UN ADULTERIO.indd 5 Un adulterio Ciro B. Ceballos Introducción Carlos Alberto Gutiérrez Martínez UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO MÉXICO 2014 30/06/14 14:36 UN ADULTERIO.indd 6 Ceballos, Ciro B., 1873-1938, autor. Un adulterio / Ciro B. Ceballos ; introducción Carlos Alberto Gu­ tiérrez Martínez. -- Primera edición. 72 páginas. -- (Colección Relato Licenciado Vidriera / director de la colección Álvaro Uribe) ISBN 978-970-32-0472-4 (colección) ISBN 978-607-02-5521-2 I. Gutiérrez Martínez, Carlos Alberto, prologuista. II. Uribe, Álvaro. III. Título. IV. Serie PQ7297.C4222.A3 2014 Primera edición: 6 de junio de 2014 D. R. © 2014, Universidad Nacional Autónoma de México Ciudad Universitaria, 04510, México, D. F. dirección general de publicaciones y fomento editorial ISBN: 978-970-32-0472-4 (colección) ISBN: 978-607-02-5521-2 Esta edición y sus características son propiedad de la Universidad Nacional Autónoma de México. Prohibida la reproducción total o parcial por cualquier medio sin la autorización escrita del titular de los derechos patrimoniales. Impreso y hecho en México 30/06/14 14:36 introducción C I B. Ceballos (1873-1938) —autor de cuentos, nnovelas cortas y crítica literaria— es entre los modernistas mexicanos uno de los que ha recibido menos atención de la crítica e incluso de los más desconocidos para el público lector. Las razones de su ausencia en el canon oficial del modernismo, junto a Rubén M. Campos y Alberto Leduc, como las de todo escritor o artista lejano al presente desde el que se hace una reflexión de esta naturaleza, pueden ser diversas. Los juicios de valor que sobre la producción de estos artistas se hagan siempre tendrán su cualidad de relativos pues, en ocasiones, las opiniones favorables de la época en que las obras fueron publicadas son insuficientes para otorgar a sus autores la fama y el reconocimiento con que la memoria colectiva los mantendrá vivos. En el caso de Ceballos, Leduc y Campos, el reconocimiento y la aceptación de su obra no coincidió con su existencia física. Lo justo o lo injusto que puedan resultar la fama y el anonimato o incluso la adulación u omisión de una obra son —feliz o lamentablemente, según se quiera ver— un misterio o un azar del que no hay explicación. UN ADULTERIO.indd 7 iro VII 30/06/14 14:36 VIII UN ADULTERIO.indd 8 Ciro Ceballos Bernal, en cuya firma siempre antepuso la inicial de su apellido materno al paterno, nació el 31 de enero de 1873 —día consagrado a san Ciro— en el aislado pueblo de Tacubaya, entonces fuera de la ciudad de México, y murió víctima de la pobreza en la misma ciudad un par de años antes de iniciar la década de 1940, alejado ya de la literatura e inclusive del periodismo que cultivó durante más tiempo. Como todos sus correligionarios modernistas, Ceballos se desenvolvió primero en el periodismo y después en la política, actividades a las que dedicó buena parte de su vida. La biografía conformada por los datos que diversos estudiosos de su producción han consignado, y las obras que dejó el escritor, lo caracterizan ante todo como un combativo periodista y un aguerrido opositor del Porfiriato. La coherencia de su pensamiento subversivo lo llevó a la cárcel en más de una ocasión. En la historia de las letras de nuestro país, sólo José Revueltas supera a Ceballos en cuanto al número de ocasiones en que habitó las celdas. La razón es quizá evidente, pero vale la pena hacer notar que, en ambos casos, la disidencia y el consiguiente castigo se manifestaron más en el plano de la acción política directa que en la vanguardia de las páginas de sus libros. La literatura de Ceballos se desarrolló básicamente durante la época en que se publicaron la Revista Moderna (1898-1903) y la Revista Moderna de México (1903-1911), órganos fundamentales en los que se expresó la estética modernista de toda la América hispana y España, y aun de la expresión literaria más nota- 30/06/14 14:36 ble de su tiempo. De los no muy numerosos títulos publicados por Ceballos, es importante destacar sus volúmenes de relatos: Claro-oscuro (1896), Croquis y sepias (1898) y Un adulterio (1903); así como su libro de semblanzas críticas En Turania (1902), su ensayo de carácter político e histórico Aurora y ocaso (1912) y, finalmente, el libro de memorias Panorama mexicano 1890-1910, rescatado en 2006 por Luz América Viveros Anaya, estudiosa de la obra de Ceballos, y cuya publicación original se empezó a difundir un par de meses después de la muerte del intelectual en el diario Excelsior. Como sucedió con las obras de otros modernistas, varios textos de Ceballos permanecen en las páginas de las revistas y diarios en que fueron publicados por primera vez; no obstante, otros textos como es el caso de “Un adulterio” —novela corta que rescata esta edición— han sido incluidos en algún volumen. IX II La asidua labor periodística de prácticamente todos los miembros del cenáculo modernista es insoslayable; fue a