Manifiesto borrador REORGANIZAR EL SISTEMA Por un Sistema Nacional de Salud de calidad, centrado en el paciente, equitativo, eficiente y sostenible La Fundación Signo / Proyecto Signo cumplirá el año que viene veinte años de existencia. Durante estos años ha sido un espacio independiente, seguro y activo de libertad de pensamiento y acción, fundamentado en el respeto a los derechos y valores de las personas, que ha querido hacer llegar a los profesionales y a la sociedad, las herramientas necesarias para evaluar y mejorar la gestión sanitaria en el día a día. Desde su inicio, la idea de no caer “en la parálisis por el análisis” ha sido una de sus máximas y ha huido sistemáticamente de las grandes proclamas. No obstante veinte años dan para mucho en la vida de una organización basada en el voluntariado y, nos gustaría contribuir a la necesaria reorganización del Sistema Sanitario en nuestro país, para lo cual es necesario un primer diagnóstico que construimos en las siguientes páginas. Somos conscientes de que el exceso de diagnósticos es inversamente proporcional a la voluntad y capacidad de acometer acciones estructurales y de que algunas de las reformas escapan incluso del marco sanitario, pero como parte de esa sociedad civil emergente queremos tomar posición para continuar trabajando. Por eso los “vectores de cambio” que ponemos a debate no son más que las puertas que abren nuestras líneas de trabajo inmediatas, que tendrán un primer hito con la publicación en enero de un monográfico y un segundo hito en las XI Jornadas de Gestión y Evaluación de Costes Sanitarios (Valladolid, del 30 de mayo al 1 de junio de 2012). Fundación Signo REORGANIZAR EL SISTEMA Borrador de 4 de agosto de 2011 Borrador versión 4. 4 de agosto de 2011 El Sistema Nacional de Salud (SNS) es, posiblemente, el mayor logro del estado de bienestar construido durante la democracia española. El SNS tiene un soporte social muy amplio, sostenido en el tiempo, siendo el servicio público mejor valorado, lo que no excluye que la mayoría de los ciudadanos considere conveniente la introducción de reformas. La crisis económica ha puesto de manifiesto problemas de eficiencia y productividad que ponen en riesgo la sostenibilidad del SNS, siendo ineludible afrontarlos. Asimismo, existen amplios márgenes de mejora de la equidad y calidad del SNS, que la Fundación SIGNO (FS) considera pueden alcanzarse de forma paralela a la mejora de la eficiencia y productividad, pues ambos se potencian mutuamente. Para mejorar la calidad, la equidad, la eficiencia y la productividad del SNS, la FS propone los siguientes vectores de cambio del SNS: 1. El paciente, primero. 2. Un modelo sanitario flexible e integrado, que se adapte a las necesidades de los pacientes 3. Un sistema equitativo, que garantice la más alta calidad asistencial con independencia del lugar de residencia, sexo, edad o condición social. 4. Un gobierno para el SNS coherente con el modelo autonómico. 5. Un nuevo liderazgo profesional. 6. La eficiencia como compromiso ético. 7. Coste, eficiencia, productividad y calidad: una sinergia virtuosa. 8. El reto de la solvencia del sistema sanitario. 9. El SNS como motor de innovación, desarrollo y competitividad. 10. Invertir en TIC en la era de la información. 11. Un nuevo enfoque de la colaboración público-privada, basado en una concepción societaria. 1. El paciente, primero. Lejos de ser un pronunciamiento retórico, situar al paciente en el centro del SNS debe ser una directriz para todo el SNS, que se debe concretar -entre otrasen las siguientes medidas: • Fomentar que los servicios de asistencia sanitaria se organicen en torno al paciente, coordinándose de tal forma que se aborde su problema de salud de forma integral. • Garantizar y fomentar la participación activa del paciente en su asistencia, lo que entre otros aspectos-aumenta la seguridad. • Educar a los pacientes en el autocuidado y prestar una atención especial a los cuidadores como agentes de salud fundamentales, formándoles en los cuidados y manejo de la enfermedad y dando atención y soporte a sus necesidades. 