Iglesia de Dios Mission Board Departamento de Educación Cristiana Congreso de Educación Cristiana El Potencial Olvidado para el Crecimiento de la Iglesia 17 de septiembre de 2011 Niurka N Benítez [email protected] El potencial olvidado para el crecimiento de la iglesia Introduccción: ¿Por qué las Iglesias no crecen aún cuando se hacen múltiples esfuerzos por añadir nuevas vidas a través de la evangelización? De hecho, contamos cuantas personas se unen a la iglesia pero, por alguna razón el crecimiento no va a la par de nuestros esfuerzos. ¿Qué estrategias puedo utilizar para retener a las familias que nos visitan a nuestras Iglesias? La respuesta esta en el fortalecimiento del ministerio de los niños. Más allá de repetir que e importantes para Dios debemos hacer de ellos una de las prioridades de los esfuerzos evangelísticos de la iglesia. Estamos cayendo en el error de “atender” a los niños cuando ellos(as) necesitan ser EVANGELIZADOS. A través de este taller exploraremos tanto las bases Biblias del ministerio de los niños como estrategias de retención, veremos como se convierten el la forma mas efectiva de traer y retener familias completas en las Iglesias. Bases Biblicas para el Ministerio de los niños. El Señor da mucha importancia a los niños Gén.18:18-19: "...habiendo de ser Abraham una nación grande y fuerte, y habiendo de ser benditas en él todas las naciones de la tierra ... Porque yo sé que mandará a sus hijos y a su casa después de sí, que guarden el camino de Jehová, haciendo justicia y juicio, para que haga venir sobre Abraham lo que ha hablado acera de él." Abraham es bendecido porque enseña a sus hijos el camino de Dios. Núm. 14:30-32: "Vosotros a la verdad no entraréis en la tierra ... Pero a vuestros niños, de los cuales dijisteis que serían por presa, yo los introduciré, y ellos conocerán la tierra que vosotros despreciasteis." Dios promete la tierra a los niños. Ellos pueden ganar la batalla que los adultos perdieron por su falta de fe. Mat.11:25-26: "Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las revelaste a los niños. Sí, Padre, porque así te agradó." Los niños pueden entender el Evangelio. Este entendimiento no depende de la inteligencia o educación humana, sino de Dios quien les revela la Verdad. Mat.18:5-6: "Y cualquiera que reciba en mi nombre a un niño como este, a mí me recibe. Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar." Jesús se identifica con los niños. El dice que de la manera como tratamos a un niño, así tratamos al Señor mismo. Marc.10:15: "De cierto os digo, que el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él." El niño es el ejemplo de cómo hay que recibir el Reino de Dios. De la misma manera sencilla como ellos pueden recibir al Señor, así debemos recibirle nosotros. 1 Cor.1:26-29: "Pues mirad, hermanos, vuestra vocación: que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es (lo que no vale), para deshacer lo que es (lo que vale), a fin de que nadie se jacte en su presencia." Con frecuencia los niños son considerados débiles, necios, menospreciados... pero Dios los escogió. Los niños necesitan la Salvación Rom.3:23: "... por cuanto TODOS pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios ...", no se indica ningún límite de edad. Sal.51:5: "He aquí, en maldad he sido formado, y en pecado me concibió mi madre." Este verso lo hace muy claro que nacemos en pecado y que por tanto los niños no son inocentes ante Dios. (Por supuesto, este verso NO dice que el mismo acto de la concepción sea algo pecaminoso. Lo que dice es que desde el pecado de Adán, cada vida humana empieza - desde su concepción - en un estado separado de Dios. Lo mismo se expresa en Rom.5:12.) Mat.18:11-14: La bien conocida parábola de la oveja perdida, se encuentra enmarcada por estas afirmaciones: "Porque el Hijo del Hombre ha venido para salvar lo que se había perdido. ... Así, no es la voluntad de vuestro Padre que está en los cielos, que se pierda uno de estos pequeños." Aquí se compara el niño con una oveja perdida. - ¡El niño, mientras no se convierte, es perdido! "Los pequeños" no se puede interpretar aquí como "las personas sencillas" o "los humildes", como dicen algunos. El capítulo 18 de Mateo empieza con que Jesús llama un niño, literalmente un niño, no "una persona sencilla", y habla acerca de este niño (Mat.18:2-3). En este mismo contexto el Señor sigue hablando de los "pequeños" (verso 6), y en este mismo contexto relata también la parábola de la oveja perdida. Gén.25:22: "Y los hijos (Jacob y Esaú) luchaban dentro de ella (esto es, en el vientre de su madre); y ella dijo: Si es así, ¿para qué vivo yo?" - Is.48:8: "...por tanto te llamé rebelde desde el vientre." Este incidente ilustra una vez más que el pecado se puede manifestar en un niño a muy temprana edad, incluso antes de nacer. 