VISITA A LA CARCEL DE PASO DE LOS TOROS Con fecha 14 de julio integrantes del Equipo de Derechos Civiles y Políticos del SERPAJ visitaron la Cárcel de la Ciudad de Paso de los Toros en el Departamento de Tacuarembó. Fueron recibidos por el Director del establecimiento, el Oficial Principal Julio Arrúa, con quien mantuvieron una entrevista en la cual se les informó acerca del funcionamiento del establecimiento y de su estado. Luego realizaron una recorrida por el mismo y entrevistaron algunos reclusos. Este establecimiento se encuentra junto a la Seccional 3ª de Paso de los Toros y depende de la Jefatura de Policía de Tacuarembó. El edificio fue construido en el año 1969 como centro para reclusión de mujeres que formaban parte del Movimiento Tupamaro. Por ser una cárcel de media seguridad y además estar en la ciudad es sumamente cerrada y no tiene espacios abiertos amplios. Los patios son todos chicos, incluso el general en el que se dan las horas de patio el que además está rodeado de paredes altas por lo cual la sensación de encierro absoluto es permanente. POBLACIÓN RECLUSA El establecimiento tiene capacidad para 36 personas y en el momento de nuestra visita se encontraban alojados en él 41 personas, únicamente hombres, ya que las mujeres están en la cárcel de Tacuarembó. Es de destacar que no existe superpoblación y hacinamiento. No hay una separación de aquellos reclusos que están procesados de los que están penados ni un régimen diferente para cada uno de ellos y tampoco hay separación alguna de adultos y juveniles ni de primarios y reincidentes. Como veremos, la distribución de los reclusos en los distintos sectores responde a criterios de relacionamiento entre los propios reclusos y de seguridad en cuanto a la prevención de una posible fuga. Del total de reclusos 21 son primarios y 20 son reincidentes. Datos de la población carcelaria según delitos: Hurto 4 Rapiña 9 Copamiento 1 Receptación 1 Privación de libertad 2 Violencia doméstica 1 Violación 8 Atentado violento al pudor 4 Lesiones 1 Homicidio 13 Del total de los reclusos hay 13 que tienen salidas transitorias. Al ser una cárcel de media seguridad su población no está conformada únicamente por personas provenientes de Paso de los Toros sino que también hay reclusos que son enviados de otros establecimientos carcelarios como Comcar, Libertad, de la cárcel de Tacuarembó, e incluso de otros Departamentos, por razones de seguridad o también por haber tenido problemas con otros reclusos en estos establecimientos y como castigo se los aleja de su lugar de origen y se los envía a este establecimiento. Del total de los 42 reclusos, 29 fueron procesados o penados por el Juzgado Letrado de Paso de los Toros y el resto provienen de otros departamentos. El hecho de que en el establecimiento haya muchas personas que provienen de otros puntos del país, alejados de Paso de los Toros, genera un mayor aislamiento de estas personas y separación de su familia que la que ya implica de por sí estar en prisión, pues al carecer de recursos sus familiares no tienen la posibilidad de trasladarse a visitarlos, careciendo además de la ayuda que estos puedan brindarles con alimentos y productos de limpieza que suplan las deficiencias que existen en el establecimiento en estos aspectos. Algunos reclusos se comunican con su familia únicamente por teléfono, ya que al no tener recursos para comprarse tarjetas telefónicas utilizan la llamada que brinda el establecimiento en forma gratuita, una vez cada quince días. INSTALACIONES La estructura de esta cárcel está conformada por tres sectores: el Sector de Seguridad en el cual se encuentran aquellas personas provenientes de los establecimientos de Comcar o Libertad por razones de seguridad, para prevenir una posible fuga; el Sector A, en el cual se encuentran en general aquellas personas que cometieron delitos comunes; y el Sector B en el que están en general quienes cometieron delitos graves como violación, rapiñas, homicidios, etc. En el Sector de Seguridad hay 4 reclusos, en el Sector A se encuentran alojados 27 y en el Sector B 12. Cada sector a su vez se encuentra dividido en celdas, algunas para cuatro personas y otras para dos personas, las que tienen salida a un corredor interior al cual los reclusos tienen acceso durante todo el día, las