2 REORGANIZAR EL SISTEMA Borrador de 4 de agosto de 2011 • Invertir en educación sanitaria de la población. La mejora de los estilos de vida y las medidas de prevención primaria son esenciales para reducir la carga de enfermedad de nuestra sociedad, desde las enfermedades cardiovasculares y el cáncer hasta los accidentes de tráfico o laborales y el SIDA. La educación sanitaria de la población debe abarcar el uso adecuado de los servicios del SNS, incluyendo la tecnología avanzada (que genera auténtica fascinación no solo en usuarios sino también entre los profesionales). Siendo una obligación de las administraciones públicas, se debe incorporar a la sociedad civil en esta estrategia. • Establecer programas e iniciativas que sensibilicen al paciente sobre el uso adecuado de los servicios sanitarios y que incentiven la utilización de las mejores alternativas en cada caso. • Asegurar el derecho de los pacientes a la información sobre alternativas asistenciales y sus resultados. Esta información se debe referir a: Información pública sobre los resultados del desempeño de los servicios. Normalización del proceso de decisión de los procedimientos a través, por ejemplo, del desarrollo de equipos multidisciplinarios para la atención a pacientes con enfermedades complejas (crónicos con múltiples patologías, cáncer, cardiopatía isquémica, etc.). Derecho a información precisa y completa de los procedimientos, incluyendo riesgos y beneficios, tanto precoces como tardíos. • Fomentar la capacidad de elección del usuario, basada en información suficiente, lo que incluye el consejo y asesoramiento del profesional de atención primaria para “navegar” por el sistema. • Fomentar “buenas prácticas” que sensibilicen al conjunto de los agentes que tratan con los pacientes, en la mejora del trato, el confort, la calidez, y el apoyo a las personas y acompañantes que acuden a los centros del Sistema Sanitario. • Un instrumento del ejercicio de estos derechos debe ser el acceso del paciente a la parte esencial de su historia clínica por medio de sistemas informáticos orientados a integrar su participación en el autocuidado y en la toma de decisiones. • Concreción clara y dinámica de la cartera de servicios del SNS, desarrollando el decreto 1030/2006, de 15 de septiembre, por el que se establece la cartera de servicios comunes del SNS y el procedimiento para su actualización del 2006 que la regula. • Prestar especial atención a los procesos administrativos, logísticos y hoteleros de forma que se lleve a cabo una mejor gestión de todos los procedimientos (citas, derivaciones, recetas de crónicos, visados de recetas, etc.) que eviten molestias o esperas innecesarias al paciente. Además necesitamos ciudadanos implicados con su salud y pacientes activos que sepan actuar e influir sobre el desarrollo de su enfermedad, actuaciones que probablemente 3 REORGANIZAR EL SISTEMA Borrador de 4 de agosto de 2011 configuren las mayores oportunidades de ganancias en salud para el conjunto de la sociedad y simultáneamente una destacada ganancia en eficiencia. Igualmente, hay que propiciar la participación de los ciudadanos en debates tales como la incorporación o exclusión de prestaciones y la priorización de las mismas, que serán tan necesarios a corto y largo plazo para garantizar la sostenibilidad del SNS. 2. Un modelo sanitario flexible e integrado, que se adapte a las necesidades de los pacientes. Es preciso hacer desaparecer barreras que dificultan una atención integral y continuada a la mayoría de los pacientes que demandan servicios del SNS, con enfermedades crónicas y degenerativas, que a menudo se acompañan de discapacidad, dependencia y fragilidad. El SNS debe establecer un continuo con el sistema de servicios sociales, así como una clara integración (mucho más allá de la mera “coordinación”) entre atención primaria y especializada. Entre otras, las siguientes medidas están comprendidas en esta línea de trabajo: • Desarrollar modelos asistenciales sustentados en entornos colaborativos entre los profesionales que cooperan en la asistencia a los pacientes, explotando de una forma inteligente las TICs para facilitar la comunicación entre ellos. • Crear servicios comunes, sanitarios y sociales, para la atención de pacientes complejos con enfermedades crónicas y degenerativas, así como para las convalecencias y otras situaciones no complejas por motivos sociosanitarios. Ampliar los contratos con las entidades de base asociativa (potenciar el voluntariado) para incorporar las prestaciones