2 Reyes 2:23-24: "Después subió (Eliseo) de allí a Bet-el; y subiendo por el camino, salieron unos muchachos de la ciudad, y se burlaban de él, diciendo: ¡Calvo, sube! ¡Calvo, sube! Y mirando él atrás, los vio, y los maldijo en el nombre de Jehová. Y salieron dos osos del monte, y despedazaron de ellos a cuarenta y dos muchachos." Aunque aquí no dice nada exacto sobre la edad de estos muchachos, podemos concluir de este pasaje que los muchachos desobedientes e irrespetuosos tienen que cargar ante Dios la responsabilidad por su pecado. ¡Cuánto más es necesario que conozcan el camino del Señor a temprana edad! El mandato de evangelizar a los niños Marc.16:15-16 "Id por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda criatura..." Esto incluye toda la humanidad, sin límites de edad. Mateo 18:11-14 Sobre la parábola de la oveja perdida ya hablamos arriba. - Dios no quiere que un niño se pierda; por eso tenemos que buscarlos y evangelizarlos. Cuidado: no debemos manipular ni presionar a los niños. No hay que hacer llamados colectivos a los niños porque esto lleva a muchas "pseudo-decisiones". La decisión del niño debe ser: - voluntaria - personal - con entendimiento. Es NECESARIO conversar personalmente con cada niño que manifiesta el deseo de entregar su vida a Jesús, para asegurar que el niño realmente entienda lo que está haciendo, y lo haga por voluntad propia. Juan 16:8-11: "Y cuando él venga (el Espíritu Santo), convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. De pecado, por cuanto no creen en mí; de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis más; y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado." Un ingrediente esencial de la conversión es la convicción del pecado. Un niño que no está convencido de su propio pecado y de su necesidad de perdón, no está listo para convertirse. (¡Lo mismo se aplica a los adultos!) Para esto también, no hay límite de edad, porque es la obra del Espíritu Santo y no depende de las capacidades intelectuales o psicológicas del niño. Existen niños de cuatro años que son más conscientes de su pecado que muchos adultos. Si un niño se convierte a raíz de esta obra del Espíritu Santo en él, su conversión es igualmente real y duradera como la de un adulto. El mandato de enseñar a los niños - a los padres: Dtn.6:6-9: "Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes." Las primeras personas que tienen el deber de enseñar a los niños, son sus padres. Se trata aquí de un mandamiento de suma importancia, porque es la continuación inmediata del "mandamiento más grande": "Oye Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas." (Dtn. 6:4-5). De hecho, gracias a la obediencia a este mandamiento mantuvo la nación judía su identidad como nación, a pesar de estar dispersada por todas las naciones durante más de 1800 años. Este mandato, que los padres enseñen la Palabra de Dios a sus hijos, tiene también muchas consecuencias para la estructura de la iglesia, que todavía muy poco han sido realizadas. Sal. 78:5-8: "El estableció testimonio en Jacob, y puso ley en Israel, la cual mandó a nuestros padres, que la notificasen a sus hijos; para que lo sepa la generación venidera, y los hijos que nacerán; y los que se levanten lo cuenten a sus hijos, a fin de que pongan en Dios su confianza, y no se olviden de las obras de Dios; que guarden sus mandamientos, y no sean como sus padres, generación contumaz y rebelde ..." Si los niños no son enseñados en la Palabra de Dios, ellos también se convertirán en una "generación contumaz y rebelde". - a los líderes de la congregación: Dtn.31:12-13 "Harás congregar al pueblo, varones y mujeres y niños, ... para que oigan y aprendan, y teman a Jehová vuestro Dios, y cuiden de cumplir todas las palabras de esta ley; y los hijos de ellos que no supieron, oigan, y aprendan a temer a Jehová vuestro Dios ..." La segunda persona que tiene el deber de enseñar a los niños, es el líder del pueblo de Dios. Los niños son incluidos en la congregación, igual que los varones y las mujeres. - en general: Prov.22:6: "Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él." Este verso nos demuestra, en forma general, el principio de que la niñez es la mejor edad para recibir enseñanza. Al enseñar a los niños, podemos esperar resultados mucho mejores que al enseñar a adultos. Nota: La escuela no es un mandato bíblico. El gobierno civil no tiene ningún mandato para la enseñanza de los niños. Cuando un profesor o maestro se hace cargo de una parte de la educación de un niño, lo hace como "encargado" de parte de los padres. Es muy importante que nosotros como cristianos recuperemos esta perspectiva bíblica, frente a las fuertes tendencias en algunos países de monopolizar la educación de los niños por parte del estado. El mandato de corregir a los niños 1 Sam.2:29-30: "¿Por qué ... has honrado a tus hijos más que a mí ...? Yo honraré a los que me honran, y los que me desprecian serán tenidos en poco." - 1 Sam. 3:11-14: "... Yo juzgaré su casa para siempre, por la iniquidad que él sabe; porque sus hijos han blasfemado a Dios, y él no los ha estorbado." Elí es juzgado por Dios por no haber corregido a sus hijos. Como padre, él era responsable no solo de enseñarles, sino también de corregirles cuando actuaban mal. Prov. 29:15.17: "La vara y la corrección dan sabiduría; mas el muchacho