Xosé Neira Vilas “Hay que aprender a sonreír y a ser más tolerantes” Gena Borrajo / Fernando Bellas / Educación en valores / Educación en la tolerancia ¿En sus novelas hay más vivencia personal o fantasía? Ambas cosas. Mis historias mezclan lo vivido con lo imaginado. La imaginación siempre avanza a partir de algún recuerdo personal, de alguna vivencia. Vive más de 40 años lejos de su tierra, primero en Buenos Aires, donde estudia periodismo, y luego en Cuba. En la capital argentina escribe su primera novela, Memorias dun neno labrego, el libro más leído de toda la historia de la literatura gallega. Balbino, su protagonista, ha dado la vuelta al mundo con la famosa frase que inicia el relato: “Eu son ... Balbino. Un rapaz da aldea. Coma quen dis, un ninguén” (“Yo soy… Balbino. Un chico de aldea. Como quien dice un don nadie”). Sus obras rezuman sentimiento y realismo, tanto, que parecen la crónica de su propia vida. GENA BORRAJO Pedagoga. Fotografías de Fernando Bellas Usted tiene fama de ser una persona accesible. Se dice que contesta a todas las cartas que le escriben desde los colegios… Procuro ser amable con todos, salvo con los vanidosos incurables, con los canallas y oportunistas. A estos los eludo, sin rencor, pero los aparto de mi vida. Con respecto a las cartas, siempre he tratado de contestarlas todas, principalmente las de los niños y las que vienen escritas en gallego. En mis años de América recibía muchas, a veces eran colectivas y estaban firmadas por alumnos y alumnas de alguna escuela. ¿Recuerda alguna de manera especial? Son muchas las que me han emocionado. Recuerdo una escrita por niños y niñas de un colegio de Cangas, en Pontevedra. Habían leído dos de mis libros, Memorias dun neno labrego y Cartas a Lelo. Decían que les habían gustado, pero que no entendían algunas palabras. Claro, el problema era que el autor y los protagonistas hablaban desde sus experiencias de la Galicia interior, mientras que ellos vivían pegados al mar, frente a la enorme ría de Vigo. Evidentemente el len- 46 CUADERNOS DE PEDAGOGÍA. Nº387 FEBRERO 2009 } Nº IDENTIFICADOR: 387.012 012_entrevista.indd 46 20/01/2009 14:40:47 entrevista... guaje era diferente y las formas de vida también. Lo que más me sorprendió es que los chicos hacían muchas preguntas, pero a un tiempo, con sus reflexiones, ellos mismos se daban las respuestas. Desde su vuelta a Galicia, las cartas han dado paso al contacto directo con los alumnos… Sí. Cuando retorné a Galicia, en el año 1992, visité docenas de escuelas. Lo que más me llamaba la atención era que los niños tenían muy mitificada la figura del escritor. Me pedían autógrafos, me preguntaban cuánto dinero ganaba y hasta algún colegio me recibió con pancartas. Yo he intentado cambiar esta percepción porque creo que la imagen que han de construir los chicos es justamente la contraria. El escritor debe ser para ellos una persona cercana que desarrolla una profesión como otra cualquiera. De este modo caen en la cuenta de que escribir puede estar a su alcance, si lo desean de verdad. ¿Cómo discurren sus encuentros con ellos? Cuando conseguimos superar los tópicos a los que me he referido, siempre se produce una conversación muy sustanciosa. Su curiosidad se desplaza, entonces, hacia las obras y sus personajes; a las circunstancias en las que se produce la acción, y sobre lo que habría { Nº387 CUADERNOS DE PEDAGOGÍA. 