celdas se abren a las 7:00 hs. y se cierran a las 23:00 hs., sin interrupción de la energía eléctrica. Este corredor a su vez está delimitado por una reja que permanece cerrada durante todo el día; se abre únicamente en las horas de patio que son solamente dos por día. Al realizar la recorrida por el establecimiento pudimos constatar que las celdas en general se encuentran en buen estado, bastante ordenadas y limpias y dado que no existe superpoblación no hay gente durmiendo en el suelo o sin colchón, todos tienen una cama con colchón, el cual lo proporciona el establecimiento y en algunos casos se lo traen los propios reclusos. En las celdas hay calentadores fabricados por los reclusos (ladrillos con resistencias) en los que pueden cocinar quienes tengan sus propios alimentos y así lo quieran hacer. En cada uno de los sectores hay un baño general y en algunas celdas hay inodoros. Los baños tienen agua caliente excepto en el Sector de Seguridad, por lo cual quienes se encuentran en él se bañan en el Sector B. Pudimos constatar que los baños se encuentran en un pésimo estado de higiene, pues, según nos expresaron los reclusos hay carencia total de instrumentos y productos de limpieza, extremo que fue confirmado por las autoridades. Hace un tiempo se habían comprado productos para fabricar detergentes, lo cual se hacía por los propios reclusos, pero hace dos meses se terminaron los insumos y se dejó de producir. De esta forma y al no serles proporcionados por el establecimiento los productos de limpieza carecen absolutamente de ellos, no pudiendo realizarse una limpieza correcta en los baños y manteniendo apenas una cierta higiene en las celdas, gracias a la ayuda que les puedan brindar los familiares de aquellos reclusos que reciben visitas. En este sentido se nos informó que el Patronato de Paso de los Toros dona jabón, papel higiénico y pasta de dientes para los más necesitados, aunque no en grandes cantidades ni en forma periódica. En forma independiente a estos sectores hay dos celdas de castigo, una para cuatro personas y la otra para una sola, ambas cuentan con estructuras de hormigón para colocar colchones, la primera para un colchón y la segunda para cuatro, y con un inodoro. Se nos expresó que cuando un recluso está sancionado pasa las 24 horas del día en estas celdas. En el momento de nuestra visita no había nadie en esta situación. El establecimiento tiene seis patios. Uno general, que es el más grande, al cual tienen acceso todos los reclusos en las dos horas de patio diarias, otros dos pequeños que acceden al Sector de Seguridad y al Sector B respectivamente y que están abiertos todo el día hasta las 20:00 horas, en dos de los cuales hay plantaciones y a los que tienen acceso únicamente los reclusos que trabajan en ellas y otro en el que se fabrican los bloques y también tienen acceso únicamente aquellos que trabajan en su construcción. PERSONAL DEL ESTABLECIMIENTO El personal de la cárcel está compuesto por 21 funcionarios, de los cuales 18 están destinados a la seguridad y de ellos según se nos dijo hay únicamente 13 en forma permanente. Los funcionarios realizan turnos de 36 horas y descansan 72 horas. El Director del establecimiento recibe a los reclusos cuando se le solicita una entrevista por escrito. No hay ningún funcionario que haya sido preparado para realizar la tarea que se encuentra efectuando, nadie tiene formación penitenciaria. No hay ningún tipo de personal especializado. El control externo es realizado por personal de seguridad del establecimiento que se encuentran apostados en cuatro casetas instaladas en el techo. El mismo personal del establecimiento es quien realiza las requisas, las que se llevan a cabo una vez cada quince días y en las que en general se encuentran cortes y preparaciones de “escabio”. ACTIVIDADES Uno de los más graves problemas con que nos encontramos en este establecimiento es el gran ocio al que están sometidas las personas que se encuentran allí privadas de libertad. En primer lugar y como carencia grave a destacar es la ausencia de individualización de cuáles son las personas que no saben leer y escribir dentro del establecimiento y la carencia de enseñanza primaria, la cual es obligatoria. Las únicas actividades posibles son la limpieza, el trabajo en la panadería, en