consentido avergonzará a su madre. Corrige a tu hijo, y te dará descanso, y dará alegría a tu alma." (Vea también Prov.22:15, Ef.6:4b). Con frecuencia se comete el error de consentir demasiado a los niños pequeños ("ellos son pequeños, todavía no entienden..."), y después tratar de corregir a los adolescentes rebeldes con medidas demasiado drásticas. Es al revés: el niño pequeño tiene que aprender a "vivir según las reglas" tan pronto como es capaz de manifestar su voluntad propia, mientras a los adolescentes a menudo hay que dejar que aprendan por sus propios errores y por las experiencias que hacen. El mandato de respetar y animar a los niños ¡El deber de corregir no excluye el respeto! El respeto es algo mutuo: de la misma manera como esperamos que los niños nos respeten como padres, profesores, etc, nosotros debemos también respetar a ellos. Mat.18:5-6: "Y cualquiera que reciba en mi nombre a un niño como este, a mí me recibe. Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar." Jesús se identifica con los niños. El dice que de la manera como tratamos a un niño, así tratamos al Señor mismo. Mat.18:10: "Mirad que no menospreciéis a uno de estos pequeños; porque os digo que sus ángeles en los cielos ven siempre el rostro de mi Padre que está en los cielos." El menosprecio es una de las formas como se manifiesta la falta de respeto. Los niños no son solamente "esos chiquitos", "esos enanitos" - ellos son personas de igual valor y dignidad como una persona adulta. Col.3:21: "Padres, no exasperéis a vuestros hijos, para que no se desalienten." Lástimamente, muchos niños están desanimados por causa de la manera como sus padres (u otras personas) los trataron. Ef.6:4: "Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor." En este verso tenemos la síntesis de los dos principios mencionados. Un padre sabio, una madre sabia encontrará la forma de dirigir y corregir a sus hijos, de una forma que no los "provoque", sino los anime a seguir adelante; que no destruya su autoestima, sino los edifique. Una tal estilo de educación reflejará lo que Dios Padre nos mostró en su propia persona: La autoridad suprema, combinada con el amor supremo. Educar a un niño de esta forma es un arte difícil, y probablemente nadie lo dominará perfectamente - pero justamente por eso es necesario dedicar mucho tiempo y esfuerzo para aprenderlo. Quizás no haya ningún mejor reflejo de Dios en la tierra que un buen padre. El mandato de hacer participar a los niños en nuestras experiencias con Dios Sal. 102:17-18: "(Dios) habrá considerado la oración de los desvalidos, y no habrá desechado el ruego de ellos. Se escribirá esto para la generación venidera; y el pueblo que está por nacer alabará a JAH." Cuando Dios hace una obra en nuestras vidas, los niños deben ser parte de esta experiencia. Así aprenden a alabar al Señor por las experiencias reales que hicieron con El, no solo por las historias antiguas que escucharon. El mejor lugar para aprenderlo es, una vez más, la familia. Cuando padres e hijos oran juntos por el trabajo de papá, la salud de la tía, los estudios de los hijos ... siempre habrá oportunidades para señalar a los niños: "Mira, Dios ha respondido nuestra oración. ¡Vamos a darle gracias juntos!" El mandato de interceder por los niños Lam. 2:19: "Levántate, da voces en la noche, al comenzar las vigilias; Derrama como agua tu corazón ante la presencia del Señor; Alza tus manos a el implorando la vida de tus pequeñitos, Que desfallecen de hambre en las entradas de todas las calles." Los niños son generalmente los más débiles de la sociedad. Por tanto son los que necesitan más protección, tanto en lo material como en lo espiritual. Con nuestra intercesión levantamos un muro de protección espiritual alrededor de los niños. El padre como sacerdote de su casa (familia) Jos.24:15: "...pero yo y mi casa serviremos a Jehová." Josué se compromete no solo a servir al Señor de manera individual, sino a encabezar toda su familia en el servicio del Señor. Ex. 12:21-27: "...Guardaréis esto por estatuto para vosotros y para vuestros hijos para siempre. ... Y cuando os dijeren vuestros hijos: ¿Qué es este rito vuestro?, vosotros responderéis: Es la víctima de la pascua de Jehová, el cual pasó por encima de las casas de los hijos de Israel en Egipto ..." La Pascua era desde sus inicios una celebración en familia. A un hijo le corresponde iniciar la conversación con una pregunta, y al padre le corresponde en respuesta enseñar a su familia y dirigir la celebración. Hech.2:46: "...y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón..." La Santa Cena (= la continuación de la Pascua) se celebraba en las casas (=familias). Hech. 5:42, 16:40, Rom.16:5, 16:23, 1 Cor.16:19, Col.4:15: La iglesia se reunía en casas (= en familia, con los niños) Los siguientes versos nos demuestran que según el propósito bíblico, el padre terrenal es reflejo de lo que es Dios como Padre: Mat.7:9-11: "¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?" Ef.3:14-15: "Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, de quien toma nombre toda familia (literalmente: paternidad) en los cielos y en la tierra" Hebr.12:7-9: "Por otra parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, y los venerábamos. ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos? Y aquéllos (los padres terrenales), ciertamente por pocos días nos disciplinaban como a ellos les parecía, pero éste (Dios) para lo que nos es provechoso, para que participemos de su santidad." El propósito y llamado de Dios en la vida de un niño Jer.1:5-7: "Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones. - Y yo dije: ¡Ah! ¡ah, Señor Jehová! He aquí, no sé hablar, porque soy niño. - Y me dijo Jehová: No digas: Soy un niño; porque a todo lo que te envíe irás tú, y dirás todo lo que te mande." El llamado de Dios para Jeremías estaba determinado antes de su nacimiento, y empezó a manifestarse muy temprano en su vida. Sal.139:14-17: "...Mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar una de ellas." Para cada persona, Dios tiene un propósito establecido aún antes del nacimiento. Esto significa que cada niño en este mismo momento ya tiene sobre su vida un llamado único y personal de parte de Dios. Pero, ¿hasta qué punto se cumplirá este llamado en la vida de este niño? La respuesta depende en gran medida de nosotros quienes enseñamos a este niño. Dios puede usar a los niños creyentes en Su obra Ejemplos: Samuel (1 Sam.3), David (1 Sam.17:34-37), la criada de Naamán (2 Reyes 5:2-4), Josías (2 Crón.34:14), Jeremías (Jer.1:5-7), Daniel (Dan.1:3-21). Hech. 2:17: "Y en los postreros días, dice Dios, derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; vuestros jóvenes verán visiones, y vuestros ancianos soñarán sueños." Los niños pueden recibir al Espíritu Santo y sus dones. -> Hechos 21:8-9: "... Este tenía cuatro hijas doncellas que profetizaban." Puesto que en aquella cultura las muchachas se casaban a una edad muy temprana, por lo menos las menores de estas cuatro hijas deben haber sido niñas. Salmo 8:2 / Mateo 21:16: "De la boca de los niños y de los que maman, fundaste la fortaleza, a causa de tus enemigos, para hacer callar al enemigo y al vengativo." La alabanza de los niños es un arma espiritual poderosa. Juan 6:8-9: "Uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dijo: Aquí está un muchacho, que tiene cinco panes de cebada y dos pececillos; mas ¿qué es esto para tantos?" El comentario de Andrés - "¿qué es esto para tantos?" - refleja la actitud de muchos líderes que desprecian la contribución de un niño. Un niño que ora, que canta una alabanza, que cuenta su testimonio, que ayuda a otro niño ... no lo hará con las mismas "palabras religiosas" como lo haría un adulto; probablemente se pondrá nervioso o tímido y no lo hará de una manera "perfecta". Pensamos de la contribución de un niño como algo muy pequeño. - Pero la respuesta del Señor fue muy diferente: El recibió esta pequeña ofrenda del niño, dio gracias por ella, y la usó para alimentar a más de 5000 personas. La contribución más insignificante (a nuestro parecer) de un niño puede multiplicarse en las manos del Señor y obrar un gran milagro. "7 maneras eficaces como impedir el desarrollo de la obra con niños": Mantén a los niños alejados de la vista de los adultos, para que los miembros adultos no se den cuenta de que los niños pertenecen a la iglesia. No presentes a los maestros de niños en público; y si es inevitable hablar de ellos, llámalos "los chicos que cuidan a los niños". No proveas fondos para la obra con niños. Ocupa el tiempo de los maestros con otras actividades de la iglesia. Saca a los mejores maestros de la obra, para darles responsabilidades más importantes que no tengan que ver con niños. Pon como director de la Escuela Dominical a un hermano que no tenga experiencia con niños, o a uno que no tenga la confianza de los maestros. Decide sobre todas las actividades de la iglesia sin consultar con el director de la Escuela Dominical. 1. El pastor influencia en el prestigio que tiene el ministerio con niños ante la iglesia. a) Visibilidad: Actividades como las siguientes pueden mejorar la visibilidad del ministerio con niños ante la iglesia en general: Honrar a los maestros ante la iglesia Participaciones de los niños en el culto principal Testimonios de los niños y de los maestros, sobre lo que Dios está obrando en sus vidas. Es importante que el ministerio con niños sea valorado como un MINISTERIO ESPIRITUAL, no solo un pasatiempo. Debemos esperar CRECIMIENTO ESPIRITUAL de los niños y experiencias reales con Dios en las actividades que realizamos con ellos. ) Enseñar a la congregación en general sobre la importancia de los niños. c) Como pastor, pasar tiempo con los maestros, no solo para predicarles, sino para conocer sus éxitos y sus problemas, sus preocupaciones y sus sugerencias. d) Involucrar por lo menos al director de la Escuela Dominical en la junta directiva de la iglesia y coordinar todas las actividades junto con él. e) Apoyar la autoridad de los maestros ante los niños, y tratarlos con respeto. f) Para sensibilizar a los líderes de la iglesia, se puede establecer que cada miembro de la junta directiva (y el pastor) tenga que enseñar por lo menos una o dos lecciones para niños durante el año. (Una iglesia en Alemania ha impuesto esta condición a todos sus líderes de grupos familiares.) 