012_entrevista.indd 47 47 20/01/2009 14:40:54 ocurrido, si se hubiera dado tal o cual circunstancia… Y esto es lo verdaderamente interesante. Memorias dun neno labrego es su libro más conocido y, seguramente, el más leído en las escuelas. ¿Le debe a Balbino, su protagonista, esta buena sintonía con los más pequeños? Balbino representa la historia de muchos chicos gallegos, de muchas aldeas. Son mis recuerdos. Con ellos y con el cariño que me provoca la infancia, me acerco siempre a los niños. Tal vez esa sea la razón. También he de decir que este libro no es autobiográfico, como algunos creen al estar escrito en primera persona. Es verdad que muestra una situación social, unas cos- Deberíamos aspirar a que a los niños no les falte nada esencial, pero tampoco es recomendable que lo tengan todo resuelto tumbres, y hasta una geografía muy ligadas al ámbito de mi tierra natal, en el Valle del Ulla. Una sociedad de hace casi 50 años, y su mensaje sigue calando en la infancia del siglo XXI… A mí también me sorprende que una historia que transcurre en los años cuarenta del pasado siglo, haya sobrepasado la barrera del tiempo y se siga leyendo, editando y traduciendo a otras lenguas. De hecho va por la edición 25, se ha traducido a catorce idiomas y ahora está previsto hacer una película que llevará su mismo título. ¿Qué quiere decir Balbino con “vaciar el corazón en su libreta de notas”? Contar intimidades, sentimientos y recuerdos muy queridos es siempre vaciar el corazón, y eso suele hacerse en la intimidad. Los sentimientos están muy presentes en sus obras. ¿Necesitamos aprender a querer más y mejor? El amor debería envolver toda relación humana. Hemos de aprender a querernos más los unos a los otros. Sólo así tendrá futuro la convivencia en este planeta, en el que cada día se perciben más ejemplos de egoísmos y ambiciones fatuas. Estoy convencido de que la ausencia de amor puede acabar con nuestra civilización. Habla de convivencia y de amor. ¿Cree que los niños de hoy se sienten demasiado solos? Eso se dice. Solos en la escuela y solos en la casa mientras los padres trabajan. Tal vez por eso necesiten tanto estar frente al ordenador y comunicarse a través del teléfono móvil. Yo viví otra época, pero en cierto modo también me sentía solo. La diferencia es que yo tenía varios hermanos y muchos compañeros de juegos. En ese sentido la vida de la aldea es más llevadera. Hoy a la mayoría les sobran cosas. ¿Qué ventajas y qué inconvenientes ve en la infancia de su época y la de ahora? No a todos les sobran cosas. Aún hoy 48 CUADERNOS DE PEDAGOGÍA. Nº387 } 012_entrevista.indd 48 20/01/2009 14:40:58 entrevista... hay muchos niños que carecen de todo o de casi todo. Yo viví mi niñez sin juguetes y los hacía con mis manos, igual que mis compañeros y amigos. Eso tenía algunas ventajas: los cuidábamos más y adquiríamos buenas habilidades. En mi infancia éramos más vitales, aunque pasábamos frío y comíamos mal; participábamos en los juegos y recorríamos grandes distancias a pie, mientras que hoy se desplazan en coche. Entonces nos veíamos en la necesidad de aprender de las carencias familiares, de las dificultades. En una palabra, madurábamos más deprisa. Hoy deberíamos aspirar a que a los niños no les falte nada esencial, pero tampoco es recomendable que lo tengan todo resuelto. Carl Honoré, en su libro Bajo presión, asegura que, en nuestro afán de controlar al milímetro la educación de los hijos, acabamos por secuestrar su infancia. ¿Comparte esta idea? Creo que en la sociedad actual se dan los dos extremos, o se les controla todo o se los abandona. No hay que olvidar que para algunos padres la escuela es un almacén de niños, un lugar al que mandarlos para que no estorben. ¿Habría que decirles “no” con mayor frecuencia? Indudablemente. Hay que decirles “no” algunas veces. No es conveniente complacerlos en todo. Los chicos deben aprender a respetar unas normas y han de descubrir que en la vida no todo es fácil. Lo que no se puede hacer es decir “no” porque sí. Hay que explicarles las cosas para que estas situaciones tengan un resultado formativo. Una constante en sus libros es la crítica social. En el panorama actual ¿cuáles cree que son las conductas más censurables? Creo que hay demasiados comportamientos que deberían superarse. Los brotes de xenofobia