DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS FUNDAMENTACIÓN DE PRINCIPIOS FILOSÓFICOS, POLÍTICOS E IDEOLÓGICOS MOVIMIENTO PROVINCIAL “RENACER PENINSULAR” El Movimiento Provincial “Renacer Peninsular”, parte con la premisa de hacer política con los elementos que la han moldeado como ciencia y no, como una actividad al servicio de intereses mezquinos que la han denigrado hasta ser considerada por la población como una “actividad de engaños”. Somos entonces, hombres y mujeres que hacemos política con intelecto, creatividad dentro de las acciones democráticas que nos permitan lograr desarrollar en el presente, una administración pública que se convierta en un modelo de gestión capaz de ir al ritmo de los cambios en la República y en los países que están marcando y transitando por el camino al desarrollo. El Movimiento Provincial “Renacer Provincial” busca solucionar de forma dinámica, integradora y participativa los problemas sociales, políticos, ambientales, culturales y económicos del país, y de manera especial la provincia de Santa Elena; a través del aseguramiento de los derechos y principios reconocidos en el ordenamiento jurídico a sus ciudadanos, en particular la igualdad en la diversidad y la no discriminación, como fundamento de la convivencia entre los individuos, uniendo como máximo objetivo el bien común de las personas. El Movimiento Provincial “Renacer Provincial” ideológicamente se declara bajo una corriente de concepción Humanista, donde el hombre y por ende la sociedad debe ser observada desde el antropocentrismo y no, el capital y los bienes creados como el centro, donde las personas tienen que girar mecánicamente por necesidad de sobrevivir al ritmo que le impone el interés económico del grupo dominante. Proclamamos con orgullo y henchidos de dignidad elementos nacionalistas que no se deben confundir con nacionalismo soterrado con fascismo, lo que en algunos lugares del mundo algunas sociedades tratan de recorrer en estado zombie para desenterrar épocas históricas lastimeras para todo principio de convivencia racional. Sí creemos en las potencialidades de nuestro país, el maravilloso Ecuador, pero también tenemos que aceptar que los modelos económicos y tecnológicos nos han lanzado a la Mundialización y a la Globalización en donde la geopolítica se vuelve la ciencia predilecta de los que buscan imponer antes que medidas racionales de mercado, el peso del poder ilimitado de llamarse primer mundo. Somos Humanistas porque consideramos al ser humano el centro de todo objetivo y propósito en esa búsqueda del bien común, de la justicia social, de la utopía que construye cada día en los sueños de millones de jóvenes a los cuales no les llega el sabor del bienestar, de aquellos ancianos que aún esperan poder observar los anhelados cambios del progreso y ni siquiera tienen acceso a jubilaciones justas y dignas. En medio de esa parafernalia barata, desarrollada por los politiqueros ecuatorianos, que se fue construyendo en base a una pésima lectura de las obras de pensadores griegos de la Grecia clásica, en donde Sócrates, Aristóteles, Platón y Pitágoras coincidieron con diferencias de tiempo y estrategias en la fuerza del discurso y si se habló de demagogia, jamás esos mismos sabios imaginaron que sus máximos discípulos para deformar y retorcer el concepto de demagogia se encontraban armando un sainete que en las últimas décadas les permitió constituir un cacicazgo mesiánico a veces, en otras se imponían con el juego absurdo de querer ser los paladines de una justicia retorcida y controlada por ellos mismos. Frente a esto, la brisa suave y gratificante de pensamientos políticos que han despertado a la gente joven, al trabajador informal, al labrador de la tierra, a la mujer creadora, al jubilado con sueños de impulsar el gran cambio se ha convertido en los últimos 8 años en una propuesta reconfortante en donde, la oportunidad de contar con un marco jurídico que garantiza los derechos vapuleados del ayer, nos permite mirar con optimismo pero también con decisión hacia la aurora del mañana. Cuidamos la soberanía, regamos cual delicado sembrío de bellas rosas el principio fundamental del respeto a los derechos de las personas, en sus diferencias que nos acercan porque todos somos parte de la misma unidad genética que nos define como seres humanos. Pero, no debemos descuidar temas como el fomento para el desarrollo integral de la familia como núcleo de la sociedad. Proponer y defender políticas de economía mixta, así como la profundización de la democracia. Asumir la unidad nacional en términos de un patriotismo intentado entre todos los actores sociales del país, en la búsqueda de una unidad consolidada que logre el bienestar social y común de todos los ecuatorianos, por encima de cualquier corriente política preconcebida y recalentada en el horno de las truculencias personalistas. La democracia es una forma de organización del Estado, en la cual las decisiones son adoptadas por el pueblo mediante los mecanismos de participación de la ciudadanía, ya sean estos directos o indirectos, los cuales le confieren legitimidad a sus representantes. En amplio sentido, la democracia es una forma de convivencia social, cuyos actores son libres e igualas. Ser demócrata, es preocuparse y pregonar la protección y la defensa de los derechos humanos, La libertad, la paz y en general, determinadas cuestiones relacionadas con el bienestar humano. Buscamos como Movimiento Provincial “Renacer Peninsular” un renacimiento y una regeneración de la vida pública, una fluidez entre administradores y administrados con carácter siempre participativos por supuesto, así como un control exhaustivo, en aras de la transparencia de las actividades de los representantes políticos. La unidad básica o núcleo de la sociedad es la familia, la cual es anterior a toda ley humana, por consiguiente se debe defender, fortalecer y garantizar la estabilidad y unidad familiar, en lo que a su ámbito de acción le concierne e intervenir en ella exclusivamente para la defensa y fomento de los derechos del individuo v del bien común. La sociedad es anterior al estado y esta surgió de la asociación libre de individuos con diferentes intereses y oficios los cuales a través de las agrupaciones profesionales, culturales y sociales en general, buscan en forma ordenada el ejercicio libre de los principios tan olvidados por el abandono de la opresión, pero ahora recuperados. Con estas premisas que resumen nuestra visión filosófica, política e ideológica vamos a participar para construir con las personas cuya actitud de servicio está ahí intocada, pero lista en la primera oportunidad para desarrollar un gran plan coherente, profesional, transparente en sus acciones y efectivo en sus logros. Vamos a participar y la oportunidad de transformar a este bello pero olvidado, abandonado y despreciado rincón del país que se llama provincia de Santa Elena, le entregaremos todo nuestro esfuerzo para convertirlo en un modelo de gestión que sea un ejemplo para el país y la región, basados en el respeto a la naturaleza, aprovechando sus recursos para desarrollar sostenibilidad y autogestión, incorporando la fuerza productiva y el emprendimiennto de todos los santaelenenses, salinenses y libertenses y a colaborar para seguir construyendo la gran sociedad del bienestar que debe y tiene que ser el Ecuador. Lo certifico: Lic. Cristhian Samuel Pluas Quinde Secretaria Ad-Hoc