2. El pastor influencia en el reclutamiento y la especialización de los obreros. ¿Cuánto tiempo necesita un maestro de niños? Si quiere hacer su trabajo bien, necesita por semana como mínimo: 1 hora para enseñar a los niños 3 a 5 horas para preparar su enseñanza y sus materiales 2 horas para una reunión con los otros maestros 1 hora para orar por los niños de su clase una cantidad variable de tiempo (pero por lo menos 2 horas) para proyectos adicionales: ensayos, eventos evangelísticos, paseos, visitas a los padres de los niños, etc; y para seguir capacitándose. Total: 10 a 12 horas semanales como mínimo. Demostrar que la enseñanza de los niños es un ministerio deseable, y animar a los hermanos a participar en él. Cuando damos la impresión que p.ej. el grupo de jóvenes, la liga femenina, o el grupo de alabanza son ministerios "más importantes", los hermanos se interesarán más por esos ministerios que por la obra con niños. - En los niños es donde dejamos las impresiones más profundas; por eso deben ser los mejores obreros los que trabajan con ellos. Insistir en una buena preparación de los maestros, sobre todo en el área espiritual. - "Lo que no cuesta nada, no vale nada": Cuando a un maestro le ha costado esfuerzo el prepararse para este ministerio, lo valorará más que cuando no le ha costado nada. (¡Un profesor de primaria tiene que estudiar 4 a 5 años completos antes que se le permita enseñar!) Insistir en que un maestro de niños sea comprometido con la obra, cumplido, y que dedique todo el tiempo necesario a su ministerio. Esto implica que no puede involucrarse en otras áreas de la iglesia, excepto si dispone de una cantidad extraordinaria de tiempo libre. (Vea a la izquierda, ¿Cuánto tiempo necesita un maestro de niños?) Animar y apoyar a los mejores maestros de niños para que se especialicen en este ministerio, sobre todo los que tienen cualidades de liderazgo. - Los maestros necesitan a una persona experimentada que les puede capacitar más y a quien pueden pedir ayuda y consejo en cuanto a la obra con niños. Por tanto, hay una necesidad de ministros especializados en esta área, comprometidos a largo plazo y de preferencia a tiempo completo. (Se dice que un pastor no empieza a realmente dar fruto antes del quinto año de su ministerio. Lo mismo se aplica a un maestro de niños.) Se puede incentivar esta especialización ofreciendo más oportunidades de liderazgo en el ministerio con niños: Un coordinador para cada grupo de edad. Líderes de diferentes ramas de la obra con niños: Escuela Dominical / Culto de niños Evangelización de niños Discipulado de niños creyentes Ministerio con familias enteras Planificar y orar para que en el futuro la iglesia (o la denominación a nivel regional) tenga un obrero a tiempo completo especializado en la obra con niños. 3. El pastor influencia en la comunicación entre las diferentes áreas de la iglesia. En iglesias grandes (y también en algunas iglesias pequeñas) pueden surgir muchos problemas por falta de coordinación; por ejemplo: Un grupo de la iglesia quiere usar el mismo local como el que la Escuela Dominical necesita para una actividad. El grupo de jóvenes decide llevar a cabo una actividad que se cruza con una reunión de los maestros de la Escuela Dominical, y obliga asistir allí a todos los maestros que a la vez son jóvenes. Los maestros de Escuela Dominical reciben órdenes opuestas de parte de la junta directiva de la iglesia por un lado, y de parte del director de Escuela Dominical por el otro lado, porque las áreas de competencia no están claramente definidas o porque no se respetan los acuerdos respectivos. El director de Escuela Dominical tiene que enterarse por medio de los anuncios en el culto de que el pastor o la junta directiva está planificando su propio evento con niños y está comprometiendo para ello a los maestros de Escuela Dominical, sin haber consultado previamente al director ni a los maestros. En la mayoría de estos casos, son los maestros de niños los que tienen que rendirse y dar lugar a las actividades "más importantes". Pero el pastor puede evitar muchos de estos problemas cuando mantiene una comunicación permanente y transparente con cada área de la iglesia, y cuando defiende las necesidades de la obra con niños. Es esencial comunicar abiertamente y tomar en cuenta las opiniones de las personas afectadas por las decisiones. Esta comunicación tiene que iniciarse desde arriba, o sea desde el pastor y la junta directiva. 4. El pastor influencia en la distribución de los fondos de la iglesia. Si los niños constituyen 40% de la población, y 85% de los que se reciben a Cristo, ¿no deberíamos invertir este mismo porcentaje de nuestros recursos en ellos? Pero en la realidad, gran parte de las inversiones de las iglesias benefician solamente a los adultos. Esto incluye p.ej. instrumentos musicales y equipos de sonido, muchos proyectos de construcción (excepto si se construyen buenas aulas para los niños), y también los sueldos de los pastores (porque el pastor promedio invierte muy poco tiempo en la obra con niños). 