o el frecuente “sálvese quien pueda” son algunos de ellos. Aún se perciben actitudes poco solidarias con los pueblos que viven en la miseria. También creo que existe demasiada vanidad. Hay quienes se creen geniales por haber publicado un libro, o ganado un premio. A éstos les vendría bien la frase de José Martí: “Toda la gloria del mundo cabe en un grano de maíz”. Su libro Nai es un homenaje a su madre, ¿cuál ha sido la mejor enseñanza que le ha dejado? Sí. Nai es, ante todo, producto de los gratos recuerdos que guardo de mi madre, Manuela Vilas. Ella me dio ejemplo de laboriosidad y de conducta rectilínea, basada siempre en no hacer contra nadie lo que no quiera para mí. El libro pretende ser también un homenaje a todas las madres gallegas, sobre todo a las campesinas Un tema que centra su interés es la violencia del poderoso sobre el débil. ¿Qué diferencias ve entre la violencia de hace medio siglo y la que campea hoy en nuestra sociedad? Básicamente, en la frecuencia con que se produce. No recuerdo en tiempos pasados tanta violencia contra la mujer como la que vivimos ahora, ni que un estudiante matara a compañeros y profesores. Tampoco existía la violencia verbal, tan presente en el mundo de hoy. Es verdad que siempre ha habido abusos, pero percibo que han aumentado en la actual sociedad de consumo. Me enoja especialmente la creciente violencia contra los niños. ¿Y la violencia entre escolares? Yo creo que el origen de la violencia que pueda darse en los colegios está en la misma sociedad. Los programas de televisión la recrean cada día en películas, series sobre delincuencia y noticieros, que con un morbo innecesario y nocivo, detallan sucesos violentos. Pero, además los chicos tienen acceso a Internet, donde pueden encontrar abundancia de juegos violentos. Ante este panorama, acaban creyendo que es normal actuar así. Por esa misma vía aparece y se va gestando el machismo entre los varones. Luego, deberíamos enseñar a convivir mejor Obviamente. Hay que insistir en la escuela, pero también en la familia. Los El campo como inspiración El recorrido que hay que hacer para llegar a la Fundación Xosé Neira Vilas, situada en la parroquia de Gres, Ayuntamiento de Vila de Cruces (Pontevedra) mantiene el encanto de un paisaje autóctono. La carretera estrecha y un día lluvioso le confieren un encanto añadido. La casa está en un cerro. Dentro, un museo etnográfico, impecablemente organizado y con multitud de objetos y aperos de labranza, dan buena cuenta de la forma de vida de las gentes del lugar. “La mayor parte de ellos son donaciones” –nos aclara Anisia Miranda, la mujer de Neira Vilas–. Ella se queja de que los chicos no sienten curiosidad por saber qué uso le daban sus antepasados a aquellos aparejos. Hay que bajar unos escalones para acceder a la biblioteca infantil. Allí, un pequeño conversa con la bibliotecaria. Al cabo de un momento llega una adolescente que Anisia recibe con verdaderas muestras de cariño. Todo esto ocurre mientras esperamos a Xosé Neira Vilas, que no tarda en llegar y nos conduce hasta la planta alta del edificio, donde se encuentra la biblioteca de adultos, un lugar más sobrio, pero igualmente acogedor. Éste es hoy el pequeño universo de un narrador, ensayista, periodista y poeta que un día, con 21 años, emigra a la Argentina. Allí desarrolla una intensa actividad intelectual y escribe su obra más conocida, Memorias dun neno labrego. En 1961 se va a Cuba, donde funda y dirige la Sección Gallega del Instituto de Literatura y trabaja como redactor jefe de la revista infantil Zunzún. Como buen emigrante, regresa a su lugar de origen y convierte la casa que le vio nacer, en un centro que tiene como objetivo impulsar la lengua y la cultura gallega. Algunas de sus obras Prosa narrativa: > Xente no rodicio. Editorial Galaxia. Vigo, 1965. > Camiño bretemoso. Editorial