la producción de bloques, en la cocina y producción de tallarines, en el taller de artesanías que se hacen trabajos en cuero y guampa y en la huerta que se trabaja en un terreno del Ministerio de Salud Pública. En la limpieza trabaja una sola persona, en la panadería tres personas que no están todas en forma permanente salvo una, las otras dos se turnan; dos reclusos se turnan mensualmente y la otra persona se turna cada quince días de entre todos los reclusos que quieran trabajar. A la huerta van solamente 3 o 4 personas por día y nos expresaron las autoridades que no en forma constante porque muchas veces hay carencia de funcionarios para su traslado. En el taller de artesanías trabajan tres personas y en la cocina y fábrica de pastas una persona. También trabajan algunas personas más en las pequeñas quintas que hay dentro del establecimiento. En total las personas que realizan actividades llegan a un promedio de 12, de las cuales algunas realizan esas actividades en forma permanente y otras en forma rotativa como es el caso de la panadería y también de la huerta. Había dos reclusos que estaban cursando secundaria y los docentes iban al establecimiento, sin embargo actualmente no lo están haciendo más pues no hay ningún docente que concurra. Esto significa que la gran mayoría de los reclusos están permanentemente sin realizar ninguna actividad a lo cual debe agregarse que la mayor parte del tiempo lo pasan encerrados en los sectores ya que las salidas al patio son únicamente de dos horas diarias y disponiendo únicamente de televisión y radio para ocupar el tiempo de alguna forma. De esta manera se limita enormemente la posibilidad de realizar actividades, sobre todo actividades físicas que son imprescindibles en la situación en que se encuentra una persona que no solamente está privada de libertad, sino que está sometida a un ocio compulsivo permanente. A pesar del limitado tiempo de patio se organizan partidos de fútbol en las escasas horas que se disponen para ello. Concurren al establecimiento grupos de ayuda religiosos y nos informaron que se estaba rearmando una biblioteca que existía en el establecimiento la que dejó de funcionar al salir en libertad quien estaba encargado de ella. También se está gestionando la realización de un invernadero en la chacra con la oficina PRODEMA (Proyecto de Desarrollo de Medio Ambiente) perteneciente a la Junta Local de Paso de los Toros. El establecimiento no paga peculio, únicamente quienes trabajan en la elaboración de productos que se venden fuera del establecimiento cobran un 60% de la venta, estos productos son el pan, las pastas y los bloques, el otro 40% nos expresó la dirección que se destina a comprar la materia prima necesaria para la producción. Los que trabajan en artesanías si las venden cobran el monto total de la venta ellos mismos ya que son ellos quienes se procuran la materia prima para trabajar. Los que trabajan en la fajina y en la chacra no cobran nada. VISITAS Y COMUNICACIÓN CON EL EXTERIOR Las visitas son los días jueves de 9 a 10:30 horas y de 15:00 a 16:30 horas y los domingos de 9:00 a 10:00 y de 15:00 a 16:00 horas, horarios bastante restringidos ya que son de una hora y media como máximo, siendo que en general las visitas se dan por un lapso de tres o cuatro horas. Se autorizan visitas especiales para los familiares que provengan de otras localidades o departamentos. Hay un teléfono público para hacer llamadas, de acceso libre y una vez cada 15 días el establecimiento autoriza una llamada en forma gratuita, ya que para hablar del teléfono público los reclusos deben tener tarjeta telefónica a la cual no todos tienen acceso. La visita conyugal se da una vez por semana y solo con pareja estable. Se exige a los reclusos estar libres de HIV para otorgarles la visita. ALIMENTACIÓN El establecimiento recibe los alimentos una vez por semana desde la Cárcel de Tacuarembó en las siguientes cantidades: Cebolla 18,0 kg Papas 30,0 kg Zanahoria 7,0 kg Zapallo 15,0 kg Carne 40,0 kg Fideos 8,0 kg Arroz 20,0 kg Lentejones 2,0 kg Harina de maíz 6,0 kg Sal 3,5 kg No se entrega leche ni frutas. Esta alimentación se complementa con los productos cultivados en la chacra del establecimiento y con las pastas y el pan que se hacen en la propia cárcel. Estos alimentos se destinan