través de esta profesión como esos hombres de letras se posicionaron en el gremio literario con el que hoy los identificamos. Ceballos colaboró con publicaciones periódicas importantes durante los últimos años del siglo xix y las dos primeras décadas del siglo pasado; algunas de ellas son: El UN ADULTERIO.indd 9 30/06/14 14:36 X UN ADULTERIO.indd 10 Nacional, El Mundo Ilustrado, El Universal y El Pueblo. Fue, además —al lado de Bernardo Couto Castillo, Jesús Emilio Valenzuela, Amado Nervo y el pintor Julio Ruelas—, uno de los fundadores y más asiduos colaboradores de la Revista Moderna en su primera etapa (1898-1903). Su quehacer político estuvo siempre comprometido con su ideología, no sólo crítica ante las postrimerías del gobierno de Porfirio Díaz, sino militante en la facción revolucionaria constitucionalista de Venustiano Carranza. Este último le asignó en 1917 el cargo de director de la Biblioteca Nacional de México, puesto en el que se mantuvo dos años hasta su nombramiento al frente del Archivo General de Guerra, en 1919. Para esos años, Ceballos tenía más de una década de no publicar literatura; su último volumen de cuentos, Un adulterio, fue dado a las prensas casi veinte años antes. Para la década de 1920, con la caída del régimen carrancista, Ceballos había dejado también el periodismo y desempeñaba cargos menores en el gobierno. Por una nota necrológica de Juan de Dios Bojórquez —compañero de filas constitucionalistas del escritor— difundida en 1938 en El Nacional, se sabe que Ciro B. Ceballos murió tristemente en la escasez económica. 30/06/14 14:36 III La colección de relatos Un adulterio fue publicada por la imprenta de Eduardo Dublán en 1903, y se trata de la tercera y última compilación de relatos de Ceballos. La mayoría de estos textos aparecieron antes en la Revista Moderna y El Universal entre 1901 y 1902, y el volumen consta de 35 cuentos. La novela corta que nos ocupa —“Un adulterio”— da título a toda la compilación y fue difundida originalmente por entregas en El Universal entre el 30 de septiembre de 1901 y el 6 de octubre del mismo año. Además de estas dos ediciones en vida del autor, existen dos más recientes. La pri­mera es de 1983, en el número 23 de la colección “La Matraca” de la Secretaría de Educación Pública y la editorial Premiá, dirigida por Fernando Tola de Habich. Sobre esta edición, me parece importante destacar que, si bien el esfuerzo de rescatar el texto es loable, el descuido editorial del volumen no lo es. Un adulterio cuenta con una edición crítica en línea del año 2009, acompañada de un completo estudio y notas al texto de Francisco Mercado Noyola en el sitio web “La novela corta, una biblioteca virtual”. Con esta nueva edición en la colección Relato Licenciado Vidriera, que me corresponde introducir, su­ marán cinco las ediciones del que es, sin duda, el más conocido de los textos de ficción de Ciro B. Ceballos. UN ADULTERIO.indd 11 XI 30/06/14 14:36 IV XII UN ADULTERIO.indd 12 Un adulterio cuenta la historia de Rogelio Villamil, un parrandero de treinta años que, exhausto del libertinaje al que lo orillaba su soltería y fortuna, se encuentra al borde de la muerte debido a sus excesos. Aconsejado por su médico, abandona la corrupta vida citadina y se muda al campo. Lejos de la ciudad, el todavía joven y esperanzado Villamil conoce a Geraldina Kerse, una joven y millonaria viuda —estereotipo de belleza y sensualidad europea— de quien se enamora y con quien se casa al cabo de unos meses. La perfección física y el refinamiento de Kerse —a los ojos del protagonista de la historia— tiene un solo defecto: el incómodo amor filial de ésta a un gorila llamado Jack, al que da un tratamiento muy familiar y con el que Villamil tendrá peligrosamente que convivir. El inquietante tema de Un adulterio es uno de los más llamativos, no sólo entre la narrativa de los decadentes fini­ seculares, sino probablemente en toda la novelística mexicana, pues en él se cuestiona la pertinencia de lo moralmente correcto. El mejor ejemplo de esto es el del prepotente galeno “identificado en su ecuanimidad de hombre robusto, sano, rico [que] se rebelaba al escuchar las lamentaciones de aquel cliente moribundo, se sublevaba, con loca furia, con estúpido ende­rezamiento, ante la miseria de aquel libertino demacrado”. 