Galaxia. Vigo, 1999. > A muller de ferro. Editorial Galaxia. Vigo, 1969. > Remuíño de sombras. Edicións Castrelos. Vigo, 1972. > Aqueles anos do Moncho. Edicións Xerais. Vigo, 1996. Narrativa infantil > Memorias dun neno labrego. Ediciós do Castro Sada, 1961. > Cartas a Lelo. Ediciós do Castro. Sada, 1971. > Espantallo amigo. Editorial Celta (1ª edición). Vigo, 1971. Galaxia (siguientes ediciones). Poesía > Inquedo latexar. Monforte de Lemos. Xistral (Colección Val de Lemos, Nº 3), 1969. > Dende Gres. Espiral Maior. A Coruña, 2004. Además es autor de una amplia producción como ensayista. { Nº387 CUADERNOS DE PEDAGOGÍA. 012_entrevista.indd 49 49 20/01/2009 14:41:02 padres y los maestros deberían entenderse y trabajar juntos en la construcción de la tan necesaria convivencia y hermandad humana. Por su parte los medios audiovisuales deben asumir su responsabilidad y prescindir de los programas violentos, o transmitirlos en horarios de noche, cuando no los ven los niños. Y a nivel general, ¿qué podríamos hacer para conseguir una sociedad más pacífica? Nosotros también estamos bastante contaminados por los medios. Deberíamos aprender a ser críticos y a no dejarnos influir por conductas indeseables. Pero también necesitamos aprender a sonreír más y a ser tolerantes con los diferentes, con los que no piensan como nosotros. En definitiva, a auto-educarnos en la amistad y en la comprensión. En mis años de emigrante en América jamás sufrí discriminación alguna... Por eso me duele tanto la fobia de algunos contra los inmigrantes Su esposa es periodista y con ella ha compartido vida y trabajo… Sí. Con Anisia he compartido 50 años de amorosa convivencia. Los dos somos escritores y periodistas, y hasta hemos trabajado juntos en La Habana, en una revista para niños llamada Zunzún. Usted emigró y vivió 45 años lejos de su tierra, primero en Buenos Aires y luego en Cuba. Hoy es la gente de otros países la que viene aquí a mejorar sus condiciones de vida. ¿Qué opinión le merecen los intolerantes? En mis años de emigrante en América jamás sufrí discriminación alguna… ¡Jamás! Por eso me duele tanto la fobia de algunos contra los inmigrantes. Creo que quienes sienten o proceden así, deberían verse alguna vez en la situación de tener que salir de su país por necesidad. Háblenos de la Fundación Neira Vilas. La Fundación nació hace catorce años. Dispone de una biblioteca pública con dos salas de lectura, una infantil y otra para adultos. Tenemos, además, un museo etnográfico y una sala de exposiciones y conciertos. Convocamos dos premios de literatura para niños en 50 CUADERNOS DE PEDAGOGÍA. Nº387 } 012_entrevista.indd 50 20/01/2009 14:41:02 entrevista... años alternos: Arume, de poesía y Estornela, de teatro. Pero también ofrecemos otro tipo de actividades, como cursos de gallego, charlas sobre medicina y salud o conciertos. Hace unos días organizamos uno en la iglesia y, a veces, actúan grupos de gaitas, al aire libre. El auditorio suele reservarse para las orquestas de cámara. Quien no lee de chico, tampoco lo hace de adulto Dice que desde la fundación impulsan la poesía y el teatro ¿por qué esas dos categorías? Porque, hasta donde sabemos, en Galicia no existía ningún certamen sobre estos géneros en lengua gallega. Había alguno de narrativa, pero no de poesía ni de teatro. Ésta fue la verdadera razón que nos llevó a materializar la idea. En estos momentos estamos a punto de fallar el Premio teatral Estornela. ¿Qué tipo de gente concurre a estos premios? Básicamente, literatos consagrados, escritores noveles y profesores de literatura. ¿Cuál es su dotación? Los premiados reciben 1.500 euros en metálico y se les publica el trabajo en Ediciós do Castro. ¿Qué persiguen ustedes con todo esto? Nos interesa promocionar la buena literatura infantil. Alrededor de estas con- vocatorias se genera mucha actividad. Los