A mis cuarenta y tantos A mis cuarenta y tantos, renazco ante inclemencias, un narciso que florece entre juncos con tu invierno como abrigo. mi cuerpo impávido da señales a tu memoria, soy puñado de pétalos entre gotas de rocío. A mis cuarenta y tantos mi piel un celofán por donde las huellas de un tiempo recíproco les deja ver. A mis cuarenta y tantos, emprendo vuelo como mariposa en su primera vez. Sin prisa observo Página 1 la timidez de mis carnes ante el espejo. A mis cuarenta y tantos, por fin veo mis penas y sonrío… A mi cuarenta y tantos, luciérnagas en mis ojos y en mis labios rojo carmín. A mis cuarenta y tantos, amo… A mis cuarenta y tantos ni son cuarenta, ni son tantos… Página 2