30/06/14 14:36 Al vulnerar los valores de la decadente sociedad porfiriana, y de la moral tradicional e impostada de personajes como el médico, el relato examina la vaciedad de una sociedad burguesa simulada, que no era precisamente la que dibujó el ambiente parisino de À rebours de Huysmans, sino el de la élite burguesa que imitaba costumbres e idiosincrasias ajenas, además de alimentar simulaciones sociales, políticas y culturales, como la sarcástica descripción del padre de Villamil: XIII Un caballero empelucado, gordinflón, de longánimo continente, afeitado como un arzobispo, de sombrero alto, de chaleco blanco, atravesado de bolsillo a bolsillo por una gruesa cadena de oro con pesados colgajos, de pantalones bombachos, aplanados meticulosamente, con muchos diamantes en los dedos, con el pelo teñido, con los dientes postizos, con la nariz apoplética, muy erguido y muy correcto y muy bondadoso. Por momentos, el barroquismo voluntario de las descripciones y de las atmósferas en la novela pueden parecer excesivos para el lector actual; sin embargo, un pacto de lectura amplio podría dirimir esas marcas de la estética de su tiempo y observar la agudeza de la crítica y el trabajo de orfebrería propio del lenguaje que en muchas ocasiones se imbrica con la narración, lo que da como resultado el UN ADULTERIO.indd 13 30/06/14 14:36 lirismo que identifica la prosa modernista, tan indisociable de la poesía: XIV UN ADULTERIO.indd 14 Por los límpidos cristales del balcón y atravesando los calados de las cortinas dibujados por algún sectario de Mucha, se tamizaba, con matices irinos, un último rayo del crepúsculo, que iba a encender irisadas explosiones y cerulescentes matices y flamígeros fulgores, en el voluminoso diamante engarzado en el anillo del doctor que escribía nerviosamente la fórmula en tanto que hablaba con el paciente. Finalmente, me parece importante destacar la opinión que los críticos han manifestado sobre Un adulterio, pues es notable la buena recepción —e incluso los elogios de la crítica de su tiempo— sobre la escritura de Ceballos, en contraste con los poco favorables juicios de estudios recientes sobre la nouvelle y el resto de sus relatos. En 1897, José Ferrel, connotado crítico literario de finales del xix, escribió en las páginas de El Nacional acerca del modernista: “Su fraseología es severa, aristócrata; no ha renegado de su abolengo; pero admite y gasta los giros nuevos; ha dejado el calzón corto de los clásicos y viste a la moderna, pero sin exagerar la moda francesa; suele ser vanagloriosa, pero es siempre elegante”. Otra pluma importante para la crítica mexicana en los albores del siglo pasado fue la de Victoriano Salado Álvarez, quien en su 30/06/14 14:36 temprano libro De mi cosecha, estudios de crítica (1899) declaró que Ceballos era “quien mejor escribía de todos sus jóvenes correligionarios”, y agregó: “Su estilo era nervioso, firme, elegante a veces y a veces hasta cercano a los arrebatos líricos”. En lo que se refiere a la crítica reciente, Óscar Mata apunta —en su estudio sobre la novela corta (2003)— que “Esta novelita, que pudo haber sido excepcional […] resulta un relato almibarado”, y luego añade que si bien el tema es llamativo, “adolece de excesos sentimentaloides”. Por su parte, Francisco Mercado Noyola, editor de la edición electrónica y crítica más reciente de Un adulterio (2009), elabora juicios detallados sobre varios temas de la nouvelle; sin embargo, destaca que un aspecto notable del relato “es el de la concepción misógina de la mujer que resulta ostensible en esta obra y en muchas otras de la pluma de los modernistas mexicanos”. Con respecto a la opinión de ambos críticos, me parece importante que en los dos casos la lectura que realizan de la novela corta es, en mi opinión, anacrónica. El primer crítico se limita a una interpretación sesgada que superficialmente favorece la originalidad del tema y, sin justificación alguna, descalifica el tratamiento que le dio su autor. En el segundo caso, Mercado Noyola subraya el tema de la misoginia con que se describen las acciones de los personajes femeninos desde la voz patriarcal del narrador, análisis que a mi ver es pertinente siempre y cuando se examine el UN ADULTERIO.indd 15 XV 30/06/14 14:36 XVI UN ADULTERIO.indd 16 texto a la luz de los anteojos que las perspectivas de género del siglo xxi pautan, pero inoperante si se piensa en la idiosincrasia de 1900. Ambas críticas parecieran no tomar en cuenta las condiciones en las que se articuló el lenguaje modernista y, sobre todo, la estética decadente del tema en Un adulterio. Si se privilegia una lectura que tome en cuenta los tópicos de la estética desde la que se elaboró el texto, libre de juicios vinculados a las tendencias literarias y a los paradigmas sociales de hoy, probablemente lo que a la luz de la visión actual es misógino o almibarado podría ser parte del ambiente recreado como un testimonio válido en la ficción. En última instancia, es esa la propuesta de lectura que la Colección Relato Licenciado Vidriera, y quien firma esta introducción, plantean al ofrecer al público una nueva edición de Un adulterio. Quien reciba ahora la nouvelle tiene una invitación cordial a explorar la literatura de uno de los actores de la escritura modernista mexicana, que debido a azarosas razones se encuentra, como tantos otros, al margen del canon narrativo en México. Es la decisión de cada lector la que finalmente puede disponer cuál es el lugar de Ciro B. Ceballos en la llamada República de las Letras de nuestro país. Carlos Alberto Gutiérrez Martínez 30/06/14 14:36