sociales a su cartera de servicios. • Desarrollar la red de cuidados paliativos y la atención a procesos crónicos (nefrológicos, cardiopatías, dolor,… ) • Desarrollar nuevas competencias en enfermería y otras profesiones para la atención a aquellos pacientes con problemas de salud complejos (como cáncer, enfermedades neurodegenerativas o enfermedades crónicas complejas) y para el desarrollo de las medidas en relación a la autocura y de prevención. • Crear redes asistenciales para cada bloque de procesos que garanticen la atención del paciente en el lugar más apropiado en cada momento, desde el domicilio al hospital de referencia, así como la continuidad de la asistencia. • Crear un sistema de información compartido por atención primaria, especializada y sociosanitaria, que permita la trazabilidad del proceso del paciente con independencia del ámbito asistencial. • Fomentar medidas proactivas y que generan valor vs reactivas (reducción de costes) como sincronización multidisciplinar aprovechando las TIC’s y especialmente sistemas que permitan gestionar el conocimiento interdisciplinar (sistemas expertos) en áreas de rápida evolución como genética y farmacogenómica en especialidades como cáncer, cardiología, etc. 4 REORGANIZAR EL SISTEMA Borrador de 4 de agosto de 2011 • Incorporar las actividades no presenciales en el sistema sanitario para crear un modelo asistencial que permita, por una parte, la delegación en el paciente del manejo de su enfermedad y, por otra, la anticipación a los problemas que se puedan plantear en el manejo de la misma. • Promover el seguimiento a distancia de pacientes (telemedicina y telecuidados) con el objetivo de detectar precozmente los problemas de desestabilización clínica y poder actuar sobre los mismos con anticipación. 3. Un sistema equitativo, que garantice la más alta calidad asistencial con independencia del lugar de residencia, sexo, edad o condición social. En numerosas ocasiones garantizar la calidad precisa un volumen suficiente de procedimientos, por hospital y por profesional, por lo que el SNS debe garantizar el acceso al servicio más adecuado, aunque éste tenga un ámbito regional o estatal. Asimismo se debe velar para evitar variaciones no justificadas en la calidad de la asistencia, así como barreras geográficas, sociales o de otro tipo que pueden producir diferencias notables en los resultados. Entre otras, las siguientes medidas están comprendidas en esta línea de trabajo: • Establecer una tarjeta sanitaria individual básica y común para todo el SNS, con independencia de las peculiaridades de cada Comunidad Autónoma, acelerando las previsiones del RD 183/2004. • Establecer una Historia Compartida (electrónica) con unos contenidos básicos y comunes, así como accesibilidad en todo el SNS. Potenciar el uso de la receta electrónica. • Crear una agencia autónoma en el marco del SNS de carácter científico y profesional, responsable de: Establecer guías y criterios de calidad comunes para los servicios, técnicas y procedimientos del SNS. Establecer, en colaboración con las entidades profesionales, criterios de acreditación de las competencias profesionales del personal del SNS. Establecer criterios de evaluación de los centros y servicios sanitarios del SNS e impulsar medidas para su mejora continua. Desarrollar un sistema de información del SNS que permita evaluar los resultados clínicos y económicos. Fomentar la medicina basada en la evidencia y la cultura de seguridad del paciente. Garantizar la libre circulación de pacientes en el SNS y desarrollar centros y servicios sanitarios de referencia. Velar por la equidad efectiva en el acceso a las prestaciones del SNS. Evaluar el SNS y la actividad privada. • Crear una agencia dependiente del Consejo Interterritorial del SNS, que por delegación de los Servicios de Salud de las Comunidades Autónomas sea responsable de la 5 REORGANIZAR EL SISTEMA Borrador de 4 de agosto de 2011 negociación con los representantes del personal de salud de las condiciones laborales que garanticen la cohesión del SNS, así como la movilidad profesional dentro del mismo. 