completamente a los reclusos, el personal policial recibe su alimentación y se cocinan en forma independiente, alimentación que complementan. De acuerdo a estas cantidades podemos ver que cada recluso recibe diariamente 200 gs. de verdura (cebolla, papa, zanahoria, zapallo, lentejones), 130 gs. de carne y 60 gs. de arroz. Sin dudas que esta alimentación resulta absolutamente insuficiente e inadecuada y no se puede entender que tenga las cualidades nutritivas necesarias para el mantenimiento normal de las fuerzas y salud de las personas privadas de libertad. Es por ello que la gran mayoría de los reclusos complementa esta alimentación con el “paquete” que llevan los familiares y los que no lo reciben, con la ayudan otros reclusos. SALUD La atención sanitaria se realiza en los Hospitales del Ministerio de Salud Pública ya que en el establecimiento no hay enfermería ni concurre enfermero ni médico. Si un recluso necesita atención hay que trasladarlo al hospital y se nos expresó que algunas veces hay problemas para que se atienda a los reclusos, principalmente si deben permanecer internados. Actualmente en el establecimiento hay 5 personas en tratamiento siquiátrico y no hay personas infectadas con HIV. El establecimiento no tiene vehículo propio para hacer los traslados al hospital y ningún otro tipo de traslado, debiendo pedirlo a la Seccional 3ª de Paso de los Toros. DENUNCIA DE ALGUNOS RECLUSOS En entrevistas con distintos reclusos nos plantearon su preocupación acerca del destino que se le da al dinero obtenido por la venta de los distintos productos elaborados en el establecimiento, ya que no hay inversión en compra de productos que redunden en el beneficio de la población. CONCLUSIONES La cárcel en estas condiciones viola flagrantemente los derechos humanos de las personas privadas de libertad y específicamente disposiciones de la Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San José de Costa Rica), el art. 26 de la Constitución Nacional, el decreto-ley 14.470 y las Reglas mínimas para el tratamiento de los reclusos de la ONU. Alimentación absolutamente insuficiente que no proporciona los nutrientes necesarios para el mantenimiento normal de las fuerzas y salud de los reclusos, lo que provoca que la población pase hambre si no pueden complementarla con el “paquete” que llevan los familiares. Carencia total de servicio de salud en el establecimiento y de técnicos, ya sea médico o enfermero, debiendo trasladar a los reclusos al Hospital de Paso de los Toros cada vez que ello es requerido. En consecuencia los reclusos no pueden ser examinados periódicamente ni en forma continuada cuando presenten lesiones de cualquier clase, así como cuando se sospeche o se observe alguna enfermedad física o mental, según lo establecen las disposiciones mencionadas, salvo que permanezcan internados, lo cual no se da en todos los casos mencionados. Muy escaso régimen de salidas al patio, únicamente dos horas diarias, permaneciendo en consecuencia la casi totalidad del tiempo en régimen de encierro total y ausencia de actividades suficientes en el establecimiento, sometiendo a la gran mayoría de la población reclusa a un régimen de ocio compulsivo. En este punto es relevante que no exista conocimiento acerca de cuántos reclusos analfabetos hay en el establecimiento y el hecho de que no exista enseñanza primaria obligatoria para éstos y para quienes no hayan culminado este ciclo. Llama la atención la falta de conciencia de la gravedad de esta situación de las autoridades en este punto. Falta de funcionarios policiales con la debida preparación para el desarrollo de su actividad con reclusos. Carencia de técnicos (asistentes sociales, sicólogos, educadores, procuradores) para el trabajo y atención de los privados de libertad y favorecer un régimen progresivo de reclusión que permita ir generando mejores condiciones a quien va a recuperar su libertad. Gran deficiencia en la higiene del establecimiento, principalmente en los baños y en las zonas comunes del establecimiento. En definitiva, las condiciones carcelarias deben ser alteradas en forma urgente, ya que se violan los derechos humanos de las personas privadas de libertad, estando el Estado en la situación actual incumpliendo normas legales, constitucionales y convenios internacionales.