1. Enseñanza y discipulado de niños - Según la Palabra de Dios, los primeros responsables para la enseñanza de los niños son los padres. Entonces, la estrategia más importante es incentivar y ayudar a los padres para la enseñanza de sus hijos. (Vea punto 3). - La preparación de los maestros es esencial (vea punto 4). - Aplicar principios del discipulado: El ejemplo de Jesús: 1. El mismo da el ejemplo (enseña y hace milagros): Mateo 4:23 2. El llama a los discípulos para que estén con él; comparte su vida y ministerio con ellos. (Marc.3:13-14a) 3. El envía a los discípulos para que hagan la obra, pero todavía los supervisa y aconseja. (Marc.3:14b-15) 4. El se retira, y los discípulos hacen la obra solos. (Juan 14:12) El ejemplo de Pablo en Hechos 19:8-10: Tres meses de evangelización, dos años de discipulado. El separa a los discípulos (= los que demuestran un verdadero compromiso con el Señor) y los enseña aparte. La obra se multiplica porque los discípulos reparten la Palabra en toda Asia. Necesitamos también para los niños diferentes tipos de obras. Como mínimo necesitamos: Una obra evangelística que alcanza a los niños no creyentes, tanto adentro como afuera de la iglesia. (V Una obra "general" para todos (el culto o la Escuela Dominical). Un grupo cerrado de discípulos con un mayor compromiso y un entrenamiento especial, que aprenden a hacer la obra ellos mismos. Una obra completa con niños incluiría además: Una obra social para niños necesitados, no solo dándoles ayuda material, sino entrenándoles a mejorar su vida según los principios de la Palabra de Dios. Un colegio cristiano, donde toda la enseñanza se basa en principios bíblicos. La "enseñanza" (información), por más interesante que sea, no es suficiente. Los niños necesitan un ministerio espiritual. Esto implica, entre otros: que los niños reciban ministración en oración y consejería que los niños lleguen a tener una comunicación personal con Dios (Oración, intercesión, alabanza etc. no solo como formas exteriores, sino como expresión personal ante Dios) que los niños aprendan a vivir en las fuerzas del Señor y en obediencia hacia El (y que tengan oportunidades para practicar pasos de fe en las mismas reuniones de la iglesia) que los niños que son discípulos, aprendan a ministrar a otras personas. Cada grupo de niños necesita maestros constantes, para que puedan edificar una relación de confianza. Un maestro debe permanecer por lo menos un año completo en la misma clase. En cada clase debe haber dos maestros presentes para que puedan ayudarse uno al otro. (Esto significa que en total se necesitan 3 ó 4 maestros resp. ayudantes por clase, para que puedan remplazarse en el caso de ausencia.) Es muy importante elegir a la persona adecuada como director de la Escuela Dominical. Algunos criterios son: Experiencia en el ministerio espiritual con niños Dedicación y visión para el trabajo con niños Madurez espiritual y los criterios generales para líderes de la iglesia según 1 Tim.3 y Tito 1. Si la Escuela Dominical incluye todas las edades hasta adultos, es recomendable elegir aparte a un director de la obra con niños que cumpla los requisitos mencionadas y tenga la autoridad y posición correspondiente. Cada rama de la obra con niños necesita una buena planificación anual en cuanto a: Contenido (temas) de las enseñanzas (para que sean completos y no se repitan) Metas prácticas de las enseñanzas (¿qué cambios esperamos en la vida de los niños?) Metas en cuanto al crecimiento de la obra Metas en cuanto a reclutamiento y capacitación de obreros. 2. Evangelización de niños En primer lugar tenemos que evangelizar a los hijos de los propios miembros de la iglesia. Necesitamos enseñar claramente sobre la necesidad de los niños de ser salvos. Las personas más indicadas para evangelizar a los niños son sus propios padres. Tenemos que enseñarles como hacerlo. Los niños creyentes son perfectamente capaces de evangelizar a sus amigos, compañeros, vecinos ... si les enseñamos como hacerlo. Como una ayuda adicional, la Escuela Dominical puede de vez en cuando organizar programas especiales donde los niños pueden invitar a sus amigos. También podemos alcanzar a los niños por medio de grupos evangelísticos ("clubes bíblicos" etc.) en el lugar donde ellos viven. ¡Estos grupos necesitan mucho apoyo de parte de la iglesia en general! (Oración, apoyo moral y económico para los obreros, trabajo con los padres de los niños, etc.) La iglesia que mantiene un tal grupo debe considerarlo como su campo misionero y apoyarlo como tal. Nota: Un tal grupo normalmente alcanza solamente a los niños del vecindario inmediato. Caminar más de tres cuadras o tener que cruzar una avenida principal, ya es un gran obstáculo que puede impedir la asistencia de un niño, excepto en circunstancias especiales. NO se recomienda hacer campañas masivas de evangelización para