4. Un gobierno para el SNS coherente con el modelo autonómico. La configuración autonómica del Estado Español y el proceso de descentralización de la asistencia sanitaria han sido un importante elemento en el desarrollo de infraestructuras asistenciales, de la disponibilidad de alta tecnología y de la adecuación de recursos a las necesidades de los territorios autonómicos. Este proceso también ha permitido una mayor sensibilidad y control por parte de los responsables políticos. No obstante, a pesar de algunos esfuerzos normativos (Ley de Cohesión y Calidad), la realidad presenta elementos críticos, relacionados con su gobierno, coordinación y armonización, que deben ser abordados, en primer lugar mediante el debate y a continuación con medidas que aseguren la existencia de un sistema de decisión estratégica, de control y de rendimiento de cuentas, reconocido y aceptado por todo el SNS. Este debate debería poner en evidencia aquellas situaciones en las que existen riesgos de perder cuotas de eficiencia, de calidad y de equidad e identificar aquellos aspectos en los que la colaboración y la confluencia en el conjunto del sistema, aporta ganancias sociales o económicas. Parece coherente que el Gobierno del SNS debe desarrollarse a partir del actual Consejo Interterritorial, evolucionando y reforzando su estructura, dándole más capacidad decisoria y coordinadora y consiguiendo que recupere competencias perdidas y la adjudicación de nuevas por consenso. En este sentido, este Gobierno del SNS debería jugar un papel relevante entre otros, en aspectos como: • Un sistema de financiación propio y finalista, con capacidad para adoptar medidas de reorientación del gasto. • Un marco en el que desarrollar los aspectos de acreditación y evaluación. • Un sistema de acuerdo de directrices básicas comunes en la planificación de los recursos humanos y la definición de un marco para su evolución de acuerdo con las necesidades. • Una organización que limite las duplicidades innecesarias y que mejore la eficiencia del sistema. • Un modelo de rendimiento de cuentas mediante la generación de información suficiente sobre resultados obtenidos en la asistencia sanitaria en cada una de las CCAA y su relación con los recursos consumidos. 6 REORGANIZAR EL SISTEMA Borrador de 4 de agosto de 2011 • La racionalización y la integración de los sistemas de información. • Las practicas colaborativas entre CCAA y los sistemas de compensación entre ellas. • Redefinición del Fondo de cohesión y potenciación de la facturación entre Comunidades Autónomas (desarrollo del sistema de facturación y de las tarifas comunes). • Definir las líneas de relación con otros países europeos en el marco de la Directiva de asistencia transfronteriza. • Potenciar las alianzas entre CCAA para la prestación de servicios o compra de fármacos y productos sanitarios. • Revisar la aportación de los ciudadanos en la prestación farmacéutica, prestación de productos dietéticos y en productos sanitarios (ortoprótesis) con el objeto de aumentar su eficiencia y equidad. 5. Un nuevo liderazgo profesional. Los profesionales de la salud deben asumir el liderazgo del sistema desde una nueva perspectiva, en la que los pacientes sean copartícipes y adopten las decisiones informadas sobre su salud. Es imprescindible desarrollar equipos multidisciplinarios en los que las relaciones entre profesionales estén basadas en el conocimiento y la calidad. Esto exige fomentar la autonomía y responsabilidad de los profesionales, así como el compromiso, responsabilidad y desarrollo de nuevos roles. En este sentido resulta imprescindible fomentar la recuperación de los valores profesionales y evitar que la burocratización del sistema y la interferencia normativa ocupen el espacio que corresponde a estos valores. Lo que se ha denominado “profesionalismo” implica un concepto en el que el acento hay que ponerlo en el “contrato” entre el profesional y la sociedad dando respuestas a las exigencias de la misma. Entre otras, las siguientes medidas están comprendidas en este vector de cambio: • Modificar el estatus profesional favoreciendo la libre asociación de profesionales para la prestación de servicios de atención primaria, en los que la enfermería debe asumir un papel mucho más relevante. • Modificar el estatuto de los hospitales del SNS, convirtiéndolos en verdaderas empresas de servicios para poder impulsar el desarrollo de unidades multidisciplinares con responsabilidad en la gestión de los recursos. Estas unidades, incluyendo las no sanitarias, deben traspasar el ámbito estricto de un hospital, aprender a asociarse compartiendo recursos y favorecer la integración entre centros o entre niveles asistenciales. 