EL MARTILLO p o r m u c b a prisa que lleve está excluido de los trenes rápidos; el rico viajará quizás p o r recreo, y el pobre nor n e c e s i d a d ; m á s al primero le s o bra el dinero y al segundo no le a 1canza. ¿ H a y argumento para h a c ° r valer c o m o bueno, lo que la enseñanza de la realidad nos, presenta c o m o malo, y la fue?aa i !e la lógica nos dá c o m o anómalo? Y si pasand® á otro orden de consideraciones nos fijamos, eu la mujer, en la hija del obrero, se nos presentará á nuestra vista un cuadro por demás desconsolador: El honor de la mujer es mercancía de p o c o valor y es destinada á servir de presa al cruel sacrificio de nuestras costumbres relajadas, sacrificio que es justificado c o n la simple fórmula de «es necesario q u e se haga la j u v e n t u d » . M u y a m e n u d o se vé q u e el padre que se i d i g n a contra su hijo á la vista de I03 intentos de seducción de una moza d e las que el vulgo denomina bien nacidas, cerrará complaciente los ojos sobre sus desórdenes, c u a n d o la muj e r n o es más que una humilde obrera. U n autor de la nación vecina, en un estudio, del cual es una inspirac i ó n el presente artículo, cita lo dic h o por M. L e Play, que seguidamente reproduzco, y que pinta de mano uíaestra el sentimiento de esta triste ' verdad: « Y o he visto, dice M. L e Play, durante el curso demis viajes, las torturas morales que a f l g e n á l a s madres pobres, la situación de sus hijas, alejadas de su hogar por las necesidades del trabajo; he alcanzado el secreto que despierta la seducción da las hijas del pobre ejercida por los ricos y, después de ello, juré reclamar sin descanso ¡a represión de este verg o n z o s o desorden. El h o m b r e q u e hizo la ley la hizo para su provecho: ha puesto bajo la protección del c ó d i g o las uniones que hace c o n su semejante; pero la mujer no puede invocar el m i s m o c ó d i g o para hacer respetar los'juramentos que triunfaron de su resistencia. El seductor goza de una escandalosa impunidad, la mujer engañada, deshonrada, rechazada de su familia, despojada de todo, cae en el infanticidio, la prostitución ó el suicidio, mientras q u e el amante ^ vuelve al m u n d o amparado por la ley, acerca de la investigación de la paternidad, c o n la cabeza alta, el corazón libre, y la Sociedad le abre los brazos á manera de absolución; lié aquí un h o m b r e positiv o Esas son las hijas del obrero, víctimas de las asechanzas de los hijos de las familias desocupadas, esas son también las mujeres víctimas del abuso de la su perioridaol que la ley c o n sede al h o m b r e . »p p razón; detened las lágrimas que amenazan brotar de vuestros ojos, no os acordéis de religiones, ni de la caridad ni de tantas superfluosidades, medios insuficientes, que se disputan el monopolio de redimir al hombre,'porque el rubor invadirá vuestro rostro; y considerad impávidos, tan solo por un momento, ese horroroso temporal que amenaza acabar con todo ser y con toda especie. Y si después de esta consideración, Vsi después de un detenido examen de vosotros mismos en el que hallaréis que vuestra razón es capaz de poseer el bien, la justicia y el amor, no os decidís á no permanecer, ni un momento más en la apatía y el indiferentismo, y no os oponéis á que avance ya más el aniquilamiento y la destrucción, representados por el soborno y la tiranía, tened, al monos, la nobleza de rechazar de vosotros el título de racionales, desalojad las ciudades y ocupad los desiertos. MARIO ANTONIO. que en mal hora os esorena RECAUDADO EN LOS TALLERES Ptas. Cts. 4. A semana de Abril 1 3 2 3 3 3 2 5 6 2 2 4 D. Alejandro Williams. . Sres. Carmona y López.. . Sres. Duran y Huertas.. . D. Francisco Soto . . . . D. José Salas Sres. López Hermanos . . Sres. Mackenzie y C. . . D. Manuel González. . . D. Manuel Misa . . . . D. Manuel Pan . . . . Sres. Paz Hermanos . . . Varios socios D. Manuel González (taller de nuevo). . . • . . a MA^TIDDAZOjá. tieno el asunto que se ventila en su casa c o n los operarios, pero la solución se va haciendo al- g o pesada, y no creemos que vaya usted á dar lugar á q u e se forme la bola de nieve. N o s será m u y doloroso; pero los sagrados intereses de un G r e m i o t i e nen m u c h o más valor de los que usted puede suponerse, y no es cosa abandonarlos, dejándolos á de merced del capricho de ningún maestro. T i e n e usted la palabra para 80 60 70 60 60 30 10 10 90 70 10 20 9 90 Total 51 69 GASTOS Maestro R e y e s , ( D . M i g u e l ) : poca importancia ha- béis separado. Fi R e d a c c i ó n ó imprenta del' periódico correspondiente al mes de Adril, nsraero. 166 Entregado á la Junta de Escuela P o r la limpieza del local del mes de Abril . . . . P o r o c h o docenas de cuadernos de escritura inglesa P o r s o c o r r o á tres c o m p a ñ e ros por acuerdo de la D i rectiva recti- 36 00 20 00 10 00 8 00 4 00 . 78 00 . . 288 82 51 60 Total. . . . . efectuados, según . . . . . • • 340 42 Total . ." . ficar, si quiere. Y si nó martillearemos fuerte que nos ó i g a n l o s sordos. Suido anterior . . Entrada de cuotas * ** Y ya que de sordos hablamos, ocuparemos de los nos compañeros que prestan sus servicios en el ingenio del Maestro Fuentes y que RESUMEN para en realidad parece que es necesario usar bocina para que oigan. ¿No se. han persuadido aún de n o deben dejarsu explotar por que más Gastos nota . . . . Saldo en mi poder . 78 00 262 42 Conforme: La Comisión Revisora, Argudo Nieto y Emilio Of ierra! Jaime.—El Tesorero, Manuel García Nieto. tiempo? ¿Todavía no se han enterado que los obreros no son máquinas, ni esclavos, y que tienen perfecto derecho á que se les atienda y respeten sus Venid, venid aquí, no ya moralistas ni filósofos, sino tan solo hombres de corazón, venid aqui y contemplad corsuigo ese mar inmenso de nuestra s?9í i ¡ad; no se turbe vuestro cerebro; oontoned la amargura de vuestro c o c a m i n o , de tra- tos y condiciones en el trabajo? Ya es tiempo, compañeros; ya tiempa de que volváis por propia dignidad y dejando á un temores pueriles, es vuestra lado aceptéis el buen Imprenta, Cruces 6,