niños se involucran en el propio desarrollo del certamen. Por ejemplo, las obras teatrales son representadas por chicos y chicas en el propio auditorio de la fundación. Aquí cuidamos de manera especial las acciones dirigidas a los más pequeños. La biblioteca cuenta con un fondo de teatro que está a disposición de los colegios y ofrecemos en préstamo todo tipo de libros. Por otro lado tenemos la sala ambientada con juegos y personajes, lo que le da un aspecto lúdico y fantástico. ¿Nota algún efecto positivo desde que han puesto en marcha estas acciones? La mejor prueba de que está surtiendo efecto es que los adultos que vienen ahora por aquí, eran niños hace algunos años. Digamos que los chicos hacen suyo este espacio. Incluso la bibliotecaria ayuda con los deberes a los escolares que lo necesitan, los orienta, les facilita libros y les proporciona el servicio de Internet. ¿Cuándo se empieza a interesar usted por la literatura infantil? Se lo debo a Anisia. Ella ha escrito muchos libros y es la fundadora de Zunzún, una revista de gran proyección en las escuelas cubanas. A su lado comprendí la importancia de ofrecer buenas lecturas a los más pequeños. Tan convencido estaba de ello, que en 1964 llamé al director de la Editorial Galaxia para sugerirle que pusiera en marcha alguna colección de literatura infantil en gallego. La idea fue bien acogida y comenzó a editar libros para niños. Primero se tradujeron textos que, en su versión original, estaban escritos en catalán. Un poco más tarde aparecerían las primeras publicaciones en nuestro idioma. ¿Cómo está hoy el panorama? Hoy son muchos los buenos escritores que se interesan por la literatura para los más pequeños. Agustín Fernández Paz ha conseguido este año el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil, por un libro escrito en lengua gallega. Por otra parte, no hay más que ver la cantidad de premios y cer- támenes que se convocan, y las editoriales que, como Kalandraka, publican mucha y buena literatura. Por lo tanto, puede decirse que, en los últimos tiempos, se ha producido una verdadera eclosión y ahora son nuestros libros los que se traducen a otros idiomas. Como ha ocurrido con alguno de los suyos… Sí. Memorias dun neno labrego se ha traducido al portugués, alemán, francés, euskera, inglés, chino, checo, búlgaro, italiano… Así hasta catorce idiomas. Espantallo amigo se puede leer en catalán, ucraniano y euskera. Espantallo también se ha llevado al teatro, en Francia, y se ha representado en más de 100 colegios de los alrededores de París. ¿A qué edad se enganchó usted a la lectura y cuál fue la motivación? Aprendí a leer con mi abuelo y la afición continuó en la escuela. Recuerdo haber sido siempre un ávido lector, aunque no tenía más allá de cuatro o cinco libros que había traído mi padre de la Argentina. En poco tiempo leí todos los que había en la escuela, que también hay que decirlo, no eran muchos. A veces pienso que Anisia y yo creamos esta biblioteca, que hoy cuenta con 8.600 volúmenes, porque no tuvimos libros en nuestra infancia. ¿Cuál cree que puede ser hoy la clave para que nuestros chicos se interesen más por la palabra escrita? Hay que introducirlos desde la más tierna infancia, porque quien no lee de chico, tampoco lo hace de adulto. Nosotros prestamos libros a niños y niñas que aún no saben leer. Ello significa que tienen que leérselos el padre, la madre, el tío o la abuela, lo cual convierte este acto en algo muy interesante, porque pasa a ser un asunto familiar y se crea un buen ambiente. A los niños hay que leerles y estimularlos para que lean. Hoy vivimos rodeados de medios tecnológicos que, por supuesto, no debemos descartar, pero el libro será siempre insustituible para adquirir cultura y sentir el placer de recorrer mundos. { Nº387 CUADERNOS DE PEDAGOGÍA. 012_entrevista.indd 51 51 20/01/2009 14:41:08