7 REORGANIZAR EL SISTEMA Borrador de 4 de agosto de 2011 • Promover desde el ámbito profesional una mayor exigencia y compromiso en aspectos tales como la definición de competencias básicas según puesto de trabajo, la formación, la evaluación continuada, el benchmarking de rendimientos y de resultados, el desarrollo de la investigación clínica que mejore la calidad asistencial, el compromiso con la responsabilidad en el manejo y utilización de los recursos, la retribución no uniforme, vinculada a productividad, objetivos y resultados… • Profesionalizar la gestión sanitaria, su acreditación y su evaluación. El cambio que se precisa para impulsar un nuevo liderazgo profesional requiere la alianza y cooperación con los colegios profesionales, sociedades científicas y la universidad. Necesidad de nuevos interlocutores, comprometidos y alineados con la necesidad de evolución del SNS. 6. La eficiencia como compromiso ético. El SNS está financiado solidariamente por todos los ciudadanos, utilizando un importante volumen de recursos, que se sitúan en el entorno del 40% del presupuesto de las Comunidades Autónomas. El uso eficiente de estos recursos es, por tanto, una obligación ética debiendo rendir cuentas de que se emplean con rigor, austeridad y eficiencia social (mejora de la salud). La FS ha defendido, desde su creación, la concepción del hospital como una empresa pública de servicios, concepto que se debe ampliar tanto a los equipos profesionales de atención primaria como a las unidades de gestión clínica. La trasparencia y sujeción a escrutinio público, la financiación y evaluación por resultados en salud, la identificación de los profesionales de los centros con los objetivos de la institución y su sentido de pertenencia, están reñidos con un sistema rígido, burocrático, administrativo, que no incentiva la autonomía ni demanda responsabilidad. Entre otras, las siguientes medidas están comprendidas en esta línea de trabajo: • Configurar los hospitales como empresas proveedoras de servicios públicos. • Potenciar la autonomía y responsabilidad profesional, a través de las unidades multidisciplinarias y las entidades asociativas en atención primaria. • Profesionalizar la gestión sanitaria. • Incorporar la dimensión ética de la eficiencia a los comportamientos individuales, incentivando las actitudes y desempeño personal que se alinea con los objetivos del SNS y sancionando los comportamientos irresponsables. El “café para todos” es perverso porque premia las actitudes oportunistas y desincentiva el esfuerzo personal y colectivo. 7. Coste, eficiencia, productividad y calidad: una sinergia virtuosa. A menudo se opone eficiencia y productividad a calidad y equidad, esta contraposición es esencialmente falsa. Se ha señalado que para numerosos procedimientos se requiere un volumen suficiente para garantizar que la experiencia de los profesionales y los centros sanitarios garanticen una calidad óptima. Por el contrario, durante los últimos años se ha mantenido una 8 REORGANIZAR EL SISTEMA Borrador de 4 de agosto de 2011 política, equivocada, de “acercar” servicios de alta tecnología y complejidad a poblaciones que no generan el volumen asistencial mínimo que garantice su calidad asistencial. Este hecho se acompaña de una ineficiente utilización del recurso humano y de una insuficiente productividad de los equipos. En otras palabras: calidad subóptima y mayor coste. En la misma línea se inscribe el potente desarrollo de hospitales u otros centros para pequeños ámbitos poblacionales sin conexión (o muy escasa) con el resto de la red hospitalaria, lo que compromete su eficiencia y productividad, así como la formación y calidad de los profesionales que se desempeñan en estos centros. Por otra parte, existen diferencias muy notables en la productividad y rendimiento de las costosas instalaciones sanitarias. Entre otras, las siguientes medidas están comprendidas en este vector de cambio: • Nuestro sistema se caracteriza por una oferta muy numerosa, en relación absoluta y relativa a los distintos países de la CEE, de hospitales locales y en el otro extremo también de