niños; o solamente si se maneja muy cuidadosamente la consejería personal para los niños que quieren entregarse al Señor, y si la campaña es estrechamente relacionada con una obra continua en la misma zona. En todo caso, hay que evitar cualquier método que incite a los niños a hacer "pseudo-decisiones" por la emoción del momento, o porque se sienten obligados. Además hay que asegurar que los niños sean acompañados en su crecimiento espiritual posterior, lo que es muy difícil si la persona que aconseja al niño es alguien desconocido para el niño. Y hay que tomar en cuenta también todos los problemas prácticos que resultan de un amontonamiento masivo de niños: peleas, niños que se pierden, niños que son pisados, etc ... - si suceden tales cosas, se daña el testimonio de todos los que organizaron la campaña. En resumen, para la evangelización de niños es mucho mejor establecer un contacto personal en un grupo pequeño o a partir de amistades existentes, y alcanzarlos desde esta base. 3. Trabajo con familias El pueblo de Israel acampaba por familias durante su camino por el desierto (Núm.2:2); igualmente la herencia de la Tierra Prometida fue repartida por familias (Núm.33:54). Bajo Nehemías, el pueblo reedificaba el muro de Israel por familias (Neh.4:13-14). En el Nuevo Testamento, la Iglesia fue organizada alrededor de iglesias en casas (=familias). La Pascua se celebraba en familia (Ex.12:3-4,24-27), y por consecuencia también la Santa Cena (Hech.2:46). - Los padres tienen que ser preparados para la tarea y responsabilidad que tienen frente a sus hijos, por medio de cursos especializados dirigidos a los padres, sobre temas como los siguientes: Enseñar la Palabra de Dios a los niños Evangelizar a los niños Reconocer y entrenar el potencial espiritual de los niños Llevar a cabo devocionales familiares Educación de los niños en general, desde una base bíblica. - Las familias enteras deben ser involucradas en la obra de la . iglesia, en vez de fragmentarlas más todavía con tantas actividades en grupos separadas (niños / jóvenes / mujeres, etc.). Sería muy deseable encontrar una forma como discipular a familias enteras, no solo a personas individuales. Un tal discipulado de familias podría involucrar, por ejemplo: Algunas ideas como las familias enteras pueden servir juntas al Señor: Aprender a vivir la relación con el Señor juntos como familia, ser una iglesia en casa Compartir juntos (entre padres e hijos, entre esposos, entre hermanos) sus experiencias con el Señor Arreglar y mejorar la comunicación y las relaciones interpersonales dentro de la familia Buscar juntos (padres e hijos) la voluntad de Dios en cuanto a decisiones importantes y problemas que afectan la familia Buscar juntos a Dios en cuanto a Su llamado especial para la familia y para cada miembro Aprender a ser un "equipo ministerial" como familia, y que cada miembro de la familia encuentre su lugar específico en este equipo, según sus dones y talentos personales. Es importante, en este proceso, respetar la particularidad de cada familia. Cada familia tiene su propia dinámica, y cada familia tiene otros "puntos fuertes" donde puede ministrar a otros. No debemos obligarlos a que "todos hagan lo mismo". Ser anfitriones para una célula de la iglesia o un grupo de niños en su casa. En campañas evangelísticas, las familias pueden participar y servir juntas en alguna área, p.ej. en intercesión, alabanza, presentando un especial, conversando y aconsejando a personas interesadas, etc. En trabajos prácticos en la iglesia, familias enteras pueden colaborar (limpieza, decoración, etc.) Algunas familias pueden hacerse cargo de peticiones específicas de oración, y orar juntos como familia en sus casas por estas peticiones. Las familias más estables pueden extender su ministerio p.ej. discipulando a otras familias, recibiendo en su casa a personas que pasan por una crisis personal, o personas necesitadas, o adoptando a niños necesitados. - Los cultos dominicales podrían reunir a las familias enteras, en vez de apartar a los niños (por lo menos de vez en cuando). Esto es posible, pero es necesario modificar algunas formas acostumbradas. El director de alabanza tiene que interactuar directamente con los niños y estar atento a sus reacciones. Tiene que estar cerca de ellos; no puede estar encima de un podio. Tiene que explicarles con palabras sencillas lo que significa alabar a Dios, y darles libertad en sus expresiones. Tiene que escoger coros fáciles de aprender y con palabras que los niños entiendan (y conformes a la Palabra de Dios, por supuesto). Tiene que enseñarles los coros nuevos paso por paso para que puedan participar. A la vez debe tener cuidado que los niños no se sientan "expuestos" ante la congregación: ellos no deben sentir que tienen que "presentar" algo, sino que son una parte integral de la congregación. No se puede esperar tener un tiempo de adoración prolongado cuando los niños están presentes. Ellos todavía no se impresionan mucho con momentos "solemnes"; mas bien considerarán estos momentos como aburridos. La prédica tiene que ser corta y en una forma que los niños pueden entender. 