorgeloos, 1993), aunque actualmente estas producciones han estado limitadas a la Spirulina y la Dunaliella salina secadas en spray, las cuales pueden utilizarse como suplemento de las microalgas vivas en el crecimiento de larvas de especies acuáticas (Coutteau, 1996). Al realizar un análisis integral de los resultados alcanzados en este estudio, los bajos resultados alcanzados al alimentar con algas secas solamente, pueden estar influenciado por otros factores independientes del tamaño de las particulas. Kurmaly et al. (1989), al comparar diferentes alimentos en las protozoeas de Penaeus monodon, alcanzaron resultados muy bajos con la Dunaliella tertiolecta, planteando que fue debido al déficit de los ácidos grasos poli-insaturados 20: 5 3 y 22:6 3 en dicha especie de microalga. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES Venkataraman y Becker (1985), plantearon que durante el almacenamiento prolongado o tratamiento con calor de la biomasa de microalgas, los grupos aminos libres de Lisina tienden a fomar compuestos con carbohidratos reducidos, haciendo la Lisína no digerible y que las proteínas de las microalgas generalmente son deficientes en Metionina y Cistina (Tabla 4), por lo que estos aminoácidos se hacen limitantes para el desarrollo de las larvas, además el contenido de las vitaminas varia en dependencia de las condiciones del cultivo y los métodos empleados para el secado y - Las microalgas secas pueden ser utilizadas en combinación con las diatomeas en la alimentación de las protozoeas de Penaeus schmitti, contribuyendo a reducir el consumo del fitoplancton. - Con Spirulina platensis producida en Cuba, en combinación con Chaetoceros gracilis se logró el mayor porcentaje de larvas en el subestadio de mysis I (87.8 %) a las 144 horas. 52 Rev. Invest. Mar. 22(1):45-55, 2001 Dig es tibilidad (%) 95 a 90 85 b b b 80 75 70 65 60 S .pl a te n s i s EE.U U S .pl a te n s i s C u ba C .vu l g a ri s D .s a l i n a Fig. 2. Porcentaje de digestibilidad in vitro de las microalgas secas ensayadas. Exponentes iguales no difieren significativamente para p>0.05 P.stilyrostris and P.vannamei. J. World Maricult. Soc., 10: 445-452. Alfonso, E., S. Leal y B. Guitart (1985): Ensayo sobre alimentación de protozoeas de Penaeus notialis en el laboratorio. Rev. Invest. Mar., 6(1): 79-86. - No se encontraron diferencias significativas (p > 0.05) entre la dieta patrón (microalgas vivas) y las dietas compuestas por Spirulina platensis y por Chlorella sp. combinadas con Ch. gracilis, referente al tamaño alcanzado por las larvas. - Con respecto al porcentaje de sobrevivencia alcanzado, los mejores tratamientos resultaron ser el patrón y la dieta consistente en Spirulina platensis cubana + Chaetoceros gracilis. Alfonso E., L. Martínez, R. Gelabert y S. Leal (1988): Alimentación de larvas de Penaeus schmitti con diatomeas y flagelados. Rev. Invest. Mar. 9(1): 47-58. - Las microalgas secas ensayadas no son adecuadas como única fuente de alimento para las protozoeas de Penaeus schmitti. Avale, O. and J.A. Rothius (1991): Lanches shrimp project in Madagascar. Fish Farm. Intern.. FAO. 18(5): 28-58. - Evaluar las microalgas secas de mayor riqueza nutricional como parte de diferentes dietas microparticuladas para diferentes estadios larvales de las especies de peneidos cultivadas en Cuba. - Realizar un análisis bioeconómico para valorar el empleo de microalgas secas, como alimento de larvas de camarón. Baert, P., V.D. Quynh, Th. Thanh and L. Rotsaert (1995): Hatchery technology in Vietnam: A overview. Larvi’95- Fish and shelfish larviculture symposium, (P. Lavens, E. Jasper e I. Roelants, eds.), pp:414-417. REFERENCIAS Besbes, R. and J. 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