hospitales de referencia, que exige replantear la capacidad resolutiva de los primeros y concentración de determinadas actividades en los segundos. • Concentrar servicios de alta tecnología y complejidad garantizando que atienden un ámbito poblacional adecuado, incluso de distintas Comunidades Autónomas. Esto implica establecer líneas de colaboración entre las distintas Comunidades,. potenciar la designación de centros, servicios y unidades de referencia del SNS para atender patologías y desarrollar los procedimientos para los que es necesario concentrar los casos a tratar. • Fomentar la integración de actividades de soporte (laboratorio, radiología, logística….) entre los distintos dispositivos asistenciales de atención primaria, hospitalarios y de larga estancia y salud mental, para una cartera de servicios claramente definida y con evaluación continua. • Integrar los hospitales locales con los de su área de área referencia, formando “complejos hospitalarios”, vinculando asimismo sus plantillas profesionales. • Asegurar una adecuada productividad y rendimiento de los recursos de instalaciones y equipamientos, garantizando unos costes de amortización reales que permitan su adecuada renovación tecnológica. 8. El reto de la solvencia. El gasto sanitario del SNS ha crecido un 1% por encima del PIB en los últimos años. La situación económica actual mucho más restrictiva, está generando un déficit de financiación que compromete su solvencia. Es importante que todos los agentes del sistema comprendan que el establecimiento de una financiación global para el conjunto de necesidades y demandas de asistencia sanitaria es uno de los principios democráticos y solidarios del modelo sanitario que diseñó la Ley General de Sanidad. Esto implica establecer prioridades, abandonar la retórica política que oculta que es imposible satisfacer todos los deseos, así como un modelo sanitario que alimenta este consumismo. La “cultura de la deuda” con la permisiva tendencia a las desviaciones presupuestarias 9 REORGANIZAR EL SISTEMA Borrador de 4 de agosto de 2011 debe acabar de una vez por todas. El SNS deberá financiar adecuadamente como mejorar su gestión porque no es admisible la generación déficits. Para alcanzar este objetivo muchas de las medidas que se proponen en este documento, pueden contribuir a alcanzar este objetivo; desde la educación sanitaria de la población, el desarrollo de un nuevo liderazgo profesional, la definición de la cartera de servicios o el cambio de un modelo burocrático por otro que favorezca la autonomía y responsabilidad, que sea trasparente y rinda cuentas públicamente. Para alcanzar este objetivo contribuyen muchas de las medidas que se proponen en este documento, desde la educación sanitaria de la población, el desarrollo de un nuevo liderazgo profesional, la concreción de la cartera de servicios o el cambio de un modelo burocrático a otro que favorezca la autonomía y responsabilidad, que sea trasparente y rinda cuentas públicamente. 9. El SNS como motor de innovación, desarrollo y competitividad. El SNS concentra una enorme cantidad de tecnología y conocimiento. Está, por tanto, en una situación inmejorable para ser un foco de investigación, desarrollo e innovación y en numerosos casos lo es. El SNS está, asimismo, bien situado para, en cooperación con el sector privado, producir servicios de salud para una Unión Europea como marco político que avanzará, cada vez en mayor medida, hacia la libre circulación de personas, bienes y servicios. Ambas líneas de desarrollo del SNS (I+D+i y venta de servicios de salud) pueden contribuir notablemente a diversificar el modelo productivo español en una línea de producción de servicios personales de alto valor añadido. Sin embargo, para favorecer el desarrollo de estas líneas es preciso abordar algunos de los cambios propuestos en este documento, así como favorecer una estrecha colaboración entre las unidades asistenciales de gestión, la industria y la universidad, mediante instrumentos adecuados (empresas mixtas; joint ventures; spin-offs; etc.). En este sentido parece recomendable reintegrar en el ámbito del Ministerio de Sanidad, el conjunto de competencias relacionadas con la investigación sanitaria, introduciendo las nuevas tecnologías previa evaluación de su seguridad, eficacia y eficiencia. 