4. Reclutamiento y capacitación de obreros Si contamos con que la mitad de la población son niños y adolescentes, y necesitamos un maestro por 8 niños, entonces por lo menos uno de cada ocho miembros adultos debería colaborar en la obra con niños. (Si tomamos en cuenta la gran importancia de la obra con niños, y la necesidad de alcanzar a niños afuera de la iglesia, necesitamos aun más maestros.) ¿Cómo logramos esto? ¡Primeramente se aplica todo lo dicho previamente sobre el prestigio de la obra con niños y la "canalización" de obreros hacia esta obra! Algunos hermanos, especialmente jóvenes, pueden en el fondo estar interesados en trabajar con niños, pero la idea de tener que enseñar sin saber como, les puede causar temor. Vea las sugerencias en el cuadro: "Facilitar el inicio para nuevos maestros de Escuela Dominical". Podemos despertar el potencial de liderazgo en los mismos niños y adolescentes. (En las capacitaciones básicas para maestros, hasta ahora tuve seis niños menores de 13 años, y más de cincuenta adolescentes, que después empezaron a enseñar en la Escuela Dominical.) Madres pueden ser buenas maestras o ayudantes (también padres, si disponen de tiempo). Para la Escuela Dominical deberían tener tiempo porque es un tiempo en el cual no necesitan preocuparse por sus hijos. ¡De preferencia que no enseñen en la clase donde están sus propios hijos! Cuando los padres aprenden a enseñar a sus propios hijos, hay menos necesidad de la Escuela Dominical; y algunas familias pueden incluso formar el principio de grupos evangelísticos para niños. Evitar el desánimo y el agotamiento. Muchos maestros se quedan solamente uno o dos años, y esto no es suficiente para ganar la experiencia necesaria. Debemos darles el apoyo espiritual, emocional y material que necesitan para permanecer más tiempo en la obra. Una iglesia nunca tiene "demasiados" maestros - excepto si son personas no idóneas para este trabajo. Si hay más maestros de los que se necesita para enseñar a los niños de la iglesia, siempre encontrarán a más niños afuera que pueden alcanzar para el Señor. ¡Los maestros también necesitan a alguien a quien pueden pedir consejo y ayuda, y que sea un ejemplo para ellos! El director de la Escuela Dominical debe ser una tal persona. De esta manera tenemos un mejoramiento constante: El director capacita y discipula a los maestros; los maestros discipulan a los ayudantes; los maestros y ayudantes discipulan a los niños y adolescentes. - Aun mejor es cuando la iglesia tiene un obrero a tiempo completo especializado en la obra con niños (p.ej. a nivel regional, para capacitar a los maestros y directores en varias iglesias locales.) Necesidades básicas de los niños Todos los niños tienen algunas necesidades básicas así como necesidades que son específicas para su edad y etapa dedesarrollo. Las necesidades básicas de los niños son... Físicas • alimento. • vestido. • vivienda. Mentales • capacidad de decisión y obediencia. Emocionales • Un sentido de pertenencia. • Aprobación y reconocimiento. • Expresiones de aceptación y amor incondicional. • Libertad con límites definidos. • Buen humor – una oportunidad para reír Espirituales • Un conocimiento general del cuidado amoroso de Dios. • Perdón por los errores y oportunidad para empezarde nuevo. • Seguridad de la aceptación de Dios. • Experiencia en la oración, respuestas a la oración. • Una oportunidad para crecer en la gracia y el conocimiento de Dios. Física • Empiezan a desarrollar la coordinación de los músculos. • Carecen de un sentido seguro del equilibrio( los más pequeños). • Son sumamente activos. • Se cansan con facilidad, pero se restablecen pronto con el descanso. • Carecen de coordinación muscular para los movimientos más precisos. ( los más pequeños) • Son curiosos y les gusta explorar su entorno. • Aprenden a través de la exploración. Mental • Aprenden mejor con apoyo visual • Tienen memoria rápida. • Memorizan las cosas que no entienden. Emocional • Son capaces de verbalizar respuestas emocionales. • Aprenden a postergar la satisfacción de sus necesidades sin descontrolarse. • Experimentan el espectro completo de emociones negativas. • Aprenden formas de expresar las emociones negativas. Social/Relacional • Se centran en ellos mismos: el mundo gira alrededor de ellos. • Juegan solos en presencia de sus amigos, en lugar de jugar con ellos. • Les gusta hacer amigos y estar con ellos. Necesidades de desarrollo personal • Libertad – para elegir y explorar dentro de límites determinados. • Poder – para tener algo de autonomía en situaciones de aprendizaje. • Límites – barreras de seguridad que los padres y maestros establezcan. • Recreación – aprender a través del juego, disfrutar el éxito. • Disciplina e instrucción – proveer seguridad y estructura a sus vidas. Necesidades espirituales • Que Dios los ama y también cuida de ellos. • Cómo mostrar reverencia por Dios. • Que Dios los hizo, los conoce y los valora. • La diferencia entre el bien y el mal. • Cómo escoger lo correcto con la ayuda de Dios.