10. Invertir en TIC en la era de la información. Dentro del capítulo de I+D+i merece un apartado específico el desarrollo de las tecnologías de la información y comunicaciones, fundamentales para el desarrollo de redes asistenciales, el establecimiento de una historia clínica compartida, receta electrónica, la disponibilidad de datos que permitan la evaluación y mejora continua, etc. Para ello es preciso afrontar, desde el ámbito del SNS, una inversión masiva, orientada, eficiente en sus retornos y que supera la estrechez de miras localistas para plantearlo como un gran reto estatal. La cooperación entre SNS e industria se considera esencial para el logro de este objetivo. • Impulsar la telemedicina a partir de aquellas experiencias cuyos resultados indiquen relaciones coste-efectivas positivas (rehabilitación a domicilio, seguimiento de crónicos, teledermatología, anillos radiológicos…) 10 REORGANIZAR EL SISTEMA Borrador de 4 de agosto de 2011 • Abordar las nuevas estrategias de atención a la cronicidad desde una nueva visión en el uso de las TIC, tanto para establecer políticas colaborativas (social/ Sanitario, primaria/ hospital), como para impulsar programas de gestión de patologías crónicas, como para incorporar a participación del usuario y sus familiares • Promover y dar mayor capacidad de resolución a las plataformas de atención médica a distancia, en particular para la atención a las urgencias • Explorar y explotar las redes sociales en su dimensión de coadyuvantes de los procesos de asistencia 11. Un nuevo enfoque de la colaboración público-privada, basado en una concepción societaria. La cooperación público-privada (CPP) ha sido generalmente enfocada en los últimos años como un mecanismo para financiar proyectos de inversión sin consolidar deuda pública y ocasionalmente como una forma de transferir un problema al sector privado, desentendiéndose de él. La FS considera que este es un enfoque equivocado, debiendo modificarse radicalmente para que la colaboración público-privada sea eficaz. La aportación del sector privado al SNS puede y debe ser relevante tanto en la introducción de modelos de gestión más flexibles y eficaces, que sirvan de estímulo a la gestión pública mediante la comparación (“benchmarking”) de sus costes y resultados, como en la construcción, adquisición de equipamientos y mantenimiento de instalaciones complejas, así como en los aspectos -ya señalados- del impulso del SNS como motor de innovación, desarrollo y competitividad e incorporación y utilización masiva de las TIC en el sistema. Para ello es preciso que administración pública y empresa privada desarrollen una relación societaria, basada en la cooperación, relación “inter pares” y un trabajo continuado y sistemático en busca de objetivos comunes. Entre otras, las siguientes medidas están comprendidas en esta línea de trabajo: • Promover la actuación del Estado en la evaluación continua del SNS y diversificar la provisión de los servicios fomentando la relevancia de distintas entidades sin ánimo de lucro (aumentar el peso de la sociedad civil) y las establecidas por determinadas concesiones administrativas privadas. • Insertar las iniciativas de CPP (colaboración público – privada) en un proceso global de mejora de la calidad y eficiencia de los centros y servicios del SNS. • Favorecer los procesos de “diálogo competitivo”, como instrumento adecuado para establecer sinergias, construyéndolas a partir de unos objetivos de mejora de la calidad y eficiencia, que deberían ser explícitos en el “programa funcional” que la LCSP contempla. • La cooperación, relación “societaria” y sistemática en el trabajo conjunto son aún más esenciales en aquellos procesos que involucran incorporación de personal procedente o que sigue teniendo la vinculación (estatutarios) con la administración pública. 11 REORGANIZAR EL SISTEMA Borrador de 4 de agosto de 2011 • Desarrollar un sistema de información completo, trasparente y común que permita la comparación de resultados (actividad, calidad) y costes entre centros y servicios del SNS con independencia de que su gestión sea pública o privada. • Impulsar formas de CPP de carácter societario con co-participación en los riesgos y beneficios, como pueden ser las sociedades mixtas, “joint ventures”, socio tecnológico u otras. 12